lunes, abril 05, 2010

Jóvenes en Acción

¿Resucitados o Zombis? Tú eliges
Por Carlos Mario Caselles*

Hoy en día, en la vida de los jóvenes existe una cualidad muy interesante, y es que se vive dependiendo de los factores externos que circulan diariamente. Por ejemplo: en navidad, la gente no para de comer ni de comprar, él que no estrena está “out”; en carnavales el dicho es acabar con el ron de la ciudad, sino te emborrachas, no encajas; y en Semana Santa el plan es irse al Rodadero o algún sitio a “descansar”, si asistes a Eucaristía, “¡Qué pereza!, de paso te llevas a mi abuelita”, te pueden responder tus amigos. ¿Qué pasa con esa minoría, que supuestamente saben disfrutar de la vida, pero se les olvida cómo hacerlo de manera correcta cuando los “Zombis” atacan y llegan a convertirse en uno de ellos sin poder echar marcha atrás?

El punto está, en que no sentimos o valoramos la vida desde el interior que es donde se esconde lo valiosos que somos. Allí es el lugar desde donde debe surgir lo que realmente tenemos, y eso sólo te lo da: La FE.

¿Fe? ¿Seguro? Te podrás estar preguntando, pero esa es la clave para vivir plenamente no sólo la Semana Mayor, sino la vida entera, y vivirla de verdad, no como un “muerto viviente” que hace lo que la sociedad de consumo diga.

¿Qué hizo Jesús para que sus discípulos entendieran el significado y la importancia de Su Resurrección? Te invito a leer Lucas 24; 27, 44 – 48, allí se entiende claramente el principio de la fe que tenemos, las respuestas a esas preguntas que cuestionan los inicios de una corriente tan esperanzadora como el Cristianismo para preservar la vida en todos sus aspectos. Jesús nos salvó para ser jóvenes, hombres y mujeres libres, no seres inertes, carentes de esperanza y vigor.

Ahora no es tiempo de buscar culpables para excusar lo egoísta que hemos sido con Jesús, sino es hora de entender de una vez por todas después de dos mil años, la razón de ser “instrumentos de vida”, quienes damos todo de nosotros mismos para mostrar que Dios Hijo murió por amor y que junto con Él seremos resucitados; pero para poder llegar a ello, debemos morir al pecado.

Por lo tanto, nuestra misión en este mundo es algo parecido a lo que sucede en las películas de terror, donde los protagonistas acaban con los Zombis para que haya paz y tranquilidad en la tierra, pero no usaremos pistolas o ametralladoras, sino amor, comprensión, firmeza y sobre todo fe, aunque suene cursi, ese tipo de actitudes frente a la vida, generan mejores efectos especiales de los que se ven en las pantallas de cine, pues esta magia, sólo se siente desde el interior y sólo la palpas tú y Dios que te habla.

Es cierto que no somos el Mesías para andar por allí haciendo milagros, pero en nuestro trabajo, casa, cuadra, universidad o colegio, hay muchos Zombis que necesitan ser transformados.

* Jornadista. Feligrés unidad pastoral Nuestra Señora del Carmen (Puerto Colombia). cmariocaselles@hotmail.com

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