Ya estamos próximos a finalizar el año 2007. En él han sido muchos los momentos de gozo y gracia vividos con ocasión del Año Jubilar que Su Santidad el Papa Benedicto XVI autorizó para que la Arquidiócesis de Barranquilla celebrara sus 75 años de creación.
Durante estos dos últimos meses del año conmemoramos, los cristianos católicos, la llegada de Jesús para salvarnos. Este encuentro muy cercano que el Señor tuvo con el ser humano hace ya más de 2 mil años, partió en dos la historia de la humanidad.
Así, finalizando este 2007, y como es tradición en las últimas semanas de cada año, viviremos el tiempo de Adviento, un tiempo de preparación en el primer periodo del año litúrgico para recibir la Navidad. Son alrededor de 21 a 28 días, cuatro semanas. En este tiempo nos preparamos para esperar el nacimiento de Jesús y renovar la esperanza de la segunda venida de Cristo.
El Adviento inicia con la fiesta de Cristo Rey y durante los cuatro domingos antes de la Navidad cada hogar cristiano realiza varias acciones que son tradicionales para este tiempo de la espera al Señor. Una de ellas es la de colocar una corona de flores con cuatro velas, cada una hace alusión a los cuatro domingos que incluye el Adviento y significan amor, paz, tolerancia y fe; esta corona también es llamada la ‘Corona de Adviento’.Es importante destacar que durante el Adviento el color de la liturgia es el morado, significando el avivamiento en los creyentes a la espera de Jesús. También en esta misma época se viven dos momentos importantes. El primero, que comienza desde el primer domingo hasta el 16 de diciembre con un sentido escatológico, es decir, todas las creencias y esperanzas referentes a la llegada de Jesús al final de los tiempos. El segundo, que es inmediatamente del 16 de diciembre hasta la Noche Buena, comprende la llamada “Semana Santa” de la Navidad y es en estos días donde se invita a la preparación de la llegada de Hijo de Dios al mundo.
La Iglesia Católica para el Adviento exhorta a todos los fieles a que durante este tiempo estudien las lecturas bíblicas tomadas de Isaías y algunos pasajes proféticos del Antiguo Testamento en los que se habla precisamente de cuando Dios en su inmenso amor nos dio a su Hijo para que nos liberara del pecado.
El Adviento se convierte, entonces, en un tiempo de reflexión, para evaluar lo que hemos hecho en todo un año y comprometernos, en este nuevo que comienza con la conmemoración de cuando Jesús vino al mundo, para salir de la oscuridad del pecado y disfrutar de esa esperanza de salvación renovada constantemente por el inmenso amor que el Creador tiene a todas las personas. Es el momento de buscar una relación más estrecha con el Salvador Universal, vivir su justicia, su amor, sus bendiciones.
CÓMO VIVIR ESTE TIEMPO DE PREPARACIÓN
El periódico Kairós consultó con el padre Arquímedes González, Delegado Arquidiocesano de Liturgia, quien nos habló de cómo los fieles católicos comprometidos debemos vivir estos días de espera de la Navidad.
Kairós: ¿Qué es lo más importante que deben tener en cuenta los fieles para estos días?
Padre Arquímedes González: Hay que tener muy en cuenta una preparación espiritual para el encuentro con Cristo, que se hace a través de la oración y la práctica de las buenas obras de misericordia.
K. ¿Cómo podemos enmarcar el valor que termina (justicia) y el que comienza (solidaridad) en la Arquidiócesis de Barranquilla?
P.A.G. A través de la revisión de vida en el aspecto de vivencia de la justicia y en un propósito firme por vivir el próximo año la solidaridad con los hermanos, sabiendo que al asistir al prójimo lo estamos haciendo como el mismo Señor Jesús nos enseña en su Palabra: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento (…) El Rey les responderá: "Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí” (Mt. 25, 35)
* Asistente de redacción Kairós – onix2502@hotmail.com
cambiate el nombre te mataron!!
ResponderBorrarcambiate el nombre te mataron!!
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