Participar es la mejor opción para la recuperación digna

Por DERLY MÉNDEZ BUITRAGO*

El gran impacto socioeconómico y la recuperación y rehabilitación de todas las zonas afectadas por la ola invernal, marcan y marcarán el quehacer de los gobiernos de turno y de quienes aspiran a sucederlos en las próximas elecciones.

Según datos oficiales se estima que la ola invernal ha dejado 2.235.000 damnificados y más de un millón de hectáreas estuvieron bajo el agua en todo el territorio de Colombia.

El Gobierno Nacional a través del Ministerio de Hacienda calcula que se girarán en el corto plazo, entre cuatro y cinco billones de pesos solo para atender esta situación, y que al ser recursos asignados en el marco del estado de emergencia, la mayor parte de éstos no estarán sujetos a la Ley 80 de Contratación. En el mediano plazo cálculos preliminares estiman que la inversión para la atención y recuperación de las zonas afectadas podrían superar los 12 billones de pesos.

Aunque aún falta tiempo para las elecciones, las campañas ya empezaron y algunos ven en esta coyuntura una amenaza por la mala utilización que se le pueda dar a los recursos. Si bien lo anterior es cierto, también, es una oportunidad histórica para hacer las obras que realmente el país necesita y para hacer del ejercicio político un asunto de todos, en donde el sector público, el sector privado, las organizaciones sociales y sobre todo cada uno de los colombianos serán responsables de las acciones y decisiones que se tomen frente la superación de la actual tragedia invernal.

Los ciudadanos como parte activa del sistema democrático tienen el derecho y la responsabilidad de velar por el bien común, y este es el momento preciso para sacar lo mejor de cada ser humano y transmitirlo a quienes sean designados como tomadores de decisiones.

De cada uno depende que se haga política o politiquería, por eso se debe elegir a conciencia analizando la trayectoria de quienes se postulan, sus propuestas de gobierno, quiénes los rodean y una vez elegidos hacerle seguimiento al cumplimiento de los compromisos adquiridos.

Es importante no dejarse llevar por promesas oportunistas ni por soluciones a corto plazo y tener claro que lo público es de todos y que hoy más que nunca, se necesita de la participación ciudadana para elegir sabiamente a quienes tendrán en sus manos la difícil tarea de recuperar al país de esta catástrofe y lograr que la economía, la infraestructura, el campo y con mayor énfasis la calidad de vida de los colombianos sea mucho mejor en los años venideros.

Las elecciones del próximo 30 de octubre son la oportunidad perfecta para demostrar que las cosas pueden ser diferentes, que participar es la mejor opción, que no hay porqué tener miedo a formar parte activa de la contienda electoral, ni hay que ser apáticos y rendirse creyendo que todo está perdido y que sólo la corrupción y la politiquería triunfarán.

Hay nuevas propuestas, nuevos candidatos con ideas progresistas en los que un voto de opinión informado puede superar a la maquinaria, derrotar la corrupción y hacer de la política un ejercicio sano y transparente. Está en las manos de todos nosotros hacer de esto una realidad.

Ola Invernal: más que una crisis, una oportunidad social

“Nada será igual, todo será mejor” fue la expresión de una niña damnificada que en medio de la situación dramática, dio ejemplo de esperanza en el proceso de reconstrucción del sur del Atlántico.

Y es que resulta oportuno hacer de la esperanza el valor comunitario de todos los que tenemos la gran responsabilidad de trabajar por el surgimiento de nuestro país, de hacer de Colombia un territorio digno, donde cada vez seamos más equitativos y nos comprometamos a cerrar la brecha de la desigualdad económica, humanitaria y social, donde pocos tienen mucho y muchos nada tienen.

Nuestro país debe convertirse, a partir de esta experiencia invernal, en un territorio de hermanos, de verdaderos compatriotas comprometidos no con un nombre, con partido político, con un color específico, sino con el ideal de una nación que anhela la paz y que necesita de buenos gobernantes que antes de pensar en el bien particular, sientan el compromiso de pensar en el bien común.

El Atlántico sueña vivir en fraternidad y para ello es fundamental la responsabilidad y el compromiso de todos; no es mi intención dejar en el imaginario de los lectores de Kairós el pensamiento de que la responsabilidad del país depende exclusivamente de nuestros gobernantes, pues estaríamos actuando egoístamente, sin duda la responsabilidad recae sobre todos los colombianos que tenemos la obligación de escoger a nuestros mandatarios y no sólo escoger, sino acompañarlos en su caminar.

Desde la Iglesia el compromiso es muy fuerte y permanente, estamos llamados a orar intensamente por nuestros gobernantes, a pedir al Señor derrame la sabiduría suficiente para tomar sabias y convenientes decisiones en el país.

*Politóloga

Candidata a Magister en Gobierno y Políticas Públicas

derlymendez@gmail.com

MICROFORMATO

Kairós, en alianza con los medios digitales de la Arquidiócesis de Barranquilla, consultó a varios amigos de Facebook de la Arquidiócesis qué criterios tienen en cuenta al momento de elegir a un candidato electoral.

Ángela Zapata Santana (FOTO Ángela)

“Primero me tengo que identificar con el partido político del candidato, luego ver que tan posibles pueden ser la realización de sus políticas en un futuro, básicamente eso lo demás lo hace la publicidad”

Alex Rafael Valencia Rojas (Foto perfil Facebook)

“Sus planteamientos coherentes y alcanzables”

Jainer Rafael Padilla Cantillo (Foto perfil Jainer)

“El progreso y el desarrollo de un pueblo y más en los municipios del Atlántico que se encuentra súper atrasados”

José Ramón Ariza Florian (Foto perfil José)

“Hay muchos criterios, pero destaco: que tenga la capacidad de gobernar bien y trabajar bien en su mandato y que tenga la capacidad de defender bien los derechos de los niños, de los jóvenes y del adulto mayor”

Harold Angarita Jiménez (Foto Harold)

Atributos morales, preparación, trayectoria y procedencia.

Una Iglesia que regresa a su esplendoroso pasado

Por JAVIER FRANCO ALTAMAR*

En un auténtico regreso a su esplendoroso pasado, la parroquia de San Nicolás de Tolentino, se abre paso, poco a poco en el corazón del Centro de Barranquilla, en medio de un entramado de andamios, y con un ejército de obreros que la esculpen con el cielo como telón de fondo.

Es la obra de restauración de esta histórica parroquia en torno a la cual creció Barranquilla, cuando apenas era ‘Barrancas de San Nicolás’. Claro que primero fue aquella enorme hacienda que le delegó el nombre y a donde llegaban los esclavos ya libres.

Rodolfo Vallín, supervisor de la restauración, confía en que para el 10 de septiembre, fiestas del ya reconocido como patrono de Barranquilla, pueda oficiarse allí la misa central.

Los trabajos de la segunda fase, que incluyen la intervención directa tanto en el interior como en la fachada y los exteriores, avanzan a ritmo previsto, con 30 obreros retocándola en cada rincón, para devolverle la imponente apariencia que tenía en la primeras décadas del siglo pasado.

Desde su construcción en el siglo XVII, el templo ha pasado por un proceso de evolución arquitectónica hasta llegar al estilo gótico que hoy muestra. “Y es un estilo gótico de muy buena calidad”, agregó Vallín, a quien no le tiembla la voz para asegurar que ésta es la mejor de su clase en la región.

Vallín, quien lleva 25 años trabajando con la Comunidad Agustina, responsable de la parroquia, no se arriesga a decir cuánto terminará costando la restauración, pero sí que sólo la primera etapa (correspondiente a las obras preliminares de demolición y reforzamiento estructural, incluidas las torres) tuvo una contribución del Ministerio de Cultura.

Para asumir lo restante, agregó, los Agustinos tuvieron que hacer un esfuerzo con préstamos, pues no estaban dispuestos a dejar que las obras pararan. “No hemos querido suspender obras dado el valor histórico y patrimonial de la iglesia, lo que representa para los barranquilleros", dijo Vallín.

De la primera apariencia del templo no se tienen sino acuarelas. Era una casa madera y paja que se cree fue construida por los pobladores iniciales del entorno de la hacienda, que según se cree, fue construida por Nicolás de Barros entre 1627 y 1637. Él la bautizó así “Hacienda de San Nicolás de Tolentino”.

En 1747, el templo fue elevado a la categoría de parroquia. Para esa fecha, el presbítero Luis De Suárez llevaba más de diez años motivando a la feligresía y haciendo campañas entre los moradores del sector.

El 20 de junio de 1906, el Arzobispo de Cartagena (de donde dependía en ese entonces) hizo entrega oficial de la parroquia a la Comunidad Agustina.

Es el 7 de julio de 1932, la Santa Sede creó la Diócesis de Barranquilla y declaró a la parroquia de San Nicolás de Tolentino ‘Iglesia Pro-Catedral’. Al año siguiente, el Papa Pío XI nombró como primer obispo al sacerdote huilense Luis Calixto Leyva Charry.

El 9 de abril de 1948, la parroquia fue profanada por una turbamulta enardecida de seguidores del inmolado Jorge Eliécer Gaitán. El fuego consumió el mobiliario, imágenes y la casa cural.

El 25 de abril de 1969, el Papa Pablo VI promovió la sede episcopal de Barranquilla a la categoría de Arquidiócesis y designó como su primer Arzobispo a Monseñor Germán Villa Gaviria.

El 20 de julio de 1982, la Santa Sede decretó el cambio de título catedralicio al templo de ‘María Reina’, que se consagro como nueva Catedral de Barranquilla el 21 de agosto de 1982.

La parroquia fue declarada Monumento Nacional en el año 1999, y a partir de allí, comenzó a gestarse la restauración de que está siendo objeto ahora.

No se reveló cuánto cuesta la restauración, pero se estima que las obras superan los 5 mil millones de pesos, incluyendo la casa cural.

Mientras se restablece la actividad en el templo, el párroco, Juan Alberto Cárdenas, está oficiando las mismas en el Shooping Center.

*Comunicador Social y Periodista. jfrancoaltamar@gmail.com

60 años de la comunidad Hijas de San Pablo en Barranquilla

“Que hermosos son los pies de los que llevan la buena noticia”: Profeta Isaías

Por Lois Pineda Molina*

Un suelo polvoriento y caluroso en esos primeros 15 días del mes de febrero de 1951 dejaban las primeras huellas de aquellas jóvenes italianas consagradas a Dios que comenzaban la evangelización siguiendo los pasos de San Pablo, eran ellas, las hermanas Leticia Elena, Giovanna Vascheto, Imelda Toschi y Luigina Grandi. Tal vez, ni siquiera sabían el idioma español, pero la fortaleza en Jesús les permitió asumir el reto de comunicar el Evangelio inspirado en San Pablo, el gran misionero, el gran discípulo, el apóstol de Jesús.

60 años más tarde, aquellas cuatro mujeres que pisaron tierra barranquillera, hoy son una gran comunidad religiosa que fundamenta su nombre en el apóstol de las naciones. Las Hijas de San Pablo o Hermanas Paulinas, tienen como misión, vivir y comunicar a Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida, a través de los medios, formas y expresiones de comunicación al pueblo de Dios.

“Somos misioneras, hoy estamos aquí, mañana podemos estar en cualquier parte del mundo para comunicar la palabra de Dios. Nos movemos en Colombia a través de las Librerías Paulinas. Además, hacemos las misiones bíblicas, misiones bíblicas vocacionales, misiones en Semana Santa, en Navidad y en algunos eventos especiales”, expresó la hermana Rosalba Herrera, después de leer el mensaje que dejó la venerable sor Tecla Merlo, Cofundadora de las Hijas de San Pablo, donde confesaba su amor por difundir el evangelio y dedicar su vida a este noble apostolado.

En el marco de los 60 años de las Hermanas Paulinas en Barranquilla, la alegría de esta celebración se llevará a lo largo del año por toda la Costa como lo señaló la hermana Inés Botero: “Para este evento se ha programado la Semana de la Espiritualidad Paulina desde el sábado 12 de febrero, que es la jornada de retiro realizada en el salón parroquial de la Inmaculada, el lunes 14 se dará una conferencia a las 6:00 p.m. y el martes 15 será el gran conversatorio y una oración de acción de gracias para el pueblo”.

Dispuesto a entregar el evangelio junto con su vida

La congregación de la Pía Sociedad de las Hijas de San Pablo, fue fundada el 15 de junio de 1915 por el beato Santiago Alberione en Alba Italia, cuando encontró la verdadera importancia de la mujer y su influencia en la sociedad, especialmente aquella mujer consagrada quien debería dar su aporte en el amplio campo de la comunicación dando testimonio del ministerio de Dios. Es así como junto con la ayuda de la venerable Tecla Merlo crean esta comunidad.

En la actualidad, con esta misión están presentes en 54 países en los 5 continentes, como Pablo, a todos se desea hacer el don de Jesús, que es la Verdad que salva, el Camino que conduce al Padre, la Vida que se dona por todos, así invitó muchas veces la hermosa hermana Sor Tecla “Prestemos nuestros pies al Evangelio, que corra, que se extienda por el mundo entero”.

*Estudiante en Prácticas Delegación de Comunicaciones y Relaciones Públicas. lpineda@arquidiocesisbaq.org

Jóvenes en Acción

Redes sociales: ¿Amigos o enemigos?

Por Lois Pineda Molina*


Ana María Chávez, se contactó con dos hombres por la red social facebook. Por varios días, los sujetos entablaron múltiples conversaciones con la joven, situación que le generó confianza a Ana María, quien aceptó luego de un tiempo verse con ellos. Una de sus amigas le contó a sus familiares que se despidió de la joven en Quinta Paredes – Bogotá, después, no volvió a saber de ella. Informe del periódico El Espectador.


Casos como este, se pueden repetir, sino hay cuidado a la hora de establecer amistades de ‘poca confianza en las redes sociales’. Hoy, estamos viviendo un cambio tecnológico que ejerce total influencia sobre los comportamientos y los procesos comunicativos en la sociedad, principalmente en la juventud. Es ahí donde hay que prestar atención para que los avances generen nuevas formas de aprender y de pensar, así como nuevas oportunidades para establecer relaciones y construir lazos de comunión.


La participación en las redes sociales: Twitter, Facebook, Youtube, Myspace, Sonico, Hi5, entre otros, ha venido creciendo. Por eso, el compromiso de ser testigos del Evangelio en la era digital, exige a todos estar muy atentos con respecto a las características de ese mensaje que puede generar la red, siendo así, un desafío al cual se debe responder de forma activa, creativa y dinámica, empeñándose en promover la comunicación humanizadora, que estimule el sentido crítico y la capacidad de valoración y de discernimiento como lo señaló el santo Padre Benedicto XVI al referirse hace algunos días a las redes sociales en la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Cultura.

Lo que no se desea es utilizar las redes sociales sin un fin claro, pues podemos caer en peligros o adicciones. Lo que se busca es estar en la capacidad de establecer un equilibrio en el tratamiento y la utilización que se le da a este medio para compartir información, fotos; conseguir y aceptar amigos, el nivel de confianza que se establece con ellos, crear estrategias y ser creativos para transmitir ideas y discutir los temas, son muchas las formas en que se pueden valer para crear vínculos sociales y tener los objetivos claros en su utilización.

En una encuesta realizada por Kairós en Twitter y Facebook sobre la confiabilidad de las redes sociales, el 72% respondió que eran seguras dependiendo de su manejo, pues estas brindaban la posibilidad de ahorrar tiempo en la comunicación, mantenerse actualizado de los acontecimientos a nivel mundial, crear la masificación de ideas y llegar a todo tipo de públicos. Sin embargo, el 16% respondió que eran poco seguras y el 12% nada confiables, manifestaban que esta opinión era por causa de las suplantaciones de identidad y el robo de algunas cuentas donde transformaban la información contra la integridad de los usuarios.

“Deseo invitar a los cristianos a unirse con confianza y creatividad responsable a la red de relaciones que la era digital ha hecho posible, no simplemente para satisfacer el deseo de estar presentes, sino porque esta red es parte integrante de la vida humana. La red está contribuyendo al desarrollo de nuevas y más complejas formas de conciencia intelectual y espiritual, de comprensión común. También en este campo estamos llamados a anunciar nuestra fe en Cristo, que es Dios, el Salvador del hombre y de la historia, Aquél en quien todas las cosas alcanzan su plenitud”, discurso del Papa Benedicto XVI.

*Estudiante en Prácticas Delegación de Comunicaciones y Relaciones Públicas. lpineda@arquidiocesisbaq.org