viernes, mayo 16, 2008

NUESTRA PORTADA


MARÍA: HIJA, ESPOSA Y MADRE
Vivamos con intensidad en este mes de mayo las bienaventuranzas de la Virgen María, porque en la gracia que el Todopoderoso le otorgó, nosotros también somos bienaventurados.

PENTECOSTÉS PARA LA SANTIDAD
¿Qué tiene Dios para darnos sino Dios mismo? Porque quien tiene a Dios es capaz de amar a Dios y quien ama a Dios se encuentra a sí mismo en Él.

EDITORIAL


MARÍA, DISCÍPULA MISIONERA

Cuando llega el mes de mayo, se nos viene a la mente la imagen sublime de la mujer. Esa es la propiedad de este mes que trae ese matiz femenino, tal vez porque en estos días celebramos la fiesta en que honramos a la madre, el ser más precioso que el hombre tiene sobre la tierra. De igual manera, la Iglesia insiste en estos días para que fijemos con atención nuestra mirada en el modelo que nos propone la Virgen María, como expresión de la ternura de Dios con la humanidad.

Contemplar a María es ver el fiel retrato de la verdadera 'discípula misionera' de Jesús, mostrando con ello que evangelizar es llevar a todas partes la buena nueva de la salvación testimoniando con la propia vida lo que se anuncia, siendo éste el principal compromiso que asumimos como cristianos. Esta gran misión que fue encomendada por Jesús a la Iglesia para comunicar vida y una vida plena (Jn 10, 10), vida fraterna de hijos de Dios al ejemplo del mismo Señor, el siervo "que vino no a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por todos" (Mt 20, 28), nos debe llevar a considerar en María una perfecta evangelizadora y misionera partiendo del título que Su Santidad Pablo VI le ha otorgado: "Sea ella la 'estrella de la evangelización' siempre renovada que la Iglesia, dócil al mandato del Señor, debe promover y realizar, sobre todo en estos tiempos difíciles y llenos de desesperanza".

María es el espejo para los discípulos y las discípulas de Jesús; es el primer medio para conformar, cada vez más, nuestra propia vida a su persona y a su mensaje. María, que vivió con fe inquebrantable cuanto Jesús dijo e hizo, nos precede y acompaña, como lo expresa el Papa Juan Pablo II: "la que está presente en el misterio de Cristo como Madre, se hace -por voluntad del Hijo y por obra del Espíritu Santo- presente en el misterio de la Iglesia".

Desde el momento del anuncio del ángel conocemos que son escasas las palabras en María e igualmente sucede en los momentos que de manera especial tiene que intervenir en la vida de Jesús; sin embargo, vemos en sus actitudes una entera adhesión al proyecto divino y, por ello, una experiencia inigualable por el hecho de haber vivido la misión como Madre de Dios.

PENTECOSTÉS PARA LA SANTIDAD


* Por JUAN ÁVILA ESTRADA

Tres son los acontecimientos que marcan profundamente el año cristiano: Navidad, Pascua y Pentecostés. Para cada una de estas celebraciones la Iglesia dispone de un calendario especial que le permite interiorizar, una a una, de modo que no pase desapercibida en el corazón y la fe de cada uno de los creyentes.

Vividas las los primeras con luces, villancicos y aleluyas, pero además con una seria renovación interior, nos queda la esperanza y la lucha por hacernos merecedores del Espíritu que se nos otorgó desde aquel día maravilloso en que el Señor resucitado cumplió la promesa de enviar el Paráclito para que viniera en ayuda nuestra. Ya no hay más soledad y abandono del hombre a su suerte, ahora Dios camina con nosotros y en nosotros para que sintamos que todo cuanto se hace se hace por nosotros y por Él.

Ese Espíritu que revistió a los discípulos y a la Iglesia entera ha permanecido incólume asistiendo a quien habría de convertirse en 'Madre y Maestra'. No estamos ante un pueblo construido con el poder y la inteligencia de los hombres, sino con la santidad y la sabiduría misma de Dios. Este Espíritu es Dios con nosotros.
_______________________________________
Concluye la lectura de este artículo en la edición 184 de Kairós.

"E.T. CALL HOME"


* Por FREDDY CANTILLO

Hace poco volví a ver una película que desde niño me marcó por sus efectos especiales, pero ahora un poco mayor la vi con unos ojos nuevos, y con la firme creencia de que el cine nos ayuda a interpretar o malinterpretar nuestra realidad.

Esta película, que muchos de nosotros hemos visto, narra la historia de un 'extraterrestre' que es abandonado en el planeta Tierra, un niño lo encontró y lo acogió en su casa. El niño comenzó a desarrollar una fuerte empatía con el alienígeno, mientras los científicos lo buscan desesperadamente por toda la zona; pero el extraterrestre, y esto es lo que más me llama la atención, echó de menos su hogar e intentó contactar con su planeta para que acudan a recogerle y, en medio de esa aventura E.T., el extraterrestre, todas las noches cuando siente nostalgia llama a su casa, con una frase que me impactó mucho: "E.T. call home", que traduce: "E.T. llama a casa" o "E.T. llamando a casa". En su llamado se nota la ternura y la desesperación.
________________________________________
Termina de leer este artículo en la edición 184 de Kairós.

MARÍA: HIJA, ESPOSA Y MADRE


Por WILLIAM GERMÁN DÍAZ MUÑOZ*

Resuenan aún en mis oídos las palabras pronunciadas con voz grave y tierna por Su Santidad Juan Pablo II, mientras mostraba con su mano alguna imagen de nuestra Señora: “La bienaventurada Virgen María”. Especialmente las veces que hizo referencia a ella durante los 6 días blancos de su visita a Colombia en julio de 1986, y especialmente durante su alocución desde el balcón de la Catedral Metropolitana donde coronó la imagen de María Auxiliadora, horas antes de culminar su viaje como ‘Peregrino de la Paz’ por estas tierras.

BIENAVENTURADA ERES VIRGEN MARÍA, PORQUE ERES LA HIJA PREDILECTA DEL PADRE.
Que tranquilidad inunda nuestro corazón cuando tenemos la conciencia de que María es criatura como nosotros, que siendo inmaculada por voluntad del Padre Dios, aun así comparte con nosotros su humilde condición de hija. Eternamente hija para ser eternamente amada y eternamente protegida por el buen Dios, como nosotros, que aunque nos encumbren los títulos humanos, recibiendo gloria los unos de los otros, siempre estaremos bajo la protección amorosa de nuestro Padre Celestial, como hijos dependientes de un buen papá y felices de serlo, porque ahí radica nuestra bienaventuranza: Bienaventurados los pobres en el espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos.

BIENAVENTURADA ERES VIRGEN MARÍA, PORQUE ERES LA MADRE DE DIOS HIJO.
Al visitar a su prima Santa Isabel, María como el primer Sagrario viviente, como la primera custodia, llevando en su vientre al Hijo de Dios, recibe el título más alto que ser humano puede aspirar: “la Madre de mi Señor”, es decir, la madre de Dios, porque Isabel, de quien escuchamos esta alabanza, es una buena anciana judía convencida en su monoteísmo que ‘su único Señor es su único Dios’. María contesta esta bienvenida con su cántico en el que magnifica, engrandece la obra de Dios sobre sí misma y sobre toda la humanidad. La encarnación de Dios-Hijo en su vientre va a cambiar el sentido y el rumbo del mundo, va a cambiar el orden de las cosas de manera radical y definitiva. Es ahí donde ella pide ser llamada “la Bienaventurada” por todas las generaciones, y eso lo hacemos porque si bien al llamarla feliz, dichosa, con ello obedecemos su palabra inspirada por el Espíritu Santo, también lo hacemos concientes de que siendo María figura de la madre Iglesia, que constantemente presenta al Señor Jesús, estamos incluyéndonos nosotros mismos en esa dicha sin fin.

Toda la Iglesia, todos los bautizados, quedamos envueltos en ese gozo temporal mientras peregrinamos en este mundo y aspiramos a la eterna bienaventuranza de la vida definitiva junto a Jesús y María.

BIENAVENTURADA ERES VIRGEN MARÍA, PORQUE ERES LA ESPOSA DEL ESPÍRITU.
Podemos afirmar que la acción del Espíritu Santo en María al fecundarla, adelantó en ella la efusión de Pentecostés, para la que el resto de la humanidad tuvo que esperar treinta y tres años más. Es que se trata de la esposa del Espíritu, la plena de gracia, aquella en la que por primera vez se da la plenitud de la revelación trinitaria.

Si queremos ver la historia de la salvación desde el punto de vista de esta revelación, contemplamos a Dios Padre en el Antiguo Testamento salvándonos desde “arriba”, es decir, como creador, libertador que nos cubre y protege; luego contemplamos a Dios-Hijo Jesucristo en los evangelios que nos rescata “codo a codo” viviendo a nuestro lado, haciéndose uno de nosotros, compartiendo nuestra naturaleza humana hasta las últimas consecuencias de muerte y resurrección. Finalmente, nos quiere salvar desde “dentro” como Espíritu Santificador y nos regala Pentecostés, para quedarse definitivamente como el alma misma de cada uno de sus hijos. En María es claro que ese quedarse dentro ya se había dado, en la plenitud de la gracia esponsal que la fecundó.

BIENAVENTURADOS NOSOTROS, HERMANOS DE JESUCRISTO, HERMANOS DE PADRE Y MADRE.
Ya desde la tarde de la resurrección nos unió el Señor Jesús a la bienaventuranza de su Madre Santísima, cuando al amonestar al apóstol Tomás nos envía su felicitación: “Bienaventurados los que sin ver van a creer”. Refiriéndose a todos los posteriormente evangelizados como nosotros.

Somos de veras, a la manera de María, dichosos, felices porque durante nuestra vida sacramental vamos recibiendo la vida Trinitaria que la Virgen encarnó desde su elección. Nos toca hacer de esa felicidad nuestra misión. Si la joven de Nazareth partió presurosa a comunicar su gran dicha después de la anunciación, nosotros también, discípulos y misioneros, arranquemos a prisa a impregnar de gozo nuestras comunidades con la buena noticia de la resurrección, para que toda los hombres, nuestros hermanos, conozcan la vocación más hermosa a la que el padre nos ha llamado: a la eterna bienaventuranza que gozaremos a su lado.

* Canciller de la Arquidiócesis – Párroco de la unidad pastoral Transfiguración del Señor.

EN EL ATLÁNTICO:
UN SANTUARIO PARA LA VIRGEN MARÍA

Muchos creyentes católicos del Atlántico participan los primeros sábados de cada mes en la peregrinación a El Morro. Esta cita la vienen cumpliendo desde hace varios años cuando a monseñor Víctor Tamayo y otras personas devotas a la virgen, extendieron la invitación para que asistieran a este corregimiento y, de esta manera, poner todas sus peticiones, alegrías y tristezas a la Madre de Dios.

Monseñor Rubén Salazar Gómez, Arzobispo de Barranquilla, ha decretado este lugar de adoración como Santuario Mariano Madre de la Paz. Con este nombramiento lo declara sitio muy especial de nuestra Iglesia atlanticense para que los feligreses sigan asistiendo y continúen con las peregrinaciones mensuales que demuestran la fe viva de esta tierra.

Para el Obispo Tamayo, esta decisión es muy importante y ayuda a reafirmar la vocación de todos los creyentes marianos. "Un santuario en una Arquidiócesis tiene un significado muy especial, ya que esto dice que durante mucho tiempo hubo en el lugar escogido una práctica de las virtudes, de la religiosidad popular, de la recepción de los sacramentos... El santuario es un lugar especial donde Jesús, un santo o en este caso la Virgen María, congrega a la búsqueda de la santidad en la conversión”, manifestó monseñor Víctor.

¿Qué es un Santuario Mariano?
Los santuarios marianos son lugares donde se expresa mucha piedad y recogimiento. En éstos las personas experimentan la grandeza de Dios y la presencia de María en la vida de todo cristiano. Desde hace muchos siglos se conservan los santuarios marianos por ser lugares de oración y penitencia. Además, muchos creyentes cumplen sus promesas que hacen en momentos difíciles o críticos, mediante la celebración de los sacramentos y llenando el alma de oración. Entonces, es en el santuario donde los católicos dejan todo lo que les preocupa, entristece o les inquieta, es como refugiarse en el regazo de una madre.

CONFERENCIAS EPISCOPALES: ENTRE LA PAZ DE 1908 Y EL CONFLICTO DE 2008


Presentamos el segundo de la serie de trabajos periodísticos que KAIRÓS está publicando con ocasión del centenario de la Conferencia Episcopal de Colombia. Este es un aporte del Departamento de Comunicación Social del Episcopado.

Por JAVIER DARÍO RESTREPO *

La descalificación que las FARC acaban de hacer del episcopado como facilitador dentro del proceso de intercambio humanitario, es el último episodio de una historia tejida a lo largo de los últimos cien años.

Todavía estaban frescos los recuerdos y las sensaciones de la guerra de los Mil Días cuando aquellos 15 obispos de la primera Conferencia Episcopal escribieron: “quién hay que no se horrorice al ver que los hombres viven guerreando de modo que no parece sino que todo el mundo es un campo en que riñe el combate de todos contra todos… si se reprueba a Dios es en vano buscar la paz.”

Cien años después las palabras y las actividades de los obispos son otras. Según el documento de la conferencia, de julio de 1994, “Hacia una pastoral para la paz,” la pacificación “no es hacer parar o generar la guerra, es superarla, eliminado las causas que la generan.” En su permanente convocatoria a la paz los obispos han cambiado de mirada sobre la violencia, su lenguaje ha adquirido nuevos tonos, sus expresiones y su actitud son otros y muy distintas se han hecho sus formas de acción.

Los primeros años de vida de la Conferencia Episcopal fueron como los de los colombianos en aquel período, que el historiador David Buschnell llamó “el más largo de estabilidad interna de la historia en Colombia como nación independiente”.

En 1927 la Conferencia consignó en su Pastoral Colectiva “Dios se ha dignado recompensar los públicos y oficiales homenajes que se le han tributado, otorgándonos cinco lustros de paz,” y señaló como fórmula para mantenerla “extender y acrecentar entre nosotros el reinado social de Jesucristo”. Este discurso comenzó a cambiar después de la explosión social del 9 de abril de 1948. En la pastoral colectiva del 6 de mayo de ese año, es notable el tono sereno con que los obispos llaman la atención sobre las causas de aquel estallido de violencia: la relajación de los resortes morales de la sociedad, la exaltación de las pasiones en la lucha política, la invitación a la lucha de clases, el excesivo afán por los intereses económicos. Es extensa su lista de propuestas: la unión para afrontar la amenaza común, el acercamiento benévolo y pacífico entre patronos y obreros, la garantía de los derechos de los trabajadores.

Fueron nuevas formas de ver que con los años transformarían la acción del Episcopado. Mantuvieron su condena del comunismo, tema al que le dedicaron una segunda pastoral el 29 de junio y reapareció, como si se tratara de una deuda no cancelada, la vieja condena del liberalismo doctrinario. Pero la orientación episcopal fue de especial urgencia en los años que siguieron cuando, como un fuego no apagado del gran incendio del nueve de abril, reapareció la violencia del medio siglo.

Cuatro años después del ‘Bogotazo’ ya había guerrillas liberales en Yacopí y la Palma (Cundinamarca), en el sureste antioqueño, en Santander, en el sur del Tolima, en el Sumapaz y en los Llanos. En 1964 se contabilizaban más de cien bandas de campesinos armados en todo el país. En parte eran grupos de autodefensa alimentados por los odios partidistas ancestrales. Veredas y regiones se habían uniformado de azul conservador o de rojo liberal y en pie de guerra y de aniquilación de los contrarios.

En este período la Conferencia de los Obispos asumió la violencia “como un ciclón que ha pasado con fuerza desoladora por vastas regiones.” En su Pastoral Colectiva de 1953, aunque mantuvieron su discurso que atribuye el problema “al apartamiento de las enseñanzas de Cristo” y reiteraron su enseñanza evangélica del amor de Dios y del prójimo, fueron toda una novedad dos capítulos dedicados a la dignidad de la persona humana, a la justicia y al derecho a la vida. Como había ocurrido en la pastoral de 1948, el episcopado concentró su visión del fenómeno también en las fallas de la justicia “sin su ejercicio la sociedad sería un caos y se caería en la barbarie”.

Esa nueva mirada se concretó en 1958 cuando en la Pastoral de la XIX Conferencia, los obispos con lucidez visionaria escribieron: “Es tiempo de emprender una reforma agraria y social a base de un reparto más equitativo de la riqueza.”

Cuando el presidente Belisario Betancur propuso su proyecto de paz recibió el apoyo de los obispos, pero no su unanimidad. Como los ciudadanos comunes, hubo obispos que aplaudieron el propósito presidencial de parar la violencia y de avanzar hacia un acuerdo de paz, pero otros rechazaron, por altos, los costos de ese proyecto, como el de la impunidad que suponían los mecanismos legales de la amnistía. Con todo, varios obispos hicieron parte de las comisiones creadas por el gobierno para lograr el acercamiento y el diálogo con los guerrilleros.

LA COMISIÓN DE CONCILIACIÓN NACIONAL

La creación en 1995 de la Comisión de Conciliación Nacional por parte del presidente de la Conferencia Episcopal, fue una expresión de esa nueva pastoral. Se trata de una organización independiente respecto del gobierno, dedicada a tareas como la humanización del conflicto y la creación de condiciones que propicien las negociaciones con los grupos armados ilegales.

Simultáneamente con esta comisión, la Iglesia propició foros de discusión y análisis sobre el conflicto, influyó en las agendas de paz para incluir allí temas como el de la reforma agraria y los derechos de las víctimas. En este campo específico promovió como tema de discusión y de investigación, el de los desplazados. La pastoral social del episcopado tomó a su cargo las investigaciones sobre desplazamiento a través de la Consultoría para derechos humanos y desplazamiento (Codhes), una actividad pionera que impidió que la realidad y las voces de los desplazados desaparecieran entre los múltiples clamores de una sociedad inmersa en el conflicto. Hoy el país y el mundo saben y sienten la existencia de tres millones de desplazados, por la actividad de esta dependencia de la Conferencia Episcopal.

MÁRTIRES DE LA PAZ

Pero todo esto ha tenido sus costos. Dos obispos y 37 sacerdotes asesinados; 3 obispos y ocho sacerdotes secuestrados; y 7 obispos, 3 religiosas y seis sacerdotes bajo amenaza de secuestro. 28 de los asesinatos son atribuibles a la guerrilla o a los paramilitares.

Esto no ha impedido que esta pastoral de la paz –que va más allá del discurso- se haya mantenido y caracterizado la acción de la Iglesia, con los naturales avances y retrocesos de todo proceso en construcción.

En un siglo de actividades, el discurso de los obispos sobre violencia y paz ha cambiado. Sus actividades se han transformado, pero la confianza de los colombianos en la pureza de su gestión se ha mostrado en niveles que urgen al Episcopado y lo interpelan para que mantenga viva la esperanza.

* Autor invitado

PARROQUIAS: AYER Y HOY DE LA FE


UNIDAD PASTORAL
SANTA MARIA DEL MAR
LA FE EN DIOS QUE LLENA
TODOS LOS CORAZONES

Por Julio Giraldo*

Majestuoso, imponente y desafiante, es el Río Magdalena en el recorrido que realiza por Colombia desde el páramo de las papas en el departamento del Huila hasta llegar a Bocas de Ceniza en Barranquilla; en este lugar, la inmensidad del Mar Caribe lo recibe y lo reduce a la más mínima expresión; hasta aquí se llamaba Río de la Magdalena. Allí muy cerca al espectáculo natural del encuentro del Magdalena y el Mar, hace muchos años un grupo de colonizadores llegados desde todos los rincones del País, inclusive de otros países, llenos de familia y necesidades, deciden desafiar la naturaleza y con picos, palas y machetes rellenan toda una ciénaga; es un trabajo para titanes, ya que deben cargar en sus desnudos hombros y desde sitios distantes, las piedras y los escombros propios para dar firmeza al terreno, y así poder construir sus rústicas viviendas.

De esta manera nace el popular Barrio las Flores, habitado en sus comienzos por obreros y humildes pescadores que cantando, “pescador, lucero y río”, con un escapulario en su pecho, y alabando a Dios, salían siempre en las horas de la madrugada llenos de ilusiones y esperanzas, y en sus frágiles canoas se adentraban en el enfurecido mar provistos de anzuelos y atarrayas para pescar, de las turbulentas aguas, el apreciado y nutritivo alimento que serviría no sólo para ellos, también para llenar las despensas de la ciudad y del País. Se dice que por las tardes, el regreso de los pescadores era una fiesta de alegría por el número de productos de Mar recogidos; había chicha, suculentos platos de pescado, ron cubano y buen fandango; pero otras tardes llegaban tristes, pensando en la comida de sus hijos y con las redes vacías. Así, en este ambiente de pescadores el sector, se fue poblando y con el crecimiento llegaron también las necesidades, no tenían agua potable, ni electricidad, tampoco transporte, cada habitante se las arreglaba a su modo para poder sobrevivir. Como siempre, también surgía la necesidad de contar con una capilla y un sacerdote que los acompañara; ellos, creyentes de cuna, tenían que ir a misa los domingos al muelle en donde, en un pequeño y destartalado barco, un sacerdote (que nadie en el barrio recuerda quien era), celebraba la eucaristía y administraba sacramentos.

Eran los habitantes de Las Flores como una especie de comunidad nómada, no tenían un sitio fijo en donde ejercer la vida de Iglesia. Hasta que, en 1.974, monseñor Germán Villa Gaviria, Arzobispo de Barranquilla, crea en el barrio Siape la parroquia de San Judas Tadeo, nombrando como su primer párroco al padre Mario Lujan Olarte. A partir de este momento, el barrio Las Flores pertenecerá eclesialmente a la nueva parroquia de San Judas, y empiezan a ser atendidos por el padre Lujan, que todos los domingos se dirige al barrio para celebrar con sus moradores la santa misa dominical, y cuando él no puede lo remplaza un sacerdote Francés de nombre Ibis. Después de Mario Lujan vinieron otros sacerdotes que acompañarán la comunidad; los habitantes recuerdan con mucho cariño a los padres Humberto Lizcano, Manuel Marchena y Juan de Jesús Serna.

Pasan muchos años y ni siquiera existe terreno para empezar la construcción de una capilla, es entonces cuando las personas más antiguas de habitar en el barrio, liderados por doña Manuela Moreno, mujer de armas tomar, consiguen que Cementos del Caribe les dé en donación una pequeña bodega que ya no utilizaban, pero que perfectamente se podría acondicionar como centro de culto católico; la donación fue hecha y la feligresía comenzó su trabajo de adecuación y dotación, motivados por el padre Gerardo Cardona Jaramillo, quien a la postre, fue el que logró que la comunidad se organizará, pensarán en capilla propia y se preparara para ser parroquia, aprovechando el proyecto pastoral de monseñor Rubén Salazar Gómez, que incluía con urgencia la creación de muchas y nuevas parroquias para poder atender debidamente las necesidades espirituales de la Arquidiócesis de Barranquilla. En efecto, el 16 de diciembre de 2.005, monseñor Rubén promulga el decreto 026, por el cual crea la Unidad Pastoral Santa María del Mar en el Barrio las Flores y nombra al padre Jáner Pacheco como su primer párroco, quien debe comenzar su trabajo en medio de muchas limitaciones y con una comunidad que aún no es muy consciente de lo que implica ser Unidad Pastoral constituida jurídicamente por las normas de la Iglesia. Todo comienzo es así y el padre Jáner logra al menos arrancar, crear parte de las estructuras para la misión, y poner en marcha la nueva parroquia.

LA PARROQUIA HOY

Hoy del primitivo Barrio las Flores, muy poco queda, las viviendas han sido mejoradas y ya cuentan con los servicios de agua, luz, gas, teléfono, y hasta televisión satelital, hay casas que han sido construidas con estilos y fachadas que más parecen de estrato 6; sin embargo y como contraste, existen cientos de familias que siguen viviendo en sus casitas de madera o de barro en iguales o peores condiciones que hace 50 años, es decir, en la pobreza total. Hay apenas unas cuantas familias que viven de la pesca ya que esta ha ido acabando por la acción depredadora que el hombre ha ocasionado al medio ambiente. Ante esta realidad, unos cuantos privilegiados viven de sus trabajos en las distintas industrias que se asientan en el sector, otros viven de sus negocios, tiendas, bares, restaurantes y estaderos, y otro grupo, generalmente desempleados, deben ganarse el pan de cada día con el ‘rebusque’ en distintos y variados oficios.

Dirigiendo los destinos espirituales de tan complejo sector se encuentra el padre William Acosta, quien con muy pocos meses de estar como párroco, sus feligreses lo conocen ampliamente y ha cada casa que llega lo reciben con amor y hasta comparten con él su humilde alimentación. Encuentra el padre William una comunidad casi en sus inicios, pero con un corazón grande, colaborador y dispuesto a sacar adelante su Unidad Pastoral; abundan los jóvenes en todas las actividades parroquiales, especialmente en las celebraciones litúrgicas que animan y dinamizan con ayudas didácticas y representaciones teatrales para que la comunidad pueda entender, más fácilmente, la palabra de Dios. Igualmente han conformado un coro que ensaya diariamente para que sus cantos estén siempre adecuados a la Eucaristía de cada domingo. Con este maravilloso recurso humano, numeroso por cierto, pero que podría calificarse como un diamante sin pulir; su párroco ha iniciado todo un trabajo pastoral de cultura religiosa, con charlas y cursos doctrinales, para que los fieles laicos comprometidos y la comunidad en general entiendan el sentido de pertenencia con su parroquia, y puedan realizar el trabajo pastoral en forma armónica, que cada uno comprenda lo que está haciendo y por qué lo hace, que se amen y compartan como una auténtica comunidad cristiana.

Le corresponde al padre William liderar, en esta nueva etapa, el proyecto debidamente financiado por empresas venezolanas, que ya se inicia para la construcción de un gran complejo de tipo religioso, cultural y social, que incluye, por supuesto, una Iglesia moderna con todos los servicios para la comunidad; el reto es grande teniendo en cuenta que hay que educar a la gente para que cuiden, valoren y se apropien de este gran beneficio que es una bendición de Dios para el barrio y sus alrededores.

* julioetica@yahoo.com

JOVEN, ¡ARRIÉSGATE!


Arriésgate es una de las tantas palabras que se necesita tener presente en la vida de tantas personas que no han sido capaces de atreverse en su vida personal, familiar, académica, empresarial y, mucho menos, vocacional. Entendiendo vocación como el llamado al amor, como el servicio que se le presta a la Iglesia y a la sociedad desde un estilo de vida específico, llámese sacerdocio, matrimonio o vida consagrada; Dios ha impregnado en cada uno de nosotros su imagen y semejanza (Génesis 1,27), esto nos potencializa a dar lo mejor de cada uno a una sociedad que experimenta desconfianza, temores, prevenciones y dudas. ¡Arriésgate! La historia en la que nos ha tocado vivir es la historia que nos corresponde transformar de manera valiente y osada.

Creo en lo que se afirmó en el documento conclusivo de Aparecida: "los jóvenes no le tienen miedo al sacrificio, sino a una vida sin sentido" (discurso inaugural del Papa Benedicto XVI, 5). Lo creo porque soy uno de ellos. Cuando se descubre que la vida es una aventura, también hay que ver cuál es el acompañante de esa aventura; si es Cristo: hay vida eterna; si es el materialismo y el tener: una vida sin sentido; si es el facilismo: una vida vacía y desorientada; si es la fama: felicidad efímera; si es vivir como Iglesia: salvación y transformación de vida y de la sociedad; recordemos que el presente es construcción del futuro.

Cuando soy capaz de correr riesgos ante realidades que otros han vivido, que se nos invita desde la Palabra de Dios y desde las orientaciones de la Iglesia, tendré grandes posibilidades de encontrar lo que Dios quiere. Ahora, al movernos en nuestro terreno vocacional, aparecen las preguntas en más de una ocasión: ¿será lo mío? ¿es la vocación para siempre? ¿qué quiere Dios de mí? entre otras inquietudes. Recuerdo en estos momentos que la Virgen María también tuvo esta clase de dudas ante las palabras del arcángel Gabriel: ¿Cómo será esto, pues no conozco varón? (Lucas 1, 34), y las tuvo Zacarías, ¿cómo puedo creer esto? yo soy viejo y mi esposa también (Lucas 1, 18). En estos dos personajes existen dudas, temores; pero la Virgen María no le cree a las dudas, cree en las palabras del arcángel san Gabriel, y se realizan obras grandes en ella y en el género humano; en cambio Zacarías le cree a la duda, a sus temores y queda mudo, ¡que gran diferencia! ¿A quién le crees?

Arriésgate de una vez, si Dios te está llamando Él te dará los medios, las herramientas, las personas que te rodeen en el momento de decidirte de una vez a la aventura de ser su discípulo, su misionero. Si comprendiéramos el misterio de la vocación, Dios seguiría haciendo obras grandes por medio de ti, de cada uno de nosotros llamados a optar por Él. Me pongo a pensar con muchos de los proyectos de Dios para la humanidad, trabados por el miedo de tantas personas que no se lanzan a darle un sí para cumplir su voluntad, para que, a través de cada uno de nosotros, Él se manifieste y haga obras grandes.

Señor, sigue colocándote en medio de nuestros temores, dudas, vacilaciones, incertidumbres e indecisiones, para que en tu nombre lancemos las redes. ¡Atrévete y descubre tu verdadera vocación!

EL RINCÓN DE PABLITO


DIPLOMAS PARA PEQUEÑOS ECOLOGISTAS

El 29 de abril, en la Plaza de la Paz, 140 niños del Colegio Arquidiocesano San Pedro Apóstol recibieron, de parte de la Policía del Atlántico y del DAMAB, un diploma que los reconoce como grupo juvenil ecológico de nuestro departamento. Son estudiantes de quinto a noveno grado que durante varios meses se han capacitado para ayudar a mejorar nuestro medio ambiente.

GUILLO EL MONAGUILLO

Intercesiones
Yo sé que algunos nombres son un poco extraños, pero si los repetimos despacito nos los aprendemos facilito.

En la misa, luego de la ‘Oblación’, siguen las ‘Intercesiones’. Ojo: No las confundan con las ‘intersecciones’ que damos en clase de matemáticas cuando hablamos de los conjuntos.

Por medio de las intercesiones expresamos que la Eucaristía se celebra en unión con toda la Iglesia, la que está en el cielo como la que está en la tierra, y que la ofrecemos por todos sus miembros: los vivos y los difuntos.

En conclusión, oramos por toda la Iglesia: La celestial (todos los santos), la peregrina (nosotros que caminamos hacia el encuentro con el Señor) y por todos los que ya fallecieron.

martes, mayo 06, 2008

NUESTRA PORTADA


LA ALEGRÍA DE CANTARLE A DIOS
'Exultet 2008', gran concierto de Resurrección. Jueves 8 de mayo en la Catedral Metropolitana María Reina.

ASCENSIÓN Y PENTECOSTÉS
Plenitud de vida y posibilidad de tenerla.

JÓVENES UNIVERSITARIOS Y EL CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS
Un tema que preocupa a los estamentos involucrados en la educación y formación de los jóvenes.

CREZCAMOS JUNTOS
Reclame el afiche con el valor del mes.

EL ARTE EN LA IGLESIA: COMPAÑERO DE SIEMPRE

Estudiar la historia de la Iglesia Católica es ahondar en la historia del arte cristiano, pues el cristianismo es una religión artística. El arte sacro no es más que un medio que el hombre ha tenido para manifestar y hacer visible su fe y sus sentimientos hacia lo absoluto que es Dios.

El arte cristiano ha sido la expresión por la cual los poetas han sabido plasmar los momentos más importantes de la Iglesia tanto en su esplendor como en sus momentos menos favorables. Es así como al entrar a las grandes catedrales europeas, el visitante queda impactado con el rayo de luz que atraviesa los vitrales hasta llegar a contemplar en ellos los resplandores de la nueva Jerusalén, la hermosura de lo eterno y celestial. Es un derroche de imágenes bíblicas trazadas por la sensibilidad del artista, logrando catequizar con sólo contemplarlas hasta el punto de tener la fuerza de transportar al espectador al infinito y a la conversión.

Precisamente el arte sacro buscaba separar lo profano de lo divino para tallar en el espíritu humano lo trascendental e intangible a través de lo tangible como la pintura, la música, el teatro, la poesía... En el fondo, lo que se buscaba era justificar la fe por medio de la razón. No se margina el misterio, pero se pretende hacerlo razonable.

Si nos vamos al renacimiento, lo que pretendían los grandes pintores y maestros del arte era la creación de la belleza formal y su coherencia con el simbolismo del círculo y la esfera, como un homenaje al Señor de toda belleza creada. Y si nos remontamos a la historia de las imágenes sagradas, se puede decir que fue en las paredes de las catacumbas donde nació el primer arte cristiano; era un arte sencillo e ingenuo, que venía a ser una plegaria figurada más que catequesis o exposición doctrinal.

Y si seguimos resaltando todos los períodos de la historia de la Iglesia, nos encontramos que están cundidos de arte, medio al que recurrieron nuestros antepasados para transmitir la fe de una comunidad que vivía y sentía a un Dios vivo y resucitado en Cristo Jesús.

Este recorrido fugaz por el arte en la Iglesia nos muestra la necesidad de una pastoral que haga despertar en todos, pero especialmente en nuestros artistas, la urgencia de promover una cultura que hable y le cante al Dios Encarnado Jesucristo, que asume la materia y la eleva a la dignidad de Dios, es decir, a la "belleza" que salva.

La Arquidiócesis de Barranquilla se une al arte para cantarle a la comunidad atlanticense y acercar a sus oídos los sonidos del cielo desde la tierra. Definitivamente, la Iglesia necesita de los artistas y los artistas de la Iglesia. 'Exultet 2008', importante paso en este compromiso.

ASCENSIÓN Y PENTECOSTÉS: PLENITUD DE VIDA Y POSIBILIDAD DE TENERLA


* Por Juan Ávila Estrada, Pbro.

¿ASCENDIÓ JESÚS A UN 'LUGAR'?

Decimos en el Credo: "Creo en Jesucristo... descendió a los infiernos, resucitó de entre los muertos, 'subió al cielo' y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso". Con este artículo de fe confesamos que Aquel que había venido del Padre vuelve nuevamente a su presencia. El cumplimiento de su deber, la certeza de haber hecho lo que tenía que hacer le daba todo el derecho de retornar con la corona de la victoria ante su Progenitor para dar parte de la obra que había realizado, no por cuenta propia, sino por encargo de quien le amaba.

Entender la Ascensión de Jesús a los cielos puede desfigurarse por obra del arte antiguo que nos acostumbró a presentar este acontecimiento como un 'elevarse' de Cristo a las alturas violentando simplemente la ley de la gravedad como si pudiera volar como las aves. La antigua tradición judía establecía el cielo como el 'lugar' de la morada de Dios, de tal manera que ascender equivaldría a entrar en la presencia de la divinidad, es un revestirse Cristo de la divinidad de Dios.

Entender la Ascensión debe ser, ante todo, una comprensión teológica y espiritual de aquella transformación y trascendencia a la que el hombre está llamado por Dios. Mucha polémica causaron las palabras de Juan Pablo II cuando, intentando llevar al hombre a la comprensión del cielo, decía que este no era un lugar sino una nueva forma de ser, un estado del hombre en gracia, buscando con ello ajustar el lenguaje de modo que quienes creemos ya no utilicemos sencillamente palabras como 'arriba o abajo, subir o bajar'.
=====================================
Siga leyendo este artículo en la edición 183 de Kairós.

LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO


Ante la solemnidad de Pentecostés (mayo 11) es pertinente que reflexionemos sobre los frutos del Espíritu Santo y nos animemos a abonar nuestra vida para que, por gracia de Dios, logremos en nosotros abundante cosecha.

Los frutos son el resultado de un proceso en las diferentes expresiones de vida, partiendo de la siembra de la semilla, que al caer en buena tierra, previa preparación, debe dar un nuevo ser o elemento; por ejemplo, una planta o un ser humano, que demanda un cierto cuidado para su crecimiento, florecimiento y, posteriormente, se recogen los frutos.

En el caso de la vida en el Espíritu, acontece desde el sacramento del Bautismo, donde recibimos esa presencia de Dios invisible pero real; y, es allí, que los signos instituidos por Jesús nos hacen partícipes de la naturaleza Divina.

Si los padres y padrinos están conscientes de cuidar el crecimiento en la fe del nuevo miembro de la Iglesia, este podrá fortalecerse, florecer en la vida activa de Dios y por consiguiente dar muchos frutos, evidenciándose en su comportamiento. Estos frutos del Espíritu son: Amor, Alegría, Paz, Paciencia, Amabilidad, Bondad, Fidelidad, Humildad y Dominio Propio.
==============================
Descubre su significado en la edición 183 de Kairós.

JÓVENES UNIVERSITARIOS Y EL CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS


El consumo de Sustancias Psicoactivas -SPA- por parte de los jóvenes es uno de los fenómenos que más preocupa a todos los estamentos involucrados en su educación y formación. Es así como un gran número de investigadores se interesan en conocer de cerca esta realidad para generar estrategias de prevención y atención a esta difícil problemática.

Los estudios realizados sobre este tema en jóvenes universitarios indican que en relación al consumo de alcohol, la edad de inicio del consumo es de 15 años en el caso de las mujeres y 14 años en el caso de los hombres. Igualmente se encontró que 96 de cada 100 jóvenes han consumido alcohol por lo menos una vez. En cuanto a la frecuencia en el consumo de alcohol, un 60% de los jóvenes reportan consumirlo de manera ocasional; sin embargo, un 11% reportó consumir alcohol semanalmente y un 5% dijo consumir alcohol a diario.

En términos generales los jóvenes consumen alcohol de preferencia en bares, discotecas, sitios públicos y en compañía de sus amigos. El 66% de ellos reportaron haberse embriagado al menos una vez, reportando en promedio 4 episodios de embriaguez en el último año.
==================================
Sigue esta lectura en la edición 183 de Kairós.

LA ALEGRÍA DE CANTARLE A DIOS


Muchas personas creen que el amor de Dios se ve sólo en aquellos sucesos que demuestran grandiosidad o inmensidad, pero no es así. Ese amor infinito del Señor lo podemos vivir desde todas las cosas que -para algunos- son las más simples en nuestra vida: la sonrisa de un niño, un beso de nuestra madre o un abrazo de un amigo. Son situaciones que llenan el corazón de mucha alegría y que nos demuestran la misericordia de Dios expuesta hasta en la pequeñez.

Ese amor se hace más vida cuando sabemos que estamos contribuyendo para fortalecer su obra, para llevar la Palabra a aquellos que están a nuestro alrededor o para demostrarla, con nuestros actos, a los demás. Es así como varias personas de la Arquidiócesis de Barranquilla han comprendido ese llamado que Dios les ha hecho de una forma distinta, de una manera muy original. Los integrantes del Coro Arquidiocesano se esmeran constantemente por dar lo mejor de sí, de sus voces, altas o bajas, para alegrar las misas de la Catedral Metropolitana y de aquellas parroquias o eventos que requieren de su magnífica intervención musical. Este es un equipo humano que se ha formado poco a poco y su consolidación ha sido tan importante que ya los feligreses los reconocen como aquellos que se encargan de ponerle las notas melódicas a los actos litúrgicos. Su trabajo es cada vez más valorado y admirado gracias a la singularidad que le imprimen a sus canciones, a los sonidos y las voces que componen.

Para los miembros del coro, este grupo se ha convertido en una segunda familia en la que pueden compartir, alabar a Dios y hacer lo que más les gusta: cantar. Actualmente, el Coro Arquidiocesano, cuenta con 35 integrantes, muchos de los cuales vienen cantando desde el año 2005 cuando se hizo la primera convocatoria, y otros se han ido integrando en diferentes momentos. Su directora, la licenciada en música Ángela Marín Niebles, ha ido guiando los pasos que ha dado el coro para que este sea cada vez mejor, porque para Dios lo mejor.
===========================================
Lee los testimonios de algunos integrantes del coro en la edición 183 de Kairós.

PARROQUIAS: AYER Y HOY DE LA FE


EN LA UNIÓN CRECE LA FE

Siempre que hablamos de la historia de cualquier parroquia decimos, y con mucha razón, que fue construida o fundada por un determinado sacerdote; pero nos olvidamos de tantas personas que fueron piedras fundamentales en la motivación de la comunidad, en el inicio de la obra y hasta en su terminación. Para la historia de hoy, empezamos reconociendo la vocación de servicio y el trabajo desinteresado de doña Felicidad de Acosta (q.e.p.d.), distinguida matrona y católica hasta los tuétanos que por el año 1980, haciendo gala de su gran talento como diseñadora y modista, le confeccionaba las albas y demás ornamentos a varios sacerdotes de la ciudad. Alternaba este ministerio organizando y motivando a los pocos habitantes vecinos suyos de Ciudad Jardín que para la época necesitaban con urgencia un lugar de culto para alabar a Dios. Fueron miles los rosarios que en compañía de doña Fela se rezaron casa por casa con esta intención. La comunidad empezó a organizarse y el milagro llegó cuando el padre Víctor Tamayo les anuncia que los constructores Parrish y Compañía le habían donado un buen lote para la construcción de una iglesia en el naciente barrio Los Nogales.

Inmediatamente las alarmas se prendieron y aparece la primera junta pro-templo que la integran: Felicidad de Acosta, Estella Visbal, Graciela de Pulgar, María Luz Heredia, María de Polo, Juanita de Antequera, Rubén Darío Rivera, Gustavo Martínez, Alba Coronel, Ana Gómez y otros que por razón del tiempo se han olvidado, pero que Dios los tiene presentes sin olvidarlos nunca. El 21 de abril de 1982, siendo la 1:00 de la tarde, monseñor Germán Villa Gaviria acompañado de su Obispo Auxiliar, monseñor Ugo Puccini Banfi, el padre Víctor Tamayo, el padre Jorge Becerra y otros sacerdotes más, se hacen presentes en el sector y bendicen la primera piedra de lo que más adelante será: Parroquia Corazón Inmaculado de María. Doña Felicidad saltaba de alegría y todos los vecinos del sector aplaudieron a monseñor Villa Gaviria brindándole un rico pudín, elaborado por una distinguida dama del sector, y una copa de vino generoso, ya que ese día el Arzobispo estaba de cumpleaños. El 24 de noviembre del mismo año se crea oficialmente por decreto la parroquia y se nombra como su primer párroco al padre Pedro Pablo Cortés, quien comenzó la celebración de las misas sobre un muro de piedras que él construyó, a campo abierto y sin protección alguna contra el viento, la lluvia, ni el sol. Era un terreno resbaladizo y con fallas geológicas.
=================================
Finaliza la lectura de este artículo en la edición 183 de Kairós.

1908: 15 OBISPOS ANTE UN PAÍS CONVALECIENTE


La Conferencia Episcopal de Colombia –CEC- es la segunda más antigua de América Latina, después de la de México. Comenzó sus actividades el 14 de septiembre de 1908, con la primera Asamblea de 15 Obispos que tuvo lugar en Bogotá. Para unirnos a la celebración del centenario de nuestra Conferencia, publicaremos a partir de esta edición una serie de artículos escritos por el periodista Javier Darío Restrepo. Esta es una iniciativa del Departamento de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal.

Por JAVIER DARÍO RESTREPO *

Los diez dirigentes políticos que se reunieron en Medellín para ponerle fin a la dictadura del general Rafael Reyes, estaban decididos a hacerlo sin disparar un tiro. Unas semanas antes había concluido en Bogotá la primera reunión de la Conferencia Episcopal Colombiana. Trece Obispos y dos Vicarios capitulares, habían trabajado durante un mes y medio para encontrar la palabra pastoral oportuna para la feligresía colombiana. En aquellos años, de una población de un poco más de cuatro millones, el 95% se consideraba católico. Los dos hechos no tienen conexión alguna, pero reflejan de algún modo la situación que vivía el país en aquellos meses finales de 1908.

UN PAÍS EN CONVALECENCIA

El quinquenio de Reyes era un régimen desgastado. Había cerrado el Congreso, había intervenido el poder judicial, le daba directivas al Banco Central, languidecían los partidos políticos, se incrementaba el gasto público, la prensa se sentía acorralada. Consciente del clima de resentimientos que había dejado la guerra de los mil días, el general había impulsado una política de colaboración partidista con el nombramiento de dos ministros liberales en un gabinete de cinco, y había reformado la Escuela Militar para que hijos de familias liberales se prepararan para hacer parte de la oficialidad. Pero esta nueva dirección suponía un difícil cambio de mentalidad. En la Asamblea de Antioquia la propuesta de inclusión de un liberal entre 27 senadores fue negada “porque a un liberal no se le podía llamar a un puesto público por nombramiento de elección. Carlos E. Restrepo, al dar cuenta del episodio, agregó que la decisión se había tomado “en nombre de la soberanía social de Jesucristo.”

Convocados por disposición del Papa Pío X, los Obispos colombianos acometieron el estudio de situaciones como esa, como parte de la misión de la nueva institución eclesial. Eran hombres curtidos en las tareas pastorales y agudos observadores de la vida de la sociedad, que se habían reunido por primera vez. Verse allí, después de recorrer los azarosos caminos de entonces, en largas y fatigantes jornadas, fue la respuesta al primer desafío, que no fue el mayor.

Los cien mil muertos de la guerra de los mil días, el 2.5% de la población, habían dejado una huella de resentimientos que seis años después no se habían apagado. La ofensa por la pérdida de Panamá se mantenía viva y una iniciativa oficial de negociaciones con Estados Unidos fue vista y acusada como traición a los intereses y al honor nacionales.

EL CLERO POLÍTICO

En este cuadro se enmarcaba el rechazo del partido liberal a la intervención del clero en la política. Tan grave había llegado a ser esa situación que Roma debió intervenir. Por mandato del Papa, el Cardenal Rampolla dirigió al Arzobispo de Bogotá, Monseñor Bernardo Herrera Restrepo, dos cartas: una para recordar que la Iglesia no intentó condenar a todos los partidos que se apelan liberales; que no es lícito notar al liberalismo con censura teológica; que declarar a los de un partido como apartados del nombre católico, “es introducir malamente las funciones políticas en el campo religioso, destruir la concordia y abrir la puerta a multitud de calamidades.”

En la segunda carta el Cardenal pedía al Arzobispo velar para que los sacerdotes “sean ajenos a las agitaciones políticas” porque “han sido constituidos pastores de todas las almas.” Por el mismo tiempo, el Obispo de Pasto había actuado y predicado al contrario: obligaba a los penitentes liberales a dejar constancia escrita de condena del liberalismo; en la guerra de los mil días había exhortado “a los soldados de Cristo a tomar los fusiles,” porque, argüía, “la guerra fortalece la sana aversión a las ideas liberales.” Así se había formalizado una división que en 1908 no había desaparecido.

LAS PRIMERAS PASTORALES

Los obispos sesionaron durante un mes y suscribieron dos pastorales colectivas. La primera, fechada el catorce de septiembre, día de la instalación de la Conferencia, estuvo dedicada a tratar “un punto que mira a la libertad de la Iglesia.” Habían arreciado los ataques de la prensa contra la presencia de sacerdotes extranjeros en la educación: “se quiere negar el agua y el fuego a sacerdotes y religiosos dedicados a la enseñanza,” con el argumento, explicaron los obispos, de que ocupan puestos de trabajo que deben darse a maestros colombianos. Según las estadísticas citadas en el documento, en los 2.117 planteles existentes, regidos por 531 directores y 797 directoras, sólo 80 eran religiosos. Mencionaba la Pastoral a las 50 hermanas de la caridad que habían muerto en la guerra de los mil días prestando sus servicios caritativos y a los religiosos misioneros que trabajan, todos, en climas deletéreos y a quienes se acusaba como “predicadores de la guerra.” Según la Conferencia, se trataba de una consigna masónica para atacar las comunidades religiosas. La reacción de los obispos fue la de prohibir la lectura de periódicos y hojas volantes con calumnias a religiosos y prelados y a renglón seguido anunciaron que harían uso de la ley de prensa contra esas publicaciones.

La Pastoral Colectiva, fundacional de la Conferencia, apareció un mes después. Los 15 prelados habían examinado y sometido a reflexión la difícil situación política para concluir en una afirmación de respeto a la Constitución y a las leyes del país, en la condena a la sedición y en la reiteración de su cooperación a la obra de la concordia nacional. Con este anuncio, con su llamamiento al apaciguamiento “de las iras de los partidos políticos”, con su enunciado de “la paz como obra de la justicia”, aquella Conferencia señaló un rumbo que se ha mantenido y profundizado a lo largo de un siglo.

Han cambiado los métodos. El de entonces partía del hecho sociológico de “unas mismas creencias,” y señalaba como objetivo de la acción pastoral “poner a las sociedades humanas bajo la disciplina de la Iglesia” dentro del “único partido del orden, que puede traer la paz, el partido de los que siguen a Dios.”

La reflexión de las Conferencias Episcopales durante estos cien años y la historia misma, se encargarían de eliminar la ambigüedad de esa fórmula. Voces tan autorizadas como la del Papa Benedicto XVI, diría un siglo después: “La lucha para que el reino de Jesús no pueda ser identificado con ninguna estructura política, hay que librarla en todos los siglos. En efecto, la fusión entre fe y poder político siempre tiene un precio: la fe se pone al servicio del poder y debe doblegarse a sus criterios.” (Jesús de Nazaret, Planeta Bogotà, 2007, p.65.)….

Desde aquella Conferencia hasta hoy han pasado cien años en que esta institución eclesiástica ha ganado en madurez hasta llegar a ser la instancia moral y religiosa de mayor credibilidad en el país. Lo era entonces, con títulos que hoy han ganado vigor y méritos.

* Autor invitado. Periodista, escritor y maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano. comunicacionsocial@cec.org.co

PAULINAS: 60 AÑOS EN COLOMBIA


UNA EDITORIAL AL SERVICIO DE LA VIDA

"Desde la casa del Padre me preocuparé por los comunicadores y por todos los que trabajan con los medios más modernos y eficaces, especialmente prensa, cine, radio y televisión para la promoción de las personas". Beatro Santiago Alberione.

Santiago Alberione, fundador de las Hijas de San Pablo y de la Familia Paulina.
Llamado por el Papa Pablo VI profeta de la Comunicación Social, nace en San Lorenzo de Fossano (Cúneo, Italia) el 4 de abril de 1884. Después de los grandes esfuerzos de sus adres para sostener sus estudios, Santiago Alberione entra en 1896 al seminario en Turín, Italia, y el 31 de diciembre de 1900, el día de la gran noche de vigilia de oración para recibir el nuevo siglo en la Catedral del Alba, Alberione siente que una luz clara irradiada de la Eucaristía y su corazón se ensanchaba en deseos sin límites: "Que el nuevo siglo naciera en Cristo, que nuevos apóstoles sanearan la sociedad entera: educación, familia, leyes, literatura, prensa, comportamientos; que la Iglesia conociera un nuevo empuje misionero, que los nuevos medios de apostolado fueran correctamente usados".

Mujer fuerte y de gran fe.
Teresa Merlo, cofundadora de las Hijas de San Pablo, nace el 20 de febrero de 1894 en Castagnito, Italia. Procede de un hogar profundamente cristiano; su salud muy precaria le impedía desarrollar labores pesadas, su especialización era la sastrería y la alta confección, Dios permite que se dé el encuentro con Santiago Alberione el 27 de Junio de 1915, él propone iniciar una comunidad religiosa de mujeres consagradas al anuncio del Evangelio, a través de los medios y formas de comunicación social. Como una pequeña semilla que crece lentamente por la acción del Señor, Alberione moldea el perfil basando su espiritualidad en Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida, en María Reina de los Apóstoles y en San Pablo Apóstol, misionero incansable.
===============================
Termina de leer esta historia en la edición 183 de Kairós.

EL ATLÁNTICO VIVIÓ LA SEMANA VOCACIONAL


Muchas oraciones recibió el Padre Celestial durante la primera Semana Vocacional de 2008 que se desarrolló del 12 al 20 de abril; en ésta se incentivó a los jóvenes que anhelan consagrar su vida para ser sacerdotes, religiosos y religiosas.

Por supuesto, la Comisión de Pastoral Vocacional de la Arquidiócesis de Barranquilla, liderada por el padre Alexi Mattos, hizo una labor incansable por despertar las vocaciones en el departamento del Atlántico.

En la apertura de la jornada, se llevó a cabo un encuentro en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes con todos los jóvenes de los círculos vocacionales femeninos y masculinos, donde compartieron sus experiencias y llamados a la vida consagrada; además, fueron motivados con videos de madres que tienen hijos sacerdotes y testimonios de vida de presbíteros con pocos años de haberse ordenado. Así mismo, se desarrolló un conversatorio con panelistas invitados, como hermanas de comunidades religiosas, laicos comprometidos y seminaristas, los cuales contaron todo el proceso que se vive antes de entrar al lugar de formación sacerdotal y resolvieron preguntas a los inquietos jóvenes que buscan servirle a Dios.

EL RINCÓN DE PABLITO


DÍA DEL NIÑO CON LA GOBERNACIÓN Y LA ALCALDÍA

Este año, la Gobernación del Atlántico y la Alcaldía de Barranquilla adelantaron la celebración del “Día del Niño”.

El sábado 19 y el domingo 20 de abril, la Alcaldía organizó un encuentro con todos los pequeños de esta ciudad para que disfrutaran de dos días llenos de juegos y mucho entretenimiento. La Primera Dama del Distrito, Katya de Char, estuvo al frente de esta actividad que se llamó “Festiniñez” y se realizó en el parqueadero del Estadio Metropolitano.

Nuestra Arquidiócesis participó en Festiniñez por medio de la Comisión de Pastoral Infantil, mostrando una obra de teatro llamada “La Tienda del Cielo”, en esta se resaltaron varios valores cristianos. Fue muy divertida esta jornada!!!

Por su parte la Gobernación, con la Primera dama Liliana de Verano a la cabeza, preparó del 21 al 25 de abril una serie de visitas a distintos lugares de Barranquilla con niños y niñas de todos los municipios del Atlántico.

Uno de los sitios visitados fue nuestra bella Catedral Metropolitana María Reina, donde se recibió cada día a los pequeños visitantes con una jornada especial de diversión y oración.

GUILLO EL MONAGUILLO

Oblación
¡Hola amigos! Continuemos conociendo más sobre la Eucaristía.
Finalizado el Memorial (que lo estudiamos en la edición pasada), inicia la ‘Oblación’. Suena rico, como obleas..., pero no se trata de esto. La Iglesia, sobre todo la que está reunida en la celebración, presenta a Dios Padre esa hostia consagrada, presenta a Jesús que se ofrece por todos nosotros y desea que los fieles, es decir, nosotros, también nos ofrezcamos a Dios y que, cada día, trabajemos por ser más santos y así construir esa Iglesia que Dios quiere y el mundo necesita.

REUNIONES IMPORTANTES

La Comisión de Pastoral Infantil invita de manera especial a los delegados y comités infantiles de cada célula o unidad pastoral a la reunión descentralizada programada para el mes de mayo de 9:00 a 11.00 a.m., en los siguientes puntos de encuentro:

Mayo 3: En Campo de la Cruz. Se reúnen las parroquias de Sta. Lucía, Candelaria, Suán, Palmar y Ponedera. (Decanato de San José - Vicaría de Santísima Trinidad)
Mayo 10: En Sabanagrande. Se reúnen Malambo, Sto. Tomas, Soledad, Caracolí y Concorde.(Decanato Cristo Rey y Decanato Sto. Tomás - Vicaría Stisima. Trinidad)
Mayo 17: En Puerto Colombia. Se reúnen Piojó, Juan de Acosta, Tubará, La Playa y Salgar. (Decanato Ntra. Sra. del Carmen – Vicaría Cristo Redentor)
Mayo 24: En Sabanalarga. Se reúnen Galapa, Baranoa, Usiacurí, Polonuevo, Campeche, Luruaco, Repelón y Manatí. (Decanato Sta. Ana y Decanato San Agustín - Vicaría Cristo Redentor)
Mayo 31: En Barranquilla - Salón Parroquial de la Catedral. (Vicarías Espíritu Santo, María Reina, San José y Padre Misericordioso)