¿Y SI LA FÁBULA SE VUELVE VERDADERA?La fábula es muy conocida: un niño que aburrido de cuidar las ovejas en el campo, un día se le ocurre la "genial idea" de jugarle una pesada broma a la gente de su pueblo. Una y otra vez, el niño les hace correr con una falsa noticia: "el lobo está despedazando las ovejas". Al final, víctima de su propio invento, no pudo hacer nada cuando de verdad vino el lobo y atacó el rebaño; nadie creyó en sus gritos de auxilio.
Parece algo trivial, siendo más positivos, muy elemental. Pero, como diría Javier Darío Restrepo, el reconocido periodista, todo lo elemental posee una importancia única. Y a veces pecamos por considerar poco importante lo evidente.
Para el tema que abordaremos, la fábula del "Pastorcito mentiroso" parece hecha a la medida. En un contexto diferente: otros pastorcitos, otros lobos, y otros pueblos, este cuento se vuelve muy actual. De hecho da la sensación de pasar de la ficción a la realidad.
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Termine la lectura de este artículo en la edición 140 de Kairós.
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