sábado, abril 05, 2008

LA ENTREGA PERMANENTE AL AMOR DE DIOS


Por CLAUDIA SALCEDO DE LA CRUZ *

Cuando abrimos los ojos al inicio de cada jornada, descubrimos cómo a través de ese nuevo día nos está hablando fuertemente y al corazón el Señor de la vida, el que nos guarda profundamente y en cada momento nos está diciendo al corazón que somos especiales para él; de tal manera que en cada instante nos envuelve con su presencia santa y nos ayuda, en ella, a seguir adelante siempre.

Todos los días son un regalo, recuérdalo, no dejes que las situaciones te quiten la bendición de una jornada inundada del suave aroma de la bendición del Rey de reyes. Cada día es una experiencia de crecimiento, de abrir nuestra vida al Señor. ¡Qué hermoso es decirle al Señor gracias por todo su amor y por todas sus obras!

Te invito a que te desprendas del pasado, de las cosas que sucedieron ayer, o hace algún tiempo. La palabra del Señor en el Salmo 118 (117) en el verso 24, se convierte en nuestro clamor para expresar con profunda reverencia: “Este es el día en que el Señor ha actuado: ¡estemos hoy contentos y felices!”

La bendición del Señor llega a tu vida hoy, no cierres tus ojos a la acción maravillosa y fortalecedora de Aquel que nos regala el aire para respirar, el cielo, las aves, los árboles, el agua… En fin, son tantos detalles de su amor hacia nosotros que en este día, de manera reverencial, le decimos al dueño de la vida: Señor, llénanos de tu amor, de tu paz y danos tu bendición.

Nos dice en 2 de Corintios 6,2 : “Porque él dice en las Escrituras: En el momentos oportuno te escuché; en el día de la salvación te ayudé”. Esa palabra poderosa te invito a que la asumas en tu vida, descubre vivir en la victoria que nos regala el Señor y en la alegría de hacer su voluntad. Grandes y maravillosas, así son sus obras, y perfecto todo lo que él hace, y él que ha creado todo el orbe también te ha creado a ti, por eso eres su joya preciosa. Así que abre tu corazón y dale gracias al Señor conmigo en este momento, porque todo lo que tiene dispuesto para nosotros son cosas hermosas y grandes, “en el momento oportuno”, no después o más tarde, es el momento oportuno, cuando es conveniente, en el instante justo.

¡Qué grande y maravilloso es el Señor! Gracias al Todopoderoso por todo lo que hace y gracias al Señor por este día y por todo lo que vivimos hoy, sus alegrías y momentos tristes, y por todas sus bendiciones.

* Autora invitada – Comunicadora Social y Periodista – Emisora Minuto de Dios. Licenciada en Ciencias Religiosas.

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