“Mariano de Jesús Eusse Hoyos”
Una comunidad que crece con el amor de Dios
Una comunidad que crece con el amor de Dios
Cerca al monumental Estadio Metropolitano de Barranquilla y a unas pocas cuadras de la urbanización Los Robles, se encuentra la urbanización Villa Estadio II etapa. Hace unos 13 años sólo existían allí extensos terrenos con unas pocas casas habitadas por familias que, atraídas por la importancia y popularidad del estadio, compraron allí los lotes de terreno para construir sus viviendas con la convicción de que al estar tan cerca del escenario deportivo más importante de la ciudad muy pronto todo el sector se valorizaría. Una de las primeras habitantes del sector fue la señora Claudia María Arroyo Álvarez, quien siempre ha sido una feligrés, que desde los comienzos del barrio, lideró y acompañó el proceso que los llevó a ser Parroquia; ella, muy amablemente le contó a KAIRÓS la historia de la unidad pastoral Mariano de Jesús Eusse Hoyos.
Dice doña Claudia que, a medida que se iba poblando el barrio, sus habitantes sentían la necesidad apremiante de tener un templo católico, tan necesario en cualquier barrio, vereda, pueblo o ciudad; ellos asistían a misa dominical a la parroquia de San Pancracio hasta que un buen día llego a vivir al barrio Los Robles el Padre Miguel Hostos que, ya en edad avanzada y enfermo, buscó la compañía de algunos familiares suyos que residían en este comunidad. Pero así, en su tercera edad y enfermo, el padre Miguelito quería tener un lugar en donde poder seguir ejerciendo su sacerdocio y prestar un servicio pastoral de evangelización a la medida de sus limitaciones. Por algún medio esto llegó a los oídos de Monseñor Víctor Tamayo quien de inmediato no desaprovechó la idea de construir un templo más, muy cercana a San Pancracio, una parroquia muy popular que había sido construida y fundada por él, a sabiendas que esta nueva unidad pastoral se constituía como hija legitima de su amada parroquia de San Pancracio.
Con la rapidez que lo caracteriza, monseñor Tamayo acude a su amigo, el Ingeniero Alfredo Tcherassi, quien tenía una pequeña bodega con techo de palma en esta urbanización y donde guardaba materiales para construcción. El Ingeniero Tcherassi parece que nunca le ha negado nada a Monseñor Tamayo y se ha constituido en ese “cómplice” necesario que ha necesitado ‘Tamayito’ para construir en Barranquilla tantas parroquias le ha inspirado el Espíritu Santo; la bodega fue donada y sus habitantes comenzaron hacer la limpieza necesaria y adecuarla, provisionalmente, para que el padre Miguelito comenzará su labor pastoral. En efecto, en menos de 8 días ya no era una bodega si no un lugar de culto donde se comenzó a celebrar la eucaristía dominical y a celebrar sacramentos. Todos los moradores del sector, muy católicos y con deseos de tener una capilla digna y decorosa, se pusieron las ‘pilas’ y empezaron a realizar actividades que dieran los fondos necesarios para su proyecto. Inmediatamente un arquitecto del barrio elaboró el diseño de parroquia, se compró una pequeña casa contigua a la bodega que sirviera como casa parroquial y, en poco tiempo, la obra estaba en marcha.
Durante el tiempo de su construcción contaron siempre con la presencia y colaboración de monseñor Tamayo, quien emocionado por los milagros obrados por Dios, bajo la intercesión del beato Mariano de Jesús Eusse (que entre otras cosas es paisano de ‘Tamayito’), le sugirió a la comunidad que el nuevo templo llevará el nombre del beato Padre Marianito, beatificado por S.S. Juan Pablo II el 9 de abril del año 2000. En Villa Estadio nadie conocía al tal padre Marianito, excepto un señor que es también paisano suyo, y de nombre Álvaro, que entre otras cosas dicen que tiene un parecido físico impresionante con el beato; el citado feligrés, como buen antioqueño para contar historias, le ayudó a monseñor Tamayo en la explicación de quien era el desconocido Marianito. La comunidad quedó convencida y de inmediato aceptaron; todo lo anterior abre el panorama para que monseñor Rubén Salazar Gómez, por decreto Numero 011 del 22 de abril del año 2003, la declarara como unidad pastoral ”Mariano de Jesús Eusse Hoyos”, fue la primera parroquia en el mundo puesta bajo la protección del beato padre Marianito.
Comienza entonces un nuevo amanecer para los habitantes de Villa Estadio II etapa, ya tienen su parroquia y su primer párroco, el padre José Luis Manotas, a quien le corresponde seguir con el trabajo espiritual y material que ya había hecho el padre Miguel Hostos, quien murió pocos días después de inaugurarse la parroquia. Unos siembran y otros recogen. El padre Manotas, entonces, organiza y conduce su comunidad por los caminos del nuevo plan pastoral de la Arquidiócesis, luego siguió el padre Arquímedes González, quien prácticamente le corresponde terminar y ampliar la capilla y acondiciona la casa parroquial; realiza un trabajo extraordinario de evangelización y dejo casi todas las estructuras parroquiales funcionando.
LA PARROQUIA HOY
En la actualidad todo el barrio se encuentra totalmente construido con casas de uno o dos pisos, diseñadas con fachadas muy bien presentadas, y habitadas por familias de muy buen perfil, sin muchos problemas económicos, ya que en su mayoría son profesionales en distintos campos, otros son pensionados. Su actual párroco es el padre Julio Cesar Balza quien llegó a esta unidad pastoral hace 2 años y dice estar agradecido con Dios por haberlo puesto al frente de una feligresía de tan buenos principios morales, muy alegre, unida y organizada pastoralmente.
La vida de Iglesia se desarrolla en forma normal con la participación de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores; los nueve sectores de la parroquia son atendidos espiritualmente por el Padre Balza con la ayuda de laicos comprometidos y debidamente preparados doctrinalmente para cumplir bien su misión; el domingo se celebran tres eucaristías con una asistencia masiva, la misa de 7:00 p.m. es organizada y dirigida por los jóvenes, quienes la impregnan de alegría con sus finas y educadas voces y el sonido de sus modernos instrumentos musicales que hace vibrar a los asistentes. Estos jóvenes también se trasladan, semanalmente, con sus baterías, tambores, timbales y guitarras a diferentes sectores de la comunidad en donde ofrecen conciertos religiosos. El crecimiento de la feligresía en esta unidad pastoral indica que ya se está pensando en la segunda ampliación del templo, porque es insuficiente para albergar la cantidad de gente que asiste a los servicios religiosos. Las fiestas patronales se celebran del 5 al 13 de julio de cada año, y, en la pasada celebración, llegaron devotos del padre Marianito de todas partes del país, especialmente de Yarumal y Angostura lo que ha puesto a pensar en que una vez el templo sea ampliado, venciendo una cantidad de dificultades que se oponen a esta obra, se podrá pedir a las autoridades eclesiásticas que se declare Santuario del Beato Mariano de Jesús Eusse.
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