lunes, abril 21, 2008

LAS COMUNIDADES RELIGIOSAS: UNIDAS PARA EL TRABAJO PASTORAL


Muchos se preguntarán por qué hay monjitas que tienen un hábito distinto al de otras, o por qué hay sacerdotes que se visten diferente a los padres de nuestra parroquia. Para estas personas también resultaría cómodo pensar que como se visten diferente y son de comunidades diferentes, entonces sus trabajos pastorales son aislados de la vida diocesana, sin ninguna unión a la hora de evangelizar.

Pero no es así. Si hay algo que destaca a los servidores del pueblo de Dios es la unión, fraternidad y familiaridad con que cada uno se esmera para que los demás conozcan la Palabra y el amor que el Señor nos da a diario. Las comunidades religiosas no son la excepción; en cada diócesis, provincia o territorio eclesial, los religiosos y las religiosas hacen parte de la CRC -Confederación de Religiosos y Religiosas de Colombia-.

Pero, entonces, ¿qué es la CRC? En nuestro país todas las comunidades religiosas, desde sus diferentes carismas y dones propios de los grupos que siguen a Cristo, se unen con el mismo objetivo: llevar el mensaje de Dios, y esto lo logran organizadamente por medio de la CRC. Según el Canon 708 y 709, éste es un organismo de derecho pontificio sin ánimo de lucro, erigido por la congregación de institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica de la Santa Sede y la Iglesia Católica.

En la Arquidiócesis de Barranquilla, territorio eclesial que comprende el departamento del Atlántico, este ente viene trabajando desde los años 90 y, desde ese momento, se ha preocupado por apoyar la evangelización y los procesos pastorales que esta Iglesia particular desarrolla. Es así como las religiosas y los religiosos animan constantemente la vida religiosa como parte integral de la Iglesia, colaborando al Obispo y a los sacerdotes para que se haga más dinámica la presencia evangelizadora en todos los municipios, corregimientos, pueblos y veredas.
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Termine de leer este artículo en la edición 182 de Kairós.

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