lunes, abril 21, 2008

NUESTRA PORTADA


¿QUIÉN SOY... QUÉ QUIERO HACER?
No siempre es fácil decidir lo que vamos a hacer con nuestra vida. Muchas veces, sobre todo en la adolescencia, ella se convierte en una carga pesada de la que acostumbramos a decir: "¡No la hemos pedido a nuestros padres!".

SEMANA VOCACIONAL: SOY DISCÍPULO DE JESÚS
Del 12 al 20 de abril se estará desarrollando la primera de dos semanas vocacionales programadas para el presente año. Con esta experiencia se busca que la familia, la escuela y la parroquia, como principales espacios de promoción vocacional, se sensibilicen para lograr despertar muchas vocaciones sacerdotales y religiosas para el Departamento del Atlántico.

JESÚS SIGUE LLAMANDO


Todos hemos sido llamados al seguimiento de Jesús. Desde el bautismo la Iglesia nos hace la primera invitación a introducirnos en esta gran familia de los creyentes de Cristo Jesús, muerto y resucitado a la vida; es una invitación a vivir la experiencia de lo que significa ser discípulo y misionero de este Maestro del amor de Dios, para poner nuestros pasos en sus huellas y formar parte de su comunidad.

La Arquidiócesis de Barranquilla, esta porción del Pueblo de Dios que camina en el Atlántico, celebra con gozo el día del Buen Pastor, fiesta que nos induce a ser agradecidos con Nuestro Señor Jesucristo y, a la vez, nos impulsa a celebrar con el máximo entusiasmo la ‘Semana Vocacional’ que inicia este fin de semana y se extiende hasta el próximo 20 de abril.

Todo cristiano católico tiene el deber de apoyar y fomentar la pastoral vocacional, de tal manera que se logre en estos días una gran sensibilización en el Atlántico que se despierte la necesidad de seguir orando al Dueño de la mies para que nos mande más obreros que apacienten sus ovejas. Sigue siendo esta plegaria tan actual como ayer, si consideramos que el mundo continúa necesitando pastores que estén dispuestos a dar y gastar la vida por el Reino de Dios.

Ante un mundo que pareciera vivir de espaldas al mensaje del Evangelio de Jesucristo, se necesitan jóvenes capaces de entregar su vigor, su dinamismo y su inteligencia al servicio de los más pobres, de aquellos que aún desconocen al Dios del amor. “Pero, ¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él?, ¿cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él?, ¿cómo van a oír, si no hay quién les anuncie el mensaje? Y, ¿cómo van anunciar el mensaje, si no hay quién los envíe?¨ (Rom. 10,14-15)

La escasez de sacerdotes no debe ser, entonces, una preocupación sólo de obispos, sino de todos. De lo contrario, sería imposible una evangelización eficaz al Pueblo de Dios, porque no tendríamos los agentes de evangelización necesarios para tan ardua labor pastoral que siempre se hará más urgente frente a una población en el Atlántico que, de acuerdo a las estadísticas, se acerca a los 3 millones de habitantes. Con base en estas cifras, nuestra Arquidiócesis debiera contar con unos 350 sacerdotes para poder sopesar la exigencia pastoral del territorio atlanticense. Sólo tenemos 130 presbíteros.

Con toda esta realidad que vivimos tenemos la esperanza de que el Señor no desatienda las plegarias constantes que elevamos en el culto eucarístico que las parroquias celebran con tanto fervor, especialmente los jueves, ante la grandeza real de Cristo en la santa hostia consagrada. “Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha llenado con su amor nuestro corazón por medio del Espíritu Santo que nos ha dado” (Rom. 5, 5)

Esperamos de todos ustedes, queridos lectores, el ofrecimiento de su trabajo, sacrificios, angustias y penas, pero, ante todo, su oración, para que el Señor con celeridad los sacerdotes que Dios quiere y la Iglesia necesita.

INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL EN EL CONTEXTO DEL DESPLAZAMIENTO


Por MARINELA FIGUEREDO *

Con la participación de delegaciones de los departamentos de Atlántico, Bolívar, Cesar, Magdalena, Guajira y Sucre, se realizó en Barranquilla los días jueves 27 y viernes 28 de marzo el primer foro regional “Intervención Psicosocial en el Contexto del Desplazamiento”.

El encuentro regional tuvo lugar en el Hotel Versalles, en jornadas de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, y estuvo organizado por Pastoral Social de la Arquidiócesis de Barranquilla con el apoyo del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana y el Ministerio de la Protección Social.

Como ponentes o facilitadotes del foro estuvieron: Dora Lucía Lancheros, Sofia Gutiérrez Matallana, Diego Alejandro Lozano Gómez, Raúl Vidales y Jorge Palacio.

UN PROYECTO PARA SUPERAR EL DESPLAZAMIENTO

El Secretariado Nacional de Pastoral Social, Organismo de la Conferencia Episcopal de Colombia, desarrolla a través de los Secretariados de Pastoral Social de 22 jurisdicciones (arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos) del país, el proyecto “Intervención Psicosocial con población en situación de desplazamiento por la violencia en Colombia”, en convenio con el Ministerio de la Protección Social; en articulación intersectorial con agentes nacionales e internacionales, autoridades locales y organizaciones sociales de población en situación de desplazamiento.

El proyecto busca formular y fortalecer estrategias de intervención psicosocial locales con el objeto de garantizar la promoción y protección social de este grupo de población vulnerable y vulnerado, en acciones de acompañamiento a la población para generar las condiciones que le permitan superar su actual situación de desplazamiento mediante procesos articulados de desarrollo y gestión social.

Tiene como base los lineamientos de intervención psicosocial propuestos por el Ministerio de la Protección Social, desde un enfoque de derechos y un enfoque diferencial. La población beneficiaria es en un 70% en situación de desplazamiento y en un 30% vulnerables.

En la zona norte del país, el proyecto se desarrolla actualmente en: Riohacha (población objetivo: Dibulla), Sincelejo (población objetivo: San Onofre), Magangué (población objetivo: Arenal), Valledupar (población objetivo: Curumaní y Codazzi), Santa Marta y Barranquilla.

Los resultados obtenidos hasta el momento son:

1. La construcción de nuevos proyectos de vida de los beneficiarios a partir de los procesos de intervención de apoyo psicosocial. Además, se han impulsado estrategias para el desarrollo de procesos organizativos y comunitarios que permitan mejorar las capacidades y habilidades de las personas y familias que se encuentran en situación de desplazamiento, con el fin de contribuir de una manera efectiva en la reconstrucción del tejido social.

2. Se elaboró una caracterización inicial de la población y su contexto, que recoge información personal, familiar y comunitaria, que refleja sus problemáticas, sus recursos personales, familiares y comunitarios y que permite evidenciar los grupos de apoyo o resilientes y/o liderazgos en medio de la crisis humanitaria.

3. Se coordinaron talleres de derechos humanos, DIH, Asuntos Humanitarios, Legislación Nacional (Ley 387/97), sentencia T025/2004 y sus autos y decretos reglamentarios con las autoridades locales.

4. Se desarrollaron procesos de formación y capacitación a agentes sociales de las comunidades, que permiten la cualificación de las personas para la promoción y el manejo del apoyo psicosocial. También, se fomentó el ejercicio de nuevos liderazgos que inciden en la construcción de nuevos ciudadanos más participativos en los ámbitos familiar y colectivo.

5. Se brindó instrumentos a la comunidad para que puedan ser nuevamente protagonistas de sus propios desarrollos mediante acciones de acompañamiento jurídico y el fortalecimiento organizativo y comunitario.

Las acciones desarrolladas para lograrlo fueron:

> Divulgación del proyecto a nivel local, dirigida a las Instituciones que lleven acciones con la población en situación de desplazamiento, comunidades en general, actores sociales, dentro de la Iglesia y líderes comunitarios.
> Conformación de redes locales y la red regional de los equipos multiplicadores.
> Inducción a las personas que a partir de la sensibilización decidieron participar en el proceso.
> Conformación de equipos multiplicadores; quienes a su vez tenían el compromiso de multiplicar la información en sus comunidades.
> Selección de comunidad piloto para multiplicación de la acción.
> Establecer espacios de coordinación entre organizaciones de minorías étnicas con la Pastoral Social y Pastoral de Etnias para la construcción colectiva de los enfoques diferenciados de apoyo.
> Talleres de formación psicosocial en donde se abordaron 4 ejes temáticos: Identidades (Cuerpo, palabra y memoria), herramientas para la intervención psicosocial, No violencia y patrones culturales generadores de violencia, plataformas y redes comunitarias e intersectoriales (Tejiendo comunidad).
> Diseño y producción de cartilla de formación para la atención psicosocial.
> Ofrecer atención individual psicológica y/o jurídica a la población beneficiaria que lo requiera, que sea identificada en el proceso formativo o remitida en casos excepcionales por integrantes de las redes que se conformen.

* Psicóloga – Coordinadora regional del proyecto.

LAS COMUNIDADES RELIGIOSAS: UNIDAS PARA EL TRABAJO PASTORAL


Muchos se preguntarán por qué hay monjitas que tienen un hábito distinto al de otras, o por qué hay sacerdotes que se visten diferente a los padres de nuestra parroquia. Para estas personas también resultaría cómodo pensar que como se visten diferente y son de comunidades diferentes, entonces sus trabajos pastorales son aislados de la vida diocesana, sin ninguna unión a la hora de evangelizar.

Pero no es así. Si hay algo que destaca a los servidores del pueblo de Dios es la unión, fraternidad y familiaridad con que cada uno se esmera para que los demás conozcan la Palabra y el amor que el Señor nos da a diario. Las comunidades religiosas no son la excepción; en cada diócesis, provincia o territorio eclesial, los religiosos y las religiosas hacen parte de la CRC -Confederación de Religiosos y Religiosas de Colombia-.

Pero, entonces, ¿qué es la CRC? En nuestro país todas las comunidades religiosas, desde sus diferentes carismas y dones propios de los grupos que siguen a Cristo, se unen con el mismo objetivo: llevar el mensaje de Dios, y esto lo logran organizadamente por medio de la CRC. Según el Canon 708 y 709, éste es un organismo de derecho pontificio sin ánimo de lucro, erigido por la congregación de institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica de la Santa Sede y la Iglesia Católica.

En la Arquidiócesis de Barranquilla, territorio eclesial que comprende el departamento del Atlántico, este ente viene trabajando desde los años 90 y, desde ese momento, se ha preocupado por apoyar la evangelización y los procesos pastorales que esta Iglesia particular desarrolla. Es así como las religiosas y los religiosos animan constantemente la vida religiosa como parte integral de la Iglesia, colaborando al Obispo y a los sacerdotes para que se haga más dinámica la presencia evangelizadora en todos los municipios, corregimientos, pueblos y veredas.
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Termine de leer este artículo en la edición 182 de Kairós.

¿QUIÉN SOY... QUÉ QUIERO HACER?


Por JUAN ÁVILA ESTRADA, Pbro.*

No es fácil siempre decidir lo que vamos a hacer con nuestra vida. Muchas veces, sobre todo en la adolescencia, ella se convierte para nosotros en una carga pesada de la que acostumbramos a decir no la hemos pedido a nuestros padres. El gran dilema cerca de terminar el bachillerato es qué queremos para nuestro futuro.

La vida humana es vista, muchas veces, como un accidente de la naturaleza; ser nosotros mismos o haber sido otra persona. Como decía Shakespeare: “Ser o no ser, he ahí el dilema”. Desconocemos así lo que nos dice la Sagrada Escritura cuando afirma: “Antes que nacieras yo te conocía y te consagré en el vientre para ser profeta…” Lo que para nosotros puede ser simplemente un sencillo accidente del cosmos, se constituye para Dios en el acto sublime de hacernos aparecer de la nada al ser. Para el Creador el dilema no es “ser” o “no ser” puesto que su plan primigenio es establecer una comunicación con el hombre a partir de la sublimidad de su creación.

Esta primera vocación, a la que se nos ha convocado de modo personal, nos permite ir descubriendo que la vida es ante todo una manifestación del amor incondicional de Dios que, pudiendo no contar con nosotros, quiere darnos el regalo de la vida para que vivamos la maravillosa experiencia del amor humano, cristiano y divino. De ahí surge un nuevo llamado de Dios que no quiere sólo nuestra existencia, sino además otorgarnos el don sublime de poder amar y ser amados.

Esto es lo que podríamos llamar vocaciones universales: vocación a la vida, la primera de todas, y vocación al amor. Ninguna de las dos puede ser truncada por el hombre puesto que él mismo no ha sido quien las ha concedido, sino que sólo es depositario de ellas y por ellas ha de responder.

Pero aún así pensamos que nuestra vida sobre la tierra sigue inconclusa a no ser que le demos a ella un toque personal y único donde podamos desarrollar nuestras propias posibilidades humanas marcando huella para que nuestro paso por la tierra no quede en el anonimato. No nos contentamos con estar vivos; deseamos también poder vivir la vida y dimensionar todos los dones y talentos aportando nuestro grano de arena para que en la construcción del mundo nuestro aporte haya servido para algo.

Pero poder descubrir esta vocación personal no puede quedar en manos del azar o de la casualidad, sino de nuestra propia decisión marcada por el proyecto de vida que cada uno haya hecho pensando en su propio futuro. Necesitamos, primero que nada, descubrirnos a nosotros mismos, saber quiénes somos, tener identidad. No me refiero a conocer nuestro nombre o el nombre de nuestros padres o la fecha o lugar de nacimiento. Me refiero a aquella capacidad que tenía Jesús para identificarse a sí mismo cuando afirmaba “Yo soy… el camino, la verdad, la vida, la resurrección, la luz del mundo, la puerta del redil, etc.” Es ahí donde podemos empezar a entender que descubrir nuestra vocación personal depende y está ligado al hecho de descubrir quiénes somos. Hay una relación estrecha entre lo que somos y lo que debemos hacer. Por eso para descubrir lo uno hay que conocer lo otro.

ES EL SEÑOR QUIEN LLAMA
Desafortunadamente, nuestros jóvenes terminan trabajando o estudiando aquello que no les gusta o para lo que no están preparados; eso los lleva a iniciar estudios universitarios en carreras que terminan abandonando después de algunos semestres, lo que genera una gran crisis en sus familias al experimentar que perdieron tiempo y dinero. La exploración vocacional de los últimos años de estudios debería ir acompañada de una profunda reflexión acerca de nuestra identidad y nuestra ubicación en la sociedad.

Toda vocación es un don de Dios. Él ubica a cada uno, lo llama por su nombre teniendo en cuenta las características de temperamento y carácter, quiere que todos le conozcan, le amen, le anuncien; pero, además, se escoge entre todos a unos cuantos para que le sigan de manera absoluta y consagrada, dedicados únicamente a la construcción de su Reino y de la predicación de su Palabra. Ahí es donde surge la vocación particularísima del sacerdocio y la vida religiosa. A ella no están llamados todos sino sólo aquellos a cuantos Él quiere para perpetuar, en cada uno de los convocados, su propio ministerio y servicio en pro de la santificación de su pueblo.

Así como existen llamados para construir la sociedad desde estudios específicos en el campo de las ciencias, el arte, la política y cada uno de estos tópicos que pretenden generar sociedades más humanas y fraternas, también quiere el Señor que existan quienes sean canales de su gracia y de su misericordia para que el mundo no olvide que hay también una dimensión sobrenatural y trascendente que es preciso cultivar para que el hombre no quiera solamente ganar el mundo sino que, además, pueda salvar su alma.

Toda vocación debería estar encaminada a santificar la vida, pero como esto no siempre se realiza de esta manera, entonces, se hizo preciso escoger hombres entre los hombres, dotados de debilidades para que puedan comprender a los hombres y ofrezcan sacrificios por todos para llevarlos a Dios (cfr. Heb. 5).

Esta vocación al sacerdocio y la vida religiosa está determinada directamente por el mismo Dios que es quien llama. Ésta no depende, aunque sea necesario, del gusto personal. Me atrevo a afirmar que aunque muchas veces un joven no piense en ello o que pueda ser reacio a esta posibilidad, Dios puede ir fraguando este llamado misterioso en su corazón a través de acontecimientos que nadie se imagina. Ser sacerdote o religioso(a) es un reto de amor, una vocación al Amor divino. Ella no se presenta como oposición al matrimonio o desprecio a la construcción de una familia propia sino, por el contrario, complementación y desarrollo sublime de la propia sexualidad y potencialidad de amar. Quien se casa ama con todo el corazón a su pareja y sus hijos; quien se consagra tiene un corazón abierto al amor sin exclusividades, pero real, pues en cada consagrado se debe encontrar un amor distinto a todos los amores conocidos por el hombre, el amor de Dios.

ES EL SEÑOR QUIEN ACOMPAÑA
“No tengas miedo” dice con frecuencia la Sagrada Escritura. Cuando el Señor llamó a Moisés o Jeremías y a cada uno de los profetas, los animó a que tuvieran arrojo pues Él los acompañaba. El mismo temor que hoy enfrentan muchos jóvenes para responder a Dios frente al llamado que les hace puede disiparse cuando descubrimos que en esta tarea no nos encontramos solos, debido a que cuando Dios llama se encarga de ser amigo de camino para fortalecernos en nuestro andar.

La crisis que vive el mundo frente a la vocación a la vida consagrada está sustentada en el temor de quienes aman a Dios, pero no se sienten con las fuerzas suficientes para ser fieles hasta el final. Han creído más en sus propias fuerzas que en la fuerza de Aquel que los ha llamado.

Enfrentamos un reto al amor. Que la vida adquiera sentido depende si entendemos que en este reto nos jugamos el todo por el todo y que la felicidad que tanto anhela nuestro corazón inquieto sólo será posible cuando seamos guerreros del amor, subversivos de la bondad y derechistas por la vida.

*Párroco de San Carlos Borromeo y Padre Nuestro.

¡ALELUYA! EL SEÑOR RESUCITÓ


Por ÁNGELA MARÍN NIEBLES *

Jesús resucitó en la madrugada,
el primer día de la semana,
y se apareció primero a María Magdalena,
de la que había echado siete demonios;
ella fue a comunicar la noticia a los que habían
vivido con él, que estaban tristes y llorosos.
Marcos 16, 9­10

El Tiempo de Pascua, es un tiempo de fiesta, un periodo de enorme gozo por la obra salvífica de nuestro Redentor. La Pascua es la época de mayor alegría musical, con cada nota, con cada acorde, con cada ritmo debemos anunciar que el Señor resucitó, que está vivo y que ha vencido la muerte de una vez y para siempre.

Es hora de cantar: ¡Aleluya! El Señor resucitó; es hora de propagar alrededor del mundo: ¡Cristo vive!; es hora de resonar las trompetas, de hacer vibrar los tambores, de glorificar y alabar a Dios por su gran misericordia con la humanidad.

Hace algunas noches, durante el Pregón Pascual, alabábamos a Dios por habernos rescatado, por haber liberado al esclavo pagando con la Sangre del Hijo. Durante los cincuenta días siguientes (Cincuentena Pascual), ese gran regocijo continúa; por lo tanto debe ser expresado adecuadamente en la Eucaristía diaria y dominical. La música debe ser muy festiva, debe manifestar claramente que la Iglesia celebra al Resucitado. Las tonalidades mayores se deben preferir, los ritmos rápidos utilizar; todos los instrumentos musicales están invitados a aclamar al Salvador.

Dos cantos a resaltar de manera especial son:

* La Aclamación del “Aleluya” y
* El Himno del Gloria

El Aleluya es una aclamación de triunfo, es un canto que posee un lugar privilegiado durante la Pascua. San Agustín llamaba al tiempo pascual como “Alleluiatica gaudia”, es decir, el tiempo de los gozos del Aleluya. Este santo mencionaba: “He aquí, hermanos, que ha llegado la alegría, alegría en vuestra reunión, alegría en los cánticos y en los himnos… En estos días, al escuchar el Aleluya, queda como arrobado nuestro espíritu. No cesamos de decir, Aleluya… Con qué gozo vuelve el Aleluya al llegar este tiempo, con qué añoranza se aleja en otro tiempo”.

Teniendo en cuenta lo anterior, los cantos procesionales (entrada, presentación de dones y comunión) y suplementarios (acción de gracias y despedida) que seleccionemos para animar la celebración litúrgica deben rebosar con esta palabra. Algunos cantos sugeridos son:

* ¡Aleluya! (6), el Señor resucitó. Este canto posee dos hermosas estrofas para entonar en este tiempo, y una tercera apropiada para la Solemnidad de la Ascensión.
* Cantad, gozad, aleluya.
* Aleluya al Señor, aleluya. Sus estrofas motivan a los pueblos a celebrar la victoria de nuestro Dios.
* Cantemos aleluya al Señor, Dios todopoderoso.
* Porque Cristo nuestro hermano… Este canto recrea las palabras del ángel que anima a María Magdalena a estar alegre porque su Señor, el Cristo, ha resucitado. Muchas personas, equivocadamente, piensan que la María a la que se refiere el canto es la madre de Jesús, cuando en realidad no es así.
* Aleluya, abre tu corazón al Espíritu Santo. Canto apropiado para la Solemnidad de Pentecostés.

Con respecto al Himno del Gloria, resonaba vibrante en la noche de la victoria, en la santa noche pascual. Como sabemos, este himno posee un texto definido, que no se debe alterar, ni recortar. Por lo tanto les animamos, en la medida de lo posible, a musicalizarlo bellamente, sin cambiar su texto y/o por lo menos cantar el estribillo angélico “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor” de manera conjunta con la asamblea mientras el presidente de la celebración o un cantor entona las diferentes secciones del himno. Para que todo esto se desarrolle de manera digna y solemne como lo requiere la Eucaristía, se hace necesario ensayar con la asamblea para que ésta lo entone de manera unánime.

Otro canto a resaltar de manera especial es la Aclamación del Santo, que es aquella que permite mayor expresión a los cantores e instrumentistas que animan la Santa Misa. Uno de los más alegres y festivos que tenemos en nuestro repertorio es el compuesto por el compositor Daniel Poli, al cual se le pueden hacer unas pequeñas variantes en la extensión de algunas palabras si la asamblea se confunde al entonarlo. La música compuesta por el músico argentino es perfecta para este tiempo pascual.

Cantos sugeridos para las Solemnidades de la Ascensión y de Pentecostés:

* Ascensión: Sois la semilla, Nos envías, Jesús y Testigos.
* Pentecostés: Iglesia peregrina, Jesús está entre nosotros; Siempre es Pentecostés; Pentecostés, día de fiesta; Espíritu Santo, ven, ven; Espíritu Santo, llénanos de Ti; ¡Oh! deja que el Señor te envuelva.

Como siempre, les invitamos a escribirnos si no conocen la música y letra de los cantos: comisionarquidiocesanadeliturgia@yahoo.com

* Miembro de la Comisión Arquidiocesana de Liturgia – Directora del Coro Arquidiocesano - anjemani@yahoo.com

PARROQUIAS: AYER Y HOY DE LA FE


Por JULIO GIRALDO *

Una de las características de los católicos es el hecho de que en cada naciente urbanización sus propios moradores se organizan y, por sí solos, van formando pequeñas comunidades para empezar a construir su vida de iglesia. Esta es la percepción que tenemos como experiencia de las visitas que hemos realizado a distintas parroquias para escribir estas crónicas. Es el caso de la unidad pastoral Jesús Nazareno, situada en el barrio Costa Hermosa, que a pesar de estar muy cerca del barrio Simón Bolívar y colindando con Las Nieves, jurídicamente no es de Barranquilla sino de Soledad.

Veinte años atrás, el sector era prácticamente una selva, apenas se empezaban a construir las primeras casas en terrenos que eran propiedad de los hermanos Osorio, y que vendían para pagarlos por cuotas mensuales. No habían farmacias, ni supermercados, sólo unas pocas tiendas de los santandereanos que donde ven construidas 2 casas acuden pronto para fundar una tienda. Lentamente el barrio se fue urbanizando y día a día llegaban más habitantes de todas las regiones del país y también de Barranquilla, hasta el punto que ya no cabía una casa más en la urbanización. Eran familias, como lo siguen siendo, sencillas, trabajadoras y muy católicas, por eso cada domingo, la gente debía hacer un largo recorrido hasta la iglesia de Santa Marta en el barrio Simón Bolívar para cumplir con el precepto dominical ya que en el naciente barrio no había asistencia espiritual, tampoco un sitio adecuado para celebraciones litúrgicas.

Lo anterior hizo que gran parte de sus moradores empezaran a organizarse para poner en marcha un plan que les permitiera, al menos, que un sacerdote los visitara el día domingo y celebrara con ellos la Eucaristía; así fue como acudieron al padre Gerardo Cardona Jaramillo, quien aceptó de inmediato la invitación y comenzó las celebraciones en un pequeño espacio de terreno, colocando la mesa que servía como altar, debajo de un árbol. La comunidad se entusiasmó con las motivaciones del padre Cardona que no quería seguir celebrando debajo de un árbol y, por eso, muy pronto se creó la junta pro-templo que se encargaría de conseguir el terreno y construir la iglesia.

Lo del terreno no fue tan fácil, todo el sector estaba ya urbanizado, sólo quedaba un pequeño espació que servía como parque para jugar los niños; esto originó, una especie de controversia, entre los que preferían tener un parque y los que querían construir una iglesia. Los hermanos Osorio, dueños del pequeño lote, alejados de la controversia, donaron el terreno y el padre Cardona, seguro de lo que estaba haciendo, invitó a su comunidad para que lo antes posible se comenzara la construcción del templo así se viniera medio mundo encima. Rifas, bazares, festivales, bailes, empanadas antioqueñas, todo sirvió para colocar la primera piedra y arrancar.

Cuando ya el templo estaba en obra negra y no se había inaugurado, un vecino no muy católico, instauró una simpática tutela para que la construcción fuera derribada, alegando que estaba ocupando el único sitio disponible en el barrio, en donde su hijo jugaba balón. (Un sabio juez), atendió la demanda, le dio la razón al demandante y ordenó derribar la iglesia. Fue así como un inspector de policía, en una soleada mañana, cuando apenas las damas del sector preparaban sus desayunos, con una potente máquina retro excavadora y acompañado de varios agentes, hizo su arribo al pacífico barrio para, según él, hacer cumplir la ley. La diligencia no se pudo cumplir, porque el barrio se levantó y con argumentos divinos y acompañados por el padre Gerardo Cardona, e invocando a Jesús Nazareno, le dijeron al inspector: “Usted no moverá ni una sola de las piedras de este templo, al menos que nos lleve presos a todos, o nos mate”. El citado inspector, obrando ya inteligentemente, se quitó una gorrita que llevaba puesta en la cabeza, miró hacia el cielo, se echo la bendición y atrás carrera mar. La diligencia fue suspendida para siempre, porque allí hoy se encuentra el templo que fue declarado parroquia por monseñor Félix María Torres Parra, según Decreto No. 11 del 19 de julio de 1996.

Su primer párroco fue el padre Marco Fidel Meza, a quien le corresponde abrir los libros parroquiales, dotar al pequeño templo de todo lo necesario para la liturgia y motivar a la comunidad para un inició pleno de su vida eclesial. Como segundo párroco es nombrado el padre Arturo Rey, quien continúa el trabajo de su antecesor, vigoriza los grupos de apostolado y coloca todas las bases para el nuevo plan pastoral.

LA PARROQUIA HOY

En la actualidad es una parroquia bien organizada eclesialmente y como un gran número de templos en la Arquidiócesis, hoy es pequeño para atender las necesidades espirituales de la feligresía, especialmente en Navidad y Semana Santa. Por eso ya se cuenta con la célula pastoral María de Nazaret y el centro de evangelización Nuestra Señora de la Esperanza. Sus feligreses son receptivos y atentos a las iniciativas de su párroco el padre Mario Solano Cabarcas, quien se encuentra al frente de esta unidad pastoral desde el 30 de enero de 2006.

Diariamente se celebran tres misas, una en la célula principal y dos en los sectores. En cuanto al día domingo, es necesario celebrar cinco eucaristías, dado el alto número de habitantes del sector. Celebran su fiesta patronal el 14 de septiembre, y el 16 de julio la fiesta de la Virgen del Carmen congrega a miles de devotos. El trabajo pastoral realizado por el padre Mario es ponderado por su feligresía como excelente, diariamente visita los diferentes sectores del barrio, dialoga con la comunidad, ora con ellos, los acompaña en sus tristezas, luchas y alegrías, y siempre se encuentra atento a la más mínima necesidad de cada uno de sus feligreses. Reformó la casa cural, gestionó la compra de una casa para adaptarla como salón parroquial, proyecta reformas urgentes en el templo y ya tiene todo listo, contando con la generosa ayuda de la feligresía, para empezar a construir la iglesia de la célula pastoral María de Nazaret.

* Periodista … julioetica@yahoo.com

LA EDUCACIÓN RELIGIOSA: VITAL EN LOS PROGRAMAS ACADÉMICOS DE INSTITUCIONES CATÓLICAS


En el transcurso de los tiempos, la escuela ha sido y seguirá siendo un lugar importante para la formación académica y disciplinaria.

Hoy hablamos de una escuela formadora de la tan soñada ‘educación integral’, la cual asumimos como educadores católicos. No es sólo formar niños y jóvenes con excelentes cualidades intelectuales, habilidades de pensamientos, motivación por la tecnología y la investigación, dándole prioridad a las artes y al deporte, promoviendo valores, competencias ciudadanas y laborales. ¡Hay que hacer un pare!

¿Dónde está la verdadera esencia? Nuestra propuesta como Fundación Arquidiocesana de Educación –FUNADE- es que los proyectos pedagógicos de las escuelas deben centrarse en la Santísima Trinidad y toda educación debe ser fundamentada en los valores evangélicos de Jesucristo; así lograremos concientizar y recuperar la espiritualidad en el corazón de cada uno de nuestros estudiantes.

Teniendo en cuenta la sociedad en que vivimos, con grandes crisis de valores humanos y cristianos, se hace necesario resaltar la importancia de la Educación Religiosa en las escuelas, donde estamos seguros los valores cristianos se trasmiten y se fortalecen como bien se los transmitió Jesús a sus discípulos: “Enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes; por mi parte yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos.” (Mateo 28,20)

Este mensaje que nos regala el Señor lo vemos reflejado en nuestra Iglesia Católica de Barranquilla que lidera un proceso de renovación y evangelización que enmarca específicamente la educación para transmitir los valores vividos por Jesús Nuestro Señor.

Con la Educación Religiosa en las instituciones y creando un currículo evangelizador, estamos seguros que la comunidad educativa aprenderá a humanizarse, capacitándose para vivir de manera diferente, actuando según el evangelio, siguiendo el ejemplo del verdadero maestro, Jesús de Nazaret, reconociendo la grandeza de Dios Padre.

La Congregación para la Educación Católica hoy nos incita “a que agotemos todos los medios y recursos disponibles que permitan a la escuela católica desarrollar un servicio verdaderamente cívico y apostólico”.

Como FUNADE seguimos un plan pastoral acorde con el Proceso Diocesano de Renovación y Evangelización PDR/E, el cual ha dado grandes resultados en nuestras instituciones. Por eso, invitamos a todas las instituciones del Estado y a las no oficiales a que se unan a esta gran misión evangelizadora y no dejar a un lado la Educación Religiosa.

A continuación, detallamos algunas de nuestras acciones evangelizadoras en el quehacer diario:
* Oración al comienzo de cada jornada
* Reflexiones de la Palabra de Dios.
* Directivos, docentes y administrativos comprometidos con esta labor.
* Ilustración de mensajes, carteleras, videos, películas, cd’s, que permitan la motivación permanente de la vida espiritual.
* Encuentros espirituales de directivos y docentes.
* Encuentros espirituales de padres de familias en las escuelas para padres.
* Vivir la experiencia de la Semana Santa y todas las celebraciones de nuestra Iglesia.
* Conversatorios, foros, páneles, charlas, conferencias, Semana por la Paz, etc., organizados por nuestros estudiantes.
* Convivencias con tinte espiritual.
* Eucaristías y confesiones semanales.

De esta manera, como colegios de FUNADE, estamos comprometidos con la verdadera formación integral, sabemos que con Dios en nuestros corazones “construiremos la escuela que Dios quiere y el Atlántico necesita”.

DEL ROCK METÁLICO A LA ALABANZA A DIOS


Son muchas las maneras que el hombre ha usado y sigue haciéndolo para alabar a Dios. En algunas, la sencillez puede ser el común denominador; en otras, el despliegue de la creatividad es quizás lo que más las caracterizan. La oración, la pintura, la escritura, la danza, la música, entre otras, son las formas que vemos a diario como las personas han descubierto y han pulido, con el pasar de los tiempos, su comunicación y adoración al Señor.

Jahs es un grupo musical que ha descubierto en sus melodías cualidades perfectas para hacer de la adoración al Señor un momento pleno, de mucha alegría y con la satisfacción de la paz que sólo puede ofrecer el Todopoderoso.

Nació de la inquietud de un equipo de jóvenes que tocaba música de rock metálica en la comunidad cerca de la parroquia Nuestra Señora de Las Nieves, lugar donde comenzaron a encontrarse. Los 10 integrantes de Jahs dieron a conocer todo un estilo muy particular en cada una de sus alabanzas que dedican a Dios.

A medida que pasaba el tiempo el grupo fue mejorando muchas cosas: el ritmo, los conciertos en la parroquia, el estilo, la fusión musical, varios detalles que aportaron para que fuera lo que es hoy Jahs. Jesucristo, Ayer Hoy y Siempre fue el nombre del Jubileo Arquidiocesano del año 2000 que inspiró a los muchachos para que tomaran las siglas y así naciera el grupo Jahs.

Para cada uno de los integrantes vivir este proceso ha sido una experiencia muy positiva, pues han tenido una participación activa en la parroquia teniendo siempre claro que todo lo que hacen es en nombre de Dios y, por lo tanto, lo tienen que hacer bien. Gracias a esta vivencia pudieron superar algunas dificultades, mejorando así sus relaciones con sus familias y la comunidad. Como lo dijo a KAIRÓS Freddy Mercado, director artístico de Jahs: “Gracias a este grupo maduramos espiritualmente, hasta que nació la inquietud de promovernos a nivel regional y nacional”.

Sin duda alguna no es fácil llegar a tener una producción musical. Aunque gracias a la colaboración de muchas personas que en esta corta carrera ha tenido Jahs, pudieron encontrar esas manos amigas que han dado aportes significativos para consolidar este proyecto. “Afortunadamente hemos tenido el apoyo de la emisora Minuto de Dios, a través de su casa productora, que ha creído en nuestro talento y nos ha apoyado y ayudó a que este sueño fuera una realidad. Nuestras familias, amigos y la comunidad han sido muy valiosos en todo este proceso”, expresó Freddy Mercado. El producto no puede ser otro: un álbum con 10 hermosas canciones, todas dedicadas a Dios, porque es el resultado de oraciones, encuentros y retiros en los que Jahs ha participado.

“Enamorao” es el CD que lanza al mercado esta agrupación conformada por Luis Carlos Polo, Mauricio Rosales, Ismaldy Martínez, Sandra González, Claudia Donado, Manuel Pérez, Carlos Barrios, Ronald Granados, Eimy Camargo y Freddy Mercado. Les deseamos muchos éxitos en este nuevo reto que afrontan y esperamos que muchos comiencen a escuchar el álbum que trae canciones como Jesús y Yo, Ángel Guardián, Mi Perdón, Rompe los Cielos y María Madre de Dios, entre otras.

EL RINCÓN DE PABLITO


GUILLO EL MONAGUILLO

MEMORIAL
Luego de la Consagración continúa la parte denominada MEMORIAL. Como su nombre lo indica, en este momento "hacemos memoria"; hacemos presente los hechos de la salvación del pasado: La liberación del pueblo de Israel, la muerte de Jesús y su resurrección. Todos esos hechos ocurridos en el pasado se actualizan en cada Eucaristía y anuncian que el Reino de Dios se está haciendo presente hasta llegar a su plenitud.
¡Hasta pronto!

CON GOBERNACIÓN Y ALCALDÍA CELEBRAREMOS 'DÍA DEL NIÑO'

Por Pablito

Estoy muy contento con las dos nuevas ‘primeras damas’. ¡Tan pilosas como las anteriores! Las hemos visto muy activas en diferentes actividades y, ahora, organizan junto con sus equipos de trabajo la celebración con ocasión del ‘Día del Niño’, en la que también participará la Arquidiócesis de Barranquilla.

La doctora Liliana Borrero de Verano, Primera Dama del Atlántico, está programando, entre otras actividades, un tour o recorrido de niños de los municipios a distintos sitios de Barranquilla. Uno de esos lugares que visitará la chiquillada atlanticense será la Catedral Metropolitana María Reina.

Y para recibir a los ‘ilustres visitantes’, la Comisión Arquidiocesana Infantil que coordina el padre Julio César Balza está organizando una jornada bien especial para que nuestros amiguitos del los municipios se sientan felices en nuestra Catedral. Estas visitas serán del 21 al 25 de abril.

Por otra parte, la ‘reina’ (así le digo yo por cariño) Katya Nule de Char, Primera Dama de Barranquilla, nos ha invitado a participar en ‘Festi Niñez’ los días 19 y 20 de abril en el parqueadero del Estadio Metropolitano. Allí también estará la Comisión Arquidiocesana Infantil ofreciéndonos reflexiones dramatizadas del evangelio, dinámicas y cantos especiales.

sábado, abril 05, 2008

NUESTRA PORTADA


JORNADA INTERNACIONAL DEL NIÑO POR NACER
Ante el aborto, di NO a la indiferencia.

LAS CARETAS CON QUE VIVIMOS
En la vida ordinaria solemos usar distintas caretas que podemos sintetizar en cuatro tipos...

FRUTOS DE LA CATEDRATÓN...
Desde Estados Unidos, una donación muy generosa.

EN EL MES DEL NIÑO: BRINDEMOS APOYO
Abril, 'Mes del Niño', coincide con la propuesta de la Arquidiócesis de Barranquilla de dar un paso más hacia el valor de la solidaridad 'brindando apoyo' a quien más lo necesita.

VIDA EN ABUNDANCIA


La vida, un tema tan candente hoy... Todas las instituciones hablan, opinan, atacan y otras defienden. Cada vez que leemos la prensa y escuchamos las noticias, podríamos casi cantar aquella canción mexicana que dice: “No vale nada la vida, la vida no vale nada”.

Desde esta cultura de la muerte, el hombre cada vez aprecia menos el valor y el don más grande que Dios, el Creador, le halla podido dar: la vida. Sin embargo, en los últimos tiempos, así como hay profetas de la muerte también han surgido abanderados que promueven una cultura de la vida a través de asociaciones, campañas, marchas, canciones, como aquella que dice: “¡Ay, qué bonita es esta vida!” Y qué decir de los bellos poemas que se inspiran en la vida, y de los conciertos –como ‘Paz sin Fronteras’- que promulgan la paz y la armonía para que países hermanos superen, desde la fraternidad, las diferencias que los aísla y fortalezcan todo lo bueno que los une. Estos son signos de un pueblo que está hastiado de la violencia, la guerra, el afán de poder y la avaricia que desangran nuestros pueblos.

¡Basta ya! Es mejor gritar ‘viva la vida’, que llorar una vida. A eso vino Jesús, a dar la vida para que la tengamos en abundancia. Una lógica completamente contraria a la del mundo que busca el poder a costa de la sangre de los más débiles. El Evangelio de Jesucristo, en cambio, es toda una carta a la vida y al amor.

La vida del hombre es un tema que preocupa a la Iglesia y nos interpela en el nuevo mundo de la posmodernidad. De ahí se deduce que los obispos de Latinoamérica reunidos en Aparecida, Brasil, deciden tocar urgentemente la vida desde la dignidad humana inspirada en los principios y valores del Evangelio. Los mismos capítulos del documento conclusivo de Aparecida tratan de la vida en la vida de nuestros pueblos latinoamericanos.

Jesucristo, como dice el documento de Aparecida (numeral 20), es el Hijo de Dios verdadero, el único salvador de la humanidad, él es el Camino, la Verdad y la Vida. No podemos caer en la cultura relativista, se hace urgente radicar y hacer madurar en toda la Iglesia la certeza que cristo, rostro humano de Dios, es nuestro único salvador. Jesucristo es plenitud de vida que eleva la condición humana a la condición divina para su gloria: “Yo he venido para dar vida a los hombres y para que la tengan en plenitud.” (Juan 10,10)

Que esta Pascua en la que conmemoramos y vivimos el paso de Jesús por la muerte, sea un grito de esperanza de todo el que cree en él. La Pascua de Cristo es nuestra pascua, es tener la certeza que también nosotros viviremos con él hasta la vida eterna. “Jesús, el buen pastor, quiere comunicarnos su vida y ponerse al servicio de la vida.” (Aparecida 353)

VIVIR LA PASCUA


Por LEONARDO RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, Pbro. *

Hace poco un amigo sacerdote me comentaba bastante preocupado sobre una situación en su parroquia: ¿Cómo hacerle entender a sus fieles que la celebración de la pascua del Señor es más importante que festejar las fiestas patronales de San José (que este año, por calendario, cae en medio de la Semana Santa)?. Lo más difícil de todo es que para ellos, celebrar las fiestas incluía corralejas, fandangos y bailes durante el sábado santo y domingo de resurrección.

Este caso nos es aislado, ni tampoco único. Puede que suceda en cualquier otro pueblo de nuestra Costa Caribe. Además, esta realidad puede replicarse bajo otras circunstancias, en otros lugares y con otros matices.

Pensaba entonces: ¿Dónde han quedado los cuarenta días de preparación con todo lo que nos propone la Iglesia? Esos cuarenta días no terminan en la cruz, nos preparan para vivir de una manera más plena otra realidad: la pascua del Señor. Cristo, en un acto extraordinario de amor a la humanidad, al morir en la cruz ha derrotado el pecado y la muerte. No está clavado en el madero, está vivo. “¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado.” (Lucas 24, 5b – 6a.)

Si la cuaresma se caracteriza por la moderación, la abstinencia y el sacrificio; la pascua cristiana es un estallido de alegría y esperanza. Pero no esa alegría pasajera con que las cosas superficiales engolosinan el corazón por un instante. No, la alegría a la que me refiero es la de un corazón lleno de la luz de Cristo, que es capaz de ver esperanza donde los demás ven derrota y destrucción.

Pascua es inyectarle a la vida optimismo. No se trata de ser ilusos, sino hombres y mujeres con ilusiones. Hombres y mujeres capaces de transformar situaciones conflictivas en ocasiones de diálogo y perdón. Hombres y mujeres que no lloran sobre sus desgracias, sino que son capaces de mirar la vida a la cara y aceptar el reto de vivirla como ella es. Hombres y mujeres que no se dejan paralizar por el miedo, sino que enfrentan con valentía los retos que la vida les presenta. Hombres y mujeres que no plantean problemas, sino soluciones. Hombres y mujeres que no se dejan comprar la conciencia, sino que son fieles a sus principios. Hombres y mujeres que aman y defienden la libertad. Hombres y mujeres que le dicen sí a la vida como principio fundamental. Hombres y mujeres que no se dejan opacar por una vida rutinaria, sino que descubren la novedad que trae cada día. Hombres y mujeres que no abandonan el camino ante el primer fracaso, sino que lo intentan una y mil veces hasta lograrlo. Hombres y mujeres que no le tienen miedo al cambio, sino que se lanzan a descubrir nuevas posibilidades. Hombres y mujeres que saben pedir y dar perdón. En otras palabras, hombres y mujeres con una fe profunda en el Señor vivo y resucitado, que es compañero de camino y vida.

Si tú preguntas: ¿Cómo vivir la pascua?, te digo simplemente: vívela con alegría, esperanza y optimismo, sin que ello suene como una frase de cajón. Entrega a los demás lo mejor de ti, a tu familia, a tus amigos, en tu trabajo. No te quedes ahí, quieto, pensando cómo hacerlo, participa con Cristo en ese paso de la muerte a la vida. Deja a un lado los signos de muerte en tu vida, alguien pagó por ti en la cruz, y llena tu existencia con el gozo de su amor. Pascua es vida, vida en abundancia.

* Presbítero de la Diócesis de Magangue – Comunicador Social de la Universidad Salesiana de Roma – Formador del Seminario Mayor Juan XXIII.

LAS CARETAS CON QUE VIVIMOS


Eclesalia, una revista digital española, presenta este interesante análisis de Jairo Del Agua (jairoagua@orange.es) sobre los ‘disfraces que nos colocamos para vivir’, habitualmente subconscientes. “En la vida ordinaria –asegura Del Agua- solemos usar distintas caretas que podemos sintetizar en estos cuatro tipos: la negra, la negra con purpurina, la brillante y la transparente”.

Consideramos oportuno traer esta reflexión a KAIRÓS, porque la Pascua que estamos viviendo nos debe llevar a una vivencia plena de la resurrección de Cristo desde la realidad de nuestra vida. ¿De qué vale saber que Cristo murió por nosotros y resucitó para nuestra salvación, si esta verdad no genera cambios positivos en nosotros? ¡No más caretas para ocultar impunidad y anonimato ante conductas desinhibidas, abusivas, grotescas o delictivas!

LA CARETA NEGRA
Es la de quien se ve y se muestra en negativo. Quizás reconozca en sí algún rasgo positivo "pero"... siempre relativiza y neutraliza lo positivo. La imagen de estas personas se estructura a partir de lo negativo y de sus carencias. Con frecuencia el origen estuvo en la comparación con un hermano o en una educación exigente, en vez de estimulante, que subrayó los fracasos exigiendo siempre más. Puede enraizarse también en un gran fracaso o en una serie de fracasos en edad más avanzada. Si nadie le ayuda a encontrar su caudal positivo, dudará de sí mismo y se hundirá en la negrura de su imagen negativa.

Estas personas carecen de confianza en sí mismas porque no encuentran nada en qué apoyarse. Eso no les impide llevar adelante lo que emprenden pero no se atribuyen el mérito sino que lo achacan a la suerte, a los otros, etc. No se sorprenden nunca de sus fracasos o sus defectos, como si siempre los esperasen. Esto refuerza su imagen negativa, aunque no la acepten ni sean muy conscientes de ella. Hay quien la sublima bajo el concepto de humildad y encuentra una compensación en el reconocimiento de su falsa virtud.

LA CARETA NEGRA CON PURPURINA
La portan quienes se supervaloran para defenderse de lo negativo. Ellos se reconocen con sombras y luces, pero la forma de defenderse cuando los critican es lo que hace decir a los otros que son muy orgullosos, que viven sobre zancos. Se descubre fácilmente a estas personas por la "desproporción" con que se defienden de lo negativo, real o supuesto.

Detrás de esta careta hay una "gran inseguridad" con raíces en un pasado doloroso. En realidad su imagen es negativa, pero la ocultan tras grandes chorreras de purpurina dorada. Se defienden de su secreta imagen negativa con una artificial y exagerada estima. Ante los demás pueden pasar como orgullosos, vanidosos o chulos, cuando en realidad son pobres personas sin una autoestima real.

LA CARETA BRILLANTE
Se la encajan a fuego quienes se sobrestiman siempre. Tienen un concepto muy elevado de sí mismos y se afanan a toda costa para que los otros les vean brillar. Su vida se organiza en torno al "éxito social".

El origen pudo ser un ambiente familiar preocupado solamente por el éxito, en el que al niño se le valoró por sus triunfos sociales, escolares, deportivos, etc. sin que importasen los medios empleados o su auténtica personalidad. Se puso el acento sobre el "parecer" y no sobre el "ser". Esta influencia se acentuó por un sistema educativo y social que valora el éxito intelectual (culto a los títulos) y el éxito social (culto a la carrera, a las relaciones, a la buena posición). Dentro de estos ambientes el niño, el joven y más tarde el adulto, no se estructura sobre "lo que es" en su fondo, sino sobre lo que los demás aplauden. No se apoya en sus propios cimientos, sino en la quebradiza peana de los otros. No se preocupa de su realización personal, sino de su actuación teatral y su hambre de aplausos.

Detrás de estas tres caretas hay inseguridad subconsciente, una personalidad sin cimiento, un ser atrofiado. Estas personas son sicológicamente enanas, les es imposible apoyarse en sí mismas para existir y avanzar en la vida. Esta inseguridad se compensa con los éxitos (o con la apariencia de virtud, que también es un éxito), por lo que el hambre de gloria se acentúa. Si el individuo está bien dotado y nunca tiene fracasos, esto puede durar toda la vida, aunque con una sensación de vacío e infelicidad. Cuando fracasan vuelven a empezar, salvo si el fracaso es demasiado grave. Entonces viene el derrumbamiento y la depresión.

La relación con los demás no es armoniosa, desprecian a los débiles (o no virtuosos), a los que no tienen éxito. Hay "dependencia" de las personas cuyas opiniones pesan. Hay "incapacidad para aceptar la interpelación de los otros", porque falta solidez interior. La respuesta a quienes les cuestionan es la ironía, el desprecio, la suficiencia, la justificación o la prepotencia, a veces la humillación, que oculta la "prepotencia de la virtud". Esta última es una forma sutil de prepotencia: la de sentirse y hacerse ver "mejores" que los otros. Estas personas se reconocen algún defecto, pero sólo porque es de buen tono tener algo que reprocharse. Sobrevaloran la importancia de los modales refinados a los que estas personas son sensibles en exceso.

LA CARETA TRANSPARENTE
Para terminar, corresponde a quienes tienen una imagen normal, ajustada a la realidad de su persona. Las caretas anteriores son opacas y buscan aparentar. La transparente se estructura a partir de lo que uno es realmente. Las personas que la consiguen se perciben hechas de riquezas y sombras. Pueden caer en la tentación de aplicarse algún colorín o sombra pasajeros, pero se desmaquillan con rapidez cuando se detectan embadurnados. Su verdad de fondo les sirve de guía.

Frente a los otros no tienen dificultad en reconocer tanto sus riquezas como sus límites. Los reconocimientos positivos no les provocan euforia. Los comentarios negativos no les llevan a la desvalorización o a la duda sobre sí mismos. La percepción de su imagen no es rígida ni fija. Su imagen cambia y evoluciona porque integran en ella los elementos nuevos, consecuencia de sus descubrimientos y sus cambios. Frente a las críticas son capaces de dejarse cuestionar sana y serenamente sin buscar la justificación. Son capaces de discernir el valor de sus actos y de sus actitudes sin alienarse a los otros y al ambiente. Paradójicamente estos últimos -menos protegidos porque no ocultan su personalidad- se suelen sentir más felices dentro de la naturalidad y verdad de sus sonrisas o de sus arrugas.

¿Con cuál de esta “caretas” quieres vivir?

FRUTOS DE LA CATEDRATÓN...


DESDE ESTADOS UNIDOS, UNA DONACIÓN MUY GENEROSA

Stella Davis es una estadounidense a la que el Amor de Dios tocó su corazón. Hace ocho meses llegó a Barranquilla para participar en una jornada de ayuda en Pinar del Río, barrio de invasión ubicado en el kilómetro 7 vía a Juan Mina. Al ver la situación de necesidad y pobreza en la que vivían los habitantes del sector fue inspirada –como dice ella- por el Espíritu Santo para hacer una bonita obra y ayudar en el mejoramiento de la calidad de vida de estas personas.

Al regresar a Estados Unidos y reunirse con los otros miembros de Christian Women in Action (Mujeres Católicas en Acción), pudo reunir una primera donación para la construcción de una parroquia en este lugar. La buena noticia fue anunciada en el marco de la Catedratón 2007 y fue motivo de alegría para el equipo que lidera la campaña de construcción de nuevos templos en las zonas más vulnerables de Barranquilla y el Atlántico.

Hace unos días Stella Davis volvió a Barranquilla y visitó la Curia Arzobispal junto con un grupo de mujeres católicas, entre ellas Gacho y Esther Peña, barranquilleras residenciadas en el país del norte, para entregar otro generoso aporte. Fueron recibidas por monseñor Víctor Tamayo, Obispo Auxiliar de Barranquilla, y con él hicieron un recorrido por las calles de Pinar del Río, finalizando con una brigada de salud odontológica en la que muchos niños fueron atendidos y algunos, por primera vez, tuvieron un chequeo de este tipo.

Una vez más se demuestra que muchas personas se sensibilizan con la evangelización en el Atlántico y se animan a dar aportes significativos para el mejoramiento de la calidad de vida de nuestra gente. Esta generosidad que ha demostrado la señora Stella Davis es un ejemplo que invita a todas las personas, sobre todo a los atlanticenses, a que sigan trabajando y acompañando comprometidamente en la consecución de recursos para las nuevas parroquias.

Estos aportes no sólo sirven para tener una parroquia en aquellos barrios de escasos recursos donde no las hay; el objetivo es llevar la Palabra de Dios para que esta contribuya en la transformación del tejido social del Atlántico, para el bien de nuestras comunidades.

JORNADA INTERNACIONAL DEL NIÑO POR NACER


ANTE EL ABORTO DI NO A LA INDIFERENCIA

Por RÓGER VARGAS CHOLES *

La gran mayoría no cree que sea una tragedia humanitaria, los pocos que sí lo creen, son señalados como ignorantes, retrógrados, alarmistas. Nos referimos al aborto, un flagelo lamentablemente no tan ‘célebre’ como quisiéramos; pues, salvo algunas organizaciones defensoras de los derechos de los niños no nacidos, entre las que obviamente encontramos a la Iglesia, pareciera que el ‘ruido’ antivida, generado principalmente por políticas gubernamentales, las mismas que durante la última década han gestado la ‘despenalización’ del aborto en muchos de nuestros países, ha terminado por disipar la atención de la gente sobre la gravedad de este tragedia a la que no podríamos darle un nombre más acertado que el de GENOCIDIO.

LA MASACRE MÁS GRANDE DE LA HISTORIA AÚN CONTINÚA
Para que tengamos una idea de la gravedad de la situación, según estadísticas del 2007, sólo en España se registraron más de 100.000 abortos durante el año 2006; una escalofriante cifra que debería preocuparnos, más aún si tenemos en cuenta el hecho de que la mencionada estadística sólo se refiere a España, y a los abortos “legalmente” practicados. ¿Podría usted imaginar las dimensiones reales de está tragedia a nivel mundial?

Mientras usted lee esto, millones de niños en todo el mundo jamás verán un atardecer, no tendrán idea a que sabe el chocolate, nunca manejarán una bicicleta, no verán el rostro de sus madres… en sólo tres palabras: no podrán vivir, al menos no aquí, no entre aquellos que se suponía debían acogerlo, y no juzgarlo ni condenarlo por un crimen que jamás cometió.

Millones de niños, cada día, mueren de la peor manera en que un ser humano pudiera morir: EN TOTAL INDEFENSIÓN. Sin que ningún oído humano pueda escucharlos.

Pero lo más grave, más grave que ser decapitados, quemados con soluciones salinas, envenenados, descuartizados… licuados vivos, es que mueren en medio de la más cruda indiferencia. En medio del silencio cómplice de muchos de nosotros.

Sólo responder unas cuantas preguntas puede arrojarnos resultados exactos sobre el grado de sensibilidad que tenemos ante el aborto: ¿Cuándo fue la última vez que usted oró por los niños no nacidos? ¿Recuerda haber hablado con sus hijos adolescentes sobre el tema? ¿Conoce a alguna persona que se haya practicado un aborto? ¿Ha pensado alguna vez acerca de qué posición asumiría si una hija suya resultara embarazada tras una violación? Si ante una malformación genética, usted, pudiera decidir sobre la cuestión de permitir que su hijo viva –aunque con limitaciones- o abortarlo, sin que con ello vaya a la cárcel, ¿qué decidiría usted, sinceramente?

Si alguna de estas preguntas nos resulta difícil de responder, quizá se deba a que nos hace falta conocer aún más qué hay detrás de un aborto, cuáles son sus consecuencias inmediatas, y peor aún, las futuras.

TESTIMONIOS
No son pocas las parejas que ante las complejas situaciones de sus hijos en gestación, han optado por la vida. Su valentía y confianza en el proyecto de Dios para cada una de ellas nos asombra y enorgullece. ¿Quién no podría hacerlo ante testimonios como el de Tony Meléndez, el hombre que sin brazos toca la guitarra y que, gracias a su aparente limitación, ha ayudado a cientos de personas en todo el mundo a vencer esas limitaciones aún más graves que las físicas: las del espíritu humano. O como el de Nick Vujicic, el australiano que nació sin brazos ni piernas, y que hoy está dedicado a decirle a los jóvenes del mundo que vivir realmente vale pena.

No creamos que ellos llegaron a ese punto, simplemente porque eran muy especiales, no. De hecho, cuando se escucha sus entrevistas, coinciden en que fueron dos pilares que permitieron toda esta maravilla que admiramos de ellos: Dios y sus familias.

El punto es que, ciertamente no podemos decidir ante una realidad como esta, no está en nuestro derecho quitarle la vida a un niño sólo por el hecho de presentar malformaciones. Sin embargo, con la ayuda de Dios, sí podemos hacer de ellos el testimonio viviente de lo que el amor de una familia puede lograr.

LA VOZ DE LA IGLESIA
No hay duda de que la voz más autorizada, no tanto para ayudarnos a entender la gravedad del aborto, como sí lo sagrado de la vida humana, es la Iglesia. Dentro de su rico magisterio, la Iglesia nos ofrece documentos importantísimos; sin embargo, hasta la fecha, uno en particular se ha convertido en el referente obligado sobre este tema. La encíclica de Juan Pablo II, “El Evangelio de la vida”.

En uno de sus apartes, la Iglesia –en la voz del entonces Sucesor de Pedro- nos responde una pregunta que muy probablemente hemos escuchado con demasiada frecuencia: ¿Por qué no el aborto? Al respecto el documento declara: “El hombre está llamado a una plenitud de vida que va más allá de las dimensiones de su existencia terrena, ya que consiste en la participación de la vida misma de Dios. Lo sublime de esta vocación sobrenatural manifiesta la grandeza y el valor de la vida humana incluso en su fase temporal. En efecto, la vida en el tiempo es condición básica, momento inicial y parte integrante de todo el proceso unitario de la vida humana. Un proceso que, inesperada e inmerecidamente, es iluminado por la promesa y renovado por el don de la vida divina, que alcanzará su plena realización en la eternidad (cf. 1 Jn 3, 1-2). Al mismo tiempo, esta llamada sobrenatural subraya precisamente el carácter relativo de la vida terrena del hombre y de la mujer. En verdad, esa no es realidad « última », sino « penúltima »; es realidad sagrada, que se nos confía para que la custodiemos con sentido de responsabilidad y la llevemos a perfección en el amor y en el don de nosotros mismos a Dios y a los hermanos.” (Evangelio de la Vida, numeral 2) En síntesis, sólo la vida debe ser la opción.

JORNADA DEL NIÑO POR NACER
Celebrada cada año el 25 de marzo, día de la Solemnidad de la Encarnación de Jesucristo, esta jornada tuvo sus orígenes en Argentina, durante el gobierno del presidente Carlos Menem, para después convertirse en una iniciativa de la mayoría de países latinoamericanos.

Esta jornada viene a brindarnos la certeza de que sí podemos hacer algo, de que a pesar de lo cruda y lamentable que es la realidad del aborto, hay mucho que podemos hacer. Y no se trata sólo de marchas, muy valiosas por cierto. Sin embargo, entre una marcha de protesta cada año, y una diaria oración de intercesión por cada uno de los niños que están en peligro de ser abortados, usted, ¿qué preferiría?

Con sólo un minuto, cada mañana, puede salvar millones de vidas. Jamás saldrá en la televisión por ello, pero tenga por seguro que Dios no olvidará nunca ese gesto de compasión por aquellos que son LITERALMENTE, los más indefensos de la tierra.

Como lo afirmaba Roger de Taizé: “Orar, es lo más responsable que jamás podamos hacer”. Todo lo demás, las protestas, las marchas, las declaraciones… deben partir de allí. Ore, no tiene usted idea de cuantos niños puede salvar.

* Autor invitado - Comunicador Social y Periodista – Director de Gaudium, periódico de la Diócesis de Riohacha.

PARROQUIAS: AYER Y HOY DE LA FE


Por JULIO GIRALDO *

Era el año 1985 y una nueva urbanización se construía en unos amplios terrenos al sur de la ciudad, en jurisdicción del municipio de Soledad. A diferencia de muchos de los barrios de Soledad y Barranquilla, esta no era una urbanización ni invadida ni pirata, se trataba de una urbanización construida con todas las de la ley por la firma de ingenieros Castro y Tcherassi que, inicialmente, construyeron 300 casas ocupadas rápidamente por familias de empleados, obreros y pequeños comerciantes, quienes por cómodas cuotas pagaron un millón doscientos mil pesos por cada casa.

En 1986, el padre Víctor Tamayo construye la iglesia de la Santa Cruz en la Ciudadela 20 de julio y como allí no tiene casa donde vivir, su amigo el ingeniero Tcherassi le donde una casita cerca de su parroquia. La firma de ingenieros hace la donación en el barrio Los Robles y ‘Tamayito’ se traslada como nuevo habitante de la urbanización. Existe allí una pequeña escuela que el padre Tamayo comienza a impulsar y pide permiso para utilizar dos de sus aulas como centro de culto, es decir, se improvisa una pequeña capilla, desde donde se comienza a motivar a toda una comunidad, se celebran las misas dominicales y se atiende espiritualmente a la comunidad. Lentamente comienza a darse vida eclesial. La urbanización se sigue poblando y el padre Tamayo de nuevo acude a sus amigos para que le donen un terreno que está lindando con el colegio para construir una iglesia; prontamente la firma de ingenieros responde: “Con mucho gusto, no solamente el terreno, sino también los planos para su iglesia”. Ya, a estas alturas, existe una comunidad muy bien conformada y motivada, ya hay una junta parroquial integrada entre otros por: Juan Medina, Elicenia Martínez y Ruth Marina Torres, legendaria habitante de Los Robles a quien cariñosamente le dicen “la abuela”.

Con la velocidad para hacer las cosas que caracteriza al padre Tamayo, comienza haciendo todos los contactos necesarios para iniciar la obra; reúne un grupo de más de veinte personas para dialogar con ellos sobre el nombre de la naciente parroquia; cada uno expone su punto de vista, unos quieren que se llame María inmaculada, otros prefieren que se llame San José, pero dentro del grupo hay una ferviente devota de un santo desconocido para la mayoría de los asistentes a la reunión. Se trataba de San Pancracio, quien tenía ya en Barranquilla muchos devotos en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen y en San Felipe. La citada señora comenzó su intervención con estampa y novena en mano, y en menos de 10 minutos convenció al auditorio de las bondades, obras y milagros del santo, nacido en la ciudad de Synada, en la Frigia (Asía Menor), a finales del Siglo II de nuestra Era, más o menos hacía el 291. Fue tan convincente en su explicación que el padre Tamayo y los demás asistentes se miraron unos a otros y al unísono como en un coro celestial, gritaron: “Bienvenido San Pancracio”.

Con nombre ya escogido y con una comunidad motivada, se alista el terreno y monseñor Germán Villa Gaviria, en su último acto oficial como Arzobispo de Barranquilla, firma el decreto 1.067 de diciembre 10 de 1986 creando la parroquia de San Pancracio. La obra se inicia en firme, los actos litúrgicos, bautizos, primeras comuniones y toda la vida parroquial transcurren en las improvisadas aulas del colegio que sigue siendo el centro de todas las actividades mientras se construye el templo. La noticia se va regando por todas partes de la ciudad, y empiezan a aparecer los devotos del santo; uno de ellos dona un hermosa imagen para lo cual se manda clavar un poste de cemento de gran altura, a un lado de la iniciada construcción, y el padre Tamayo en persona, haciendo gala de su gran capacidad de escalador, sube hasta lo más alto del poste, y coloca allí a San Pancracio, quien será el santo titular de la nueva parroquia. Cientos de devotos que veían la imagen desde lejos, y a su lado un techo de forma Octagonal de color rojo con una cruz en lo alto que indica la ubicación del templo, comenzaron a llegar atraídos por las bondades del santo y cada día iba creciendo la devoción.

Aproximadamente la construcción del templo dura unos 4 años, lo cierto es que el 12 de mayo de 1992, con Nuncio Apostólico a bordo, se consagra solemnemente la Iglesia. Fue una fecha inolvidable para los habitantes de los Robles y con mucha razón; nada más ni nada menos que el propio representante del Papa pisaba su urbanización en compañía de varios obispos y sacerdotes para bendecir su templo. Desde su erección como parroquia, han transcurrido ya casi 22 años, durante los cuales han estado como párrocos los siguientes sacerdotes: Monseñor Víctor Tamayo, Atilio González, Carlos Julio Macías, Franklin Miranda, Roberto Pedrozo y Emil Espinosa.

LA PARROQUIA HOY

La unidad pastoral de San Pancracio es hoy el centro de culto de una urbanización que a través de 22 años ha crecido a pasos agigantados. Es de tal magnitud su crecimiento, que ya el templo construido con todas las normas urbanísticas y de arquitectura, amplio y suficiente para su época, y habiendo nacido de este templo madre dos nuevas unidades pastorales como los son Marianito Euse y Santa María Madre de la Iglesia, queda pequeño para la gran demanda de feligreses que cada día aumentan más y más. Por eso se estudian alternativas que permitan su ampliación, y de no ser viable ésta alternativa, se procedería a construir más templos para poder atender pastoralmente las necesidades de los habitantes de Los Robles y sus alrededores.

Rigiendo los destinos espirituales de esta unidad pastoral se encuentra el padre Emil Espinosa, un sacerdote con mucho carisma y con olor a pueblo; es decir, un sacerdote que viste sencillamente, vive austeramente, sin lujos ni extravagancias, y escucha con sencillez y comprensión las inquietudes y necesidades de sus feligreses, para quienes siempre se encuentra disponible. Tiene su unidad pastoral bien organizada trabajando en línea con el PDRE; los grupos cumplen a cabalidad con la misión de cada uno, se preparan permanentemente con cursos de actualización en Biblia, catequesis y liturgia, rezan y trabajan unidos. Lentamente pero con pasos firmes, se avanza hacía los objetivos de la nueva evangelización. En la parte litúrgica, se celebran misas diariamente, los domingos son cuatro eucaristías y las fiestas especiales, como navidad, semana santa y día patronal, son de gran aceptación como medios de evangelización. Hay un comité litúrgico que, cumpliendo las nuevas normas de la Iglesia, hace que cada celebración tenga la solemnidad, brillo y decoro que Dios se merece, apoyados por el grupo musical que se encuentra a cargo de unos jóvenes que con guitarras, piano y sus magnificas voces, imprimen dinamismo y alegría en cada acto litúrgico. En la parte social, también existe un grupo comprometido y dispuesto para la ayuda de los más necesitados, igualmente para cada campo de la evangelización siempre hay gente disponible y preparada para trabajar de la mano de su párroco. El templo, aunque pequeño como ya lo anotábamos, luce limpio, bien decorado y acogedor, y con frecuencia se celebran matrimonios y bautizos, indicando una vida pastoral activa y dinámica.

* Periodista – Historiador de temas de la Arquidiócesis

¿ESTOY LISTO PARA DECIDIR SOBRE MI FUTURO PROFESIONAL?


Por EVELYN LLINÁS *

“Es la época”… Los meses preliminares a las fechas de grado para calendario A o durante los meses de abril y mayo, para calendario B, en las que el tiempo pareciera correr más rápido, los padres y otros miembros de la familia inician la fase de preguntas e inquietudes con respecto a la decisión que supuestamente deberán tomar sus hijos con respecto a su futuro vocacional. En el mejor de los casos, se vive una aparente calma; los padres respiran con cierto aire de tranquilidad, pues el o la joven ha decidido que quiere “ser ingeniero(a)”.

Algunos padres, realizan preguntas cotidianas sumadas a una serie de expresiones consecutivas que pretenden alertar a sus hijos con respecto a la toma de decisión: “… al fin, ¿ya decidiste que vas a estudiar?... Mira que el tiempo pasa y las universidades no te van a esperar…¡¡¡Hay muchas cosas que tienes que hacer!!!…” Otros padres, con indignación y en pie de lucha, pretenderán que con autoritarismo lograrán que sus hijos estudien lo que ellos consideran una ‘carrera digna’: ¡Imagínate, nuestro hijo ha salido con la loca idea de estudiar esto, ya le dijimos que no y él tendrá que ver cómo hace, pero esa locura no la vamos a permitir!” Otros muy escépticos se preguntan y preguntan a su hijo o hija: “¿será que sí eres capaz de estudiar esa carrera?” Y están los padres que dicen llamarse ‘flexibles’: “Tú puedes estudiar lo que quieras, pero creo que debes elegir algo que te ubique pronto, con la que puedas obtener un empleo sin problemas, nada de carreras raras, además no podemos pagar ciertas carreras en ciertas universidades.” Podría continuar describiendo las situaciones de los padres frente al proceso de elección de sus hijos, pero de forma general y a lo largo de mucha experiencia en este trabajo, las anteriores pueden catalogarse como las más comunes.

Ciertamente la elección de una carrera no es y nunca será un proceso fácil para los adolescentes y sus familias. Hay muchos elementos que salen al escenario relacionados con ilusiones, aspiraciones, imaginarios, fantasías, autoestima y expectativas del grupo familiar que se proyectan sobre estos jóvenes.

Estos chicos y chicas, son mucho más activos, están más cercanos al uso de una tecnología que es avasalladora, han crecido más cerca del aprendizaje de una segunda lengua y perciben la necesidad de prepararse profesionalmente, cada vez con mayor calidad, pero al tiempo su fragilidad emocional, su baja tolerancia a la frustración, su gran impulsividad, su tendencia a pensar y actuar según el aquí y ahora, hace que para ellos sea difícil pensar en el significado, las implicaciones y el compromiso de un proceso de toma de decisiones, en el que de paso involucran a otros miembros de la familia, particularmente a sus padres. Son ellos quienes apoyarán económicamente la decisión que se tome y es allí, precisamente, donde se observa el mayor nivel de tensión, puesto que la inversión económica frente a una carrera profesional demanda una solidez y solvencia financiera de forma que los hijos puedan recibir educación de alto nivel, y en toda universidad de calidad hay unos costos altos que se deben asumir.

Afortunadamente, desde hace unos años se viene incentivando y facilitando la posibilidad de acceso al crédito mediante la destinación de recursos del gobierno que han favorecido a que instituciones de calidad y de carácter privado puedan, a su vez, ofrecer opciones para el ingreso de estudiantes cuyos padres de familia tienen bajos ingresos. Pero esto, igualmente, se convierte para padres e hijos en objeto de presión, pues la ‘decisión incorrecta’ tiene un costo y no hay lugar a equivocación. Por esta razón, la tendencia actual es que los padres, para ‘evitar’ las dificultades que sus hijos puedan presentar en su toma de decisión, ‘erróneamente’ deciden por ellos y, una vez que pasa la fase de adaptación al medio universitario, que aproximadamente toma entre un año o año y medio de estudios en un programa académico, el joven inicia un proceso de reflexión sobre su futuro vocacional, siendo esto un proceso doloroso, lleno de angustia y de incertidumbre pues no será fácil cambiar de decisión.

Esto nos lleva, adicionalmente, a otro punto importante, tomando en cuenta la edad de egreso del bachillerato por parte de estos jóvenes. La gran mayoría se encuentra en la fase de adolescencia, en la que apenas se genera un proceso de afianzamiento de su propia identidad, producto de la crisis propia de esta etapa. En esta etapa evolutiva se supone se deben consolidar e integrar elementos de su proceso de desarrollo, valores, debilidades, fortalezas, entre otros aspectos, para dar paso a una auto percepción adecuada que le facilite el proceso de pensar quién es, qué quiere ser, de qué manera y al estilo de quién.

Con respecto a lo anterior, comparto lo que la psicóloga argentina Ángela López Bonelli (2003), expresa en apartes de su libro “La orientación vocacional como proceso”. Ella manifiesta que la identidad vocacional está ligada a la propia identidad y es la respuesta que debe darse el joven al por qué y para qué se elige determinado rol ocupacional. Parafraseando a López, para que el joven pueda dar respuesta o hacer la elección, suele incluir los valores, ideales, aspiraciones, entre muchas cosas, de sus pares y grupo familiar o puede ser totalmente reactivo pues no siempre la familia es una buena base sobre la cual pueda buscar sus propias aspiraciones. López Bonelli considera que frente a estas situaciones, los cambios que vive el hijo adolescente, sumado al proceso de decisión que debe tomar, reactualiza en estas familias la angustia y esto hace que los padres, en lugar de ayudarlos, propicien mayores dificultades en la elección vocacional de sus hijos.

Continúa ella diciendo que muchas de las elecciones conflictivas e inmaduras, hasta la desorientación severa se relacionan con fracasos en la elaboración normal de la crisis de identidad. Según su tesis, el joven debe elaborar una serie de duelos pues debe aprender a abandonar a su escuela o colegio, la seguridad de la infancia, los compañeros, muchos ellos de toda su vida, etc., Luego, elegir es renunciar a cosas, a algo y se produce una especie de tensión entre lo que se deja y lo que se toma. Frente a todo esto los jóvenes presionados por sus padres o por el medio familiar e incluso social, agrega esta colega, tienden a tomar decisiones que enmascaran dificultades más profundas.

Claudia Messing, Directora de la Escuela de Postgrado en orientación vocacional, ocupacional y asesoramiento familiar en Argentina, ha realizado interesantes investigaciones que permiten explicar la relación vincular entre la familia –hijos y su relación la decisión vocacional. En sus trabajos y estudios así como la experiencia obtenida en su praxis profesional, muestra que los modelos de autoridad asimétricos en la que padres e hijos mantienen una relación de autoridad a un mismo nivel, no ha permitido ni facilitado el proceso de diferenciación adecuado de manera que la función paterna y materna de diferenciación y límite no es adecuado, generando como consecuencia una separación inadecuada, desconexión emocional y desorganización en las decisiones de los jóvenes incluyendo por supuesto lo vocacional. A lo anterior, sumo desde mi propia experiencia igualmente que, frente a la desorganización y dificultad para decidir, los padres asumen, para evitar más angustias, un rol autoritario, justificado en la preocupación de que el joven no ve claramente como ellos el futuro profesional que, indudablemente, se relaciona con la posibilidad económica de búsqueda de status y éxito social.

Para finalizar, sugiero a padres de familia, apoyarse en la labor que los orientadores profesionales pueden realizar, llevando a cabo un acompañamiento permanente para ayudarles a organizar un proceso de toma de decisiones con miras a la elección vocacional de sus hijos que, como mínimo, debe iniciarse en el grado noveno de la básica secundaria. Así mismo, dejo a consideración una serie de preguntas que los padres puedan realizar para iniciar su proceso de trabajo en torno al futuro vocacional de sus hijos:

¿Qué hemos llevado a cabo para ayudar a nuestros hijos para que tomen decisiones adecuadas en cada situación de sus vidas? ¿Hemos considerado con anticipación que la elección de carrera demanda un proceso que no siempre finaliza al concluir el bachillerato? ¿Nos hemos preparado financieramente, mediante un plan organizado, para asumir con tranquilidad el proyecto vocacional de nuestros hijos? ¿Hemos considerado una asesoría en esta línea para saber cómo llevar a cabo un plan financiero y económico que permita invertir en la educación superior de nuestros hijos? ¿Hemos llevado a cabo un proceso de trabajo asistido por un consejero u orientador, con respecto al proceso de toma de decisión por parte de nuestros hijos en torno a la elección vocacional con suficiente anticipación? ¿Es nuestra relación cercana, cálida, abierta, de manera que conocemos desde hace tiempo las dudas, inquietudes e imaginarios de nuestros hijos frente a su futuro vocacional? ¿Hemos conversado en pareja acerca de nuestros imaginarios, fantasías, aspiraciones y proyectos con respecto al futuro vocacional de nuestros hijos de manera que podamos llegar a acuerdos con ellos? ¿Está claro para nuestros hijos, nuestras ideas, valores, proyectos, aspiraciones, situación económica, entre otros aspectos, para el proceso de toma de decisiones de ellos? ¿Confiamos plenamente en la capacidad de decisión de nuestros hijos frente a su futuro vocacional? ¿Creemos nosotros en sus ideales y deseos vocacionales?

* Autora invitada – Psicóloga y Magíster en Educación – Coord. del Programa de Orientación Académica del Bienestar Universitario de la Universidad del Norte.

LA ENTREGA PERMANENTE AL AMOR DE DIOS


Por CLAUDIA SALCEDO DE LA CRUZ *

Cuando abrimos los ojos al inicio de cada jornada, descubrimos cómo a través de ese nuevo día nos está hablando fuertemente y al corazón el Señor de la vida, el que nos guarda profundamente y en cada momento nos está diciendo al corazón que somos especiales para él; de tal manera que en cada instante nos envuelve con su presencia santa y nos ayuda, en ella, a seguir adelante siempre.

Todos los días son un regalo, recuérdalo, no dejes que las situaciones te quiten la bendición de una jornada inundada del suave aroma de la bendición del Rey de reyes. Cada día es una experiencia de crecimiento, de abrir nuestra vida al Señor. ¡Qué hermoso es decirle al Señor gracias por todo su amor y por todas sus obras!

Te invito a que te desprendas del pasado, de las cosas que sucedieron ayer, o hace algún tiempo. La palabra del Señor en el Salmo 118 (117) en el verso 24, se convierte en nuestro clamor para expresar con profunda reverencia: “Este es el día en que el Señor ha actuado: ¡estemos hoy contentos y felices!”

La bendición del Señor llega a tu vida hoy, no cierres tus ojos a la acción maravillosa y fortalecedora de Aquel que nos regala el aire para respirar, el cielo, las aves, los árboles, el agua… En fin, son tantos detalles de su amor hacia nosotros que en este día, de manera reverencial, le decimos al dueño de la vida: Señor, llénanos de tu amor, de tu paz y danos tu bendición.

Nos dice en 2 de Corintios 6,2 : “Porque él dice en las Escrituras: En el momentos oportuno te escuché; en el día de la salvación te ayudé”. Esa palabra poderosa te invito a que la asumas en tu vida, descubre vivir en la victoria que nos regala el Señor y en la alegría de hacer su voluntad. Grandes y maravillosas, así son sus obras, y perfecto todo lo que él hace, y él que ha creado todo el orbe también te ha creado a ti, por eso eres su joya preciosa. Así que abre tu corazón y dale gracias al Señor conmigo en este momento, porque todo lo que tiene dispuesto para nosotros son cosas hermosas y grandes, “en el momento oportuno”, no después o más tarde, es el momento oportuno, cuando es conveniente, en el instante justo.

¡Qué grande y maravilloso es el Señor! Gracias al Todopoderoso por todo lo que hace y gracias al Señor por este día y por todo lo que vivimos hoy, sus alegrías y momentos tristes, y por todas sus bendiciones.

* Autora invitada – Comunicadora Social y Periodista – Emisora Minuto de Dios. Licenciada en Ciencias Religiosas.

EL RINCÓN DE PABLITO


LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
LA CONSAGRACIÓN

¿Analizaron lo que les conté en el KAIRÓS anterior? Pues bien, cuando el sacerdote une sus manitos y las coloca sobre el pan y el vino, él invoca o llama al Espíritu Santo para que los consagre y así se conviertan en Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

Luego de la invocación al Espíritu Santo, el sacerdote inicia el relato de la institución de la Eucaristía. Jesucristo instituyó la Eucaristía en el momento que se reunió con sus discípulos para celebrar la Pascua. Nosotros continuamos celebrando esa Eucaristía de la misma manera que Él lo hizo. Cuando el sacerdote toma el Pan y el Vino y repite las palabras que dijo Jesús en la 'última cena' con sus discípulos, Él se hace presente en ese Pan y en ese Vino.

Finalizada la consagración no quedan ni pan ni vino, sólo los apariencias, es decir: olor, color, sabor, forma. Ahora es Jesús quien se hace presente.

¿QUÉ ES LA PASCUA?

Llegó la Pascua y en este tiempo todos tenemos que estar dispuestos a vivir la alegría de la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Pero, ¿sabes qué es la Pascua? Bueno, si no sabes yo te lo voy a explicar de manera clara.

La Pascua es la conmemoración anual que la Iglesia hace del misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Con estos acontecimientos Jesús nos salvó del pecado y la muerte dándonos una oportunidad de vida y amor. Esta conmemoración se prepara con los cuarenta días de Cuaresma y se celebra siguiendo los pasos de Jesús hacia el Calvario: su entrada a Jerusalén, la última cena con los apóstoles donde se instituyó el sacramento de la Eucaristía, la pasión y muerte del Señor en la cruz y el Viernes Santo y el Sábado Santo esperamos la resurrección de Jesús celebrando la Vigilia Pascual hasta el Domingo de Resurrección que abre con gran júbilo los 50 días de la Pascua que finalizan con la celebración del Pentecostés.

Esta es la celebración más importante de todos los cristianos porque gracias a la Resurrección de Jesús nuestra esperanza tiene sentido. Cristo resucitó para consolidar la fe y nos hace revivir aquellos primeros momentos de la experiencia de Él viviente en medio de sus discípulos. Es un tiempo que da una nueva vitalidad a la Iglesia que hace florecer las semillas y granar los frutos. La Pascua tenemos que vivirla fijándonos, precisamente, en Cristo resucitado para que nosotros vivamos una vida nueva según el amor de Dios.