El reto de los educadores ante las nuevas tecnologías Por Johan Llanos Berdugo*
El impacto social de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (NTIC) toca muy de cerca a escuelas y universidades, propiciando modificaciones en las formas tradicionales de enseñar y aprender.
Si nos atenemos al hecho evidente que el avance incesante de la tecnología no parece tener freno, el reto de los centros educacionales radica en prepararse como institución y preparar a su vez a sus educandos a adaptarse a los cambios de manera rápida y efectiva con un mínimo gasto de recursos humanos y materiales. Entre las claves fundamentales para el éxito está lograr que el aprendizaje se convierta en un proceso natural y permanente para estudiantes y docentes. Es necesario aprender a usar las nuevas tecnologías y usar las nuevas tecnologías para aprender.
Es tarea de los educadores utilizar las NTIC como medios para proporcionar la formación general y la preparación para la vida futura de sus estudiantes, contribuyendo al mejoramiento en el sentido más amplio de su calidad de vida y necesidad actual.
Si se tiene en cuenta que la nueva tecnología no garantiza con su sola presencia el éxito pedagógico, es necesario diseñar con mucho cuidado el programa educativo donde será utilizada. Resulta por tanto un deber inevitable de los educadores definir y contextualizar las NTIC en el sector educativo particular.
Así, éstas pueden ser consideradas como las propuestas electrónico-comunicativas que organizan el entorno pedagógico, diseñando propuestas educativas interactivas y que trasciende los contextos que rodean al estudiante; a fin de hacerlos accesibles a cualquiera, en cualquier tiempo y lugar. La nueva tecnología recicla y engloba todas las tecnologías existentes anteriores.
Una de las mayores dificultades radica en que la educación, por lo general, es resistente a los cambios, así como poco ágil y efectiva a la hora de adaptarse y enfrentar los nuevos retos. Esto provoca, por una parte, que en la mayoría de los casos, los alumnos conozcan de las nuevas tecnologías fuera del ámbito escolar y por otra, que apenas ahora, en muchas escuelas se estén realizando las primeras pruebas para su introducción y adecuación.
Es necesario que en el ámbito educacional se gane conciencia que el empleo de estos nuevos medios impondrán marcadas transformaciones en el proceso pedagógico, con cambios en los roles que han venido desempeñando estudiantes y docentes.
Nuevas tareas y responsabilidades esperan a estos, entre otras, los primeros tendrán que estar más preparados para la toma de decisiones y la regulación de su aprendizaje y los segundos para diseñar nuevos entornos de aprendizaje y servir de tutor de los estudiantes al pasarse de un modelo unidireccional de formación a otro más abierto y flexible en donde la información se encuentra en grandes bases de datos compartidos por todos.
*Ingeniero en Telecomunicaciones. Lic. Ciencias Religiosas en teología Bíblica. Diplomado en Teología Bíblica. jojellabell11@hotmail.com
El impacto social de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (NTIC) toca muy de cerca a escuelas y universidades, propiciando modificaciones en las formas tradicionales de enseñar y aprender.
Si nos atenemos al hecho evidente que el avance incesante de la tecnología no parece tener freno, el reto de los centros educacionales radica en prepararse como institución y preparar a su vez a sus educandos a adaptarse a los cambios de manera rápida y efectiva con un mínimo gasto de recursos humanos y materiales. Entre las claves fundamentales para el éxito está lograr que el aprendizaje se convierta en un proceso natural y permanente para estudiantes y docentes. Es necesario aprender a usar las nuevas tecnologías y usar las nuevas tecnologías para aprender.
Es tarea de los educadores utilizar las NTIC como medios para proporcionar la formación general y la preparación para la vida futura de sus estudiantes, contribuyendo al mejoramiento en el sentido más amplio de su calidad de vida y necesidad actual.
Si se tiene en cuenta que la nueva tecnología no garantiza con su sola presencia el éxito pedagógico, es necesario diseñar con mucho cuidado el programa educativo donde será utilizada. Resulta por tanto un deber inevitable de los educadores definir y contextualizar las NTIC en el sector educativo particular.
Así, éstas pueden ser consideradas como las propuestas electrónico-comunicativas que organizan el entorno pedagógico, diseñando propuestas educativas interactivas y que trasciende los contextos que rodean al estudiante; a fin de hacerlos accesibles a cualquiera, en cualquier tiempo y lugar. La nueva tecnología recicla y engloba todas las tecnologías existentes anteriores.
Una de las mayores dificultades radica en que la educación, por lo general, es resistente a los cambios, así como poco ágil y efectiva a la hora de adaptarse y enfrentar los nuevos retos. Esto provoca, por una parte, que en la mayoría de los casos, los alumnos conozcan de las nuevas tecnologías fuera del ámbito escolar y por otra, que apenas ahora, en muchas escuelas se estén realizando las primeras pruebas para su introducción y adecuación.
Es necesario que en el ámbito educacional se gane conciencia que el empleo de estos nuevos medios impondrán marcadas transformaciones en el proceso pedagógico, con cambios en los roles que han venido desempeñando estudiantes y docentes.
Nuevas tareas y responsabilidades esperan a estos, entre otras, los primeros tendrán que estar más preparados para la toma de decisiones y la regulación de su aprendizaje y los segundos para diseñar nuevos entornos de aprendizaje y servir de tutor de los estudiantes al pasarse de un modelo unidireccional de formación a otro más abierto y flexible en donde la información se encuentra en grandes bases de datos compartidos por todos.
*Ingeniero en Telecomunicaciones. Lic. Ciencias Religiosas en teología Bíblica. Diplomado en Teología Bíblica. jojellabell11@hotmail.com
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