Hermelina Sánchez de Escobar, agente de pastoral de la parroquia Santa Cruz en el barrio Ciudadela 20 de Julio, es una mujer a quien Dios le concedió muchos dones, los mismos que ella ha puesto generosamente al servicio de la Iglesia desde 1983, año en que se fundó la unidad pastoral en que participa.
Esta mujer tan especial posee una admirable sensibilidad artística que le ha llevado a explorar –a través de las caricaturas, la música, el teatro y la literatura- nuevas formas de optimizar el proceso de catequesis para niños; un campo en el que se ha especializado, con el estudio y la experiencia, y al que considera su vida.
Sobre su vivencia de fe, Hermelina señala que desde niña ha estado vinculada a la Iglesia, pues su madre laboraba con una comunidad religiosa y por esto creció en medio de monjas, misas y rosarios. Al respecto afirma: “Yo estoy muy agradecida con Dios porque me ha dado la oportunidad de conocer la Iglesia y trabajar al interior de ella con los carismas y dones que Él me ha dado”.
Hermelina, casada hace 34 años y madre de tres hijos, es egresada de la Escuela Parroquial de Catequesis (ESPAC) y presta su servicio como catequista en uno de los sectores de su unidad pastoral.
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