miércoles, agosto 24, 2011

NUESTRA PORTADA





El Árbol de la Miltiplicación

Como cristianos, hemos de dar fruto y fruto en abundancia

Por MÓNICA SABBAGH CHAMÍE*

El propósito de todo árbol es brindar semillas y frutos… frutos sanos que se representan en lo que Dios espera de nosotros, las buenas obras y el amor al prójimo.

Este año, Catedratón 2011, ha desarrollado una campaña que llega a todos los rincones del Atlántico, ‘Miltiplícate’. Para ello 150 árboles elaborados y pintados por talentosos artistas, estarán expuestos en parroquias, empresas, colegios y centros comerciales del Atlántico, desde el 1 de agosto hasta el 13 de septiembre, permitiendo a todos colaborar, desde lo poco, con esta misión de amor.

En cada árbol las personas que se unan a Catedratón, con una donación de $1000 podrán colgar un corazón solidario que se adquiere en los sitios donde se encuentran los árboles de la Miltiplicación. Allí podrán dejar su nombre o un mensaje.

¿De dónde nace está idea?

El ‘Árbol de la Miltiplicación’ es un signo de comunión y fraternidad, que nace del corazón de Monseñor Víctor Tamayo, Obispo Auxiliar de Barranquilla, quien nos invita a que “si cada uno de nosotros se une y vincula a diez personas y estos a su vez a otras diez más, y así sucesivamente, se llegará al millón de amigos fraternos y habrán mil sonrisas más.

Si bien es cierto que el dinero es necesario para poder cumplir con los objetivos de Catedratón, lo esencial es llegar a todos los rincones del Atlántico y evangelizar a partir de valores y acciones, siendo testimonio de Cristo. Por esto, los árboles no deben quedarse quietos en un solo sitio. En las parroquias, bajo la coordinación del párroco, deben visitar los sectores, mostrarlos en las asambleas familiares, ubicarlos unos días en los colegios situados en su territorio parroquial para que niños y jóvenes de la comunidad, se motiven y así se unan a la campaña, ayudando a los más necesitados.

Igualmente, cuando encuentres uno de los árboles miltiplicadores en un centro comercial, la invitación es a que nos ayudes a ayudar, te acerques y colabores, para que así este árbol de buenos frutos.

A veces creemos que no tenemos nada para dar o que no es mucho lo que podemos aportar. El Señor nos muestra cómo, desde lo poco “cinco panes y dos peces” alimenta a una multitud y sobra. Así mismo, nosotros con nuestra humildad, podemos ayudar a reconstruir tejido social y a nuestra Iglesia. Nuestro tiempo, dones y talentos puestos al servicio del Señor es cosa agradable a Dios.

El llamado es a Miltiplicarnos en Catedratón 2011. A liderar en todos los ambientes la Miltiplicación… que el tema de la Catedratón sea nuestra conversación durante estos meses y que motivemos a nuestros familiares y amigos para llenar de corazones el ‘Árbol de la Miltiplicación’

*Coordinadora Catedratón. catedraton@arquidiocesisbaq.org

¡Qué chévere vivir como hermanos!

Por YEIMY RUIZ*

Por estos días, desde la Arquidiócesis de Barranquilla se habla de la Semana de la Fraternidad. Las expectativas crecen y sin duda, genera en nosotros una pizca de curiosidad, entusiasmo y ganas de participar con tu Iglesia. Pero, ¿Conoces realmente cuál es el objetivo de esta Semana? ¿Cómo participar en ella? pues bien, para aclarar todas las inquietudes, Kairós dialogó con el sacerdote Ludwing Sánchez, delegado de la Pastoral de Pequeñas Comunidades, quien nos contó detalladamente sobre la Semana de la Fraternidad que se realizará del 22 al 30 de octubre.

Kairós: ¿Por qué la Semana de la Fraternidad?

Pbro. Ludwing Sánchez: La Semana de la Fraternidad se crea con el fin de iniciar una nueva experiencia en la Arquidiócesis de Barranquilla, para agrupar las familias de un mismo vecindario en torno a la Palabra de Dios, a la oración en comunidad, a la vivencia de la liturgia de la Iglesia y a la búsqueda del bien común. Esta Semana nos permitirá como católicos profundizar en la fe con un compromiso social y de vida personal.

K: ¿Cuál es el objetivo principal de esta Semana?

Pbro. L.S.: El objetivo fundamental es entender en nuestro diario vivir el valor de la fraternidad, que nos llevará a reflexionar que no podemos vivir divididos, por el contrario, debemos reconocer en el otro al hermano, valorar y respetar a cada persona. La Semana de la Fraternidad quiere aportar a una mejor convivencia ciudadana, aprender a reconciliarnos, vivir unidos y ser solidarios.

K: ¿Cómo se está preparando a la comunidad?

Pbro. L.S.: Dentro del proceso de preparación hay dos visitas claves a las familias, la Visita de Sensibilización y la de Convocación, ambas iniciaron en mayo. Luego, meses antes de desarrollarse la Semana de la Fraternidad, habrá un encuentro donde se les explica qué es la Semana de la Fraternidad, porqué y cómo se va a desarrollar.

K: ¿Qué actividades se tienen programadas?

Pbro. L.S.: se desarrollará del 22 al 30 de octubre así:

Octubre 22: apertura a nivel arquidiocesano.

Octubre 23: apertura a nivel parroquial. Caravanas de valores. Compartir fraterno.

Octubre 24 al 29: encuentros de familias del vecindario. Dinámicas, reflexiones y talleres. Encuentros de niños, jóvenes y adultos mayores.

Octubre 30: clausura a nivel parroquial.

La invitación a partir de ahora es a ser partícipe de esta gran convocatoria que hace la Arquidiócesis de Barranquilla, para así empezar a construir comunidad desde tu vecindario en total fraternidad. ¡Prepárate desde ya! Visualiza tu entorno, ayuda a la gente a conocerse y a vivir en comunión. Recuerda que ganamos más viviendo unidos, caminando juntos y construyendo de la mano de nuestro Dios, la paz que tanto anhela Colombia.

* Comunicadora Social Periodista – jandy999otmail.com


Política: proceso que exige amor y espiritualidad

Nuestra Iglesia reflexiona en la esencia de un buen mandatario.

Por RAFAEL CASTILLO TORRES; PBRO*



Me parece justo, en la hora presente, que la Iglesia de Barranquilla llame a la reflexión a todos sus hijos e hijas empeñadas en lo público. El grito que sube al cielo desde cada uno de nuestros templos es que, estos hombres y mujeres, sean capaces de ejercitar la misericordia. Para un político de nuestro tiempo la obra de misericordia más significativa es saber permanecer fiel a Dios y fiel a los hombres.


Quisiera tomar como punto de partida de este intento por construir la espiritualidad del hombre político, el testimonio de un hombre de fe del siglo pasado: Dietrich Bonhoeffer, teólogo luterano quien, el 20 de enero del año 1944, escribió una carta desde el cautiverio en el campo de concentración nazi en que se encontraba y en la cual decía: “Dios y su eternidad deben ser amados plenamente por nosotros. Pero éste amor no debe perjudicar ni debilitar nuestra preocupación, también amorosa, por las cosas terrenas.”


Un año después, en la madrugada del 9 de abril de 1945, Bonhoeffer fue ejecutado en Flossemburg. En su celda se encontraron dos libros: la Biblia y Goethe. El máximo de los libros sagrados y el máximo de los libros profanos. Dos símbolos. Uno de la pasión por el cielo y el otro de la pasión por la tierra. Fidelidad a Dios y fidelidad al hombre. Ya Karl Barth, otro teólogo protestante, había dicho que el cristiano de esta postmodernidad se caracteriza por el hecho de que sobre su escritorio están de una parte la Biblia y de la otra el periódico.


Con estas referencias podemos comprender cómo el deber de la misericordia tiene dos polos: Dios, el cielo, la Biblia de una parte; el hombre, la tierra, Goethe de la otra. Y quien no hace la síntesis partiendo de estos dos puntos de fuga, no podrá ser un hombre capaz de misericordia. Quien, antes que moverse en modo sistemático en medio de estas dos polaridades, se cristaliza en una sola, podrá hacer todo lo que quiera menos dedicarse a la política. Si afirma creer sólo en Dios, será un fanático, un déspota, un absolutista intransigente que hace abuso ideológico de Dios en modo instrumental. Si afirma creer sólo en el hombre, será un intrigante o un manipulador escondido en sus falsos pragmatismos, sin capacidad para trascender y sin puntos de referencia claros.


Pero para nosotros, la imagen evangélica más clara del hombre político que nos deja ver cómo su vida transcurre en medio de estos dos puntos de referencia esenciales es la del buen samaritano. Él baja de Jerusalén, la ciudad de la contemplación, del templo, de la relación con Dios, y va hacia Jericó, la ciudad de la praxis, de las cosas concretas. Leamos el texto y meditémoslo en silencio y despacio: (Lucas 10, 25-37)


Aquí está la imagen del hombre político capaz de misericordia. No tiene miedo de ensuciarse las manos para ayudar, no pasa de largo por temor de contaminarse, no piensa en sus problemas sino en los problemas y sufrimientos de los demás, no se esconde en sus actividades privadas, ni pasa de largo para llegar temprano a su casa donde lo esperan el amor seguro de su esposa o la mística solemnidad de la sinagoga. Lucas nos dice que tuvo compasión. Y enseguida agrega otro verbo espléndido: “acercándosele”. Es este verbo el que expresa todo el sentido de la responsabilidad sociopolítica del hombre empeñado en este campo y que desea estar atento a todo lo que sucede en el camino de Jerusalén a Jericó de la propia vida; acercarse, estar con el pueblo y compartir la experiencia dolorosa de la gente.


Un político que no sienta el deseo interior de estar cercano a su gente y que se encierra en las componendas de su función aristocrática, no es digno de este nombre. Un hombre que haya estado elegido popularmente y que tenga una deuda de responsabilidad con sus electores y con el bien común que debe perseguir, pero que se atrinchera en los palacios del poder o que se esconde detrás de la burocracia que él mismo se ha inventado, enmascara simplemente su egoísmo y camufla al mismo tiempo su incapacidad, su falta de misericordia, así como sus inconfesados instintos de dominio.


El político honesto y consecuente con su recta intención de servicio a la comunidad es aquel, que como el buen samaritano, tiene misericordia del pueblo y le está cercano, para restituirle la media vida que le han quitado y no para agregarle la media muerte que le falta.


Muy a pesar de que la credibilidad de los políticos es bastante baja, no cabe duda que el ejercicio del poder ofrece, a todos aquellos que lo hacen con auténtico espíritu de servicio, una ocasión privilegiada para defender a los más pobres y practicar la caridad política.


En Barranquilla y en muchos de nuestros municipios hay una gran reserva moral que anima nuestra esperanza. Sólo quien esté iluminado de este espíritu debería dedicarse a la política. Permítanme finalizar diciendo que hace ya más de 400 años dijo San Juan de Ávila a un intendente real: “Si no eres rico en amor, deja la política. La política es una guerra que exige mucho amor”.


* Director del PDP Canal del Dique y Región Costera / ramaca41@hotmail.com


HUELLAS VOCACIONALES

Seis años de vida pastoral,

evangelizando corazones en Cristo

Padre Alirio Cantillo Sanabria

Por JULIO GIRALDO*

En cada ocasión que hago un reportaje para contar la historia de algún sacerdote, ronda en mi una serie de interrogantes que no puedo descifrar y creo no podré hacerlo. Cada historia es distinta, aunque tengan un mismo final y lo misterioso de estos casos es escuchar como Dios se manifiesta, para hacerle entender a un joven que lo anotó en su santo libro y que sea sacerdote.

La historia de hoy corresponde al padre Alirio Cantillo Sanabria, quien nace precisamente un 24 de diciembre de 1973, como regalo del Niño Dios a sus padres Francisco y Emilia, en el municipio conocido como el pesebre del Atlántico, Usiacurí, municipio del que han salido no menos de diez vocaciones sacerdotales.

Alirio, es el octavo entre nueve hijos que procreó la familia Cantillo Sanabria, gente sencilla, trabajadora y de muy buenos principios morales. Su padre Francisco, de niño tuvo también cierto deseo de ser sacerdote pero Dios lo tenía destinado para que engendrara un hijo al que sí le daría la Gracia.

En su corta edad, como todo niño, jugaba en las calles del pueblo. Estudia allí mismo y por su mente no pasaba la idea de ser sacerdote. Pero a lo que me refería de misterioso al principio: un miércoles santo de 1989, en horas de la noche, él y varios amiguitos se encontraban rondando la casa cural, cuando de repente el padre Rubén Calderón, con voz amable los llama para que le ayuden a colgar unas cortinas en la casa parroquial y ninguno se negó. Terminaron y el padre les pidió otro favor: para que al día siguiente, jueves santo, ellos fueran los apóstoles. Sin hacerse rogar, fueron los primeros en llegar a la misa vestidos de blanco, con sandalias hechas por los artesanos para hacer la representación de los apóstoles.

El llamado del párroco, fue el llamado de Dios.

Los niños quedan prendados de la Iglesia, convirtiéndose en monaguillos. Varios de ellos se contactan con el círculo vocacional, pero terminan su bachillerato y Alirio quiere ser publicista. El padre Marcos Lopera le ayuda a discernir, inclusive le dice que si quiere estudiar publicidad él le ayuda; pero Dios ya tenía la decisión lista, y quiere que sea publicista pero del Evangelio, y por eso en 1993, el padre William Díaz, enviado por el padre Edgar Llanos, se presenta en Usiacurí, buscándolo para anunciarle que fue admitido para el seminario.

Ingresa al seminario, pero en la mitad se retira.

Alirio ingresa al seminario, pero una vez termina la filosofía se retira por tres años sin olvidar su compromiso con la Iglesia. Sábados y domingos, ayuda pastoralmente en la parroquia de San Juan Bosco de Sabanagrande al Padre Evelio Quinchía, quien lo orienta para que regrese al Seminario, donde es ordenado sacerdote el 23 de julio de 2005.

Hoy el padre Cantillo es párroco del municipio de Polonuevo, donde goza del aprecio por sus grandes virtudes sacerdotales y humanas. Es además, un gran lector, le encanta la música. En sus ratos libres práctica fútbol como delantero que en llave con el también sacerdote Luís Angulo Batista, en la selección de futbol de los sacerdotes. Quizá estaría alzando en sus manos la copa mundo, pero Dios quiso que en lugar de alzar la copa del deporte, levantaran más bien, y todos los días, el cáliz con la Sangre de la salvación de Cristo.

* Periodista – Historiador / julioetica@yahoo.com


Estudio y amor a Dios,
el éxito que une sus voces

Por BLANCA E. HERNÁNDEZ TERÁN

Muy temprano en la mañana, cuando quizá todos iniciaban el día y una voz no estaría en su mejor momento, ahí estaban seis integrantes del coro Juventud Unida del Padre Javier de Nicoló, entonando hermosas melodías a Dios y a la Virgen. Era inevitable no asombrarse, era admirable, era maravilloso ver como estas jóvenes, hacían sentir a quienes las oían en la presencia de Dios.

Habían llegado a Barranquilla desde Bogotá, con el Padre Javier, quien es su benefactor y ha trabajado por más de 40 años para garantizar los derechos de poblaciones vulnerables. Las niñas, eran 6 de las 74 que se benefician del Hogar Servicio Juvenil, que él fundó, junto con su hermana Dora de Nicoló, quien recientemente falleció.

Pero tras esas hermosas voces de Daniela García, Johana Herrera, Nelly Puentes, Carolina Beltrán, Luzmery Lazos y Jessica Vásquez, hay miles de historias, unas no tan fáciles de contar pues por cuestiones de la vida, a cada una, les tocó enfrentar situaciones de pobreza, violencia, abusos, soledad, etc., y otras si más agradables como sus melodiosas voces, y que compartieron con nosotros, como es que a pesar de todas esas dificultades, día a día intentan salir adelante con fe y gusto por el arte.

“En nuestras casas no teníamos nada, éramos muy pobres y veíamos muchas situaciones que no iban en favor con nuestra educación; nuestros padres no estaban pendientes, otras ni siquiera tienen padres, en fin muchas dificultades”, cuenta Daniela, egresada de la escuela y ahora profesora de cuerdas y violines.

Pero nuestro Dios misericordioso les destinó otra vida y llegaron al hogar para recibir de sus fundadores y profesores, todo el amor y el calor de hogar que necesitan, además de la educación. Con fe en la Palabra de Dios y una metodología empleada a través del arte son formadas. Estando internadas reciben una educación completa y al graduarse son bachilleres con énfasis en música.

“Somos de muy bajos recursos y en el hogar todo es obra de Dios. Mi mamá me llevó y me adapté, duré 10 años y me parece fabuloso que ahora puedo seguir compartiendo con mis hermanas menores porque así nos hemos criado, soy su maestra y sigo estudiando música en la Universidad Nacional”, cuenta Daniela García.

Las jóvenes y niñas han aprendido que pueden llegar a alcanzar las metas que se proponen, con el trabajo, la dedicación y el amor de Dios. Su profesor Simón Galindo, también ha sabido guiarlas y animarlas para que a través de la música tengan un desarrollo personal.

“Pudimos creer que jamás viajaríamos y lo hemos hecho, es genial estar en otra parte, conocer el mar, yo he ido a Venezuela y Francia a cantar. Son cosas que nos suben el ánimo, la autoestima, nos damos cuenta de las oportunidades que tenemos”, agregó Luzmery, también egresada y maestra.

Hoy las niñas, sienten el vacío que les ha dejado una madre, la Hna. Dorita de Nicoló, pero están seguras de la protección de Dios, del Padre Javier, de sus maestros y las enseñanzas que recibieron de ellas las llevarán por mejores caminos. Para ellas fue un claro ejemplo de vida y humildad.

Actualmente Daniela y Johanna, estudian canto en la Universidad Nacional; Carolina quiere seguir preparándose; Luzmery anhela ser bióloga o veterinaria; Nelly quiere ser doctora y Carolina una gran médico forense.

*Asistente de Comunicaciones y Relaciones Públicas – bhernandez@arquidiocesisbaq.org


Nuestros lectores preguntan

¿Qué hace la Iglesia cuando son profanados los lugares sagrados y se cometen actos sacrílegos contra la Eucaristía, como sucedió recientemente en Armenia?

En días pasados, monseñor Fabio Duque Jaramillo, Obispo de Armenia, denunció un nuevo sacrilegio cometido contra la Eucaristía cuando de la capilla de Evangelización Parroquial San Marcelino Champagnat, fueron robados los cálices, las hostias consagradas fueron tiradas al piso y destruyeron el sagrario.

Pues bien, cuando algo así sucede, la Iglesia inicia varios actos de reparación en el sitio de lo acontecido. Una de las costumbres es que la parroquia o capilla, es cerrada como símbolo de repudio al desagravio cometido contra Jesús Sacramentado. Es entonces cuando los obispos, sacerdotes y la comunidad se unen en momentos de oración permanente y piden por el arrepentimiento de quienes han faltado a nuestra Iglesia.

Por ejemplo, y tomando como referencia el reciente caso, que cita nuestro lector, en Armenia se bendijo un nuevo sagrario que reemplazaría al anterior que por causa del robo fue dañado y se autorizó dejar en él, la reserva eucarística para la adoración y para que luego fuese la comunión de los enfermos que hay en la comunidad.

De la misma manera, al tiempo de la reparación, habrá autoridades que manejen el caso realizando una exhaustiva investigación para descubrir a las personas que comenten este sacrilegio. De encontrarlas las aprehenden, para el respectivo procedimiento conforme con la Ley. Pero es importante tener en cuenta que una persona que comete este tipo de actos, incurre en un sacrilegio y por ello es motivo de ser excomulgado de manera inmediata.

La profanación de la Eucaristía es un sacrilegio, pues en el sagrario está presente Jesús, a través de su cuerpo y su sangre. Es la representación de la fe de los Católicos.


miércoles, agosto 10, 2011

NUESTRA PORTADA



¿Sabes cómo ser mil veces más comprometido con tu Iglesia?

Miltiplicando el espíritu de la Catedratón caminas a la Cima y a la fraternidad

Por Blanca Hernández*

No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces”. Y Jesús, con la bendición del Padre, hizo que no hubiera hambre y alimentó a una multitud… ¿Qué tal si nosotros, con la ayuda de Dios, también pudiéramos hacer mucho con poco?

Pues sí es posible, porque una vez más nuestra Iglesia se alista para la Catedratón 2011, un camino hacia la Cima, y cuyo evento central es el domingo 18 de septiembre en el salón Jumbo, donde podremos Miltiplicar ofrendas de amor, ayudar a los más necesitados y contribuir a la evangelización del departamento.

Catedratón hace un llamado de Miltiplicar valores y acciones que nos permitan ser más solidarios para vivir en fraternidad. Por eso es necesario tener un corazón dispuesto, la voluntad y la fidelidad a Dios para dar y ofrecer, contribuyendo a la misión de nuestra Arquidiócesis, ser Mil veces más comprometidos con la Iglesia.

“Debemos unirnos en comunidad y vivir este proceso todo el tiempo; que no sea de un día, un mes, sino que ayude a evangelizar siempre, Miltiplicados en amor y fraternidad”, compartió Mónica sabbagh, coordinadora de Catedratón 2011.

Este año sigue con la finalidad de contribuir con el Seminario Regional Juan XXIII y la Casa Sacerdotal, construir nuevos templos, promover el proceso de evangelización, pero también se busca reunir fondos para crear tres Centro CIMA.

Pero y ¿qué son los Centros CIMA?

Serán centros de espiritualidad y evangelización, lugares de retiro para que las personas que los visiten tengan un reencuentro más íntimo con nuestro Señor. Estarán ubicados en el Seminario Regional Juan XXIII, en el Santuario del Morro y un tercero en el sur del departamento que represente la esperanza para los damnificados que lo perdieron todo el año anterior.

El Árbol de la Miltiplicación, una valiosa manera de hacer todo esto realidad

Sin duda, todos estas ideas pueden lograrse con los aportes de la comunidad, por eso, en las parroquias, colegios, centros comerciales y empresas, los feligreses podrán encontrar próximamente “el árbol de la miltiplicación”, sólo con donar mil pesos, recibirán un corazón en el que podrán escribir un mensaje, su nombre y colgarlo en alguno de los árboles que estarán decorados por el ingenio y talento de nuestros artistas.

“La idea es que también las personas adquieran sus corazones traigan a sus amigos y estos a su vez a los suyos para Miltiplicarnos más”, agregó Sabbagh.

Prepara desde ya tu corazón y compromételo para la Catedratón, porque entre todos podemos hacer más y estar Mil veces más comprometidos con Dios.

*Comunicadora Social y Periodista - bhernandez@arquidiocesisbaq.org



Menores de edad protagonistas de actos delincuenciales en Barranquilla:


¿Culpables o inocentes?


Cada vez son más jóvenes involucrados en asesinatos, hurtos agravados, tráfico y porte de armas de fuego


Por Gina Vargas R*



Era un domingo maravilloso, un sol radiante, un clima ideal para divertirse y disfrutar en familia. En el ambiente sólo se respiraba tranquilidad, sin embargo, para Federico (a quien llamaremos así por su seguridad) de 14 años, era un día para reflexionar y recapacitar.


En comparación con otros jóvenes de su misma edad, a Federico, un barranquillero amante del vallenato y el futbol, no le ha tocado nada fácil subsistir y conseguir todo lo que hasta ahora ha logrado.


Ser adoptado y venir de una familia humilde, lo llevó a un conflicto interno que desencadenó en una rebeldía que sus padres adoptivos no pudieron controlar.


A medida que transcurría el tiempo, el comportamiento de Federico se hacía más insoportable y menos llevadero. Las malas compañías y sentirse deprimido y desorientado, hicieron que se fuera ‘por el mal camino’, afirma Federico.

“Yo no planeé nada, todo se fue dando: el licor, las drogas y los amigos que tenía en ese entonces me llevaron a robar, aunque me dé pena decirlo. Estoy arrepentido, pero me volví un delincuente”, expresa con voz entrecortada.


Obtener dinero fácil llamó rápidamente la atención de este joven. Robar celulares, radios de los carros, hurtar a los transeúntes y asaltar las tiendas de las esquinas, se convirtieron en su pasatiempo predilecto.


Pero un día todo cambió. Mientras robaba, en noviembre de 2010, en una casa, en compañía de cuatro menores de edad, dos de sus compañeros de fechorías, fueron sorprendidos por la policía, procediendo a su detención.


“Ese día volví a nacer. Lo tomé como un mensaje de Dios, lo que estaba haciendo debía parar. La verdad es que no quería hacerle más daño a mi familia que sufría mucho debido a mi conducta. No era justo, yo quería vivir una vida normal y ser delincuente no estaba en mis planes”, insiste.


La historia de Federico es sólo uno de los cientos de casos delincuenciales en los que se ven involucrados los menores de edad. Ya es cotidiano ver en los principales medios de comunicación masiva de la ciudad, protagonismo juvenil en actos delictivos, hechos que asustan, asombran y ponen en alerta a las autoridades.


Según informe oficial entregado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, del 1 de junio de 2009 hasta el 28 de febrero de 2011 se han registrado oficialmente 1.046 casos de menores infractores. Los delitos de mayor ocurrencia son el hurto calificado, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones, siendo los hombres en un 97% los protagonistas de estos actos.


En la actualidad, el Bienestar Familiar, a través de su directora Emilia Fontalvo, está brindando toda la atención al menor infractor. “Estamos comprometidos con esta problemática. Hemos fusionado varios frentes de apoyo psicológico: el trabajo social y la pedagogía en la construcción de programas integrales de atención para el adolescente. Son espacios de reflexión que hacen visibles las acciones para el reconocimiento de responsabilidad sobre el delito, motivación para la aceptación y reparación de los daños causados a las víctimas encaminada a desarrollar la plena conciencia como ciudadano activo y responsable” explicó la funcionaria.


Causas de la conducta delictiva en los jóvenes


Para la psicóloga Juliem Lagares, más allá de criticar y evadir responsabilidades, buscar culpables o inocentes, las razones por las que más jóvenes se vean involucrados en casos delincuenciales, se deben a factores sociales y personales, en su mayoría.


“Lo primero que hay que hacer es crear conciencia en el joven de lo sucedido, hacerle entender que esa conducta inapropiada tiene muchas repercusiones.


Analizar detalladamente cuáles fueron las situaciones o vivencias que lo llevaron a hacer esta clase de delitos y luego proceder a realizar una rehabilitación e inclusión a la sociedad. Es un trabajo arduo multidisciplinario que involucra a médicos, psicólogos, psiquiatras, terapeuta ocupacional y por supuesto la familia del joven afectado es clave para su incursión a la sociedad” explica Lagares.


Además, “las conductas antisociales y delictivas aumentan con la edad y alcanzan su nivel máximo a los 17 años. Las chicas tienen un patrón de conducta similar al de los chicos, y ésta es más frecuente cuando se tienen amigos que ya las han adoptado”.


Por esta razón la psicóloga aconseja a los padres de familia estar pendiente de lo que hacen sus hijos, conocer sus amistades y en especial en estos tiempos, ante el auge de las redes sociales y el internet, que pueden volverse su peor enemigo.


“Hay que ir de la mano de la tecnología. Los padres deben entender que el Internet es necesario, pero debe ser supervisado. Es terrible ver los casos tan aberrantes de prostitución infantil que se hacen a través de la red. Esa es la realidad y los padres deben de cuidar a sus hijos y hablarles claro”, puntualizó.


La familia, toda una institución


Si bien la delincuencia juvenil es un problema social importante, que demanda políticas públicas que comprometan al Estado, a las organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, el aspecto espiritual se convierte en pieza clave para entender y apoyar a estos jóvenes en conflicto.


En esta tarea se focaliza la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Barranquilla, encabezada por el padre Franklin Posso, Delegado para los jóvenes, quien también es párroco de Cristo Resucitado en el corregimiento de La Playa.

Comenta el padre Posso, que en este sector de la ciudad existen pandillas integradas por jóvenes que alteran la comunidad generando temor y miedo entre sus habitantes. El trabajo ha sido gratificante para este sacerdote, quien realiza un proceso de sensibilización con estos jóvenes y sus familias.


“Lo que trato de hacer es entenderlos, nuestro objetivo no es juzgarlos, por el contrario, lo que se busca es que ellos se den cuenta de sus comportamientos autodestructivos y el riesgo que corren al unirse a las pandillas. Los jóvenes han respondido a estas jornadas de sensibilización, lo cual nos llena de mucha alegría”, sostiene el párroco.


Una comunidad unida contra los problemas que aquejan a los jóvenes el día de hoy, así como fortalecer los valores en la familia es la premisa con que trabaja la Pastoral Juvenil, quienes se convencen que, con el esfuerzo de la sociedad, autoridades civiles y eclesiásticas, casos como el de Federico serán cosa del pasado.


*Comunicadora Social – Periodista. ginapao80_51@hotmail.com


Tribulación + oración= Santificación

Por Andrés Felipe De Castro Meza*

Una tribulación es una vivencia íntima que nos toca hasta lo más profundo de nuestro ser, la cual nos lleva a una verdadera confrontación interior y a una búsqueda incansable para poderla resistir y superar.


Por lo general, muchas personas, en algunos momentos de su vida han llegado a pensar que una tribulación o que las dificultades de la vida los han vencido, llevándose consigo las pocas fuerzas con que luchar. Pero, por un instante, no nos imaginamos lo que hay detrás de esto.

Cuando uno experimenta un fracaso o una injusticia por muy grande o pequeña que sea, hay que tener siempre presente que éstas sólo son vividas en un tiempo determinado de nuestra vida. “Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Rom 8,37).


El verdadero creyente es aquel que vive este tiempo como un período de santificación, caminando con la cruz en el hombro, siendo consciente que no todo acaba ahí, sino que, en realidad, todo continúa porque sabemos que no estamos solos en nuestro caminar, sino que nuestro Padre Dios nos da la fuerza que necesitamos y al mismo tiempo, nos espera con los brazos abiertos para decirte a ti y para decirme a mí: “Aquí estoy hijo mío, de tu lado nunca me he ido, porque contigo siempre estaré”.

Entonces, ¿cuándo llegamos verdaderamente a decir que todo ha llegado a feliz término? pues, cuando nuestro corazón ha alcanzado la paz y la tranquilidad que buscaba, es ahí cuando decimos con todo nuestro ser: “Gracias Señor, por entrar en mi vida, por quedarte hoy junto a mí, porque ahora que te tengo a ti he comprendido verdaderamente que lo tengo todo”… “Gracias, Señor.”

Sólo la oración fervorosa toca el corazón de Dios. Recuerda que la mejor forma de vivir una tribulación es a través de la oración, que más que palabras, es un diálogo entre tú y Jesús; es estar en la presencia de Aquel que puede levantarte y sanar tu vida. Sólo deja que Él santifique cada instante de tu vida.

Tú, que estás leyendo esto ahora, recuerda y guarda siempre en tu corazón: “Los problemas son simplemente circunstancias que nos ayudan a confiar cada vez más en Dios”.

Ahora pregúntate: ¿Has confiado en la fuerza y el poder de Dios? Ten presente que Él confía en ti. Por eso ahora está junto a ti… ¡Qué Dios te bendiga y proteja cada día!

*Estudiante de I de filosofía del Seminario Regional de la Costa Atlántica Juan XXIII.


Jóvenes en Acción

Diversidad juvenil para cantarle a Dios

Por Margarita Molina De La Cruz*


Profesionales y estudiantes, algunos menores y otros mayores de edad, y ciertas condiciones que más que discapacidades las ven como habilidades, son estos 10 jóvenes que decidieron hace dos años trabajar juntos y poner su talento musical para alabar y conocer de Dios, a través del grupo de música católica RANAN, palabra hebrea que significa: cantar y alabar a Dios con júbilo.

Hoy, en sus ratos libres, con profunda fe, alegría y amor, dedican tiempo para prepararse y formarse no solamente para el crecimiento musical sino espiritual de cada uno de los integrantes de este grupo. Todos son músicos innatos. Cada sábado se reúnen para ensayar y el primer viernes de cada mes reciben formación espiritual.

Tienen certeza que esta es una misión evangelizadora, reconocen que no sólo es cantar sino que es una oportunidad para acercarse a Dios y ser parte activa de la Iglesia, en especial de la misión arquidiocesana, donde opinan hace falta mucho, y por eso, como jóvenes pueden trabajar con el ánimo y vitalidad característica para fortalecer la fe católica. Muchos de ellos, antes no habían despertado ese amor por Jesús y María, hoy se encuentran plenamente convencidos de dar testimonio de su fe.

La historia empezó en Pentecostés de 2009 cuando Pedro Moreno, de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, hoy voz líder del grupo, decidió llamar a 4 jóvenes que anteriormente habían formado parte de grupos de música de la parroquia. Así mismo, invitó a dos jóvenes que no hacían parte de ningún grupo de música, pero sí de grupos parroquiales. Finalmente llegaron 3 personas que nunca habían formado parte activa de la Iglesia, pero sintieron una motivación indescriptible para formar parte de este grupo, Desde ese momento, empezó la travesía que sin duda, fue un reto que Dios les puso en el camino y ellos decidieron aceptar, hoy gracias a su talento y lucha es una realidad.

Ahora la motivación es ser jóvenes que participan en la misión de la Iglesia y llevan ese mensaje que nos regala Jesús de alegría y salvación a través de la música.

*Asistente de Comunicaciones y Relaciones Públicas - mmolina@arquidiocesisbaq.org