viernes, febrero 20, 2009

NUESTRA PORTADA

Vivamos, como hermanos, nuestras fiestas de Carnaval

Desde la Arquidiócesis de Barranquilla invitamos a nuestros hermanos, durante este mes de febrero, a vivir el lema “¡Comparte tu Cultura!” donde, por medio de nuestro buen comportamiento y, desde el rescate de nuestras tradiciones, evidenciemos nuestro interés de seguir avanzando con fe por el camino hacia la Comunión.

Durante el Carnaval de Barranquilla todos debemos recordar la importancia de mantener, como miembros de la gran Familia de Dios, un ambiente de fraternidad, autocontrol y respeto por los demás.

Además del ambiente de alegría y orgullo que en época de Carnaval se respira en nuestro pueblo, también es necesario contemplar la necesidad de implementar medidas de seguridad que permitan el sano y seguro deleite de las festividades.

Varias son las instituciones de nuestra ciudad y de nuestro departamento que, desde su interés por construir una mejor sociedad, han emprendido acciones para fortalecer los espacios de convivencia que se viven en el Carnaval de Barranquilla y trabajarán en actividades para reforzar el comportamiento ciudadano de todos los barranquilleros y atlanticenses.

Un ejemplo de campaña que propende por el buen comportamiento durante la época de Carnaval, busca bajo el lema YO VIVO EL CARNAVAL COMO ES, acudir a la lúdica y a la pedagogía como las mejores herramientas para socializar las recomendaciones que garanticen la movilidad y seguridad durante las fiestas, sensibilizando de esa manera a los barranquilleros y a nuestros visitantes durante los días de Carnaval.

La invitación de estas campañas busca que los que habitamos esta porción del pueblo de Dios, asumamos el compromiso de cumplir las normas de tránsito, evitar disputas y peleas, mantener nuestra ciudad limpia, evitar el porte de armas y respetar a los hacedores del carnaval.

Este esfuerzo, unido a las intensiones de todos, busca promover cultura ciudadana, sentido de pertenencia y amor por la ciudad en una época en la que nuestro pueblo se convierte en el centro de atención del país y el mundo, lo que significa que vivamos un carnaval en paz, reconociendo que a través de las diversas festividades carnestolendicas exhibimos al mundo nuestras tradiciones y la identidad atlanticense, por lo tanto no sólo compartamos nuestra alegría y entusiasmo que nos caracteriza como costeños, sino que vivamos el carnaval desde nuestros valores y principios católicos, demostrando que con Dios en nuestro corazón podemos vivir el Carnaval sanamente, evitando excesos y compartiendo con nuestros hermanos.

Encuentros con el Arzobispo

MATRIMONIO, DIVORCIO, DECLARACIÓN DE NULIDAD
Por Julio Giraldo*

En algunas situaciones particulares, los matrimonios celebrados como sacramento eucarístico por la Iglesia, se ven en la necesidad de buscar respuestas ante interrogantes como los siguientes: ¿Se puede anular el matrimonio católico?, ¿Cuándo la Iglesia declara nulo un matrimonio?, ¿A quién se debe acudir y qué proceso realizar? En esta ocasión, nuestro Arzobispo Rubén Salazar aclaró las dudas al respecto.

Julio Giraldo: La Iglesia Católica no permite ni concede nunca el divorcio, pero sí en determinadas circunstancias anula matrimonios; ¿Qué diferencia existe entre divorcio y anulación?

Arzobispo: La Iglesia católica nunca anula un matrimonio. Esto debe quedar muy claro. Si el matrimonio ha sido válido, el matrimonio seguirá siempre siendo válido, ya que así lo afirma el Señor en el Evangelio: “Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.” ¿Qué es lo que hace la Iglesia? Declara nulo –es decir, no existente, inválido,- un matrimonio después de una investigación exhaustiva que permite al tribunal eclesiástico llegar a la conclusión de que en ese caso concreto el matrimonio contraído no fue válido por causa de impedimentos que hicieron imposible la realización plena de la esencia misma del matrimonio y por eso es declarado nulo.

Esto significa que las causales de nulidad que se pueden utilizar para llevar a un tribunal el cuestionamiento de la validez de un matrimonio deben referirse a una realidad anterior relacionada a la celebración del matrimonio. Lo que pueda suceder después –a no ser que sea la manifestación de una realidad existente anteriormente- no puede afectar la validez del matrimonio.

J. G.: Y, ¿cuáles son esas causales con las cuales puede uno llegar al tribunal eclesiástico y pedir que se declare nulo el matrimonio?

Arzobispo: La principal causal es la falta de libertad para contraer el matrimonio. El matrimonio –como alianza visible que expresa la realidad íntima de una entrega de amor mutuo- tiene que ser un acto totalmente libre del que lo contrae. Toda coacción, presión, o disminución de la capacidad de opción hacen que la persona no sea ya libre y, por lo tanto, capaz de contraer el matrimonio.

A esto se añade la falta de conciencia clara de lo que implica el compromiso matrimonial. Si alguien no conoce los fines del matrimonio (entrega de amor total e indisoluble a una sola persona, para bien de los dos; entrega de amor abierta a la vida para la generación de los hijos) o los rechaza, se hace incapaz de contraer la alianza matrimonial. La naturaleza del matrimonio no depende de la voluntad de los contrayentes sino que se desprende de la naturaleza misma del ser humano creado a imagen y semejanza de Dios, es decir, creado para amar y ser amado. Los fines del matrimonio están por lo tanto inscritos en su realidad misma del ser humano y deben ser aceptados en su totalidad y asumidos con plena responsabilidad. Todo lo que aminore esa conciencia impide que el vínculo matrimonial se contraiga válidamente.

Junto a esto, está la inmadurez o la incapacidad bien sea física o síquica para asumir esos compromisos matrimoniales. Este es un campo bien delicado en el que se hacen necesarios los conceptos de expertos en la salud tanto física como psíquica. Hoy en día se maneja con mucha frecuencia la causal de la inmadurez, ya que es un hecho que el ser humano –a causa de la sociedad materialista y hedonista en que vivimos- se hace cada vez menos capaz de comprender y asumir la plenitud del matrimonio.

Se pueden presentar también causales de nulidad por el hecho de que el matrimonio, precisamente por sus dimensiones sociales profundas, debe ser contraído públicamente y exige un testigo cualificado, en este caso un párroco representante legítimo de la comunidad eclesial. Si el sacerdote que ha presenciado el matrimonio no tenía facultades para hacerlo, el matrimonio carece de ese testimonio público necesario y es inválido. En términos generales, ésas son las principales causales. De ahí se desprende que antes de contraer matrimonio hay que tener una certeza clara de que no existen estos impedimentos.

J. G: Sólo el tribunal eclesiástico, entonces, puede declarar nulo un matrimonio; pero ¿Cómo funciona? ¿Cómo se deben iniciar los trámites?

Arzobispo: En cada una de las diócesis debe haber un Tribunal Eclesiástico, conformado por las personas que designe el Obispo. Lo más práctico es que la persona que tenga dudas acerca de la validez de su matrimonio se acerque a su párroco para que éste lo oriente de forma práctica. En los últimos años, se ha logrado que los procesos sean menos complicados, más rápidos y que todas las personas –independientemente de sus recursos económicos- puedan tener la posibilidad de acceder a este derecho. El tribunal es un servicio pastoral que la Iglesia ofrece para solucionar los problemas derivantes de un matrimonio contraído inválidamente.

Toda la problemática expuesta nos lleva a tomar conciencia de la necesidad de que los novios reciban una buena preparación para que lleguen libres, conscientes, con plena responsabilidad a contraer este sacramento que es la base de la vida de la Iglesia y de la sociedad.

J. G: Puede quedar una duda entre los lectores, ¿Qué significa el divorcio civil para un matrimonio contraído como sacramento en la Iglesia?

Arzobispo: Por su naturaleza como fundamento de la vida de la sociedad, el matrimonio tiene unos efectos civiles que son regulados por la ley de cada país. El divorcio civil suspende esos efectos pero no puede destruir el vínculo de un matrimonio contraído válidamente como sacramento. Por esto, un católico que ha contraído un matrimonio válido, aunque se haya divorciado civilmente, no puede contraer de nuevo un matrimonio por la Iglesia válido. El matrimonio es una realidad tan sagrada, tan decisivamente importante para la Iglesia y para la sociedad, que exige de los contrayentes la máxima responsabilidad. La pérdida de esos valores –manifestada en la proliferación de las separaciones, de los divorcios, de los adulterios, de las uniones libres y transitorias, del desenfreno sexual- es la causa principal de la crisis que estamos viviendo. Ojalá todos uniéramos nuestras fuerzas para recuperar el verdadero sentido del matrimonio y pudiéramos así construir unas bases sólidas para una sociedad en paz.

* Periodista – Historiador. Julioetica@otmail.com


Ayunar para nutrir el alma.
Mensaje del Papa Benedicto XVI con motivo de la Cuaresma 2009.

A vivir el ayuno, es la invitación que nos hace el Santo Padre Benedicto XVI en su mensaje para la Cuaresma 2009. Un experimentar voluntario y de compromiso, que debe estar encaminado a la preparación la escucha de Dios. “Podemos preguntarnos qué valor y qué sentido tiene para nosotros, los cristianos, privarnos de algo que en sí mismo sería bueno y útil para nuestro sustento. Las Sagradas Escrituras y toda la tradición cristiana enseñan que el ayuno es una gran ayuda para evitar el pecado y todo lo que induce a él. Por esto, en la historia de la salvación encontramos en más de una ocasión la invitación a ayunar”.
Para el Papa, el ayuno debe ser visto como un medio para recuperar la amistad con Dios, es un paso hacia la reconciliación y el perdón que necesitamos de nuestro Señor, este acto debe ser visto como un permitir de nosotros como cristianos de que Dios haga su voluntad confiando en su bondad y misericordia.
Un mensaje de invitarnos a un momento de sacrificio, de verdadero significado y reflexión, pues con esta práctica enriquecemos nuestra persona, cuerpo y alma, para así evitar el pecado. “En nuestros días, parece que la práctica del ayuno ha perdido un poco su valor espiritual y ha adquirido más bien, en una cultura marcada por la búsqueda del bienestar material, el valor de una medida terapéutica para el cuidado del propio cuerpo. Está claro que ayunar es bueno para el bienestar físico, pero para los creyentes es, en primer lugar, una “terapia” para curar todo lo que les impide conformarse a la voluntad de Dios”.
De igual manera, nuestro Santo Padre considera que este acto nos sirve para darnos cuenta de lo que otros con menos privilegios experimentan, demostrando así la solidaridad y el amor a nuestros hermanos. “Ayunar por voluntad propia nos ayuda a cultivar el estilo del Buen Samaritano, que se inclina y socorre al hermano que sufre (cfr. Enc. Deus caritas est, 15). Al escoger libremente privarnos de algo para ayudar a los demás, demostramos concretamente que el prójimo que pasa dificultades no nos es extraño. Precisamente para mantener viva esta actitud de acogida y atención hacia los hermanos, animo a las parroquias y demás comunidades a intensificar durante la Cuaresma la práctica del ayuno personal y comunitario, cuidando asimismo la escucha de la Palabra de Dios, la oración y la limosna”.
Por último, reconoce la importancia de ayunar como un beneficio a nosotros mismos, pues limpiamos nuestro espíritu, pero al mismo tiempo enriquecemos la vida de las personas que nos rodean. “Que en cada familia y comunidad cristiana se valore la Cuaresma para alejar todo lo que distrae el espíritu y para intensificar lo que alimenta el alma y la abre al amor de Dios y del prójimo. Pienso, especialmente, en un mayor empeño en la oración, en la lectio divina, en el Sacramento de la Reconciliación y en la activa participación en la Eucaristía, sobre todo en la Santa Misa dominical. Con esta disposición interior entremos en el clima penitencial de la Cuaresma. Que nos acompañe la Beata Virgen María, Causa nostræ laetitiæ, y nos sostenga en el esfuerzo por liberar nuestro corazón de la esclavitud del pecado para que se convierta cada vez más en “tabernáculo viviente de Dios”. Con este deseo, asegurando mis oraciones para que cada creyente y cada comunidad eclesial recorra un provechoso itinerario cuaresmal, os imparto de corazón a todos la Bendición Apostólica”.



Miércoles de Ceniza...Inicio de la Cuaresma
Con la imposición de las cenizas, se inicia una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.

Este tiempo vigoroso del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: "metanoeiete", es decir "Conviértanse". Este imperativo es propuesto a la mente de los fieles mediante el rito austero de la imposición de ceniza, el cual, con las palabras "Conviértete y cree en el Evangelio" que con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", (Gén. 3,19), invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.

La sugestiva ceremonia de la ceniza eleva nuestras mentes a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es, en efecto, sino un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad. Una valoración que implica una conciencia cada vez más diáfana del hecho de que estamos de paso en este fatigoso itinerario sobre la tierra, y que nos impulsa y estimula a trabajar hasta el final, a fin de que el Reino de Dios se instaure dentro de nosotros y triunfe su justicia.

Sinónimo de "conversión" es así mismo la palabra "penitencia"... Penitencia como cambio de mentalidad. Penitencia como expresión de libre y positivo esfuerzo en el seguimiento de Cristo.

Tradición
En la Iglesia primitiva, variaba la duración de la Cuaresma, pero eventualmente comenzaba seis semanas (42 días) antes de la Pascua. Esto sólo daba por resultado 36 días de ayuno (ya que se excluyen los domingos). En el siglo VII se agregaron cuatro días antes del primer domingo de Cuaresma estableciendo los cuarenta días de ayuno, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto.

Era práctica común en Roma que los penitentes comenzaran su penitencia pública el primer día de Cuaresma. Ellos eran rociados de cenizas, vestidos en sayal y obligados a mantenerse alejados hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo o el Jueves antes de la Pascua. Cuando estas prácticas cayeron en desuso (del siglo VIII al X), el inicio de la temporada penitencial de la Cuaresma fue simbolizada colocando ceniza en las cabezas de los participantes en la asamblea litúrgica.

Hoy en día en la Iglesia, el Miércoles de Ceniza, el cristiano recibe una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos previo. Esta tradición de la Iglesia ha quedado como un simple servicio en algunas Iglesias protestantes como la anglicana y la luterana. La Iglesia Ortodoxa comienza la cuaresma desde el lunes anterior y no celebra el Miércoles de Ceniza.

Significado simbólico de la Ceniza
La ceniza, del latín "cinis", es producto de la quema de algo por el fuego. Muy fácilmente adquirió un sentido simbólico de muerte, caducidad, de humildad y penitencia. En Jonás 3,6 sirve, por ejemplo, para describir la conversión de los habitantes de Nínive. Muchas veces se relaciona con el "polvo" de la tierra: "en verdad soy polvo y ceniza", dice Abraham en Gén. 18,27. El Miércoles de Ceniza, anterior al primer domingo de Cuaresma (muchos lo entenderán mejor diciendo que es le que sigue al carnaval), se realiza el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente. Se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.
Novedad de la Dei Verbum y el hecho histórico de la Revelación
Por Johan Llanos Berdugo*.

El hecho histórico de la revelación fue destacado por el Concilio Vaticano II en la constitución dogmática Dei Verbum (DV). Junto a otras muchas, la novedad más importante de DV es la constitución misma; DV supone, antes que nada, un cambio de paradigma en la concepción de la Escritura.

DV habla de la Sagrada Escritura en el marco general de la Revelación y ésta no se entiende como un conjunto de “decretos” dados por Dios a los hombres, sino como un desplegarse del amor de Dios a los hombres que se manifiesta en acciones y palabras y que tienen su sentido y su unidad en Jesucristo. (Por eso se ha dicho que uno de los mayores meritos de DV es haber conducido todo a la unidad: unidad del Revelador y del Revelado, unidad de los dos Testamentos, unidad de la Escritura y la Tradición). Por ello, la Sagrada Escritura no aparece sino en el capitulo II, cuando se aborda la transmisión de la Revelación divina y, desde esa aparición, pasa a ser el tema del resto de la constitución. Situados en el marco general de la Revelación, recibe su luz la explicación de las nociones relativas a la Sagrada Escritura (inspiración, interpretación, relación entre los dos testamentos, etc). Este hecho de situar la Escritura en el marco más dinámico de la Revelación y de su transmisión ofrecía una salida donde las encíclicas bíblicas anteriores habían embarrancado en la noción de inspiración, entendida en un margen excesivamente estrecho, reducido a la acción de Dios sobre los hagiógrafos.

La revelación no es, ni un mito extraño a la historia ni una especulación abstracta; se realiza en la historia, y ésta culmina en Jesucristo (cf. DV, 2; 4; 7; 13). La intensificación y condensación cristológica todavía hace más clara otra dimensión profunda. A través de palabras y obras Dios no revela una cosa: se revela a sí mismo. El Concilio habla de un “revelarse a sí mismo y comunicar el secreto de su voluntad”. De este modo, da un paso decisivo hacia adelante, pasa de una comprensión teórica-instructiva, a una comprensión teórica-comunicativa. Esto significa que la Palabra de Dios no quiere instruir sobre realidades sobrenaturales; se trata más bien de una comunicación de “Persona a persona”.

El evento de la revelación es en el fondo un evento dialógico de comunicación. Esta se realiza y se convierte en participación. La DV nos ha entregado un nuevo concepto de revelación, ya no comprendida como información doctrinal, como “instrucción” de Dios al hombre y eso ha significado una comprensión más significativa para la mentalidad actual, como “comunicación personal y amistosa”. No creo que sea una exageración afirmar que el número 2 de la DV es el texto más importante del magisterio contemporáneo.

La economía de la Revelación se realiza, precisa DV 2, “con hechos y palabras intrínsecamente conexos entre si”. La Revelación se encuentra, por tanto, no sólo en las acciones salvíficas de Dios en la historia de la salvación, ni solamente en las pala­bras encargadas de dilucidar el sentido de las acciones divinas en la historia, se encuentra en la unión orgánica de los sucesos narrados y de las palabras que los acompañan.

La Iglesia, según afirma la DV, sabe que la Palabra eterna de Dios no se identifica con la letra de la Escritura ni de los textos dogmáticos formulados por la tradición. Ambos textos son codificaciones parciales de la plenitud del Evangelio. Desde esa perspectiva, la revelación es la acción de Dios en la historia acogida e interpretada por la fe de la asamblea de los fieles. Sabemos que la fe, en su dimensión cognitiva, es un saber interpretativo que no puede desprenderse de las condiciones históricas en que ocurre. “Ningún lenguaje consigue agotar la totalidad de la verdad, porque lo relativo del lenguaje no se puede identificar con lo absoluto de la palabra de Dios”.

La Tradición, tal y como la entiende el Vaticano II, es la misma vida de la Iglesia que reinterpreta las Escrituras en el horizonte de la novedad de la historia generando una mayor autocomprensión de sí misma y de su misión.

Desde esa perspectiva, no nos toca repetir las palabras de la Escritura o los dogmas de la Iglesia como loros o robots preconfigurados; tenemos que crecer en la comprensión de las palabras e instituciones transmitidas, contemplándolas, estudiándolas y repasándolas por el corazón. Obviamente, no tenemos otra forma de realizar esas tareas sino desde nuestros condicionamientos y entornos culturales; desde nuestra humanidad siempre atravesada por la contingencia y la precariedad.

Nuestro camino hacia la verdad discurre por la contemplación, el análisis y el repaso cordial de la palabra de Dios en el seno de una tradición que dialoga con los nuevos horizontes hermenéuticos que fluyen del mismo devenir histórico.

La reflexión teológica sobre la Revelación en su constituirse y en su trasmitirse a todos los hombres arranca de una primera constatación de suma importancia: el cristianismo es fundamentalmente una relación interpersonal del hombre con Dios, basada en la autocomunicación divina realizada en la historia. La Revelación está intrínsecamente vinculada a la salvación del hombre. La historia de la Revelación es, pues, historia de la salvación.

* Ing. en Telecomunicaciones. Universidad Autónoma del Caribe.
Lic. Ciencias Religiosas. Facultad de Teología Pontificia U. Javeriana.
Diplomado en Teología Bíblica. Universidad del Norte.
jojellabe11@hotmail.com
Pastoral de los Docentes: Evangelizar en las aulas
La Nueva Evangelización tiene la tarea de suscitar la adhesión personal a Jesucristo y a la Iglesia de tantos hombres y mujeres bautizados que viven sin energía el cristianismo, "han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su Evangelio" (RMi 33).

Por Jairo Enrique Quejada Maturana*

Para hablar sobre la Pastoral de Docentes y la manera como los educadores pueden participar en la misión arquidiocesana, de manera consciente y comprometida, es importante tener presente, las siguientes consideraciones:

En primer lugar, los docentes son parte integrante de la Pastoral Orgánica de la Iglesia y de la Pastoral Educativa en cualquiera de los niveles de la educación en que se encuentren, así mismo, como parte integral de la comunidad eclesial, deben revelarse por el bautismo cada vez más como instrumentos para conducir al encuentro con Jesucristo vivo.

En segundo lugar, a la luz de Aparecida, el seguimiento de Jesucristo para todo educador, implica aprender y practicar las Bienaventuranzas del Reino, el estilo de vida del mismo Jesucristo: Su amor y obediencia filial al Padre, su compasión entrañable ante el dolor humano, su cercanía a los pobres y a los pequeños, su fidelidad a la misión encomendada, su amor servicial hasta el don de la vida. (Aparecida Nº 138). En ese contexto, es necesario que los docentes católicos se renueven y asuman la nueva forma de ser docentes misioneros mediante su vinculación y participación activa en la Pastoral de los Docentes. Así mismo, pueden contribuir al rescate de la identidad católica en los centros educativos. Para esto, deben tener en cuenta, los siguientes aspectos:
· La pastoral educativa debe ser participativa, dinámica y centrada en un proyecto de ser humano en el que Jesucristo es capaz de vivir en comunidad.
· La formación integral fascine por la Persona de Jesús.
· La excelencia académica, esté enfocada en el proyecto de Dios sobre la ciencia, superando la tentación de un saber incapaz de dar sentido a la vida.
· Impulse a la formación de discípulos y misioneros de Jesucristo, frente al derecho que les corresponde de una educación de calidad.
· Un servicio pastoral comprometido especialmente con los jóvenes, la familia, la catequesis y promoción humana de los más pobres.
· Un abandonar de las estructuras que no favorezcan la transmisión de la fe, esto se logra a través de una actitud de permanente conversión pastoral que despierte la capacidad de someterlo todo al servicio de la instauración del reino de la vida plena y abundante. (Aparecida No. 331-338 No. 365-366).
· La realización de la Pastoral Sacramental y la asignatura de educación religiosa sea de profundidad. Los centros y establecimientos de educación católica tienen su indelegable misión evangelizadora y formadora desde el corazón de la ciencia y el conocimiento. Por su parte, la misión primaria de la Iglesia es anunciar el evangelio de manera que se garantice la relación entre fe y vida para transformar:
Los criterios del juicio.
Los valores determinantes.
Los puntos de interés.
Las líneas del pensamiento.
Las fuentes inspiradoras.
Los modelos de vida de la humanidad que están en contraste con la palabra de Dios y con su designio de salvación.
El proceso educativo verdadero esté destinado, no a que los jóvenes sepan infinidades de datos, sino a que sean personas integras y actúen en bien de todos. En suma, es un crecimiento en humanidad que pasa por un aprender a aprender y a desaprender.

Por alta que sea la preparación científica y pedagógica de los educadores, es mucho lo que se debe crecer y aprender para una Pastoral de los Docentes en todos los establecimientos de educación católica, especialmente, cuando los cristianos consecuentes con la fe que profesan, toman conciencia de la importancia que tiene el testimonio de las comunidades de fe y de la calidad de la acción como muestra de la identidad cristiana frente al pluralismo religioso hacia el que parece conducirnos la nueva sociedad; cuando esto no se da personal y comunitariamente, aparece el sincretismo religioso y el aumento de las sectas. Finalmente, la falta de formación básica de algunos católicos y el desinterés por la educación religiosa de las generaciones más jóvenes, está fomentando la ignorancia, la indiferencia y la falta de coherencia en la vida cristiana. Ello ha puesto en evidencia, la existencia de serios problemas en la transmisión de la fe a los jóvenes, incluso, en los ambientes más cristianos y en las familias católicas.
Se trata por lo tanto de convertir la ciencia que se entrega en los centros educativos, en sabiduría para enfrentar y aliviar el sufrimiento humano. Por lo tanto, es importante que los educadores evalúen y aprendan la gran pedagogía de Jesús de Nazareth, conozcan los horizontes de la Pastoral de los Docentes propuesta por la Arquidiócesis de Barranquilla y tomen contacto con su delegación.
Los educadores de la Arquidiócesis de Barranquilla, tienen a su disposición varios espacios de participación en la Pastoral de los Docentes, como los comités parroquiales en las unidades pastorales. los comités en los establecimientos de educación públicos o privados católicos y en los comités de docentes por Decanatos y Vicarías.


* Delegado Arquidiocesano de la Pastoral de los Docentes






Pablo seducido por el amor de Cristo
Por Johanna Milena Jurado*

Continuamos haciendo el recorrido por la vida y la experiencia del Apóstol San Pablo. En esta oportunidad, veremos cómo Cristo es para él, el centro de toda su existencia y el sentido de toda su entrega hasta llegar a decir: “Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí” (Gál 2, 20). Pero antes observemos por la ventana de la vida, el paisaje de nuestra cotidianidad:

A diario nos encontramos con un sinnúmero de personas. Muchas de ellas pasan de largo y no las conocemos, con otras establecemos relaciones en torno al trabajo, profesión, estudio, etc; y con otras logramos estrechar lazos de amistad más profundos, a raíz de afinidades, gustos y experiencias compartidas.

En algún momento nos habrá sucedido: Encontramos personas que reflejan algo especial en su interior, que demuestran ese “algo diferente” en sus actitudes, en su forma de ser. Son personas que se dan generosamente sin interés, personas que saben escuchar, personas prudentes y fieles a su familia, a su trabajo, personas honestas y coherentes, personas que saben perdonar de corazón, personas que cuando tú las ves o las recuerdas despiertan en ti el anhelo de ser mejor, porque convencen con su testimonio de vida, personas que aún en medio de realidades muy difíciles como la enfermedad, la separación de un ser querido, la crítica situación económica, saben mantener la paz, la serenidad y la confianza.

¿Qué las hace diferentes?, ¿Qué hay dentro para que puedan transparentar una mirada limpia, un corazón rebosante de buenas intenciones? La respuesta es sencilla: Dejan habitar a Dios en sus vidas y en Cristo encuentran la fuerza y la claridad a todas sus inquietudes. Ellas pueden decir libremente como el Apóstol san Pablo: “Todo lo puedo en Aquel que me fortalece”, “Todo”… “En Aquel”…y todo, es todo.

¿Es posible para ti hoy, esto? ¡Claro que sí!. Tenemos el ejemplo de muchas personas e igualmente de los santos, que antes de serlo fueron humanos como tú y como yo, ¿Cómo lo lograron?, ¿Qué hicieron?. Escuchemos el testimonio del Beato Santiago Alberione, fundador de la Familia Paulina: “Toda la persona debe estar en Cristo, para un total amor a Dios: Inteligencia, voluntad, corazón, fuerzas físicas, todo”.
De eso se trata, de que Cristo viva en ti, en todo lo que eres, en todos tus dinamismos: afectos, pensamientos, palabras, obras. Ser cristiano entonces, va mucho más allá del cumplimiento de compromisos para querer quedar bien y que los demás nos vean. Ser cristianos es vivir “Jesúsmente”, no sólo para “seguirlo”, sino para “identificarse con él”. "Tengan, pues, los sentimientos que corresponden a quienes están unidos a Cristo Jesús" (Flp. 2, 5).
Para ello es necesario una actitud de continuo discernimiento, cada día: Aquello que dije, hice y pensé, ¿Está realmente en sintonía con lo que Jesús diría, hiciera o pensara si estuviera en mi lugar? ¿Busco mis propios intereses o el bien de los demás como lo hacía Él?. Cuando iniciamos este camino de revisión y nos ponemos delante del Señor con transparencia, humildad y pequeñez, cuando abrimos nuestro interior y dejamos que Dios nos mire con su ternura de Padre, encontraremos seguramente buenos deseos, pero también debilidades, pecados (ira, envidia, pereza, divisiones, egoísmo, que no están permitiendo que Cristo habite plenamente). Pero no por ello debemos dar pie atrás, pues precisamente cuando iniciamos ese reconocimiento sincero, empieza a actuar “la gracia”, el amor y la ternura de aquél que siempre está dispuesto a darnos la vida, y la sanación del corazón con todas sus heridas.

Después de experimentarnos reconciliados, la paz, la sonrisa, la esperanza, la confianza retornarán y los frutos del Espíritu Santo se harán presentes, especialmente el de la caridad. E ahí, un corazón nuevo, una persona transformada, una persona que se ha despojado de su “hombre viejo”, para acoger al “hombre nuevo” (Cf. 2 Cor 5, 17). Sus pensamientos son los de Dios, sus acciones las de Dios que vive en él. Esto es tener en la vida como centro a Cristo, en esto se juega el ser o no ser cristianos.

San Pablo vive esta experiencia de despojo y de vaciamiento de sí a profundidad, para tener a Cristo como centro: “Ya no vivo yo, es Cristo que vive en mí” (Gál 2, 20). Para mí, la vida es Cristo (Flp 1, 21). Ninguna otra realidad lo ha seducido de tal manera: “Todo lo considero basura comparado con el conocimiento de Jesús. (Flp 3, 8). La vida de Jesucristo respira en su vida, su personalidad humana no es cancelada sino transfigurada en Cristo.

Ahora bien, esta experiencia sólo es resultado del “Amor que lo ha Seducido”, ¿Qué no hace una madre por amor?, ¿Qué no hacemos por la persona de la que nos hemos enamorado? Y Dios nos amó tanto que entregó a su hijo único para que tuviéramos vida. Así, Pablo experimenta el amor de Jesús hacia él, de manera única y particular: “Me amó y se entregó por mí” (Gál 2, 20). Reconoce entonces que lo que es, no se lo debe al cumplimiento de la ley que lo ponía como protagonista y a Dios como sujeto de su justicia y sus acciones, sino por la gracia que lo sobrepasa: “Por la gracia de Dios soy lo que soy” (1 Cor 15, 10).

Pablo está profundamente enamorado de Aquél que lo amó primero y logra elevar este canto que le sale del corazón: ¿Quién nos separará del Amor de Cristo, el sufrimiento, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada? En este año Paulino pide la gracia de reconocer aquello que te está impidiendo que Cristo viva y se manifieste en ti plenamente diciéndole: Señor: Quiero vivir en ti y dejar que tú vivas en mí, experimentarte en todo lo que me hace hablar, mover, pensar y amar, abandonarme en ti para llegar a la santidad, partiendo del reconocimiento de mi propias debilidades, para poder decir como san Pablo: “Ya no soy yo, ahora eres Tú, mi Señor, en mí, en mi familia, en mi comunidad, en mi barrio, en mi querido país Colombiano”. Gracias Dios.

*Novicia. Comunidad Hermanas Paulinas. Miembro de la Comisión Arquidiocesana de Comunicadores Sociales y Periodistas.








Anímate Joven...La Pastoral Juvenil una familia para ti.
Por Fulbio de Jesús Labastidas*

Apreciados amigos de Kairós:
La Comisión Arquidiocesana de Pastoral Juvenil, te hace llegar el más fraternal y caluroso saludo de nuevo año; de igual manera te queremos decir, que aprovechando la época de fin de año 2008 e inicios de 2009, hemos estado trabajando en aspectos de fortalecimiento interno con el único fin de proyectar esa unidad que el Señor quiere y que se requiere para el éxito y buena marcha en los trabajos de Evangelización, porque: “Sólo quien ama a su hermano a quien ve, puede amar a Dios a quien no ve”; por ello la comisión estuvo compartiendo un día de la novena de navidad, acompañado de una espectacular cena en donde vivieron juntos la Nochebuena como una verdadera familia; de igual manera este compartir se hizo extensivo a todos los delegados en la reunión del mes de enero de 2009 y también como toda una familia compartieron un almuerzo en el lugar habitual de sus reuniones en sintonía con el lema correspondiente a dicho momento y para culminar estas actividades de celebración en unidad.
El 31 de enero se reunieron en la urbanización la playa, en donde estuvieron definiendo los nuevos subsidios de esta versión 2009 y culminando el diseño de la Escuela de Animación Juvenil, que se realizará del 6 al 8 de marzo del presente en la casa de retiros de San Pablo en Salgar.
Cabe anotar, que la Escuela de Animación, obedece a la imperiosa necesidad de brindar a los jóvenes de la Arquidiócesis, herramientas claves, formativas en aspectos integrales, que los promuevan al trabajo en, con, hacia y para los jóvenes; trabajo cuyo eje central sea Jesús de Nazareth, para que en Él tengan vida. Dicha escuela se articulará en las dimensiones antropológica, sociocultural, teológico-espiritual y Pastoral; con ello se quiere fomentar un liderazgo juvenil cristiano que se refleje con nuevas actitudes positivas, para la animación de las diferentes estructuras que conforman las Unidades Pastorales y los diferentes Movimientos Diocesanos en el marco del PDRE.
Así, que invitamos a los jóvenes de la Arquidiócesis, a que se motiven y nos acompañen en esta experiencia maravillosa y a que se animen a conformar los diferentes equipos juveniles en las Unidades Pastorales. Recuerden: Cristo cuenta con ustedes.
Un fuerte abrazo para todos.

* Comisión Arquidiocesana de Pastoral Juvenil. sagit0771@hotmail.com

El Rincón de Pablito

Métete en el cuento
Los pesados de la fauna


En el Planeta existen seres vivos de todas las tallas. No importa si es un ser humano, una planta o un animal, algunos son grandes y otros no tanto. En esta oportunidad te vamos a contar curiosidades de cinco “gorditos” famosos de la fauna.

Hipopótamo
Este enorme herbívoro africano pesa en promedio una tonelada y media, y mide 2.5 metros de largo, aunque se cree que nunca deja de crecer. Se han registrado animales de hasta tres toneladas de peso. A pesar de su peso, los hipopótamos corren más rápido que un humano, y se les ha visto desplazarse a 48 Kilómetros por hora.

Oso polar
Como habita en el fuerte frío del ártico a este oso le ha tocado ser un especialista en acumular grasa, la cual usa para generar calor en su cuerpo y para producir leche para sus crías. Esta grasita de hasta 12 centímetros de grosor, le sirve también para flotar al nadar. Es el carnívoro más grande sobre la tierra: mide hasta 2.5 metros de largo y pesa media tonelada.

Cerdo
Su reputación de gordito se debe a que es uno de los animales más glotones. Su dieta es omnívora, es decir, come de todo: plantas, insectos, corteza de árbol y otros animales pequeños. Un cerdo adulto puede pesar casi una tonelada y come alrededor de 15 kilos de alimento al día.

Rinoceronte
Su apariencia de gordito se lo debe a sus patas cortas y constitución fuerte. Pese a su gran talla, no se considera un animal agresivo, es 100% herbívoro. Hay cinco especies en la actualidad y todos pesan más de una tonelada (el record de peso para un rinoceronte es de 3.500 kilos). Las crías pesan al nacer hasta 65 kilos. A pesar de sus kilitos, son buenos nadadores y corren a unos 40 Kilómetros por hora.

Avestruz
No sólo es el ave más grande del planeta (un macho mide alrededor de 2.5 metros de alto) sino también la más gorda. Con esa cabeza chiquita y patas flacas, es difícil creer que el avestruz pueda pesar hasta 130 kilos, aunque cabe decir que muy poco de ese peso es grasa. Si bien sus alas son grandes, no puede volar, pero eso no parece importarle porque puede correr hasta a 65 kilómetros por hora.

lunes, febrero 02, 2009

NUESTRA PORTADA

"Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad."
Mensaje del Papa Benedicto XVI con motivo de la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Tendiendo en cuenta las grandes transformaciones que han vivido los modelos de comunicación, el Papa Benedicto XVI envió su mensaje para la XLIII Jornada Mundial de la Comunicaciones Sociales con el título: "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad”. En el mensaje de este año, el Pontífice pensó particularmente en quienes forman parte de la llamada generación digital y compartió con ellos algunas ideas sobre el extraordinario potencial de las nuevas tecnologías, cuando se usan para favorecer la comprensión y la solidaridad humana.
El Santo Padre también se refirió a todos los beneficios que traen consigo las nuevas tecnologías de la comunicación al cortar distancias gracias a su evolución que, a su vez, ha traído fiabilidad y eficiencia respondiendo al deseo de las personas de hacer relaciones unas con otras. “Este anhelo de comunicación y amistad tiene su raíz en nuestra propia naturaleza humana y no puede comprenderse adecuadamente sólo como una respuesta a las innovaciones tecnológicas. A la luz del mensaje bíblico, ha de entenderse como reflejo de nuestra participación en el amor comunicativo y unificador de Dios, que quiere hacer de toda la humanidad una sola familia. Cuando sentimos la necesidad de acercarnos a otras personas, cuando deseamos conocerlas mejor y darnos a conocer, estamos respondiendo a la llamada divina, una llamada que está grabada en nuestra naturaleza de seres creados a imagen y semejanza de Dios, el Dios de la comunicación y de la comunión”, añade el documento.

De la misma manera el Papa Benedicto XVI recordó el compromiso al cual estamos llamados todos los cristianos: el Amor a Dios y a nuestro prójimo, “con esta luz, al reflexionar sobre el significado de las nuevas tecnologías, es importante considerar no sólo su indudable capacidad de favorecer el contacto entre las personas, sino también la calidad de los contenidos que se deben poner en circulación. Deseo animar a todas las personas de buena voluntad, y que trabajan en el mundo emergente de la comunicación digital, para que se comprometan a promover una cultura de respeto, diálogo y amistad”, reza el mensaje y hace un llamado a los profesionales de la comunicación para que trabajen para el bien de la humanidad y eviten “compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y excluir por tanto lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza y la intimidad de la sexualidad humana, o lo que explota a los débiles e indefensos”.

También fue la oportunidad para hablar de la importancia de la verdad en nuestros tiempos, sobre todo ahora que las nuevas tecnologías ofrecen mejores espacios para compartir y encontrase con facilidad. “Sin embargo, para que esos encuentros den fruto, se requieren formas honestas y correctas de expresión, además de una escucha atenta y respetuosa. El diálogo debe estar basado en una búsqueda sincera y recíproca de la verdad, para potenciar el desarrollo en la comprensión y la tolerancia. La vida no es una simple sucesión de hechos y experiencias; es más bien la búsqueda de la verdad, del bien, de la belleza. A dichos fines se encaminan nuestras decisiones y el ejercicio de nuestra libertad, y en ellos —la verdad, el bien y la belleza— encontramos felicidad y alegría. No hay que dejarse engañar por quienes tan sólo van en busca de consumidores en un mercado de posibilidades indiferenciadas, donde la elección misma se presenta como el bien, la novedad se confunde con la belleza y la experiencia subjetiva suplanta a la verdad”.

En este nuevo mensaje de Benedicto XVI se define la amistad como una de las “más nobles conquistas de la cultura humana” y se destaca por el nuevo auge que ha tenido este concepto en el vocabulario de las redes sociales de los últimos tiempos. “En nuestras amistades, y a través de ellas, crecemos y nos desarrollamos como seres humanos. Precisamente por eso, siempre se ha considerado la verdadera amistad como una de las riquezas más grandes que puede tener el ser humano. Por tanto, se ha de tener cuidado de no banalizar el concepto y la experiencia de la amistad. Sería una pena que nuestro deseo de establecer y desarrollar las amistades on line fuera en deterioro de nuestra disponibilidad para la familia, los vecinos y quienes encontramos en nuestra realidad cotidiana, en el lugar de trabajo, en la escuela o en el tiempo libre. En efecto, cuando el deseo de conexión virtual se convierte en obsesivo, la consecuencia es que la persona se aísla, interrumpiendo su interacción social real. Esto termina por alterar también los ritmos de reposo, de silencio y de reflexión necesarios para un sano desarrollo humano”, agrega el Papa.

Proponiendo unas redes digitales para todos, el Sumo Pontífice resaltó el verdadero valor de las nuevas tecnologías para hacer un mundo accesible e integrador, “Sería un grave daño para el futuro de la humanidad si los nuevos instrumentos de comunicación, que permiten compartir saber e información de modo más veloz y eficaz, no fueran accesibles a quienes ya están social y económicamente marginados, o si contribuyeran tan sólo a acrecentar la distancia que separa a los pobres de las nuevas redes que se desarrollan al servicio de la información y la socialización humana”.

El mensaje concluyó haciendo un llamado a los jóvenes católico exhortándolos para que lleven al mundo digital el testimonio de su fe y se comprometieran a sembrar en la cultura de este nuevo ambiente, que se ha creado gracias a las redes digitales, los valores sobre los que se apoya la vida católica. “El don más valioso que les podéis ofrecer (las nuevas redes digitales) es compartir con ellos la ‘buena noticia’ de un Dios que se hizo hombre, padeció, murió y resucitó para salvar a la humanidad. El corazón humano anhela un mundo en el que reine el amor, donde los bienes sean compartidos, donde se edifique la unidad, donde la libertad encuentre su propio sentido en la verdad y donde la identidad de cada uno se logre en una comunión respetuosa. La fe puede dar respuesta a estas aspiraciones: ¡sed sus mensajeros! El Papa está junto a vosotros con su oración y con su bendición”, finaliza el Papa.

Parroquias Ayer y Hoy

Unidad Pastoral San José de Puerto Alegre
En la tradición sigue viva la fe


* Julio Giraldo
Ponedera es un lindo municipio localizado al oriente del departamento del Atlántico, sus orígenes se remontan al año 1743. En esta oportunidad, para hacer un resumen de la historia de su parroquia, tendremos como referencia un precioso y documentado libro escrito por la distinguida señora doña Bertilda de la Hoz De Solano, quien recientemente descansó en la paz del Señor, y que en este escrito le hacemos un merecido homenaje a tan ilustre matrona al transcribir datos y notas de tan preciosa pluma.

En épocas muy remotas estas tierras pertenecían al Reino Español. Estaban divididas en colonias. Eran extensos playones a lo largo del río Magdalena, cultivados por los agricultores y frecuentado por los anfibios, tortugas, hicoteas y morrocoyas que se acostumbraron a desovar en este sitio por el frescor del ambiente. En épocas de verano acudían los vecinos de los pueblos cercanos como Guáimaro, Remolino y Salamina, situados al otro lado del río en el departamento del Magdalena, con el fin de extraer los huevos de sus playas para beneficiarse con su pulpa sana y deliciosa. Esos mismos visitantes, conociendo la fertilidad de las tierras, se dispusieron a cultivarlas y a levantar en ellas sus chozas para vivir. Pero fue oficialmente el 28 de noviembre de 1743 cuando se armaron las primeras treinta casas de este caserío, figurando como fundador Francisco Pérez de Vargas, comisionado por el Virrey Sebastián de Eslava. A este primer caserío llegó un misionero español de nombre José Pertuz, quien bendijo el pequeño poblado y los exhortó a construir una ermita y a comprar una imagen de San José. De inmediato sus habitantes, valiéndose de los burros como medio de transporte, movilizaron grandes horcones, bejucos, cañas bravas, materiales usados en la construcción primitiva de la época y así nació la primera capillita. El sacerdote celebró una primera misa y en ella llamó al caserío con el nombre de San José de Puerto Alegre, atendiendo a la concurrencia de botes y de gente en el Puerto a orillas del río.

Nace, entonces, un pequeño, acogedor y pacifico lugar lleno de árboles; por sus callecitas llenas de polvo y barro caminan hombres y mujeres llevando en sus burros y en sus hombros cántaros de agua fresca para sus necesidades hogareñas; los campos muy fértiles eran cultivados por sus habitantes quienes por las tardes regresaban en sus burros cargados de maíz verde y mazorcas asadas para regalarle a sus vecinos. Por su parte, los pescadores se adentraban al río por las noches apertrechados de sus atarrayas, del alimento que las mujeres les prepararon y de los tradicionales mechones para alumbrar la oscuridad de la ciénaga. Muy temprano regresaban llenos no de luceros sino de grandes y apetitosos bocachicos que inmediatamente picaban y escamaban sus mujeres para echarlos al caldero y luego, con bollo limpio o de yuca, consumirlos como un delicioso desayuno. Nadie compraba nada porque allí en tan acogedor y lindo paraíso sus habitantes practicaban el famoso trueque, se cambiaba un producto por el otro, todo era abundante, la leche era pura, los huevos se daban en cada hogar ya que en sus amplios patios cacareaban las gallinas; en cuanto a frutas y legumbres, este pueblo fue bendecido por Dios y en cada hogar se daban el lujo de consumirlas al por mayor.

San José de Ponedera comienza a crecer y constantemente es visitado por los misioneros agustinos, quienes bautizaban a los niños y celebraban la Eucaristía. Transcurren cien años y parece que en 1883 la Ponedera de aquel entonces adquirió el título de parroquia pero conservando su calidad de Aldea. Para la misma época llega el presbítero Hilario Antonio Gallardo a encargarse de la iglesia de Sabanalarga, que por ser cabecera de cantón, Ponedera era parte de su jurisdicción y, por lo tanto, había de conducir la vida religiosa de San José de Puerto Alegre. Este sacerdote ejerció su ministerio durante 8 años hasta 1890, propuso a los feligreses reconstruir la pequeña capilla y cambiarla de sitio. La propuesta fue bien acogida y nuevamente se construyó una ermita más grande, también de bahareque con horcones especiales, y en ese mismo sitio se levantó más tarde la iglesia actual, la que a través del tiempo ha sido sometida a varias reconstrucciones y remodelaciones.

Un 2 de febrero el padre Julio Villasona les habló a los habitantes sobre la advocación de la Virgen de la Candelaria; fueron tan dulces y convincentes las palabras de este sacerdote que de inmediato sus feligreses visitaron a la señora Dolores Escobar, dama oriunda de Cartagena muy devota de la Virgen, quien, atendiendo el ruego del padre Villasona y de la comisión de fieles, se trasladó a San José de Puerto Alegre y recorriendo toda la aldea en un par de días recibió el encargo de iniciar los trámites para conseguir la imagen más bella que existiera en el mundo de la Virgen de la Candelaria, para ser trasladada con todos los honores a la ermita de San José de Puerto Alegre. El santo deseo se cumplió, llega una preciosa imagen de un metro y cincuenta centímetros de altura y se nombra como patrona del pueblo. Muchos son los sacerdotes que han ejercido su ministerio desde los comienzos hasta la actualidad y de los cuales los habitantes de Ponedera guardan profundos y gratos recuerdos, difícil en tan poco espació mencionarlos a todos, el pueblo de Ponedera que tiene buena memoria sabe quiénes son.

La Parroquia Hoy:
Hoy de lo que fue su antigua ermita ya no queda sino el lugar, porque vemos una bella, amplia y moderna Iglesia fruto del trabajo de párrocos y feligresía que durante muchos años ha trabajado para construir una casa para Dios que sea digna morada del Altísimo y que esté a la altura de uno de los pueblos más lindos de la Costa como lo es Ponedera.

Nos cuenta su actual párroco, padre Giovanni Mercado, quien trabaja de tiempo completo en su parroquia y atiende varios corregimientos, que la feligresía de de San José de Puerto Alegre tiene la particularidad especial de ser muy alegre y conserva en parte ese legado religioso heredado de sus antepasados; es una comunidad receptiva y respetuosa por todo lo que es de Dios, asisten a la eucaristía y celebran los sacramentos; el sacerdote es para ellos no solo un guía espiritual, es también el consejero, el familiar, el amigo, el más importante del pueblo; es una feligresía integrada por niños, jóvenes, adultos y adultos mayores; todos caminan de la mano del sacerdote y lo apoyan para sacar adelante el nuevo plan de evangelización.

El lunes 2 de febrero la población nuevamente se viste de gala para venerar con todos los honores a la Santísima Virgen de la Candelaria, la vestirán como en el pasado, con túnica azul y manto blanco, bordado con filigranas de oro y será paseada en solemne procesión por las legendarias y románticas calles del pueblo; serán 3 misas solemnes y bendición de las candelas.


* Periodista - Historiador

Encuentros con el Arzobispo

MATRIMONIO Y EUCARISTÍA
Por Julio Giraldo*
Hay un tema que siempre es de actualidad y, sobre todo, de mucha controversia; se trata de la situación de muchos católicos en el mundo que en algún momento contrajeron matrimonio por la Iglesia católica, luego se divorcian y nuevamente se vuelven a casar. En esta oportunidad hablamos con el Arzobispo Rubén Salazar para aclarar ciertas dudas que aún rodean esta importante temática.

Julio Giraldo: La Iglesia insiste en negar la comunión a quienes se encuentran en tal situación, ¿no es esta medida un poco injusta?

Arzobispo Rubén Salazar: Este tema es muy complejo porque para poder tratarlo hay que ahondar en el sentido de la salvación que Dios nos ofrece por medio de Cristo. Sin embargo, la argumentación básica es la siguiente: Dios ha creado al ser humano a su imagen y semejanza y esto significa que todo ser humano está llamado –como camino único de realización personal- a amar y ser amado. No obstante, bien sabemos cómo somos incapaces de amar ya que nos dejamos alienar por el egoísmo que –en lugar de buscar el bien de los demás- se concentra en buscar el propio bien, el propio provecho, el propio interés, el propio placer. En esto consiste precisamente el pecado. Pero el amor de Dios ha llegado hasta el extremo de que nos ha enviado a su Hijo para que, compartiendo nuestra condición humana menos en el pecado, nos liberara del pecado dándonos su Espíritu que es el amor mismo de Él derramado en nuestros corazones. A esa gracia se accede por medio de todos los sacramentos y, de manera especial, por medio del sacramento del bautismo –por el cual somos configurados con Cristo como hijos de Dios para amarlo con todo el corazón y amarnos los unos a los otros como hermanos- y el sacramento de la Eucaristía –fuente primera y expresión de la comunión que engendra el amor con Dios y con los demás-. Para el bautizado, por lo tanto, todas las realidades se transforman profundamente y, de manera especial, la relación de amor conyugal del varón y la mujer alcanza una dimensión que da al matrimonio la fuerza para ser signo, representación, manifestación del amor de Dios por su pueblo y del amor de Cristo por su Iglesia. Por eso el matrimonio entre los bautizados es un sacramento que se alimenta en la radicalidad de su amor con el sacramento de la Eucaristía.

J. G.: Pero, ¿qué significa esto en concreto en la vida de los casados?

A. R. S.: Significa, como lo ha expresado el papa Benedicto XVI en una de sus audiencias, que el “eros” -toda la realidad del amor conyugal que incluye la relación sexual y que procede como don de la bondad de Dios Creador hacia el ser humano- participa del dinamismo del amor que lleva al ser humano a renunciar a sí mismo para buscar el bien del otro. El eros se transforma en “agápe”, es decir, en aquel amor –infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo- que lleva a los dos a amarse realmente de tal manera que ninguno se busca a sí mismo su bienestar, su placer, sino que busca siempre –renunciando a sí mismo- el bien del otro; es decir, se transforma en caridad, en un camino de purificación, de crecimiento y profundización permanente de la relación matrimonial de entrega mutua.

Y el alimento –para que se haga realidad en el amor conyugal esa entrega de amor que supera ciertamente las pobres fuerzas humanas- es el sacramento de la Eucaristía por el cual nos unimos profundamente a Cristo, entregado a la muerte en la cruz por nosotros para que tengamos vida y la tengamos en abundancia. Así aparece que el sacramento del matrimonio necesita del sacramento de la Eucaristía para poder ser siempre “sacramento”, es decir, no simplemente un contrato humano para unir dos egoísmos sino un signo e instrumento del amor de Dios que, desde la pareja, se irradia sobre los hijos, y, desde la familia, sobre todos los seres humanos en círculos cada vez más amplios hasta abarcar a todos. Y que el sacramento de la Eucaristía supone un matrimonio sacramento para que éste puede desarrollar todas sus potencialidades en el campo del amor.

J. G.: Pero sigo sin entender por qué aquellos que por múltiples razones se han divorciado del primer matrimonio contraído en la Iglesia no puedan comulgar.

A. R. S.: Precisamente porque el matrimonio es sacramento, es decir, signo e instrumento del amor de Dios, el amor conyugal es necesariamente un amor fiel que nunca podrá romperse como no se puede romper el amor de Dios por nosotros. Si la pareja que ha unido su vida bajo el signo sacramental rompe ese vínculo y contrae otro matrimonio, este segundo matrimonio no es sacramento y, por lo tanto, rompe también la comunión con Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica lo expresa así: “Hoy son numerosos en muchos países los católicos que recurren al divorcio según las leyes civiles y que contraen también civilmente una nueva unión. La Iglesia mantiene, por fidelidad a la palabra de Jesucristo ("Quien repudiare a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquélla; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio": Mc. 10,11-12), que no puede reconocer como válida esa nueva unión, si era válido el primer matrimonio. Si los divorciados se vuelven a casar civilmente, se ponen en una situación que contradice objetivamente a la ley de Dios. Por lo cual no pueden acceder a la comunión eucarística mientras persista esta situación, y por la misma razón no pueden ejercer ciertas responsabilidades eclesiales. La reconciliación mediante el sacramento de la Penitencia no puede ser concedida más que a aquellos que se arrepientan de haber violado el signo de la Alianza y de la Fidelidad a Cristo y se comprometan a vivir en total continencia. Respecto de los cristianos que viven en esta situación y que con frecuencia conservan la fe y desean cristianamente educar a sus hijos, los sacerdotes y toda la comunidad deben dar pruebas de una atenta solicitud a fin de que aquéllos no se consideren como separados de la Iglesia, de cuya vida pueden y deben participar en cuanto bautizados".

En otras palabras: Los casados válidamente por la Iglesia pero divorciados civilmente y vueltos a casar también civilmente no pueden recibir la comunión eucarística pero sí deben seguir participando activamente en la vida de la Iglesia a la cual siguen perteneciendo. Y la Iglesia debe seguir amándolos y acompañándolos para que contribuyan también ellos a construir un mundo basado en el auténtico amor. Por esto, no es una medida injusta sino la expresión clara del sentido profundo del matrimonio y su relación con el sacramento de la Eucaristía.
*Historiador - Periodista. julioetica@hotmail.com
La cultura solidaria como signo de paz

En nuestros tiempos vemos como muchas personas de todo el mundo se preocupan (o más procuran) viajar, conocer, hablar con personas de otras nacionalidades con el fin de conocer un poco más de aquel hermano que también Dios creó. Son esas personas quienes tienen una visión clara y profunda del verdadero significado de la cultura de la paz. Mientras más conozcamos a nuestros prójimo, sus costumbres, sus ideas y su manera de hacer muchas cosas, de esa misma forma responderemos con mayor tolerancia y amor por ellos.

La cultura tiene un significado ideológico pero a su vez espiritual en todos los hombres, su razón busca crear una identidad entre las personas con el fin de diferenciarse una de otras. Gracias a esto vemos un mundo lleno de variedad, diversidad y particularidad que dan un aporte significativo y un sinnúmero de experiencias entre quienes hacen parte de estas. Cuando se encuentra un punto en el que converjan todas estas culturas y los seres humanos comparten con alegría sus costumbres, también encontramos una experiencia de paz en la que sus protagonistas viven intensamente valores como la fraternidad, el amor y la hermandad.

Sin embargo, la capacidad de reconocernos nosotros mismos en el otro sin importar sus diferencias en la cultura lleva consigo una gran madurez y disponibilidad para responder al llamado que Dios no está haciendo “Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros” (Juan 15, 11-17).

Pero esto solo es posible si asumimos una actitud de verdaderos cristianos comprometidos con vivir realidades en la que reconozcamos y encontremos más herramientas que nos sirvan como base para ser el cristiano que Dios quiere de cada uno de nosotros. Cuando hablamos de la interrelación de las culturas también nos referimos a la conciencia que debe tener cada una de ellas para que asuma una actitud de tolerancia y de fraternidad con las demás. Una cultura no podría llamarse cultura si no valora las demostraciones culturales que le son ajena.


Instrumento para llegar a la paz: ese es el reto
Son muchas las personas que se sienten orgullosos y felices por pertenecer a una cultura en especial. En nuestro país vemos como los costeños defienden sus costumbres, los cachacos respetan mucho sus tradiciones, los paisas hablan de lo buena que es su gente, entre otros; pero, ¿hasta qué momento este orgullo regionalista puede ser una herramienta de paz o de discordia entre las culturas?

Si bien es cierto, aunque nuestro orgullo sea muy grande por la región en que vivimos debemos tener claro que todos –absolutamente todos- ante los ojos de Dios somos sus hijos, creados a su imagen y semejanza, y con la responsabilidad innata e irrevocable de trabajar por la unión de todos los pueblos, para que se viva la paz, el amor y la corresponsabilidad entre las sociedades. Y precisamente, para alcanzar una verdadera paz entre las gentes es utilizando todas aquellas herramientas que nos regala el Evangelio de todos los días: la humildad, la sinceridad, la caridad, el respeto, el diálogo, etc., aunque para muchos son cosas que no tendrían que ver con este tema, sin lugar a dudas son piezas claves y fundamentales en nuestro deseo de querer tener una sociedad más justa, solidaria, digna, libre, en paz y que se viva el valor de la comunión desde las esferas en la que cada uno se desenvuelve.

No importa si es la gran mayoría de nuestros coterráneos los que asumen una actitud indiferente y casi grotesca con las demás personas diferentes a su cultura, nosotros, como verdaderos cristianos, debemos hacer la diferencia y no para llamar la atención o para que piensen que “somos buenas personas”, sino como respuesta al compromiso que tenemos con nuestro amor al Todopoderoso, a ser reflejo de su amor, a llevar su verdad; esa verdad que si la asumimos como nuestra fe plasmada en hechos palpables pueden ser grandes testimonios que cambien muchas vidas. De nada vale si conocemos la Palabra de Dios si no la ponemos en práctica y no porque nos toque sino porque creemos firmemente que es lo que amamos –la ley de Dios- y que es lo que nos llevará a un mejor encuentro entre hermanos y para llegar verdaderamente a Él.

El reto no es quizás conocer claramente lo que somos y de dónde venimos; el reto consiste en que eso que sabemos y vivimos a diario también pude ser utilizado para cambiar el mundo, para darle nuevos horizontes a la esperanza universal de la paz. Tal vez somos pocos los que tenemos conciencia acerca de lo importante que puede ser esto el ambiente cultural, pero lo que hagamos y como lo hagamos a favor del rescate de los buenos valores va a ser muy importante y significativo en este gran objetivo que debemos tener todos.

Identidad cultural fortaleciendo la identidad espiritual
Defender los bienes culturales de nuestra región no solo es un deber como ciudadanos, además es un deber que tenemos todos como cristianos. En medio de este mundo globalizado donde cada vez son más las pequeñas culturas que poco a poco desaparecen es indispensable tomar decisiones que vayan de acuerdo a la salvaguarda de quienes necesitan que también los representen, sobre todo si frente a otros son llamados “débiles”. Sin embargo, esto no significa que deberíamos olvidarnos de nuestros valores, principios y creencias como cristianos; al contrario, es esos momentos cuando debemos encontrar más oportunidades en la que podamos demostrar con mayor ahínco nuestras fe transformadora.

Si tomamos de la Palabra de Dios para moldear nuestra mirada frente al respeto de todas las culturas que nos rodean, desarrollaremos de una mejor manera nuestra tarea de llevar el Evangelio por medio de actos que profesen la fe desde su esencia misma. No basta tampoco con conocerlos y ser abiertos a las otras costumbres, la labor también consiste en brindar espacios para que los otros puedan expresarse, desarrollarse y transformarse como sea su necesidad.

Ver esto de la anterior manera nos ayudará a edificar la sociedad que Dios quiere y el mundo necesita, y nos llevará a un nuevo enfoque de la diversidad cultural que asuma compromisos, compañía y, sobre todo, posibilidades para quienes lo necesitan. Es así como abordaremos con mayores y mejores resultados nuestra vida en comunidad basada en todos aquellos aspectos que la hacen posible: la solidaridad, la fraternidad, la justicia, la caridad, la dignidad y el respeto.

Busquemos ahora cuál puede ser nuestro aporte a nuestras propias culturas y a la igualdad con aquellas que también hacen parte del mundo en el que vivimos. Más que propiciar espacios se trata de respetarlos y de reconocerlos como el prójimo que tenemos y el cual Dios no ha dado para convivir, como hermanos, en su ley divina.
El proceso de división en capítulos y versículos de la Biblia


Por Johan Llanos Berdugo*
Los textos bíblicos más antiguos en las lenguas originales no estaban divididos en capítulos ni en versículos, no había separación entre las palabras, ni vocales, ni signos de puntuación, ni títulos de cabecera que ayudasen a localizar los pasajes bíblicos. Los autores sagrados compusieron un texto largo y continuo desde la primera página hasta la última.

Fueron los judíos quienes, al reunirse los sábados en las sinagogas, comenzaron a dividir en secciones la Ley (es decir, los cinco primeros libros bíblicos, o Pentateuco), y también los libros de los Profetas, a fin de poder organizar la lectura continuada. Nació así la primera división de la Biblia, en este caso del Antiguo Testamento, que sería de tipo “litúrgica” puesto que era empleada en las celebraciones cultuales.

Como los judíos procuraban leer toda la Ley en el transcurso de un año, la dividieron en 54 secciones (tantas, cuantas semanas tiene el año) llamadas "perashiyyot" (divisiones). Estas separaciones estaban señaladas en el margen de los manuscritos, con la letra “p”. Los Profetas no fueron divididos enteros en “perashiyyot”, como la Ley, sino que se seleccionaron de ellos 54 trozos, llamados “haftarot” (despedidas), porque con su lectura se cerraba en las funciones litúrgicas la lectura de la Biblia.

El evangelio de San Lucas (4,16-19) cuenta que en cierta oportunidad Jesús fue de visita a su pueblo natal, Nazaret, en donde se había criado, y cuando llego el sábado concurrió puntualmente a la sinagoga a participar del oficio como todo buen judío. Estando allí lo invitaron a hacer la lectura de los Profetas. Entonces Él pasó al frente, tomó el rollo y leyó la “haftarah” que tocaba aquel día, es decir, la sección de los Profetas correspondiente a ese sábado. Lucas nos informa que pertenecía al profeta Isaías y que era el párrafo que actualmente ha quedado formando parte del capítulo 61 según nuestro moderno sistema de división.

Los primeros cristianos tomaron de los judíos esta costumbre de reunirse semanalmente para leer los libros sagrados. Pero ellos agregaron a la Ley y los Profetas también los libros correspondientes al Nuevo Testamento. Es por eso que resolvieron dividir también estos rollos en secciones o capítulos. Nos han llegado hasta nosotros algunos manuscritos antiguos, del siglo V, en donde aparecen estas primeras tentativas de divisiones bíblicas.

Con el correr de los siglos ya no bastaban estas divisiones litúrgicas, sino que hacia falta otra más precisa; además se imponía una división de todos los libros de la Biblia, y no solo de los que eran leídos en las reuniones cultuales. El mérito de haber emprendido esta división de toda la Biblia en capítulos, tal cual la tenemos actualmente, correspondió a Esteban Langton, futuro arzobispo de Canterbury (Inglaterra). En 1220 decidió crear una división en capítulos, más o menos iguales. Su éxito fue tan resonante que la adoptaron todos los doctores de la Universidad de París, con lo que quedó consagrado su valor ante la Iglesia.

Langton había hecho su división sobre un nuevo texto latino de la Biblia, es decir, de la Vulgata, que acababa de ser corregido y purificado de viejos errores de transcripción. Esta división fue luego copiada sobre el texto hebreo, y más tarde transcripta en la versión griega llamada de los Setenta. Cuando en 1228 murió Esteban Langton, los libreros de Paris ya habían divulgado su creación en una nueva versión latina que acababan de editar, llamada "Biblia parisiense", la primera Biblia con capítulos de la historia. Esta obra la admitieron incluso los mismos judíos para su Biblia hebrea.

Roberto Estienne, (o Stephanus), popularizó el uso de la numeración de versículos para toda la Biblia. Para los libros protocanónicos del Antiguo Testamento adoptó, aunque con algunos retoques, la división del dominico italiano de finales del s.XV, Santos Pagnino. Curiosamente el dominico no había puesto versículos a los 7 libros deuterocanónicos, por lo cual Stefano tuvo que completar esta labor y para los deuterocanónicos y todo el Nuevo Testamento elaboró una nueva división. Se cuenta que este trabajo lo realizó en el transcurso de un viaje a caballo de París a Lyón. En 1551 publicó el Nuevo Testamento griego, y cuatro años más tarde publicó la Biblia completa en latín. En ambos casos los números de los versículos no figuraban en el texto bíblico, sino al margen. En 1565, Teodoro de Beza inscribe los números de los versículos en el interior del texto mismo. Esta división, al igual que la anterior en capítulos, también fue hecha sobre un texto latino de la Biblia. Sólo en 1572 se publicó la primera Biblia hebrea con los versículos.

Finalmente el papa Clemente VIII hizo publicar una nueva versión de la Biblia en latín para uso oficial de la Iglesia, pues el texto anterior de tanto ser copiado a mano había sido deformado. La obra vio la luz el 9 de noviembre de 1592, y fue la primera edición de la Iglesia Católica que apareció con la ya definitiva división de capítulos y versículos. Las divisiones en capítulos y versículos no son perfectas, en algunos lugares la división del texto resulta artificial y discutida, pues no respeta la unidad del discurso o del relato.

*Ingeniero en Telecomunicaciones. Universidad Autónoma del Caribe.
Lic. Ciencias Religiosas. Facultad de Teología Pontificia U. Javeriana.
Diplomado en Teología Bíblica. Universidad del Norte.
jojellabe11@hotmail.com
San Pablo vivo hoy

Por Johanna Milena Jurado*
Es motivo de gran alegría para todos continuar con la celebración de este año jubilar dedicado al Apóstol san Pablo, que dio inicio el pasado 28 de junio de 2008 y se extenderá hasta el 29 de junio de este año 2009, tal como lo ha dado a conocer el Papa Benedicto XVI.

Y es que la figura de este Gran Apóstol y la manera como amó a Cristo, lo vivió y se apasionó por anunciarlo a todos, debería enamorarnos, debería cautivar nuestra misión particular; sin embargo, es cierto que no se llega a amar lo que no se conoce. Por eso, a ti personalmente, a tu familia, a tu grupo parroquial, invito para que pidamos a Dios esta gracia especial, no sólo de conocer la vida y obra del apóstol, sino de “ADENTRARNOS DESDE SU EXPERIENCIA CON JESÚS, EN UNA EXPERIENCIA PERSONAL DEL AMOR QUE DIOS NOS TIENE COMO DISCIPULOS Y MISIONEROS EN EL MUNDO DE HOY”.

Todos, en alguna oportunidad, hemos tenido experiencias que marcan nuestras vidas, si nos detenemos un momento en ello vendrán a nuestra memoria recuerdos, situaciones, personas que guardamos profundamente en el corazón. Quizás algunas de estas experiencias se dieron en la niñez, en la adolescencia o en la edad adulta no importa, lo cierto es que, fáciles o difíciles, alegres o tristes, nos abrieron una perspectiva nueva ante la valoración de los detalles, los gestos, los sentimientos, las cosas, las circunstancias, las personas y hasta la misma vida.

Esto fue precisamente lo que le sucedió a san Pablo en su camino hacia Damasco, tal como lo narra el evangelista Lucas en los Hechos de los Apóstoles capítulo 9, 1-9. Te invito para que en un momento de oración y deseo sincero de encuentro con Dios, abras tu Biblia y busques este pasaje. Notamos que Pablo, entonces llamado Saulo, era un gran perseguidor de los cristianos, es decir de los que creían y anunciaban a Jesús Resucitado, puesto que defendía a toda costa la ley y los principios que había aprendido como buen judío, como buen fariseo; por tanto este nuevo grupo significaba una amenaza a sus tradiciones, a sus esquemas.

Sin embargo, este mismo Jesús le sale al encuentro en el camino a Damasco a donde Saulo se dirigía para llevar presos a Jerusalén a los cristianos que encontrara allí. Él queda envuelto en un resplandor de luz que lo deja ciego pero escucha al mismo tiempo una voz que le dice: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” y después: “Yo soy Jesús a quien tú persigues”.

Esta predilección de amor de parte de Dios hacia él, experimentada en medio de su ceguera y estas palabras que escuchó, se convirtieron en el hecho fundante de su discipulado y de la incansable misión por comunicar el mensaje de salvación a todas las naciones, hasta llegar a decir en su carta a los Gálatas: “Vivo creyendo en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí” (Gál 2, 20).

Muchas más cosas habría por decir del Apóstol y de esta experiencia que marcó su vida, sin embargo sólo quiero que a partir de este primer acercamiento pidas humildemente a Jesús que puedas reconocerlo en el camino de tu vida, que puedas verlo en aquellas personas con quienes te encuentras a diario: hijos, amigos, padres, vecinos, compañeros de estudio, de trabajo, etc.

¿Cuántas veces andamos distraídos por la calle y aunque la voz de Jesús resuena en nuestro interior, no la escuchamos? Quizás ese Jesús presente en el consejo del buen amigo, en las palabras del sacerdote, en la sabiduría del anciano, en la inocencia del niño o en el suave susurro de la brisa. Cuántas veces su presencia ha estado más cerca de lo que nos imaginamos, pero siempre entre los afanes cotidianos, vamos en búsqueda de algo extraordinario y majestuoso, queremos y exigimos milagros inmediatos, pero le hacemos el quite a la espera, a la fe, al abandono total en las manos de Dios. ¿Cuántas veces queremos hacer nuestro propio camino, llenos de prepotencias y seguridades? Nos cuesta reconocer que nos equivocamos, que somos pequeños y débiles y juzgamos apresuradamente a los otros creyéndonos perfectos.

Pero a pesar de ello, Dios tiene su hora y su momento en nuestra historia personal. Basta que le abramos nuestro corazón, que creamos más en su gracia y en su amor capaz de perdonarnos, de darnos un nuevo camino, de acogernos así como somos para comunicarnos Vida en abundancia y, seguramente, encargarnos una misión. Nuestra tarea es descubrirla.

Ahora realiza la siguiente oración: Dios Amigo, aquí me tienes, tú conoces mi vida, conoces mis pasos, los deseos que hay en mi corazón. Sal a mi encuentro y pon tu mano sobre mis ojos para que pueda verte, para que pueda percibirte aún en las cosas más pequeñas y sea agradecido (a) contigo; toca también mis oídos para que aprenda a distinguir tu voz, envuélveme en tu amor divino como lo hiciste con el Apóstol Pablo y derriba todas mis seguridades y resistencias a tu gracia.

Pregúntame: ¿A quién persigues? Y hazme entender que estás presente en mis hermanos, en esa o esas personas a quienes todavía guardo odio y rencor. Pregúntame: “¿Qué buscas, cuáles son los ideales y sueños por los que luchas?”. Hazme experimentar tu amor y misericordia en la pequeñez de mi vida y ante todo hazme dócil a tu voluntad, acrecentando en mí, el deseo de encontrarme cada día contigo en la oración sencilla y cotidiana que brota de mi corazón de hijo (a) tuya y haz que en medio de las dificultades nunca pierda el horizonte. Hazme un hombre, una mujer de fe, esperanza y ante todo caridad y concédeme la gracia que ahora te pido a través de la intersección del Apóstol San Pablo, amado y elegido por ti. Amén

*Novicia. Comunidad Hermanas Paulinas. Miembro de la Comisión Arquidiocesana de Comunicadores Sociales y Periodistas.

Plan B: una nueva alternativa para los jóvenes que buscan a Dios

Por Andrea Porras*
Todos hemos notado alguna vez que en diferentes ambientes sociales se forman grupos de personas que de cualquier manera se sienten identificados los unos con los otros, ya sea por sus ideales, formas de vestir, gustos musicales, opiniones, pensamientos, etc.

Algo parecido sucede con algunos jóvenes de Barranquilla, quienes, en medio de sus quehaceres diarios, siempre tienen en su agenda un plan diferente: encontrarse una vez a la semana, conversar y realizar actividades alrededor de lo que los une, de sus inquietudes y ganas de acercarse al Dios de la vida.

Los creadores de este grupo, pertenecientes a la Familia Minuto de Dios, lo bautizaron “Plan B” y, desde entonces, se ha convertido en una nueva y diferente alternativa para evangelizar y cumplir con su decidido objetivo: “motivar a los Jóvenes a que lleguen a Dios con nuevos y distintos espacios, enriqueciéndolos espiritualmente, a través de la oración, dinámicas, alabanzas, reflexiones... logrando así obtener una formación basada en la fe y en aquellas experiencias de una vida en comunidad”.

Pero Plan B, que además también tiene vida en Cartagena, no se quedó solo en las reuniones de los jueves de 6 p.m. a 8 p.m.., pues la Emisora Minuto de Dios vio la necesidad de llevar esta alternativa evangelizadora a diferentes públicos por un mismo medio: la radio. De ahí nace, en los 1370 de la banda AM, un programa lleno de vibra juvenil que hasta al sol de hoy aún podemos escuchar una vez a la semana todos los domingos de 10 a.m. a 11 a.m. Con diferentes secciones y variedad de temas este programa llegó para quedarse en el corazón de todos sus oyentes.

La Emisora Minutos de Dios, con la dirección del padre Alberto Linero Gómez y todo su equipo de trabajo, pone en marcha una significativa misión en la que se buscaba evangelizar cada vez más a niños, adultos y, por supuesto, adolescentes bajo el lema “Minuto de Dios tv y tú nos verás”. Gracias al empuje de aquellas personas que han estado pendiente de este grupo juvenil se crea una versión de Plan B en internet que todos, sin importar el lugar donde se encuentren, pueden verlo todos los sábados a las 11 de la mañana y nuevamente a las 5 de la tarde por la pagina web de la emisora www.elmanestavivo.com o www.minutodedios.tv, las cuales están en transmisión las 24 horas del día y los 7 días de la semana, todo esto con el fin de multiplicar en la cuidad, el país y el mundo entero el mensaje de un Cristo vivo y resucitado. El programa cuenta con varias secciones como testimoniando, el evangelio joven, falso y verdadero, educando a los padres y dibujo libre; de esta manera, con invitados y muchas cosas más en el programa, la Palabra de Dios capta la atención y logra hacer recordar a sus web televidentes que la verdadera paz se puede encontrar con la conciencia de que hay un Dios vivo que nos ama eternamente y lo podemos ver hasta en las cosas más sencillas, en la sonrisa, en una lagrima, un consejo, una historia y el talento de los jóvenes, porque verdaderamente no se mueve ni una sola del las hojas de los árboles sin que Dios lo desee sabiendo que es lo mejor para cada uno de sus hijos hechos a imagen y semejanza de su gran perfección.

Plan B cuenta con la calidad de las personas que trabajan en pro de este proyecto juvenil y, por supuesto, de los que se han comprometido en cuerpo y alma para entregar todo lo mejor a la evangelización, por lo que es motivo de júbilo y gozo invitar a todos los chicos y chicas para que asistan a Plan B. Se realizan las asambleas los jueves, de la misma manera ‘Plan B web’ los sábados y también los invitamos a escuchar ‘Plan B radio’ todos los domingos para que sean multiplicadores del mensaje de Dios desde este grupo que es una nueva alternativa para evangelizar.
* Integrante de Plan B

El Rincón de Pablito


El regreso a clases
Hola amiguitos!! Yo estoy muy feliz porque comenzó un nuevo año y con mucho entusiasmo son muchas las cosas buenas que me he propuesto para estos 365 días.

Desde ya voy a comenzar a colaborar en mi parroquia en todo lo que pueda, me pondré más juicioso con mi participación en el grupo de monaguillos de mi unidad pastoral y asistiré constantemente a las eucaristías para estar cerquita de Dios siempre, para que me acompañe y me vaya bien.

Como ya lo sabes, yo también soy un niño como tú y tengo que volver al colegio los primeros días de febrero. Ahora regresaré a la escuela y haré todas las tareas y le prestaré mucha atención a mis profesores para poder aprender como Dios quiere que aprenda; ojalá que tú también te comprometas a lo mismo que yo, para que al finalizar el año estemos todos felices porque hemos alcanzado una meta más en nuestra corta edad.

¡Ya sabes! Tampoco debemos descuidar nuestro compromiso con la parroquia a la cual asistimos, debemos estar pendiente de las distintas actividades que en ella se organizan para poder participar y estar en sintonía con lo que Dios quiere de cada uno de nosotros.

A continuación te regalo unas ideas para que las pongas en práctica y puedas tener un mejor desempeño en el colegio:

1. Busca un lugar en el cual hagas tu tarea con comodidad:
* Que esté iluminado.
* Que sea en una mesa.
* Que no tenga muchos distractores o lo más lejos de ellos (televisor, radio, vista a la calle, etc.).

2. Debes preparar siempre tus útiles para el día siguiente, en la tarde, no en la noche cuando ya estás cansados y de pronto se te olvide.
3. Dile a tu mamita que cuide mucho de tu alimentación, debes comer saludable en el desayuno, almuerzo y cena. Si puedes también una merienda en horas de la tarde.








NUESTRA PORTADA




La Octava de Navidad


Por Heins Rosenhay y Janeth Donado*
Para algunas personas vivir la Navidad se limita a asistir a los nueve días al rezo de la novena, repetir –a veces mecánicamente- las oraciones diarias y cantar al son de maracas y panderetas los gozos al Niño Jesús. Para otras personas vivir la Navidad se centra en la iluminación y decoración de sus hogares con hermosos lazos y luces de colores. La realidad es que muchos no han entendido el verdadero sentido del Tiempo de Navidad y más aún, ignoran sus diversos e importantes momentos, especialmente de la gran fecha denominada la “Octava de Navidad”.

Durante varios años fui uno más de los que creen que la Navidad finaliza el 25 de diciembre con el nacimiento de Jesús en el pesebre. Por eso, deseo compartir con ustedes una vivencia personal, sobre la Octava de Navidad, experiencia que me cuestionó profundamente porque siempre me he considerado un católico comprometido; sin embargo, el reconocer que este tema me era totalmente desconocido, me impactó. La historia inició así…

…estaba sentado en uno de los jardines de mi unidad pastoral cuando se me acercó mi amiga Isabel, quien me preguntó:

Isabel: ¿Henry, sabes qué se vive después de terminado los nueve días de la novena de Navidad? Porque hace poco escuché en una Eucaristía algo muy interesante, algo que no sabía sobre la Navidad, algo llamado la Octava de Navidad. Te confieso algo, quién sabe cuantas veces he escuchado sobre este tema y no había comprendido el verdadero valor que tiene esta época tan bonita.

Henry: ¿Octava de Navidad?, y eso ¿qué es? Me interesa saber.

Isabel: Bueno amigo te comparto que estuve investigando y encontré una cantidad de cosas maravillosas sobre la Navidad. Como bien sabes, según la Liturgia Católica, existen dos días muy importantes en el Año Litúrgico: uno es el día de la Pascua de resurrección y el otro es el día de la Natividad de nuestro señor Jesucristo. Como estos días son tan importantes, su extensión en horas es aumentada para poder ser celebrados teniendo en cuenta su importancia en la historia de la salvación. Por lo anterior, cada uno de estos días se alarga 192 horas, es decir se alarga ocho días y por eso se le llama “Octava de Navidad”.

Henry: Comienzo a entender…pero… ¿qué se hace en las Octavas?

Isabel: Para allá voy. Las Octavas permiten festejar, como se debe, estos acontecimientos. La Pascua es más importante, debido a que celebramos la resurrección de Jesús, pero la Navidad no deja de tener menor sentido; por eso a ésta también se le llama Infraoctava, que está dedicado a la veneración de la Sagrada Familia de Jesús, María y José: La Sagrada Familia de Nazaret.

Henry: ¿Y para qué se hace la Octava de Navidad?

Isabel: Bueno mira, toda esta temporada es de alegría, pero no de una alegría desbordante y triunfal como la de Pascua de Resurrección; sino una alegría reposada y sonriente, la misma que inundó a San José y a la Virgen María en la intimidad de la cuna de Belén. La Octava de Navidad inicia el 25 de Diciembre y se extiende hasta el 1º de Enero, es por ello que la octava es un día más largo, que en nuestro calendario está representado en ocho días, todo esto con el fin de festejar con gran júbilo y alegría, que Jesús ha nacido en nuestros corazones. En pocas palabras, se hace para avivar el espíritu festivo de esta solemnidad.

Henry: ¿Qué otros temas se reflexionan dentro de la Octava de Navidad?

Isabel: Que bueno que lo preguntas, porque para esa fecha dentro del calendario católico se celebra también la fiesta de la Sagrada Familia, contemplada en el amor, el trabajo y la alegría de la Sagrada Familia de Nazareth; Jesús, María y José. Precisamente, en esta hermosa Familia vemos muchos valores que deberían ser practicados en la actualidad, deben ser el tesoro de nuestra fe y la confianza que le tenemos al Señor. Esa unidad de Jesús y sus padres es ejemplo de amor fecundo, fidelidad, honradez, responsabilidad, obediencia y respeto. Pero ahí no termina. También al finalizar la octava, el 1º de enero, según la Liturgia, festejamos la solemnidad de María Santísima como Madre de Dios. Es importante recordar a María como ejemplo de vida, devoción, de obediencia y entrega total a la voluntad del padre, al escogerla como madre de Jesucristo y madre nuestra. También, durante la Octava de Navidad, el Misal Romano señala unas fechas importantes: para el 26 de Diciembre, la fiesta de San Esteban; para el 27, la de San Juan Evangelista; para el 28, la de los Santos Inocentes, para el 29, Santo Tomás de Cantorbery; después, una Misa para la Infraoctava de Navidad; y para el 31, San Silvestre; cerrándose la octava con la fiesta de Maria Madre de Dios y de la Circuncisión.

Henry: Me parece que todo lo que me has explicado sobre la Octava de Navidad es interesante, pues no solo es esperar el nacimiento de Jesús y cerrar ese capítulo, o esperar un año más, sino que nos recuerda que a ejemplo de esta gran Familia de Nazareth, debemos seguir fortaleciendo nuestros lazos de amor y fraternidad, buscando que nuestras familias se conviertan en un espejo o reflejo de la Sagrada Familia de Belén. Cada uno de nosotros debe poner en práctica el perdón, la responsabilidad, la honestidad, el amor por todos, la entrega en el trabajo, la alegría, la tolerancia, la oración y la confianza en Dios.
Amiga muchas gracias por tu ayuda, he conocido un poco más sobre la Navidad, ten la seguridad que profundizaré el tema y que esta Navidad la viviré de una manera a plenitud…nos vemos.

*Miembros del Coro Arquidiocesano