martes, abril 20, 2010

Renovados para servir a Dios

La alegría de reunirnos como hijos de Dios, como una verdadera Familia, nos invita a estar alegres, pues el Señor ha estado grande con nosotros y nos invita a vivir en Comunidad para compartir el inmenso amor que nos une como hermanos: el Amor de Dios.

Cada año el Señor nos concede la gracia de reunirnos como Iglesia Diocesana, como esta porción de la Iglesia extendida por todo el universo pero que peregrina en el departamento del Atlántico, esta porción de la Iglesia que recibe el nombre de Arquidiócesis de Barranquilla.


El lunes 29 de marzo celebramos con gozo la Misa Crismal en la Catedral Metropolitana María Reina, presidida por monseñor Rubén Salazar Gómez, Arzobispo de Barranquilla, junto con sus obispos auxiliares y el presbiterio de todo el departamento del Atlántico.


Este se convierte en un momento de gran importancia para nuestra Iglesia particular, pues el Señor nos concede la gracia de reunirnos en representación de toda la comunidad atlanticense, nos recuerda el llamado a vivir en profunda fraternidad con todas las personas que habitamos esta porción del pueblo de Dios, nos recuerda que hemos sido encomendados al cuidado pastoral de un obispo que, junto a sus obispos auxiliares y a cada uno de los presbíteros que ejercen su ministerio en este territorio, hacen posible que se cumpla la palabra del Señor.

En la celebración de la Misa Crismal el Arzobispo, los presbíteros y los fieles, manifiestan su íntima relación de Iglesia particular, en que se encuentra y opera verdaderamente la Iglesia de Cristo.

Año Sacerdotal, Año de Gracia

En este año 2010 la petición de la Iglesia de vivir la renovación del compromiso sacerdotal tiene una connotación especial; estamos viviendo el ‘Año Sacerdotal’ que el Santo Padre Benedicto XVI, hizo convocar en toda la Iglesia, desde la Fiesta del Sagrado Corazón de 2009, hasta el 11 de junio de 2010, donde celebraremos la clausura en el día de la Fiesta del Sagrado Corazón.


En el contexto del año sacerdotal y con ocasión de la Misa Crismal, Monseñor Rubén Salazar Gómez invitó a los sacerdotes del Atlántico a ejercer profundamente su ministerio sacerdotal, a vivir a ejemplo de Jesucristo la santidad y la entrega absoluta por amor a la comunidad; a los fieles laicos y religiosas les recordó la profunda tarea de orar incansablemente por la santidad de los sacerdotes, para que nos conceda la gracia de tener más vocaciones sacerdotales en nuestra Iglesia particular.

El Año sacerdotal ha sido un año de gracia para la Iglesia, un año para que el Señor, a través de la renovación de los compromisos sacerdotales de nuestros obispos, presbíteros y diáconos, revele su inmenso amor y, de esa manera, vivan una etapa nueva en la vida de su ministerio, donde puedan ejercer un ministerio en plenitud de Gracia, en plenitud de Comunión, en profunda intimidad con el Señor.


Hoy desde cada uno de los rincones del departamento del Atlántico, nos unimos en oración por el ministerio sacerdotal, pedimos que el Señor nos conceda la gracia de darnos muchos santos sacerdotes, para que el pueblo de Dios, pueda escuchar permanente la Palabra del Señor, pueda santificarse a través de los sacramentos y pueda vivir la realidad de la comunión, la necesidad de permanecer unidos en nuestro caminar hacia la construcción del ideal de Iglesia que queremos, una Iglesia en Comunión, Misión y Participación.


El sacerdocio de Cristo se perpetúa a través del ministerio sacerdotal, que en la Iglesia se recibe a través del sacramento del orden.
Con la renovación de los compromisos sacerdotales, nuestros obispos, presbíteros y diáconos son llamados a responder al llamado del Señor a través del sacramento del orden sacerdotal, la vocación a la santidad, permite entender la necesidad de que cada sacerdote viva la vida misma de Cristo, para que sea el Señor quien actúe a través de ellos.

EL SEÑOR HA ESTADO GRANDE CON NOSOTROS…
Y ESTAMOS ALEGRES
25 años de vida sacerdotal al servicio del Señor…

Padre Manuel Domingo Arteaga

“Los 25 años de vida sacerdotal son motivo para dar gracias a Dios por el don inmerecido que solamente Su misericordia nos puede otorgar a nosotros hombres limitados e imperfectos”

Padre Andrés Rodríguez Donado
“Dios ha sido maravilloso conmigo, por pura misericordia me llamó a servirle y me siento bendecido al servirle con amor”

Padre Pedro José Acevedo
“Son 25 años de Gracia, de bendiciones por parte del Señor, que se refleja en el trabajo con la comunidad

50 de felicidad por ser sacerdote…

Padre Clotario Hemer Cervantes
“Si volviera a nacer, volvería a ser sacerdote. Me siento infinitamente agradecido con Dios porque el sacerdocio me he realizado como persona y como cristiano”

Padre Luis Eduardo Vargas Ripoll
Celebrar 50 años de sacerdocio es vivir e llamado del Señor a servir con amor y por amor"

Padre Luis Alberto Martínez “El sacerdocio es un regalo de Jesucristo, no para vivirlo individualmente, sino para compartirlo en el servicio a la comunidad"

55 años de aniversario sacerdotal…

Monseñor Luis Enrique Tamayo
“Es una Gracia muy especial que el Señor me ha concedido, llegar a 55 años de servicio ministerial y continuar sirviéndole al Señor. Es un momento donde debo pedirle perdón por mis fallas y seguir ofreciéndome a su servicio”

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