jueves, marzo 22, 2007

NUESTRA PORTADA

ANTE LOS DESAFÍOS DEL CALENTAMIENTO GLOBAL, LA CONVERSIÓN ECOLÓGICA.
Hace unos días los expertos en cambio climático revelaron que el calentamiento planetario es irreversible.

"SACRAMENTUM CARITATIS"
Exhortación Apostólica Post Sinodal de Benedicto XVI

LA CATEDRAL, EL MEJOR LUGAR PARA EL JUBILEO DE LOS ARTISTAS
La Catedral Metropolitana María Reina abrió sus puertas el pasado 6 de marzo al acto central del Jubileo de los artistas.

EDITORIAL

EL JUBILEO Y NUESTRO PROCESO DE EVANGELIZACIÓN

Cuando un cantante presenta su primer trabajo musical, puede lograr un impacto positivo en el medio; pero, a la vez, debe tener claro que no es suficiente llegar a la cúspide, ni vender cierto número de discos. Ante todo, debe procurar mantener la excelencia en las producciones que siguen.

En nuestro medio es muy común decir: “no es nada comprar el carro, sino mantenerlo”, frase que puede aplicarse en la vida familiar, estudiantil, laboral. Y si de ejemplos se trata, abordemos uno que se ha vuelto pan de cada día: las desavenencias matrimoniales causadas por la falta de comunicación efectiva y afectiva. Ciertamente contraer matrimonio requiere de mucha preparación y, a veces, se agotan todos los esfuerzos en la realización del rito como tal y después viene el descuido en lo que se refiere a la vida conyugal, pues se enfría el diálogo, las manifestaciones de afecto escasean, se olvidan las fechas especiales...

Muchas veces iniciamos con empeño procesos y proyectos, pero en el camino va decayendo el entusiasmo y los logros iniciales no alcanzan a cubrir las metas trazadas. De aquí la necesidad de estar siempre atentos y en continua formación para que no suceda de igual manera con el proceso de evangelización de nuestra Arquidiócesis y, puntualmente, con cada uno de los jubileos que estamos celebrando este año. Es decir, que la celebración de cada pastoral no se convierta en momentos aislados de desbordante fervor, sino que sean acontecimientos coyunturales para revitalizar las estructuras y motivar la creación organizada de nuevas pastorales, como ha sucedido con el reciente “Jubileo de los Artistas” que abrió las puertas al trabajo pastoral que la Arquidiócesis ofrecerá a este importante grupo de la sociedad.

El Jubileo Arquidiocesano no podemos vivirlo como un acto aislado, no podemos percibirlo como una ocurrencia de algunos. Es la gran oportunidad que el Señor nos regala, con la bendición del Papa Benedicto XVI, para celebrar los 75 años de nuestra iglesia particular extendida por todo el Atlántico. En este orden de ideas, el Jubileo Arquidiocesano no es ajeno al Proceso Diocesano de Renovación y Evangelización PDR/E; al contrario, lo revitaliza, lo nutre con la gracia jubilar.

¿Qué tal que nuestro Dios fuera de momentos, intermitente, pusilánime, esporádico? Él nos acompaña en todo los instantes de nuestra vida y desea ver en nosotros un crecimiento como consecuencia de su amor y entrega.

"SACRAMENTUM CARITATIS"

Exhortación Apostólica Post Sinodal de Benedicto XVI

Durante la presentación el pasado 13 de marzo de la Exhortación Apostólica Post Sinodal de Benedicto XVI "Sacramentum Caritatis", sobre la Eucaristía fuente y cumbre de la vida y la misión de la Iglesia, el Patriarca de Venecia y relator general de la 11º Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, Cardenal Angelo Scola, explicó la estructura general, contenidos fundamentales y novedades doctrinales del nuevo documento pontificio.
El Purpurado señaló que la Exhortación se basa "en el nexo inseparable de tres aspectos: misterio eucarístico, acción litúrgica y nuevo culto espiritual" y "está estructurada en tres partes, cada una de las cuales profundiza una de las tres dimensiones de la Eucaristía", es decir: "Eucaristía, misterio que se ha de creer; Eucaristía, misterio que se ha de celebrar y Eucaristía, misterio que se ha de vivir".

"La enseñanza del Santo Padre –añadió el Cardenal Scola– ilustra con claridad cómo la acción litúrgica (misterio que se ha de celebrar) es aquella acción específica que hace posible la conformación de la vida cristiana (misterio que se ha de vivir, nuevo culto) por parte de la fe (misterio que se ha de creer)". El Papa, "con una segunda novedad doctrinal de gran importancia", resalta además "la relevancia del 'arte de celebrar' para una participación activa, plena y fructuosa".

"EUCARISTÍA, MISTERIO QUE SE HA DE CREER"
En la primera parte, "Eucaristía, misterio que se ha de creer", se habla del "don de la Trinidad", y "se ilustra el misterio de la Eucaristía a partir de su origen trinitario, que asegura su carácter permanente de don". Sobre los lazos entre "Institución cristológica y obra del Espíritu", el Santo Padre aborda "la institución de la Eucaristía en relación con la cena pascual judía" en un "pasaje decisivo para iluminar el 'novum' radical que Jesús aporta a la antigua cena ritual".

"Eucaristía e Iglesia", el segundo apartado, subraya que "la Eucaristía es el principio causal de la Iglesia: "en cada celebración confesamos la primacía del don de Cristo. El influjo causal de la Eucaristía en el origen de la Iglesia revela la precedencia no sólo cronológica sino también ontológica del habernos 'amado primero'. Benedicto XVI, mientras afirma la relación circular entre la Eucaristía que edifica la Iglesia y la Iglesia misma que celebra la Eucaristía, cumple una significativa opción magisterial por el primado de la causalidad eucarística sobre la eclesial".

El Papa aborda la relación entre la Eucaristía y los demás sacramentos, afirmando que ésta "lleva la iniciación cristiana a la plenitud y es como el centro y fin de toda la vida sacramental". Respecto al sacramento de la reconciliación, el Papa insiste en la exigencia de "una recuperación de la pedagogía de la conversión que nace de la Eucaristía".

Al tratar la relación entre Eucaristía y Orden, el Santo Padre reafirma el carácter "insustituible del sacerdocio ministerial para la celebración de la Santa Misa" y, además, "subraya y profundiza la relación entre orden sacerdotal y celibato: "Respetando la praxis y las diferentes tradiciones orientales –escribe– es necesario reafirmar el sentido profundo del celibato sacerdotal, considerado con justicia una riqueza inestimable".

En "Eucaristía y Matrimonio", el Santo Padre sostiene que, sacramento esponsal por excelencia, "corrobora de forma inagotable la unidad y el amor indisolubles de todo matrimonio cristiano". Según el Arzobispo Scola, el texto contiene "importantes sugerencias pastorales" respecto a los católicos divorciados que se han vuelto a casar. La Exhortación, tras reafirmar que "a pesar de su situación siguen perteneciendo a la Iglesia, que les sigue con especial atención", enumera nueve modalidades de participación en la vida de la comunidad de estos fieles que, aunque no reciban la Comunión, pueden adoptar un estilo de vida cristiano". "Se habla también de los que habiendo celebrado válidamente el matrimonio, por condiciones objetivas no pueden disolver los nuevos lazos contraídos, proponiéndoles, con una adecuada ayuda pastoral, que se comprometan "a vivir su relación según las exigencias de la ley de Dios, como amigos, como hermano y hermana", es decir, transformando su relación en amistad fraternal".

"EUCARISTÍA, MISTERIO QUE SE HA DE CELEBRAR"
El Purpurado se refirió a la segunda parte de la Exhortación, "Eucaristía, misterio que se ha de celebrar", en la que se ilustra "el desarrollo de la acción litúrgica en la celebración, indicando los elementos que merecen una mayor reflexión y ofreciendo algunas sugerencias pastorales de gran importancia".

El Papa ofrece unas indicaciones sobre la riqueza de los signos litúrgicos (silencio, paramentos, gestos: estar de pie, de rodillas, etc.) y el arte al servicio de la celebración. En este contexto se recuerda que el sagrario debe colocarse en un lugar visible en la Iglesia con una lamparilla encendida.
Para favorecer una participación activa más adecuada en el rito sagrado, el Santo Padre propone algunos recursos pastorales y, asimismo, propone "un recurso más habitual a la lengua latina, sobre todo en las grandes celebraciones internacionales, sin descuidar el peso del canto gregoriano". "El Papa –continuó el Cardenal Scola– recuerda la unidad intrínseca del rito de la Santa Misa", que se debe expresar también en el modo con que se cuida la liturgia de la Palabra". Benedicto XVI hace hincapié en el "notable valor educativo" de la presentación de los dones, el intercambio de la paz y el "Ite missa est". "El Santo Padre ha confiado el estudio de posibles cambios sobre estos dos últimos puntos a los dicasterios competentes".

"EUCARISTÍA, MISTERIO QUE SE HA DE VIVIR"
En la tercera y última parte, el Purpurado indicó que "se muestra la capacidad del misterio creído y celebrado de constituir el horizonte último y definitivo de la existencia cristiana".

En la Exhortación se subraya con fuerza que “el don de la Eucaristía es para el hombre, responde a las esperanzas del hombre. Los cristianos encuentran en la celebración eucarística al Dios vivo y verdadero capaz de salvar su vida. Y esta salvación tiene como interlocutora a la libertad humana". "La relevancia antropológica de la Eucaristía emerge con toda su fuerza en el culto nuevo característico del cristiano. Sobre la base de la acción eucarística, cada circunstancia de la existencia se convierte, por decir así, en 'sacramental'", añadió.

Tras recordar que "cada fiel está llamado a una profunda transformación de la propia vida", el Patriarca de Venecia subrayó la importancia de la "responsabilidad de los cristianos que desempeñan cargos públicos y políticos". Concretamente, los políticos y legisladores católicos deben "presentar y apoyar –escribe el Santo Padre– leyes inspiradas en los valores fundados en la naturaleza humana. Esto tiene además una relación objetiva con la Eucaristía". Asimismo, el documento "recomienda vivamente a todos, pero en particular a los fieles laicos, "cultivar el deseo de que la Eucaristía influya cada vez más profundamente en su vida cotidiana, convirtiéndolos en testigos visibles en su propio ambiente de trabajo y en toda la sociedad". El Cardenal afirmó que el texto no duda en afirmar que "la Eucaristía impulsa a todo el que cree a hacerse 'pan partido' para los demás, y por tanto, a trabajar por un mundo más justo y fraterno".

Asimismo, el Purpurado manifestó la convicción de que "en la autenticidad de la fe y del culto eucarístico se halla el secreto de un renacimiento de la vida cristiana capaz de regenerar al Pueblo de Dios. En el misterio de la Eucaristía se accede a la realidad de Dios que es amor".

Por último, el Cardenal Scola destacó que al inicio y al final del documento, Benedicto XVI subraya la relación entre la Eucaristía y la Virgen: "En María Santísima vemos perfectamente realizado el modo sacramental con que Dios, en su iniciativa salvadora, se acerca e implica a la criatura humana. De Ella hemos de aprender a convertirnos en personas eucarísticas y eclesiales".

El texto completo de la Exhortación Apostólica puede encontrarse en: http://www.aciprensa.com/Docum/benedictoxvi/documento.php?id=99

CANTO LITURGICO PARA LA CELEBRACION LITURGICA

Por ÁNGELA MARÍN NIEBLES
Directora del Coro Arquidiocesano
anjemani@yahoo.com

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles.
¿Queréis alabar a Dios?
Vivid de acuerdo con lo que pronuncian vuestros labios.
Vosotros mismos seréis la mejor alabanza que podáis tributarle, si es buena vuestra conducta.
San Agustín.

El canto es de gran estima en la celebración litúrgica. Desde tiempos antiguos los cristianos han utilizado la música para el culto. Es muy conocido el proverbio antiguo que dice: "Quien canta bien, ora dos veces".

Si revisamos la Sagrada Escritura, encontramos muchos pasajes que nos motivan a alabar a Dios con toda nuestra alma y con toda nuestra voz. El apóstol Pablo invita a los fieles que se reúnan a cantar juntos salmos, himnos y cánticos inspirados (cfr. Col 3,16) y añade, en otro libro, que el canto es signo de la exultación del corazón (cfr. Hch 2, 46).

Las orientaciones del Magisterio de la Iglesia son claras con relación a las condiciones que ha de tener el canto litúrgico. Dice: «no toda música vocal o instrumental puede juzgarse igualmente apta para alimentar la oración y expresar el Misterio de Cristo». En este orden de ideas; las composiciones musicales, al estar destinadas a la celebración del culto divino, deben:
* Ayudar a proclamar la Palabra de Dios.
* Favorecer el clima de oración.
* Fomentar la unanimidad de espíritus entre el pueblo de Dios.
* Enriquecer con mayor solemnidad los ritos sagrados.

Se entiende «por música sagrada aquella que, creada para la celebración del culto divino, posee las cualidades de santidad y perfección de formas». Por lo anterior, se pide que la música litúrgica sea creada para la celebración litúrgica. No se puede aceptar que se hagan adaptaciones, mendigando melodías del folclor, de la música clásica, del cine y de las que están de moda, para el texto y la música de un canto litúrgico. Estos plagios son injuria al valor de la Palabra litúrgica y también a la música.

EL TEXTO DE LOS CANTOS LITÚRGICOS
Los textos litúrgicos se clasifican en dos: aquellos que tienen una estructura claramente definida y aquellos que no. Para ambos su contenido se inspira en las siguientes fuentes:

* La Sagrada Escritura: el texto debe ser bíblico o estar inspirado en el libro sagrado. En la liturgia cristiana, el canto va unido esencialmente a la Palabra bíblica.
* La Patrística: son letras tomadas de los Santos Padres que hacen referencia a la historia de la salvación, al Credo, a las verdades de fe. Estos textos no son la voz de un cristiano o grupo particular, sino que son la voz de la misma Iglesia en oración. Lo que importa no es la autoría, sino el que la Iglesia los ha hecho suyos y los pone como modelos oracionales.
* Textos Eucológicos: son letras compuestas por la Iglesia para las celebraciones litúrgicas, como las oraciones del misal, las plegarias eucarísticas con sus prefacios, las grandes oraciones de bendición, el pregón pascual... con el fin de expresar a Dios sentimientos de adoración y alabanza, conversión, súplicas y acción de gracias, que lleven al compromiso evangélico en medio de la sociedad.

CANTOS DE LA MISA TENIENDO EN CUENTA SU NATURALEZA Y FUNCIÓN
Como el canto en la Eucaristía está íntimamente unido a la acción litúrgica y por ende a los textos de la misa, los cantos se adaptan para permitir que esta unión se desarrolle de manera coherente y delicada. Los cantos de la Eucaristía se organizan en: aclamaciones, cantos procesionales, cantos del ordinario, salmo responsorial y cantos suplementarios. Conozcamos algo de cada uno de estos campos.

Las Aclamaciones
Son clamores de alegría que surgen de toda la asamblea como asentimientos enérgicos y significativos a la palabra y la acción de Dios. Por su naturaleza son rítmicamente fuertes, melódicamente atractivos y afirmativos. Con respecto al canto, el pueblo debe conocer de memoria las aclamaciones a fin de que las entone espontáneamente. Entre estas se destacan: el aleluya, las aclamaciones eucarísticas, el gran “amén” de la doxología y la doxología del Padrenuestro.

Los Cantos Procesionales
Ayudan a crear y mantener una conciencia de comunidad. Para el texto de estos cantos se proponen antífonas adecuadas que pueden ser usadas con apropiados versos de los salmos. Entre estos encontramos: el canto de entrada, el canto que acompaña la presentación de los dones y el canto de comunión.

Los Cantos del Ordinario
Son aquellos cantos que siempre se encuentran, es decir, que hacen siempre parte de la misa. Se caracterizan por tener una estructura de texto definida y porque deben ser entonados por todos. Estos cantos no pueden sustituirse por otros, debido a que su texto aparece escrito en el Misal. Cuando se interpreten, no debe demorarse su entrada con una larga introducción, su música y ritmo debe ser adaptada teniendo en cuenta el tiempo litúrgico. Entre éstos encontramos: el Señor, ten piedad, el Gloria a Dios, la profesión de fe, el Santo, el Padrenuestro y el Cordero de Dios.

El Salmo Responsorial
Es la respuesta a la primera lectura. La liturgia de la palabra se aviva más plenamente si entre las dos primeras lecturas un cantor canta el salmo y todos cantan la respuesta. Para la melodía y música el Graduale Simplex propone una serie de estribillos propios de los diferentes tiempos litúrgicos. Se pueden usar otras melodías (música, no texto) con tal que sean seleccionadas en armonía con el tiempo litúrgico, la fiesta o la ocasión y puedan ser fácilmente cantados por la asamblea. El salmo responsorial propuesto por el leccionario no debe cambiarse.

Los cantos suplementarios
Son aquellos cantos para los cuales no hay textos específicos ni requerimiento alguno de que deba haber un texto hablado o cantado. En estos el coro puede desempeñar una función más plena, pues no existe la posibilidad de usurpar las partes del pueblo. Entre éstos encontramos: el salmo o canto después de la comunión y el canto de despedida.

Si tiene inquietudes sobre este tema u otro relacionado con el canto y la música litúrgica, puedes escribirnos a la siguiente dirección electrónica: comisionarquidiocesanadeliturgia@yahoo.com

ANTE LOS DESAFIOS DEL CALENTAMIENTO GLOBAL, LA CONVERSIÓN ECOLÓGICA

Por: Fray Gilberto Hernández García, ofm
alvinxxi@yahoo.com.mx

Hace unos días los expertos en cambio climático nos han revelado que el calentamiento planetario es irreversible, que ya estamos dentro de él y que la Tierra está buscando un nuevo equilibrio. Además, coinciden en que el calentamiento es un fenómeno natural, pero que ha ido creciendo aceleradamente, sobre todo a raíz de la revolución industrial y las actividades humanas en ese contexto, a tal grado que la Tierra ya no es capaz de autorregularse.

Algunas organizaciones ecologistas nos señalan que cada año se emiten a la atmósfera cerca de 27 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, en gran medida el causante del llamado efecto invernadero. Este fenómeno, a decir del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) –que involucra a 2.500 científicos de 130 países–, puede hacer que la temperatura planetaria en este siglo aumente entre 1,8 y 6,4 grados centígrados. Si se adoptan medidas que involucren a la mayor cantidad de responsables, es posible que el aumento se quede en 3 grados, pero no menos de eso. Los científicos ya nos han hablado de las consecuencias: los océanos subirán de 18 a 59 cm., inundando ciudades costeras, habrá una devastación fantástica de la biodiversidad y millones de personas correrán peligro de desaparecer.

Aunque algunos gobernantes han hablado de iniciar una revolución de las conciencias, de la economía y de la acción política, para hacer frente a este desafío. La lucha sería, no para detener la marcha del calentamiento porque es imposible, pero sí -por lo menos- para desacelerarlo mediante dos estrategias básicas: la adaptación a los cambios -quien no lo haga, correrá el peligro de morir-; y la disminución de las consecuencias letales, que favorezcan la supervivencia de la Tierra y, con ella, la de todos los organismos vivos, particularmente los humanos.

El recordado Juan Pablo II ya había lanzado la invitación a asumir esas nuevas actitudes ante el desafío que representa la depredación de la naturaleza: hablaba de conversión ecológica. Así insistía en su encíclica Evangelium Vitae: "[…] se debe recibir favorablemente la creciente atención a la calidad de vida y a la ecología, que se observa sobre todo en las sociedades más desarrolladas, en las que las expectativas de las personas no se centran tanto en los problemas de la supervivencia como en la búsqueda de una mejora global de las condiciones de vida”. De acuerdo con Juan Pablo II, no sólo está en juego una ecología física atenta a cuidar del hábitat de los diferentes seres vivientes, sino también una “ecología humana que haga más digna la existencia de las criaturas, protegiendo el bien fundamental de la vida en todas sus manifestaciones y preparando a las futuras generaciones un ambiente más cercano al proyecto del Creador”.

Convertirnos, pues, de depredadores del medio ambiente en verdaderos ministros de la creación, es el reto que hoy, ineludiblemente se nos presenta como imperativo. La misión consiste en cuidar de todos los seres y convertirnos en guardianes del patrimonio natural y cultural común, de tal forma que la biosfera continúe siendo un bien de toda vida, incluso en el futuro, y no solamente nuestro.

Algunas organizaciones ecologistas nos señalan que cada año se emiten a la atmósfera cerca de 27 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, en gran medida el causante del llamado efecto invernadero.

¡Nuestra misión: cuidar de todos los seres y convertirnos en guardianes del patrimonio natural y cultural común!

EL MORRO: OCHO AÑOS CON MARÍA

Por ELISA PIÓN DE CASTRO

Entre mediados de 1998 y principios de 1999, motivados por el sueño de dos jóvenes bogotanas que reciben manifestaciones de la Virgen, de construirle un Santuario cerca al mar a nuestra Madre Celestial, Monseñor Víctor Tamayo, apadrinado por cuatro amigos industriales barranquilleros, iniciaron la búsqueda de un terreno para construirle un Santuario a la Virgen María. Visitaron varios sitios en el Departamento, resultando la búsqueda infructuosa debido a los inconvenientes que se presentaban.

Llegan el primer sábado de febrero a un terreno ubicado en el corregimiento de El Morro, jurisdicción del municipio de Tubará, uno de los tres paisajes montañosos de nuestro departamento, en donde en otra época se encontraba localizado un asentamiento indígena de la casi desaparecida tribu de los Mocaná.

Después de conocer esas tierras, todos quedaron maravillados; llegaron a la cima de una montaña, en donde se vislumbraba de un lado el mar en toda su inmensidad, a la izquierda un sembrado de palmas, de una de las fincas aledañas y a lo lejos se alcanzaban a ver las sombras de las poblaciones cercanas. Todos los asistentes se sorprendieron porque una de las jóvenes procedentes de Bogotá, antes había comentado el sueño que había tenido respecto al sitio que la Virgen quería para su Santuario y lo que estaban viendo en ese momento era lo mismo. Todos se abrazaron, se dieron las negociaciones rápidamente y los industriales adquirieron cuatro hectáreas de terreno las cuales entregaron a Monseñor Tamayo para la construcción del santuario.

A partir de ese momento se inició el desmonte del lugar para realizar la primera peregrinación, la cual se programó para la madrugada del primer sábado del mes de marzo de 1999, el día seis, con la asistencia de unas cincuenta personas aproximadamente entre feligreses de la Parroquia del Corazón Inmaculado, donde Monseñor Tamayo era párroco, y algunos amigos personales.

Dejando los carros en la cancha de fútbol de El Morro, que es el sito más plano, y portando sobre hombros la imagen de la Virgen, entre cantos marianos y el rezo fervoroso del Santo Rosario, caminamos unos 1.800 metros de vía empinada hasta llegar a la cima de la montaña. Allí encontramos una piedra en donde se colocó la virgen y a su alrededor, Monseñor Tamayo celebró una Eucaristía. Pese a que en ese momento todo era monte, fue una experiencia maravillosa, como si estuviéramos más cerca del cielo, contemplando hermosos paisajes y kilómetros de playas que nos invitan a la reflexión y la oración.

Para limpiar el sitio se ofrecieron varios ingenieros que prestando sus trabajadores y equipos inician la limpieza del terreno y la ampliación de la trocha para llegar allí. Estos encontraron una piedra enorme, que no destruyeron. Actualmente sobre dicha piedra, que más adelante se constituye en altar, se encuentra la imagen de la Virgen. Desde esa piedra nuestra Madre Celestial bendice a todos y cada uno de los habitantes de nuestro terruño, intercede por la tan anhelada Paz de Colombia y nos recuerda que todos somos hermanos: campesinos, indígenas y los que vivimos en la ciudad.

A partir de ese momento todos los asistentes nos comprometimos con María en repetir la peregrinación todos los primeros sábados de cada mes convirtiéndonos, además, en agentes multiplicadores del fervor a Ella. Muchas son las personalidades que han peregrinado a lo largo de estos ocho años, sacerdotes y obispos de diferentes ciudades de Colombia y de otros países, personajes de la política, de las fuerzas militares y administrativas del departamento y del país, del cuerpo diplomático, de la farándula y muchísimas personas, niños, jóvenes y adultos mayores que expresan su felicidad de haber podido subir, olvidándose del cansancio y el calor.

Actualmente cada primer sábado peregrinan entre ochocientas y mil doscientas personas, que llegan en buses que salen de diferentes parroquias tanto del norte como del sur de la ciudad: del Corazón Inmaculado de María, la Catedral, la Torcoroma, Divina Misericordia, San Isidro, San Germán, María Auxiliadora y Nuestra Señora de la Esperanza, entre otras. Además, se realizan peregrinaciones con todos los empleados de diferentes empresas, fábricas y colegios de la ciudad.

LAS PUERTAS DEL MAL NO PREVALECERAN SOBRE LA IGLESIA

Un cineasta dice haber encontrado la tumba de Jesús y su familia. Lamentablemente muchos ingenuos creen en este tipo de acontecimientos que sólo buscan aprovechar el tiempo de Cuaresma para enriquecer los bolsillos de los autores de tales mentiras.

Por CLOTARIO HEMER CERVANTES, Pbro.
Párroco Unidad Pastoral Santísima Trinidad

El martes 27 de febrero apareció en un periódico un artículo con el siguiente título: “Cineastas afirman haber hallado tumba de Jesús y su familia”. Según la publicación, James Cameron dirigió un documental en el que revela que “Jesús y María Magdalena fueron enterrados junto a su hijo Judas en un panteón familiar hallado en 1980 en Jerusalén”. Los autores del documental mostraron los osarios de Jesús, hijo de José y Mariemene e Maria o María del Maestro, que sería la Magdalena del Nuevo Testamento.

Pásmense de las conclusiones que sacan los cineastas: “una conclusión de análisis genéticos, cálculo de probabilidades y referencias bibliográficas, permite a los autores del documental concluir que se trata del panteón del fundador del cristianismo y su familia”. Después de leer semejante audacia, es lógico pensar que no es raro que la “ingenuidad” no es rara ni en los “grandes genios”, mucho menos en los malintencionados y hasta en los ignorantes. “Cameron dijo que el ‘hallazgo’ pone fin a la ausencia de pruebas físicas de la existencia de Jesús”. Habría que preguntarle a Cameron qué entiende él por pruebas físicas de la existencia de Jesús. Un ‘arqueólogo’ advenedizo, que libera a la humanidad del oscurantismo de la Iglesia y hace el aporte más grande de la historia a la arqueología religiosa.

El arqueólogo israelí Amós Kloner, que documentó esta tumba como la cueva funeraria de una familia próspera, dijo a la AFP, según el mismo artículo, que no hay pruebas que respalden las afirmaciones de que allí fue enterrado Jesús. “Insisto en que se trata de una cámara funeraria regular del primer siglo antes de Cristo”. Los nombres de Jesús, María, Judas y José eran en esa época mucho más comunes que lo que son hoy. De tal manera, dice el arqueólogo frente al cineasta, que lo de los nombres son pura coincidencia. Desde luego, pienso que un arqueólogo de Palestina, que ha dedicado toda su vida a excavar a Jerusalén y concretamente a documentar la tumba en mención no puede quedarse tranquilo o en silencio frente a las absurdas consideraciones de un cineasta.

El Santo Sepulcro es el más venerado de todos los santuarios del cristianismo: “la tumba excavada en la roca a escasa distancia del Calvario (Mt 27, 57.60-61; 28,2; Jn 19, 5.12.20), unos 35 metros, en la que se enterró a Jesús y en la que resucitó”. Su autenticidad está garantizada por una tradición, cultual y monumental, desde mediados del primer siglo después de Cristo y escrita a partir del siglo IV. En efecto, el emperador romano Adriano Plubio Elio (nacido en el 76 y muerto en el 138 d.C.), que subió al poder en el año 117 d.C., hizo construir sobre el Gólgota una vasta explanada con un templo dedicado a Júpiter, lo que demuestra que allí había ya, en su tiempo, un lugar de culto cristiano, que venía de años atrás. Más tarde, Constantino hizo construir sobre el lugar una basílica sobre la cripta de la invención de la cruz. Se inauguró en el 335, incendiada por los persas en el 614. Luego siguieron destrucciones y construcciones hasta que en 1149 se construyó un edificio que ha perdurado hasta hoy con varias restauraciones (cfr. Il Golgota e la Cruce. B. Bagatti. E. Festa Jerusalem 1984)

Dicen los cineastas: “Sé que dirán que tratamos de minar el cristianismo. Nada más lejos de la verdad”; la frase lleva en el fondo una ironía fina y malévola. No se preocupen, señores cineastas, que, en primer lugar, el fundador del cristianismo aseguró a Pedro que “las puertas del Hades no prevalecerían contra su Iglesia” (Mt 16,18b). Así que tranquilos, que ustedes, como tantos otros que han desfilado por la historia con ínfulas de sabios, queriendo desprestigiar al cristianismo, han pasado sin pena ni gloria, y la historia ni siquiera se acuerda de ellos, tal acontecerá con ustedes. Por otra parte, a ustedes no les convendría minar a la Iglesia, porque matarían la gallina de los huevos de oro (US$), el redondo negocio de ustedes que, cada año, en Cuaresma, debe dejarles jugosos dólares a costa de la ingenuidad de la gente.

Por otra parte, las fantasías de cineastas sólo pueden minar a los ingenuos desde una pantalla. A propósito, el mismo día y en el mismo diario, Gina Montaner hacía esta rotunda afirmación: “una vez más he comprobado que una cosa son las fantasías del cinéfilo y otra bien distinta la realidad de carne y hueso” (Sexo en primera). Veremos la sorpresa “científica” de esta Cuaresma, sacada del congelador de hallazgos arqueológicos. En fin, quien se presenta con el altisonante título de científico (pseudo) puede hacer estragos en un pueblo que cree y venera con razón la ciencia, pero se traga de buena fe lo que muchos científicos, faltos de ética, afirman ser conclusiones científicas las que, en realidad, son creencias personales.

PARROQUIAS: AYER Y HOY DE LA FE

UNIDAD PASTORAL SAN CLEMENTE ROMANO: UN REGALO DE DIOS

Por: JULIO GIRALDO
Periodista

Hace 60 años, el sector donde hoy se encuentra la iglesia San Clemente Romano no era más con un monte con muy buena vegetación y cruzado por algunos arroyos. El doctor Alberto Pumarejo, ilustre patriarca barranquillero, en aquella época senador de la República, consiguió las partidas necesarias para hacer de este boscoso sector un barrio pequeño; sólo eran unas 4 manzanas, con casitas modernas para la época y cuyos primeros moradores fueron empleados públicos y algunos obreros. Así inicia la vida del nuevo barrio, bautizado por sus moradores con el nombre de Pumarejo en honor, precisamente, al doctor Alberto Pumarejo.

Cuando ya es un barrio organizado con farmacias, tiendas, escuelas, inspección de policía, puesto de salud, notan que falta lo principal para un asentamiento humano que surge en cualquier rincón de Colombia: “una iglesia católica”. Las personas que habitan el naciente barrio, que ya es uno de los más poblados de la ciudad, acudían a distintos sacerdotes para que les celebrara la eucaristía dominical y los atendieran espiritualmente, así fuera una vez por semana. La idea de la construcción del templo surge cuando llega a Barranquilla, procedente de la diócesis de Santa Rosa de Osos, monseñor Jesús María Urrea, amigo personal del Obispo Francisco Gallego Pérez (tan amigo que lo nombró como su consultor). Era monseñor Urrea un prelado de muy buena posición económica, heredada de su señora madre Clementina Sánchez de Urrea, quien ya había fallecido. Habla monseñor Urrea con monseñor Gallego Pérez y le manifiesta que él quiere regalar un templo a la ciudad. Monseñor Gallego Pérez, de inmediato y sin pensarlo mucho, le acepta el ofrecimiento y le indica el barrio Pumarejo para que sea allí donde se materialice el ofrecimiento.

El padre Marcos Díaz López, de grata recordación en nuestra Arquidiócesis por los altos cargos que ocupó y por su gran labor pastoral, para la época ya estaba colaborando y tratando de hacer realidad los deseos de los habitantes del barrio Pumarejo de tener un templo digno donde hacer sus celebraciones y desarrollar su vida de Iglesia. Es, entonces, al padre Marcos Díaz a quien monseñor Urrea comisiona para que se ponga al frente de la construcción. El padre Marcos, a su vez, designa a la señora Teresa Torres de Villa, mujer de elevados principios morales, católica hasta los tuétanos, emprendedora y líder de la naciente comunidad, para que ella supervisara continuamente los trabajos, cuidara de los materiales y realizara todos los sábados el pago de los jornales a los obreros. Nos cuenta doña Teresa, quien en la actualidad tiene más de 95 años de edad, que el trabajo fue duro, pero la gente se entusiasmó, hacían bazares, venta de empanadas, algunas verbenas y todo esto bien administrado contribuía para comprar la dotación del templo.

Así, la donación de monseñor Urrea y el trabajo organizado de la comunidad, fue bendecido por Dios y en febrero de 1958 monseñor Gallego Pérez firmó el decreto de creación de la nueva parroquia, encomendándola bajo la protección de San Clemente Romano. El nombre de San Clemente le fue dado, por una parte, para recordar a la señora madre de monseñor Urrea, Clementina Sánchez y, al mismo tiempo, rindiendo honor a san Clemente Romano, uno de los primeros Papas de la cristiandad, quien murió mártir un 23 de noviembre. Dicen los historiadores que Clemente fue desterrado por el emperador Trajano a Crimea, sur de Rusia, donde fue condenado a trabajos forzados, todo el día picaba enormes piedras en compañía de otros dos mil cristianos, pero preso y condenado logró convertir en el mismo sitio de suplicio a muchos compañeros suyos a los cuales bautizó; se cuenta también que en estas minas de mármol los obreros morían de sed ya que el único poso de agua potable se encontraba no menos de 10 kilómetros de distancia, pero Clemente oró con tanta fe que milagrosamente apareció allí un poso de agua cristalina, pura y fresca, que mitigaba la sed de los cristianos condenados. Finalmente, Clemente por negarse a adorar a Júpiter, fue arrojado al mar y le ataron en su cuerpo una pesada ancla con el fin de que el mar lo hundiera y así los cristianos no pudieran venerar su cadáver, pero un milagro del cielo hizo que una gran ola devolviera su cadáver a las playas de donde fue rescatado para darle cristiana sepultura.

LA PARROQUIA HOY
Hoy, la Unidad Pastoral San Clemente Romano tiene aproximadamente 15 mil habitantes. Son gentes muy colaboradoras, con sentido de pertenencia a su parroquia, inculcado por los sacerdotes que con mucho celo pastoral han trabajado con esta comunidad. Al frente de sus destinos espirituales se encuentra, desde hace unos 14 meses, el padre Manuel Domingo Arteaga Arias, sacerdote sabio y prudente, y de una verticalidad que no admite términos medios.

Se trabaja muy coordinadamente el plan pastoral que se lleva en la Arquidiócesis. Existen todos los grupos normales de cualquier parroquia: Legión de María, grupos de oración, grupo neocatecumenal; existen también los distintos comités, grupo de jóvenes que se destacan por su dinamismo y actitud frente a los retos que la vida les plantea, realizando continuamente encuentros para motivar a los demás muchachos y orientarlos por el camino de Dios. Cuanta esta parroquia con los agentes de pastoral que trabajan en las asambleas familiares; igualmente existe la pastoral de los enfermos que está integrada por algunos agentes extraordinarios de la comunión que visitan los enfermos, les llevan el pan de la palabra, de la oración y el pan eucarístico. Los tiempos fuertes dentro de la liturgia son vividos con mucha fe. La fiesta patronal se celebra el 23 de noviembre, día de San Clemente, y hay una celebración especial el 11 de febrero con la jornada mundial de oración por los enfermos, con la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, que también es patrona de la parroquia.

Con respecto a las obras materiales realizadas durante el año largo de permanencia del padre Manuel Domingo, se ha remodelado el despacho parroquial, logrando mayor amplitud para un mejor servicio; también se hicieron varias reformas en la casa parroquial y se proyecta la ampliación y modernización del salón de conferencias.

No podemos finalizar esta crónica sin dejar de recordar a los ilustres sacerdotes que han ejercido su ministerio sacerdotal como párrocos, ellos son: Marcos Díaz López, Francisco Buitrago, Luís Enrique Tamayo, José Feliciano Hernández, Fidel García, Víctor Tamayo, José Carvajal, Luís Vargas Ripoll, Javier Medina, Reinaldo Iriarte, Claudio Blanco, Humberto Brun y Manuel Domingo Arteaga.

LA CATEDRAL: EL MEJOR LUGAR PARA EL JUBILEO DE LOS ARTISTAS

Lo vivido en la Catedral Metropolitana María Reina el pasado 6 de marzo, se convirtió en un acto sin precedentes en el Atlántico. El templo catedralicio se vistió bellamente de arte para homenajear a los artistas en su jubileo.

“Con este Jubileo, la Iglesia Arquidiocesana de Barranquilla quiere cantar la gloria de Dios, quiere reconocer cómo esa gloria de Dios se manifiesta de mil maneras diferentes en la vida y en la historia de cada uno de los seres humanos, y quiere también reconocer cómo el Señor ha manifestado su belleza, su gloria, a través de los artistas, que son aquellos a quienes Él ha dotado de un don especialísimo para descubrir y plasmar esa belleza entre los seres humanos”, manifestó emocionado el Arzobispo Rubén Salazar Gómez cuando se dirigió a los artistas y demás asistentes que llenaron la Catedral esa noche inolvidable.

Y la emoción fue colectiva, pues la obra “Con lo bello salvaremos el mundo”, acto central del Jubileo de los Artistas, sobrepasó todas las expectativas que se habían creado. Durante cincuenta minutos, el ballet clásico, la cumbia, la danza contemporánea, la poesía, el teatro y el canto, se unieron para alabar a Dios por la vida de todos y cada uno de los artistas que habitan en el Atlántico y, a la vez, ellos se sintieron participes de la celebración de los 75 años de la Arquidiócesis de Barranquilla.

Al observar todas estas fotografías, hagamos nuestra la invitación que esa noche hiciera Monseñor Rubén: “Que el Señor haga de todos y cada uno de nosotros portadores de esa belleza maravillosa que es la que transformará al mundo, porque es la belleza misma del amor de Dios”.

“Yo no recuerdo haber soñado esta hora, pero la estoy viviendo, y creo que es lo más hermoso que me ha ocurrido en la vida”, fueron las palabras de la poetisa Meira Delmar al recibir de manos del Arzobispo la máxima distinción que se entregó en el Jubileo de los Artistas.

Desde las puertas de la Catedral se sentía el arte, pues la acogedora bienvenida estuvo a cargo de un grupo de mimos de la Unidad Pastoral Nuestra Señora de las Nieves.

Con uno de sus bellos poemas, Margarita Galindo tuvo a su cargo el ofrecimiento del acto a Dios.

El Ballet de Barranquilla, bajo la dirección de Jorge Arnedo, representó el momento de la creación.

Dos extraordinarias intervenciones tuvo la cantante Isadora en la obra “Con lo bello salvaremos el mundo”.

Cincuenta parejas, integradas por el Ballet de Gloria Peña y las cumbiambas El Gallo Giro, La Misma Vaina, La Arenosa y La Pollera Colorá, danzaron al son del “Gloria” que magistralmente interpretó Luis Gerardo Barrios con el acompañamiento del grupo Yambú.

El Pesebre en vivo de Usiacurí, dirigido por Tomás Urueta, tuvo la responsabilidad de escenificar el nacimiento de Jesús uno de los momentos más emocionantes de la obra pues llevaron a escena a un niño recién nacido.

La orquesta de cámara que acompañó al Ballet de Barranquilla estuvo dirigida por el maestro José Olivares.

Ángela Marín, directora del Coro Arquidiocesano, organizó una masa coral de ochenta personas. Intervinieron, además del coro de la Arquidiócesis, el Ensamble Vocal Arenas y los coros de la Universidad Autónoma del Caribe y la CUC.

La danza contemporánea de Rosanna Lignarolo, junto con Isadora interpretando el tema “Sólo el amor redime”, hicieron el cierre perfecto de la velada.

En medio de los 250 artistas que participaron en la obra, el Arzobispo entregó su mensaje.

La Viceministra de Cultura, la barranquillera María Cecilia Donado, junto con las autoridades eclesiásticas, civiles, militares, de policía e invitados especiales.

El salón parroquial de la Catedral se convirtió en una galería arte donde se pudo apreciar la colectiva organizada por el Museo de Arte Moderno de Barranquilla MAMB. Aquí, el Gobernador del Atlántico, doctor Carlos Rodado; la Secretaria de Cultura Departamental, Carla Celia; el pintor Enrique Lamas y el maestro Tomás Urueta.

La Secretaría de Cultura y Patrimonio del Atlántico y el Comité Mixto de Promoción del Atlántico, expusieron 21 maquetas de los templos de los municipios atlanticenses y la variedad de artesanías de nuestra región.

COLECTA PARA LOS LUGARES SANTOS

UN COMPROMISO MUNDIAL

Recordar a todos la absoluta y urgente necesidad de sostener a los hermanos y a las hermanas de Tierra Santa de todos los modos posibles, y de manera particular invocando para ellos la paz que viene de lo Alto, es el sentido de la “Colecta del Viernes Santo”.

Heredera de esta solicitud pontificia es la Congregación Vaticana para las Iglesias Orientales, como recuerda en su carta anual el prefecto del dicasterio, el cardenal Ignace Moussa Daoud, y una de las expresiones concretas de esta ayuda caritativa es la “Custodia de Tierra Santa”.

Fundada por San Francisco de Asís en 1217 y encomendada por el Papa Clemente VI a los Franciscanos en 1342, la Custodia –considerada "perla de las misiones" de la Orden de los Frailes Menores– salvaguarda «la memoria» del paso del Señor por 74 Santos Lugares. Tiene Comisariados en diversas partes del mundo (unos 70 en 35 naciones) para difundir el conocimiento, amor y veneración por Tierra Santa entre los fieles, promover peregrinaciones y organizar la jornada especial del Viernes Santo invitando a la oración y ayuda de la colecta Pontificia de los Santos Lugares.

SITUACIÓN ACTUAL
En su último boletín, los padres Comisarios de Tierra Santa advierten de la imposibilidad de subsistencia de la Iglesia en esa región sin el apoyo y solidaridad de las otras Iglesias, «a quienes llega el clamor de su angustia y al que responden con la colaboración en la Colecta del Viernes Santo impulsada y urgida por los Papas desde hace siglos».

Y es que en la región se necesitan viviendas -alertan- para frenar la tentación del éxodo y que siga disminuyendo la comunidad cristiana; se necesitan estructuras educativas para mantener el nivel de formación que convierta a los cristianos en ciudadanos valiosos en la difícil situación de vida que padecen; se necesitan puestos de trabajo, centros de formación profesional, así como asistencia sanitaria y a los ancianos.

«En el centro de la Tierra, la Iglesia de Jerusalén vive un drama que afecta a toda Tierra Santa y que hunde sus raíces –según los padres Comisarios- en dos graves situaciones: está dividida en múltiples confesiones y constituye una minoría que sufre la marginación de toda minoría, ya sea por parte de Israel como por parte del pueblo palestino.

UN ARDUO TRABAJO PASTORAL
En la labor cotidiana de la Custodia de Tierra Santa específicamente, están comprometidos 300 franciscanos de más de una treintena de naciones.

La Custodia ejerce actualmente la pastoral en otra treintena de parroquias y unas ochenta iglesias; dirige 16 escuelas con 10.000 alumnos y 400 profesores, diversas oficinas con 250 puestos de trabajo, cinco hospederías (las «Casas Nova») con medio millar de plazas para peregrinos, tres residencias de ancianos y dos internados para huérfanos. Ayuda a las familias brindándoles viviendas o pagando los alquileres. A la juventud universitaria la respalda con becas de estudio, y los niños con guarderías y centros de día.

Además, promueve la acción científica, cultural y ecuménica desde la Facultad de Teología Bíblica y Arqueológica, el Estudio Teológico Jerosolimitano, el Centro de Estudios Orientales Cristianos de El Cairo, la Editorial «Franciscan Printing Press» y la asistencia espiritual a peregrinos.

Todas estas actividades son posibles gracias a la generosidad de cristianos de todo el mundo.

La Iglesia-Madre de Jerusalén es aquella –recuerdan los padres Comisarios- «a la que acuden los peregrinos en busca de la gracia de los santos lugares; en la que viven distintas comunidades eclesiales –con el drama de la división- porque creen en la fuerza de esa misma gracia, que brota de las "fuentes de agua viva"; que está formada por un pequeño resto: ¡los cristianos de Tierra Santa! que con su presencia secular dan vida y calor a los santuarios, pero que viven en una situación dramática».

LOS LUGARES SANTOS
Los principales santuarios de Tierra Santa están en Galilea (Cafarnaún –Memorial de San Pedro y ruinas de la Sinagoga-, Caná –lugar del primer milagro de Jesús y capilla de San Bartolomé Apóstol-, Nazaret –Basílica de la Anunciación e iglesia de la Sagrada Familia-, Tabgha –Bienaventuranzas, Primado de San Pedro, multiplicación de los panes y los peces-, Tabor –Transfiguración del Señor- y Tiberíades –iglesia de San Pedro-), Judea (Ain Karem –iglesia del nacimiento de San Juan Bautista y Basílica de la Visitación-, Betania –Santuario de San Lázaro-, Río Jordán –lugar del bautismo del Señor-, Jerusalén –Calvario y Santo Sepulcro; Cenáculo; iglesia de la Flagelación; Basílica de la Agonía y Gruta de los Apóstoles; Dóminus Flevit-, Betfagé –Santuario de las Palmas-, Emaús –Santuario de la aparición de Jesús a los discípulos-), Siria (Damasco –casa de Ananías y lugar de la conversión de San Pablo) y Jordania (Monte Nebo –Santuario del profeta Moisés-)

Fuente: ZENIT.org

EL RINCON DE PABLITO

EL JUBILEO DE LOS ARTISTAS

Por PABLITO

Otra vez con ustedes y con una alegría bien grande, porque yo también participé en el Jubileo de los Artistas. Tengo varios dibujos de paisajes, pues me gusta mucho pintar sobre la naturaleza y por eso en mi colegio hago parte del comité artístico.

Pero bueno, lo que les quería contar es que en mi parroquia no pude participar en nada del Jubileo de los Artistas, porque nada se organizó. No sé por qué. No sé qué le pasó a mi párroco y al ecap, parece que se durmieron.

Esto me tenía muy triste, pero una amiga de mi mamá me invitó para que llevara mis obras a la Unidad Pastoral Padre Nuestro, porque allá tuvieron en cuenta a las niñas, los niños y los jóvenes para que también participaran en el Jubileo de los Artistas.

Las fotos que ilustran esta nota son de la Unidad Pastoral Padre Nuestro. ¡Miren qué chévere la pasamos en el Jubileo de los Artistas!

¡Hasta la próxima!

EL SACRAMENTO DEL ORDEN SACERDOTAL

Hace poco el Señor regaló tres nuevos sacerdotes al departamento del Atlántico. Ellos recibieron el sacramento del Orden Sacerdotal.

El Orden Sacerdotal es el sacramento que se le otorga a unos hombres, llamados por el Señor, después de una preparación larga. Aunque el Señor es el que los llama para que sean sacerdotes, cada uno decide si quiere dedicar toda su vida a servirle a la Iglesia con el anuncio del Evangelio de Jesús.

Demos gracias al Señor por tener sacerdotes que guían nuestras comunidades parroquiales.

jueves, marzo 08, 2007

NUESTRA PORTADA

LOS ARTISTAS ESTAN DE JUBILEO
Durante esta semana, los artistas del Atlántico participan de una manera directa en el Jubileo que la Arquidiócesis celebra con ocasión de sus 75 años de vida eclesial.

TRES NUEVOS SACERDOTES PARA EL ATLANTICO.
Con mucho gozo la comunidad católica atlanticense recibió la noticia de la ordenación presbiteral de Franklin Posso, Ludwing Sánchez y Mauricio Rey.

RECLAME AFICHE CON EL VALOR DEL MES
La Cuaresma es la época ideal para llevar a la práctica el valor que propone la Arquidiócesis en este mes de Marzo: Reparar las ofensas.

EDITORIAL

TODOS PODEMOS DAR

La sabiduría de la Cuaresma nos ofrece tres prácticas fundamentales para la búsqueda de la santidad y la cercanía con el Señor: ayuno, oración y limosna. Seguramente usted las conoce y, al leer estas líneas, pensará: ¡Otra vez lo mismo! Sí, es lo mismo, pero… ¿Cuántas cuaresmas ha vivido? ¿Cómo ha sido su proceso de conversión? ¿Ora? ¿Ayuna? ¿Comparte sus bienes, carismas, dones con los demás? Nos sabemos la teoría perfectamente, pero, ¿cómo encarnamos estas prácticas en la vida?

La liturgia de estos días nos ayuda a meditar, nos impulsa a desapegarnos de las cosas y nos lleva a caminar hacia la conversión, hacia la verdadera y auténtica felicidad, de allí que una de las oraciones diga: “Porque con nuestras privaciones voluntarias nos enseñas a reconocer y agradecer tus dones, a dominar nuestro afán de suficiencia y a repartir nuestros bienes con los más necesitados, imitando así tu generosidad”. Y otra dice: “Que esta Eucaristía nos ayude a vencer nuestro apego a los bienes de la tierra y a desear los bienes del cielo”.

De aquí podríamos preguntarnos, entonces, ¿qué es dar? Los católicos somos criticados en muchas ocasiones por nuestra poca generosidad o porque la hemos mal entendido: damos para ser vistos; damos para que el Señor nos retribuya; damos de lo que nos sobra; damos, simplemente, por dar.

Si hay algo que está matando a la humanidad y atentando en lo profundo contra la familia, suscitando separaciones, peleas, guerras y muerte, es la ambición, la dureza de corazón, la poca generosidad. Dar es más que entregar cosas materiales al que lo necesite, es visitar al que sufre, orar por los hermanos, aconsejar al que esté desorientado; dar es entregarse por entero a la obra de salvación del Señor. Los bienes temporales no los podemos cargar a la eternidad; son las obras buenas, la solidaridad, el sentir el dolor del sufriente lo que nos permite acercarnos a Dios y ver, a través de su misericordia, su rostro.

Que en esta Cuaresma podamos, por medio de la oración y el ayuno, llegar a muchos dando de lo que somos y tenemos sin descartar la generosidad económica a escuelas, asilos, hospitales, clínicas y a toda la obra de evangelización.

CANTO LITURGICO DURANTE EL TIEMPO DE CUARESMA

“Porque en la pasión salvadora de tu Hijo
el universo aprende a proclamar tu grandeza y,
por la fuerza de la cruz,
el mundo es juzgado como reo
y el Crucificado exaltado como juez poderoso”.
Prefacio de la Pasión del Señor.

Por ÁNGELA MARÍN NIEBLES
Directora del Coro Arquidiocesano
anjemani@yahoo.com

La Cuaresma que en la actualidad celebramos es el producto de una síntesis de un triple itinerario de austeridad, moderación y penitencia sacramental:
* La preparación de los catecúmenos (oyentes de la Palabra).
* La penitencia pública.
* La preparación de toda la comunidad cristiana para la Pascua.

Por lo anterior, este periodo se convierte en un tiempo en el que toda la comunidad cristiana actualiza el paso de la muerte a la vida y de la esclavitud del pecado a la libertad de los hijos de Dios (cfr. Rm 8, 21). La Cuaresma inicia el Miércoles de Ceniza y finaliza con las primeras horas de la tarde del Jueves Santo. Este tiempo litúrgico tiene seis domingos, incluyendo el Domingo de Ramos. Las temáticas de los domingos son las siguientes:

* I Domingo: Una nueva oportunidad para la humanidad de regresar a Dios, de restaurar la armonía inicial por Cristo y el bautismo (Lc 4, 1 -13) (tentaciones de Jesús en el desierto, restauración del paraíso)
* II Domingo: Invitación a escuchar a Jesús, quien se manifiesta como Hijo de Dios antes de subir a Jerusalén (Lc 9, 28b -36. La transfiguración)
* III Domingo: Conviértanse porque el reino de Dios está cerca. Si el Bautismo, la Eucaristía y la Penitencia no nos relanzan a construir un mundo más humano, seremos como la higuera estéril o los pecadores de que nos habla el evangelio de este Domingo (Lc 13, 1-9)
* IV Domingo “Laetare”: El amor de Dios al mundo, la salvación nos es dada en Cristo (Lc 15, 1-3. 11-32)
* V Domingo: Anda y no peques más. Se nos invita a buscar el bien y no el mal. De esta manera viviremos y el Señor estará con nosotros (Jn 8, 1-11)
* Domingo de Ramos: Lectura de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo, sufrimiento del Hijo de Dios (Lc 22,14-23,56)

Para escoger los cantos del tiempo de Cuaresma es necesario conocer el sentido de cada uno de los días, especialmente de los domingos, y tener en cuenta siempre la temática cuaresmal que gira alrededor de:
* La conversión y penitencia.
* La preparación a la Pascua.
* La cruz y la pasión de Cristo.
* La marcha en el desierto.
* El camino de la Iglesia peregrina.

Los cantos deben ser suaves y sobrios. El tono menor ayuda a dar este carácter. Deben motivar a la asamblea litúrgica a entrar en actitud reflexiva y meditativa.

Características del canto cuaresmal
* Los instrumentos de percusión se silencian. Se permiten el IV domingo (Laetare “Alégrense”), en las solemnidades y en las fiestas. Se deben usar instrumentos de cuerda como guitarra o teclados electrónicos preferiblemente en sonido de órgano.
* La aclamación del Aleluya se omite. Incluyendo solemnidades y fiestas. Debe sustituirse por una breve aclamación que ponga de manifiesto que estamos en camino hacia la Pascua. Para esto podemos remitirnos a la antífona y/o versículo que antecede al Evangelio.
* El canto de despedida se omite. Con el objetivo de marcar el carácter de austeridad de este tiempo se invita a no cantar finalizada la Eucaristía. Se debe invitar a la asamblea a realizar una salida en silencio, en profundo respeto y meditación en la Palabra escuchada. Si por razones pastorales se hace necesario entonarlo, se recomienda que sea breve y adecuado, acentuando siempre el itinerario pascual.
* El acto penitencial se resalta. Un modo concreto de hacerlo es interpretando canciones más meditativas, reflexivas y no muy rítmicas.
* La Oración Universal se resalta. Se hace una fuerte invitación a entonar la respuesta de la oración de los fieles.
* Los cantos deben subrayar el tiempo litúrgico. Desde el canto de entrada se debe saber que estamos en domingo de Cuaresma.

Recomendaciones para entonar los cantos:
* Respetar el Salmo: No se debe sustituir el salmo responsorial por otros cantos penitenciales.
* Disminuir la música de acompañamiento. Utilizar sólo lo suficiente para apoyar el canto.
* Dejar los cantos que acentúan la pasión y muerte de Cristo para la última semana (V del Tiempo de Cuaresma).
* Repetir los cantos elegidos a lo largo de los domingos. Esto ayuda a que la asamblea los asegure y a la vez pueda entonarlos de manera unánime.
* Musicalizar debidamente los cantos. Con ritmos suaves y armonías adecuadas.
* Escoger los cantos más adecuados. Aquellos cantos que son confesantes de nuestra fe, que no son intimistas (hablan en primera persona del singular), sino que hablan de la comunidad que se acerca a Dios.

Algunas consideraciones para el Domingo de Ramos:
* Revisar el Misal Romano para estudiar las rúbricas (orientaciones en letra roja) de la celebración litúrgica. Las rúbricas suelen sugerir el canto y/o su temática.
* Durante la bendición de ramos no se canta, se hace durante la procesión que camina hacia la Iglesia. Durante la bendición de los ramos se debe invitar a los fieles a aclamar al Señor, imitando las aclamaciones y gestos que hicieron los niños hebreos cuando salieron al encuentro de Jesús al llegar a Jerusalén, cantando el fervoroso Hossana. Cánticos apropiados son el Salmo 23 y el Salmo 46; también otros en honor a Cristo Rey como Tu reinarás.

* Al llegar al templo entonar un canto apropiado a la apertura de las puertas por ejemplo “Portones abrid los dinteles”.

Algunos cantos procesionales…

Se lista a continuación algunas canciones sugeridas para este tiempo. Si no conocen la música pueden solicitarla al e-mail de la Comisión de Liturgia y se las enviaremos con melodía y texto: comisionarquidiocesanadeliturgia@yahoo.com

Les informamos también que pueden descargar los subsidios que ha elaborado la comisión de Liturgia para los diferentes equipos de servicio en el siguiente blog: www.amd.streamload.com/comisiondeliturgiabaq

* Entrada: Juntos como hermanos, Caminaré, en presencia del Señor y Hacia ti, morada santa.

* Aclamación antes del evangelio: La voz del Señor, Tu palabra me da vida (tiene dos estrofas cuaresmales), Tu palabra Señor es la verdad y tu ley nuestra libertad.

* Presentación de dones: Si, me levantaré; Cristo rompe las cadenas (tiene dos estrofas cuaresmales); Hombre de barro; De nosotros piedad, Señor; Perdón, Señor, perdón.

* Comunión: En Dios pongo mi esperanza, No podemos caminar, Danos un corazón (Hombres nuevos), Amémonos de corazón, Cristo te necesita para amar y Perdona a tu pueblo (V Domingo de Cuaresma)

EN EL ATLANTICO: NUEVOS PRESBITEROS AL SERVICIO DEL SEÑOR

Por ONIX NEDEL CORREA GARCÍA
Estudiante en Práctica – Comunicación Social
Universidad Autónoma del Caribe

“Para mi la ordenación sacerdotal significa muchas cosas. Entre otras, el saber que Dios me ama bastante y me confía una gran tarea, una gran labor, la cual es apacentar su reino. También significa reconocer que Él siempre ha estado conmigo, que siempre me ha acompañado; sino fuera por Él yo no estuviera hoy ordenado, consagrado para Él. Además, me alegra saber que a través del ministerio sacerdotal voy ayudar a muchos hombres y mujeres a encontrarse con Cristo”, así lo afirmó a Kairós el padre Franklin Posso, con la alegría proyectada en sus ojos, minutos después de su ordenación.

Estas palabras del padre Franklin me ayudan hoy a comprender la magnitud de una ordenación presbiteral, a la cual asistí –por vez primera- el pasado sábado 24 de febrero, cuando se me encomendó el cubrimiento para Kairós de este importante acontecimiento que me impactó positivamente por la solemnidad y el gran sentido espiritual con que se desarrolla. Mauricio Rey y Ludwing Sánchez, al igual que Franklin Posso, mostraron en todo momento su felicidad, especialmente cuando el señor Arzobispo, monseñor Rubén Salazar Gómez, los anunciaba como nuevos presbíteros de la Arquidiócesis de Barranquilla.

Al principio me fue interesante cómo las personas que no eran familiares de los nuevos sacerdotes seguían atentamente cada momento de la celebración. Se observaban carteles con mensajes dirigidos a los nuevos presbíteros con frases donde manifestaban su apoyo y la espera en sus comunidades para que ellos les entreguen toda su sabiduría y servicio.

Es que servir a Dios y guiar a los fieles por los caminos correctos no es obra fácil. En el sacerdote debe haber claridad sobre la misión que tiene en la tierra para enfrentarse a distintos entornos con multiplicidad de dificultades y, así, tener un desempeño como el que Dios exige. Claro está, los presbíteros lo hacen con amor y mucha humildad. Por tal razón, entiendo con mayor claridad toda la celebración culta que se vivió en esas dos horas, acompañada de la participación atenta de los fieles asistentes.

Entre tantas frases y emociones, el padre Mauricio afirma que su momento más emocionante durante la ordenación fue la imposición de las manos por parte del Arzobispo y todos los sacerdotes presentes en la celebración; las letanías, pidiéndole la asistencia de todos los santos y la gracia de Dios, y el momento de la oración consacratoria que sella precisamente la consagración a la Iglesia.

Tranquila, pausada, cuidadosa, entre otras cosas, fue el transcurrir de la ordenación, lo que fue revelándome aún más el valor espiritual de lo que sucedía en la catedral. Por estas razones entendí la respuesta del padre Ludwing cuando le pregunté sobre el significado de su ordenación: “Pura misericordia del Señor. Dios nos ama tanto y se arriesga a creer en el hombre, a pesar de que el hombre le pueda fallar, pero Él confía en el hombre y lo llama a ser partícipe de su amor y misericordia para la humanidad”.

Al final, cuando terminaba la ordenación, apenas comenzaban realmente la vida sacerdotal y el servicio a la comunidad para estos tres nuevos presbíteros. Ahora cada uno tiene responsabilidades que harán con cariño y regocijo, como es el caso del padre Franklin que estará en la Unidad Pastoral Cristo Resucitado del corregimiento La Playa, en la Comisión Arquidiocesana de Ecumenismo y Misión y, además, dictará en el Seminario Mayor la cátedra de introducción a la espiritualidad. Por su parte, el padre Ludwing pastoreará la comunidad de Nuestra Señora de la Esperanza, una comunidad que aún no cuenta con templo ni casa cural; también es su responsabilidad motivar la pastoral vocacional en la Vicaría de San José. Por último, el padre Mauricio es el nuevo párroco de la Unidad Pastoral San Vicente de Ferrer, en el municipio de Candelaria Atlántico, y seguirá al frente de la comisión arquidiocesana de pequeñas comunidades.

¿POR QUE HAY CATOLICOS QUE SE VAN A OTRAS CONFESIONES?

¿A qué se debe el éxodo o la deserción o la mudanza de tantos católicos hacia otras confesiones religiosas, incluso a doctrinas orientales que nada tienen que ver con el cristianismo?

Por CLOTARIO HEMER CERVANTES, Pbro.
Párroco Unidad Pastoral Santísima Trinidad

Las respuestas, argumentos, explicaciones, factores o causas que doy en este artículo son opiniones personales, intuiciones u observaciones de la realidad en que nos movemos diariamente. Pudiéramos decir que son como hipótesis de trabajo para una investigación metódica. Son deducciones de experiencias y diálogos con personas que han dado este paso.

En alguna ocasión le propuse a un amigo psicólogo hacer un estudio serio en Barranquilla sobre este fenómeno, pero no disponemos de recursos para hacerlo.

¿Cuáles son las causas de esta realidad? Son muchas y relacionadas entre sí. Pero, ¿cuál podría ser como la causa que está en la base de este dejar la Iglesia Católica con dos mil y más años de existencia, cando prueba histórica de su origen apostólico y su ininterrumpida tradición hasta el día de hoy, para engrosar otras confesiones, sectas aparecidas y advenedizas y hasta movimientos de origen oriental?

Me atrevo a postular como la causa general de este fenómeno socio-religioso un hecho innegable: estos “católicos” no eran tales realmente. Es decir, su fe no era “la convicción de las cosas que no se ven. La seguridad de las cosas que se esperan”, que predica la Iglesia Católica. (Hebr 11, 1). La fe de estos hermanos no tenía arraigo suficiente en el corazón ni en la inteligencia de estos hermanos. Es posible que confesaran con la boca al Señor Jesús, pero que en el corazón no estuvieran convencidos de que Dios lo resucitó de entre los muertos, según la predicación de la Iglesia Católica, con todas las implicaciones teológicas, intelectuales y morales que semejante profesión de fe implica y exige en el seno de dicha Iglesia. (Rom 10, 9-10)

La fe de estos queridos hermanos en la Iglesia fue como la semilla que cayó en el camino, o en terreno pedregoso, o entre cardos, que no resistió las picotadas de las aves, ni el calor del sol, ni el combate frente a las dificultades que tenemos que afrontar los que predicamos a Cristo en la Iglesia Católica, con la vida y con las palabras (Cfr Mc 4, 1-9; // Mt 13, 1-23 // Lc 8, 4-15). Esta fe tiene mucho de tradicional, de herencia familiar o cultural, casi como que de simplemente sentimental; es un sentimiento religioso. A esta fe le faltó ser asumida por una opción; hacerla personal y radicarla en el corazón y en la inteligencia. Le faltó llegar a la adultez. Igualmente le faltó a esta fe un proceso de catequesis que la hiciera más explícita y consistente, que le diera una comprensión más racional, una asimilación intelectual más profunda. Le faltó también un conocimiento más serio de la Biblia, sobre todo del Nuevo Testamento. Quien haya experimentado este proceso, imposible que deserte de la fe católica. Desde luego que esto no quiere decir que sean cosas tan profundas que no estén al alcance del cristiano normal.

Hay que reconocer que desde hace ya mucho tiempo se ha descuidado bastante en la Iglesia una pastoral que siga a los cristianos desde su bautismo hasta su madurez. Además, desde hace tiempo la formación religiosa de los hijos dejó de ser tarea de los padres de familia, una parte excelente de la formación que imparte el hogar. Para agravar la situación en Colombia, se eliminó la formación religiosa del pensum escolar, cerrándose así las posibilidades de incluir en la formación académica de los jóvenes un ingrediente religioso y moral. Más grave fue todavía la decadencia y desaparición de la catequesis parroquial infantil, que antiguamente se hacía en todas las parroquias. Tenemos que destacar la labor de los maestros católicos que tanto han contribuido a mantener, contra viento y marea, la fe católica de los niños y jóvenes en las escuelas y colegios. En esto último me refiero a la Arquidiócesis de Barranquilla.

Frente a este panorama es explicable que estos hermanos que se distanciaron, no resistieran el ataque que, desde otros credos, se le hace a la Iglesia católica y terminaran abandonando la casa materna de la santa Iglesia, católica, apostólica y romana.

En síntesis, una fe sustentada únicamente por la tradición y el sentimiento, no puede resistir una batalla incesante y un proselitismo fatigante. Imposible defenderse frente a esta artillería cuando no se posee ningún recurso para responderla (Cfr Lc 14, 31; 2 Pe 1, 3-11; Lc 1, 1-4). Yo aquí no hago ningún juicio de conciencia. Analizo un fenómeno socio-religioso.

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

UNA OPORTUNIDAD PARA ASUMIR PLENAMENTE EL PLAN DE DIOS

Por Fray GILBERTO HERNÁNDEZ GARCÍA, OFM
alvinxxi@yahoo.com.mx

En estos días (marzo 8) se estará celebrando a lo largo y ancho de nuestro planeta el “Día Internacional de la Mujer”; efeméride que nos hace volver los ojos —independientemente de nuestro propio género— a las diversas situaciones que el otrora llamado sexo débil vive y padece cotidianamente. Porque, si bien ha habido avances en la consolidación de los derechos de la mujer en el mundo, a principios del Siglo XXI todavía no puede decirse que las mujeres ocupen una posición de equidad frente a los hombres.

En reiteradas oportunidades la Iglesia, en voz de sus pastores, ha resaltado el fundamental papel que la mujer tiene en la Iglesia y en el mundo; ha agradecido su labor, ha pedido perdón por la marginación de la que han sido víctimas a lo largo de la historia en distintas culturas y las ha invitado a integrarse en la vida y desarrollo social con una nueva conciencia. Ya el Concilio Vaticano II, en su “Mensaje a las Mujeres”, hacía notar que es la hora “en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar tanto a que la humanidad no decaiga".

Sin duda alguna, fue Juan Pablo II quien con mayor insistencia dio relieve a la reflexión sobre la vocación y dignidad de la mujer en el mundo y en la Iglesia contemporánea. Afirmaba en la carta apostólica Mulieris Dignitatem que la Iglesia “da gracias por todas las mujeres y por cada una: por las madres, las hermanas, las esposas; por las mujeres consagradas a Dios en la virginidad; por las mujeres dedicadas a tantos y tantos seres humanos que esperan el amor gratuito de otra persona; por las mujeres que velan por el ser humano en la familia, la cual es el signo fundamental de la comunidad humana; por las mujeres que trabajan profesionalmente, mujeres cargadas a veces con una gran responsabilidad social; por las mujeres «perfectas» y por las mujeres «débiles». Por todas ellas, tal como salieron del corazón de Dios en toda la belleza y riqueza de su feminidad, tal como han sido abrazadas por su amor eterno; tal como, junto con los hombres, peregrinan en esta tierra que es «la patria» de la familia humana, que a veces se transforma en «un valle de lágrimas». Tal como asumen, juntamente con el hombre, la responsabilidad común por el destino de la humanidad, en las necesidades de cada día y según aquel destino definitivo que los seres humanos tienen en Dios mismo, en el seno de la Trinidad inefable”.

Por su parte, también el episcopado latinomericano ha ponderado el valioso papel que juega la mujer en nuestro continente, y señala, con gesto profético, que en varias regiones del continente americano, lamentablemente, “la mujer es todavía objeto de discriminaciones. Por eso se puede decir que el rostro de los pobres en América es también el rostro de muchas mujeres”. En este sentido, los Padres sinodales han hablado de un "aspecto femenino de la pobreza". Por ello, señalan, “la Iglesia se siente obligada a insistir sobre la dignidad humana, común a todas las personas”. Así, denuncia “la discriminación, el abuso sexual y la prepotencia masculina como acciones contrarias al plan de Dios". En particular, deplora como abominable la esterilización, a veces programada, de las mujeres, sobre todo de las más pobres y marginadas, que es practicada a menudo de manera engañosa, sin saberlo las interesadas; esto es mucho más grave cuando se hacer para conseguir ayudas económicas a nivel internacional.

En el día Internacional de la Mujer, se hace imperativa una revisión reflexiva en torno a la situación de la mujer en la sociedad y en la Iglesia, que favorezca —como la práctica de Jesucristo nos enseña—, una reivindicación de la dignidad de la mujer, no sólo en los roles de esposa o madre, sino, particularmente, como un ser humano con potencialidades y pleno derecho a ser feliz y desarrollarse al igual que el hombre. Conmemorar este Día Internacional, es ante todo una manera colectiva de reconocer con gratitud a Dios el valioso aporte de la mujer en la construcción de una sociedad llena de humanidad: su fuerza y ternura; su capacidad de trabajo, resistencia y perseverancia; su lucha y coraje.

ARTE CON SENTIDO SOCIAL

“Luego de escuchar al Arzobispo en la primera reunión que tuvo con la comisión arquidiocesana de artistas, cuando dijo que no se contaba con ningún tipo de presupuesto económico para la celebración de este jubileo, me dije: Enrique, tú no puedes hacer aportes millonarios en efectivo, pero puedes donar una de tus obras para que la Arquidiócesis la rife y obtenga algunos recursos”, manifestó con su acento chileno el pintor Enrique Lamas, quien generosamente ha donado la obra “Resurrección” para que, al rifarla, se puedan recaudar fondos suficientes para los gastos logísticos del Jubileo de los Artistas y también para alguna obra de evangelización que el señor Arzobispo considere.

Descripción de la Obra
La obra Resurrección es un óleo que reverentemente muestra la ascensión de Jesús a los cielos. La luz que desciende de lo alto supone la divina presencia del Creador, y baña gradualmente la sagrada imagen, insinuando en el entorno unos perfiles de olas en la formación de las nubes. El globo terráqueo flota en el espacio, minimizado ante la imagen del Señor, y está sostenido por dos querubines. En la imagen del mundo se destaca el contorno geográfico de América del Sur, en la que Colombia ofrece un punto de apoyo al sagrado pie de Jesús. Se convierte así en realidad visual el anhelo de las almas justas de nuestro país, de sentir que Cristo resucita cada día en nuestros corazones para mitigar el dolor de una guerra fraticida que durante décadas viene marchitando nuestros corazones. Cristo asciende a su glorioso reino después de habernos mostrado la magnitud de su amor, que hoy habita en nosotros.

Cada boleta de la rifa tiene un costo de 20 mil pesos y pueden adquirirse en el despacho de la Catedral y en la Curia Arzobispal. Además, se estarán ofreciendo en varios despachos parroquiales.

LOS ARTISTAS ESTAN DE JUBILEO

Durante esta semana, los artistas del Atlántico participan de una manera directa en el Jubileo que la Arquidiócesis celebra con ocasión de sus 75 años de vida eclesial. Reconocidos artistas de talla internacional presentan sus obras junto a las de aquellos que apenas nacen en el maravilloso mundo del arte.

Los templos del Atlántico abren sus puertas al arte durante estos días que la Arquidiócesis de Barranquilla celebra el “Jubileo de los Artistas”.

En distintas parroquias se han organizado exposiciones de pinturas, fotografías, esculturas y artesanías, así como recitales poéticos, muestras teatrales, encuentros musicales y otras expresiones artísticas, indicando que los artistas del Atlántico están celebrando su “Jubileo” y, de esta manera, se unen al septuagésimo quinto aniversario de la Arquidiócesis de Barranquilla.

Además, y quizás lo más importante de todo este “proceso jubilar” con los artistas, es el inicio de una pastoral definida para este grupo específico tan importante de la sociedad; una pastoral que apunte a que los artistas que habitan en el Atlántico descubran su papel en la Iglesia y en la sociedad, pues ellos -con su arte- pueden contribuir a la consolidación de una auténtica belleza que lleve al ser humano a descubrir el sentido de lo bueno, lo noble, lo eterno.

De ahí que para caminar con los artistas en el Proceso Diocesano de Renovación y Evangelización PDR/E que se vive en nuestra Arquidiócesis, el señor Arzobispo ha designado al padre Dimas Acuña como delegado arquidiocesano de artistas y, junto con él, estará trabajando una comisión integrada por insignes figuras del arte en nuestra tierra cuya experiencia se mezcla con el entusiasmo de nuevas figuras en este campo. Ellos son: Gloria Peña, Jorge Arnedo, Rossana Lignarolo, Eduardo Vides, Zandra Vásquez, Margarita Galindo, Carmen Alvarado, Tomás Urueta, José Olivares, Carla Celia, Ricardo Villa y los jóvenes Rossana Rojas, Frank Ruiz y Roberto Santodomingo.

EN LA CATEDRAL:
GRAN ENCUENTRO DE ARTISTAS
¡Luces, cámara, acción! Sí, pero para adorar a Dios. La Catedral Metropolitana María Reina abrirá sus puertas este martes 6 de marzo, a las 7:30 de la noche, para recibir a los artistas que participarán en el gran encuentro que para ellos se ha organizado.

Con la compañía de la Viceministra de Cultura, la barranquillera María Cecilia Donado, las autoridades civiles, militares y de policía, los artistas y gestores culturales del Atlántico se reunirán en la Catedral para escuchar el mensaje que la Iglesia arquidiocesana, en sus 75 años, tiene para ellos en la voz de nuestro Arzobispo, monseñor Rubén Salazar Gómez. Y será un mensaje enmarcado, obviamente, en el arte. Para esta importante ocasión, se ha hecho el montaje de la obra “¡Con lo bello salvaremos el mundo!”, en la que se presenta la historia de la salvación del hombre desde el momento de la creación del universo hasta la resurrección de Cristo. Todo esto basado en un libreto elaborado por el padre Dimas Acuna y el comunicador social Jaime Marenco, en el que se matizan los textos de la Sagrada Escritura con la danza –contemporánea, clásica y folclórica-, el canto, el teatro, la poesía, la pintura, las artesanías...

La obra, que tiene una duración aproximada de 45 minutos, contará con doscientos cincuenta artistas en escena que mostrarán su talento en el más significativo escenario que pueda encontrarse en Barranquilla este martes para agradecer a Dios por la vida de los artistas que viven en el Atlántico. Ese escenario es la Catedral Metropolitana María Reina.

DESARROLLO DE LA OBRA
» Los comunicadores María Patricia Dávila y Jorge López serán los maestros de ceremonia de la velada, la cual iniciará con la entrega de un decreto de exaltación y bendición episcopal a Meira Delmar, reconociendo así la Arquidiócesis la vida y la obra de esta ilustre poetisa barranquillera.

» Seguidamente se hará el ofrecimiento del acto a través de un poema de Margarita Galindo, para seguir de inmediato con el segmento de la creación del mundo a cargo del Ballet de Barranquilla que dirige Jorge Arnedo y que estará acompañado de la música en vivo de una orquesta de cámara que ha montado para la ocasión el maestro José Olivares.
» En el momento de la desobediencia de Adán y Eva, intervendrá Isadora, la mejor voz de la canción católica que en estos momentos existe en Colombia.
» A continuación, será la representación del nacimiento de Jesús con la intervención del pesebre en vivo de Usiacurí que dirige Tomás Urueta. Enriquecerá este momento el canto del Gloria interpretado en ritmo de cumbia por el joven cantante de Palmar de Varela Luis Gerardo Barrios. Con este fondo musical, ingresarán a la Catedral el Ballet de Gloria Peña y 50 parejas sacadas de las cumbiambas Gallo Giro, La Misma Vaina, La Arenosa y Pollera Colorá.
» La pasión, muerte y resurrección de Jesucristo estará a cargo de una masa coral en la intervienen los coros de la Arquidiócesis, la Universidad Autónoma del Caribe, la CUC, la Universidad Simón Bolívar y el ensamble vocal Arenas, todos bajo la dirección de Ángela Marín, directora del coro arquidiocesano. Se concluirá la obra con el momento de la resurrección en el que interviene nuevamente la cantante Isadora, y el Ballet de Rossana Lignarolo.

Finalizada la obra, el Arzobispo de Barranquilla, monseñor Rubén Salazar Gómez, entregará su mensaje a los artistas. “Estamos seguros que el Jubileo de los Artistas permitirá redescubrir la profundidad de la dimensión espiritual que ha caracterizado el arte en todos los tiempos, comprendiendo así el especial interés de la Iglesia por el diálogo con el arte y su deseo de que en nuestro tiempo se realice una nueva alianza con los artistas del Atlántico, para que surjan nuevas formas, nuevos caminos, nuevos métodos que nos conduzcan a la construcción de una sociedad más justa, solidaria y fraterna”, dijo a Kairós monseñor Rubén al referirse al Jubileo de los Artista.

EXPOSICIÓN COLECTIVA DE ARTE
También el 6 de marzo, y durante los ocho días siguientes, se abrirá una colectiva de arte en el salón parroquial de la Catedral, promovida por el Museo de Arte Moderno de Barranquilla –MAMB-.

Los artistas participantes en la colección del MAMB son: Ángel Looch Kaart, Alberto Sojo, Ramiro Gómez, Roberto Angulo, Jorge Martínez, Alvaro Herazo, Marco Mojica, Antonio Ingino Caro, Gustavo Turizo, Delfina Bernal y Fernando Castillejo. Y los artistas invitados serán: Enrique Lamas, Jaime Correa, Jorge Serrano, Gabriel Acuña, Leonardo Infante y Milton Castro.

Por su parte, la Secretaría de Cultura del Atlántico expondrá las maquetas de los templos de los 21 municipios del departamento, y el Comité Mixto de Promoción del Atlántico llevará a la Catedral una muestra de artesanías de la región.


ORANDO EN LA URBE

EL DOLOR DE ISRAEL Y LA PURIFICACION DE LA CONCIENCIA
Parte II

“Sentí que tenía que escribir una obra, algo profundo, religioso, que honrara la vida, que involucrara a las personas más allá de sus creencias, de su raza, de su color u origen. Que se refiriera al hombre, a su dignidad, al valor, a la libertad, al respeto del hombre relacionado a Dios, como su Creador”. (Ariel Ramírez, Compositor de la Misa Criolla).

Por RÓGER VARGAS
Legionario de María
rogervch@yahoo.com
www.miroforas.podomatic.com

Acontecimientos como la Shoá, así se le conoce a la masacre de más de 6 millones de judíos en numerosos “campos de concentración” en Europa, durante la segunda guerra mundial, “sacuden nuestra memoria, sacuden nuestro corazón. No quieren provocar en nosotros el odio; más bien, nos demuestran cuán terrible es la obra del odio. Quieren hacer que la razón reconozca el mal como mal y lo rechace; quieren suscitar en nosotros la valentía del bien, de la resistencia contra el mal. Quieren despertar en nosotros los sentimientos que se expresan en las palabras que Sófocles pone en labios de Antígona ante el horror que la rodea: "Están aquí no para odiar juntos, sino para amar juntos…” Así podemos esperar que del lugar del horror surja y crezca una reflexión constructiva, y que recordar ayude a resistir al mal y a hacer que triunfe el amor.” Con estas palabras, que el Papa Benedicto XVI pronunció durante su oración en el campo de concentración de Auschwitz, el 28 de mayo de 2006, con ocasión de su visita apostólica a Alemania, he querido iniciar la segunda parte de este artículo dedicado a una de las más importantes obras del arte latinoamericano, La Misa Criolla; compuesta en 1964 por Ariel Ramírez, el reconocido músico argentino. Las palabras del Papa nos recuerdan que ante el mal existen múltiples respuestas, sin embargo, sólo el amor –traducido en perdón y reparación- es la única respuesta que puede hacer posible que -en medio del caos de la muerte- brote la esperanza. En síntesis, ésta es la conclusión de la primera parte de este artículo.

EL ARTE Y LO QUE LAS PALABRAS NO EXPRESAN
Sin lo dicho hasta el momento, sería muy fácil quedarse en la “superficie” de esta obra de Ariel Ramírez, La Misa Criolla, y no trascender al mensaje que en lo profundo nos quiso compartir. Esta obra, compuesta por cinco piezas, se puede definir o describir de muchas maneras; para mí, no es otra cosa que un itinerario de fe. Quien la escucha de principio a fin, recorre una vía en la que se contempla el misterio de la salvación actualizado en la liturgia de la Iglesia. La Misa Criolla inicia con un impresionante canto penitencial, el “Kyrie”, que en mi opinión es como una gran “obertura”; sin este canto no se podría percibir la real dimensión de todo lo que sigue. En este Kyrie casi se puede tocar el dolor, para que tenga una idea de esto, sólo imagínese escuchar un coro de más de 200 voces cantando “Señor ten Piedad” sobre la base melódica de unas quenas y la percusión de un tambor que imita las palpitaciones del corazón humano. Terminado el Kyrie, sigue el canto del Gloria, una explosión de júbilo: tambores, charangos, quenas, se fusionan para traducir –en música- el sentido de este himno de alabanza. De la alegría del Gloria se pasa a la convicción del Credo, sin duda es la pieza más fuerte del conjunto. La cuarta pieza es el Sanctus, que en una visión general de la obra, viene a ser “una brisa suave”, una alabanza serena a la trinidad. La obra termina con el Agnus Dei (Cordero de Dios), una pieza que nos deja un “sabor” a esperanza; personalmente creo que –junto al Credo- este canto nos invita a ver nuestro mundo desde lo escatológico, desde la certeza de la Parusía, el retorno glorioso de Cristo. De una forma general, esta es la descripción de La Misa Criolla, y como ya lo hemos expresado, es uno de los mejores ejemplos sobre como el arte puede llevarnos a vivir de mejor modo los misterios centrales de nuestra fe.

¿QUÉ PUEDO LLEVAR A MI VIDA?
Sin ser judío, Ariel Ramírez compartió el dolor de quienes murieron inocentemente; más aún, quiso –sin ser responsable- reparar un poco el daño que el odio y la indiferencia causaron a millones de inocentes. Esa fue su respuesta, pudo ser otra; puedo ser contestataria, violenta, subversiva, pero no; simplemente compuso una impresionante obra musical basada en los textos del ordinario de la misa del Rito Romano; y con ello logró mucho más. Y no fue el único, aunque en reiteradas ocasiones esto se quiera ignorar. En efecto, no pocas veces se percibe un profundo resentimiento en algunos lideres judíos que –deliberadamente- desconocen la solidaridad de la Iglesia respecto al sufrimiento de quienes padecieron en los campos de concentración. Se olvidan de que miles de sacerdotes, laicos, religiosas, también fueron llevados a estos campos por oponerse a la locura de Hitler o simplemente por ayudar a familias judías. Son muchos los hombres y mujeres que hoy van camino a su canonización, precisamente por su amor heroico. Quizá los casos más conocidos son los de Santa Teresa Benedicta (Santa Edith Stein) y San Maximiliano Kolbe, una religiosa alemana y un sacerdote polaco. La primera fue asesinada en las cámaras de gas y el segundo, San Maximiliano, asesinado con una inyección de cianuro luego de sufrir hambre por muchos días. Ambos murieron en Auschwitz, ambos ofrecieron sus vidas por quienes los mataban y también por todos aquellos que compartían su mismo sufrimiento.

Resulta significativo que esta segunda parte de “El dolor de Israel y la Purificación de la Conciencia” se ha publicado en este mes en el que nuestra Arquidiócesis nos invita a «reparar las ofensas»; y creo que no puede ser otra la actitud que este artículo deba suscitar. Hay tanto por lo que tenemos que reparar: las ofensas cometidas, las omisiones, la indiferencia, el desprecio, el egoísmo, los juicios a nuestro prójimo… sin esta reparación, ¿podrá haber paz en la tierra, en tu familia, en tu trabajo, en tu parroquia? sin ella, ¿podrías llamarte cristiano?