“Que hermosos son los pies de los que llevan la buena noticia”: Profeta Isaías
Por Lois Pineda Molina*
Un suelo polvoriento y caluroso en esos primeros 15 días del mes de febrero de 1951 dejaban las primeras huellas de aquellas jóvenes italianas consagradas a Dios que comenzaban la evangelización siguiendo los pasos de San Pablo, eran ellas, las hermanas Leticia Elena, Giovanna Vascheto, Imelda Toschi y Luigina Grandi. Tal vez, ni siquiera sabían el idioma español, pero la fortaleza en Jesús les permitió asumir el reto de comunicar el Evangelio inspirado en San Pablo, el gran misionero, el gran discípulo, el apóstol de Jesús.
60 años más tarde, aquellas cuatro mujeres que pisaron tierra barranquillera, hoy son una gran comunidad religiosa que fundamenta su nombre en el apóstol de las naciones. Las Hijas de San Pablo o Hermanas Paulinas, tienen como misión, vivir y comunicar a Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida, a través de los medios, formas y expresiones de comunicación al pueblo de Dios.
“Somos misioneras, hoy estamos aquí, mañana podemos estar en cualquier parte del mundo para comunicar la palabra de Dios. Nos movemos en Colombia a través de las Librerías Paulinas. Además, hacemos las misiones bíblicas, misiones bíblicas vocacionales, misiones en Semana Santa, en Navidad y en algunos eventos especiales”, expresó la hermana Rosalba Herrera, después de leer el mensaje que dejó la venerable sor Tecla Merlo, Cofundadora de las Hijas de San Pablo, donde confesaba su amor por difundir el evangelio y dedicar su vida a este noble apostolado.
En el marco de los 60 años de las Hermanas Paulinas en Barranquilla, la alegría de esta celebración se llevará a lo largo del año por toda la Costa como lo señaló la hermana Inés Botero: “Para este evento se ha programado la Semana de la Espiritualidad Paulina desde el sábado 12 de febrero, que es la jornada de retiro realizada en el salón parroquial de la Inmaculada, el lunes 14 se dará una conferencia a las 6:00 p.m. y el martes 15 será el gran conversatorio y una oración de acción de gracias para el pueblo”.
Dispuesto a entregar el evangelio junto con su vida
La congregación de la Pía Sociedad de las Hijas de San Pablo, fue fundada el 15 de junio de 1915 por el beato Santiago Alberione en Alba Italia, cuando encontró la verdadera importancia de la mujer y su influencia en la sociedad, especialmente aquella mujer consagrada quien debería dar su aporte en el amplio campo de la comunicación dando testimonio del ministerio de Dios. Es así como junto con la ayuda de la venerable Tecla Merlo crean esta comunidad.
En la actualidad, con esta misión están presentes en 54 países en los 5 continentes, como Pablo, a todos se desea hacer el don de Jesús, que es la Verdad que salva, el Camino que conduce al Padre, la Vida que se dona por todos, así invitó muchas veces la hermosa hermana Sor Tecla “Prestemos nuestros pies al Evangelio, que corra, que se extienda por el mundo entero”.
*Estudiante en Prácticas Delegación de Comunicaciones y Relaciones Públicas. lpineda@arquidiocesisbaq.org
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