DUDA, MIEDO Y AUTOSUFICIENCIA: LAS ARMAS DEL ENEMIGO

Realizar un itinerario de fe nunca es sencillo. No es sencillo "simplemente" creer; la fe no depende exclusivamente de la capacidad que tengamos para repetir fórmulas rituales o dogmas aprendidos malamente de memoria, que incluso ni recitamos adecuadamente o que muchas veces no comprendemos; tampoco depende de decir: "Señor, Señor.." sino, sobre todo, de la posibilidad y disposición de responder a Dios en Jesús con nuestra vida. Ojalá pudiéramos, de otro lado, decir que la fe es un puro ejercicio intelectual que nos permite "decidir" por nosotros mismos qué es lo que creemos y en lo que confiamos y qué no. Si esto fuera así, seguramente el día que nos levantáramos con ganas de creer sencillamente tomaríamos la determinación de hacerlo y ya. Pero aunque quisiéramos creer y confiar en el Señor no siempre lo logramos.

Por otra parte es importante conocer que entre las armas que tiene el espíritu del mal para arredrarnos están: la soberbia, la duda y el miedo.