jueves, marzo 08, 2007

PARROQUIAS: AYER Y HOY DE LA FE

En Barranquilla también se escuchó:
“Yo Soy la Virgen de la Caridad”

Por JULIO GIRALDO
Periodista

Uno de los templos más hermosos de la ciudad de Barranquilla es, sin duda alguna, el de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre. Su estilo es el de una sinagoga muy amplia y ventilada; posee una bella capilla auxiliar con un ambiente que invita al recogimiento y la oración. Los mismos alrededores de la parroquia están diseñados como un homenaje a la ecología con un agradable parque, zonas verdes, árboles frutales y jardinería que oxigenan el entorno del templo parroquial.

Junto al templo se encuentra la Casa Sacerdotal, lugar con olor a santidad, bellamente acondicionado como vivienda para los sacerdotes ancianos, quienes después de trabajar durante toda su vida construyendo con sus comunidades el reino de Dios, tienen derecho a vivir dignamente y ser bien atendidos.

La construcción del templo se remonta al año 1962, cuando los habitantes de este exclusivo sector donde ya el padre Jorge Echandía, rector del Seminario Diocesano los atendía pastoralmente, solicitaron de la autoridad eclesiástica la aprobación para la construcción de un templo católico; muy pronto el municipio hizo la donación del terreno ubicado en la calle 84 con carrera 42 y se inició el proyecto con la colaboración de la firma Noguera y Dugand y la consagrada actuación de Roberto Dugand. A la nueva parroquia se le dio el nombre de “Nuestra Señora de la Caridad del Cobre” porque para esa época estaban en Barranquilla, aprovechando la hospitalidad que siempre ha caracterizado a la ciudad, muchos cubanos que habían emigrado de su tierra huyendo del régimen comunista de Fidel Castro.

Así que esta colonia cubana, numerosa y con experiencia religiosa muy arraigada heredada de su querida isla, comenzó a colaborar activamente no sólo en la construcción de la parte espiritual, sino que también monetariamente hacía sus aportes y de hecho esperaba que el nuevo templo fuera dedicado a la patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre, cuya historia resumida es la siguiente: “Una hermosa imagen de la Madre de Cristo apareció flotando sobre las aguas de la bahía de Nipo (Cuba) en los primeros años del Siglo XVII. Se dejó ver en un amanecer después de tres días de tormenta. La recogieron tres campesinos que habían ido en busca de sal y que se les ha conocido siempre como los tres juanes. La imagen venía sobre una tablita que decía: ‘Yo soy la virgen de la caridad’. La llevaron al caserío de Barajaguas. Años más tarde la trasladaron a la Parroquia del Cobre. De ambos lugares desaparecía y volvía a ocupar el mismo sitio. Una niña llamada Apolonia decía que la veía en la Loma del Cobre. El pueblo, después de haber orado, con gran preocupación contempló una noche en ese mismo lugar un gran resplandor. Allí le hicieron una pequeña ermita donde la trasladaron y donde se encuentra actualmente en el Santuario Nacional. El Santo Padre la proclamó Patrona de Cuba a petición de los ‘Veteranos de la Independencia’ el 10 de mayo de 1916.”

Siguiendo con la historia de la parroquia, ya como vicaría (constituida como tal en 1965), se trabaja con la ayuda de los fieles, los sacerdotes Alfonso Miranda, Luís Villabona y Roberto Vélez Molina, quienes lucharon con todo celo hasta financiar los módulos del templo y proyectar la cripta. En 1967, Monseñor Germán Villa Gaviria firma el decreto 406 que eleva la vicaría a categoría de parroquia y nombra como su primer párroco al padre Carlos José Ruiseco, quien tomó posesión el 15 de octubre de ese mismo año. El padre Ruiseco, más adelante, es consagrado Obispo Auxiliar de Barranquilla y luego Arzobispo de Cartagena. Hoy, como Arzobispo Emérito, Monseñor Ruiseco vive en la Casa Sacerdotal que se encuentra junto a la parroquia de la cual él fue su primer párroco. A Monseñor Ruiseco lo sucede como párroco el padre Jorge Becerra Jiménez, quien llega con una experiencia maravillosa luego de haber sido el primer párroco de la Catedral Metropolitana, y dura 11 años al frente de la Caridad del Cobre. Le siguieron, en su orden, los presbíteros Juan de Jesús Serna Cañas, Reinaldo Iriarte Ríos y su actual párroco, Luís Alberto Martínez Macías.

LA PARROQUIA HOY

La vida pastoral corre por los canales normales, pues se cuenta con una feligresía comprometida que participa en todas las actividades parroquiales tanto en el aspecto sacramental y de culto, como también en todo lo que propone el Proceso Diocesano de Renovación y Evangelización –PDRE-. Por la extensión territorial y número de habitantes, tiene esta parroquia dos células: una, la célula madre que es la Caridad del Cobre y, la otra, que está en proceso de formación, se llama San Gabriel. Allí se celebra la Eucaristía los sábados y domingos por la tarde con muy buena asistencia, pero no se ha podido comenzar la construcción del templo pues los terrenos están en proceso de legalización.

Dice su actual párroco, el padre Luís Alberto Martínez -refiriéndose a la Casa Sacerdotal- que para la parroquia es un gran orgullo tenerla allí pues actualmente conviven tres sacerdotes y dos arzobispos. Uno de ellos es Monseñor Carlos José Ruiseco, como ya lo anotábamos, y el otro es Monseñor Félix María Torres, Arzobispo Emérito de Barranquilla, quien celebra algunas eucaristías y preside celebraciones importantes, especialmente, durante la Semana Santa; Monseñor Torres también dicta cursos de Sagrada Escritura en el salón parroquial.

Añade el padre Martínez que lleva aproximadamente 7 años como párroco de la Caridad del Cobre, tiempo en el cual ha podido conocer muy bien su feligresía y se han realizado muchas obras no sólo en lo espiritual, sino también en lo que corresponde a la parte material; le da gracias a Dios por permitirle seguir al frente de una comunidad en donde cada día hay nuevos retos que enfrentar, tratando cada día también de avanzar en los logros propuestos por el nuevo plan pastoral de la Arquidiócesis.

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