Por Stefanny Paola Herrera Acosta*
En el mundo en que vivimos, en el cual los jóvenes estamos expuestos a desviarnos del buen camino, debemos aprender a centrar nuestras vidas en cosas que tengan real trascendencia y dejen una huella en el camino que vamos recorriendo. Una manera sencilla de hacerlo es reconocernos como seres valiosos, con la capacidad de hacer grandes cosas por ayudar a los demás.
En muchas ocasiones, manifestamos que queremos ayudar, pero no lo hacemos. Al contrario, sacamos muchas excusas como por ejemplo: “no tenemos dinero” o “no sabemos cómo hacerlo”.
Lo importante en la vida, el trascender, está en el servicio a los demás, en centrar nuestra vida en la solidaridad, que implica mucho más que dar cosas materiales; implica estar agradecidos con Dios y reconocer que somos personas privilegiadas por la vida que tenemos y las oportunidades que Él nos ha brindado. Simplemente dar apoyo a los demás, ser agentes de cambios positivos, de paz y tranquilidad para nuestras familias, amigos y compañeros.
Esto es trascender en la vida. Sembrar en nuestros corazones amor y servir a los demás. Al fin y al cabo, lo que realmente llena el alma y el espíritu son los sentimientos, el ayudar y compartir con quienes van en el camino con nosotros. Centrar nuestra vida en Dios, vivir felices y aprovechar las oportunidades que tenemos, brindar amor, paz y felicidad a quienes nos rodean y sobre todo a quienes más lo necesitan.
La vida de muchas personas puede cambiar o puede ser mejor con sólo un consejo o una sonrisa que les demos, o simplemente con dar ánimo para continuar luchando por sus metas y objetivos.
¡No olvidemos que podemos hacer grandes cosas si centramos nuestras vidas y nuestras decisiones en lo que realmente vale la pena!
Preguntémonos: ¿Qué llevamos en nuestro corazón? ¿En qué centramos nuestras vidas?
*Comunicreativos. Estudiante Negocios y Finanzas Internacionales (Uninorte). Feligres unidad pastoral Nuestra Señora de Guadalupe. stefy_52@hotmail.com
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