Lo vivido en la Catedral Metropolitana María Reina el pasado 6 de marzo, se convirtió en un acto sin precedentes en el Atlántico. El templo catedralicio se vistió bellamente de arte para homenajear a los artistas en su jubileo.
“Con este Jubileo, la Iglesia Arquidiocesana de Barranquilla quiere cantar la gloria de Dios, quiere reconocer cómo esa gloria de Dios se manifiesta de mil maneras diferentes en la vida y en la historia de cada uno de los seres humanos, y quiere también reconocer cómo el Señor ha manifestado su belleza, su gloria, a través de los artistas, que son aquellos a quienes Él ha dotado de un don especialísimo para descubrir y plasmar esa belleza entre los seres humanos”, manifestó emocionado el Arzobispo Rubén Salazar Gómez cuando se dirigió a los artistas y demás asistentes que llenaron la Catedral esa noche inolvidable.
Y la emoción fue colectiva, pues la obra “Con lo bello salvaremos el mundo”, acto central del Jubileo de los Artistas, sobrepasó todas las expectativas que se habían creado. Durante cincuenta minutos, el ballet clásico, la cumbia, la danza contemporánea, la poesía, el teatro y el canto, se unieron para alabar a Dios por la vida de todos y cada uno de los artistas que habitan en el Atlántico y, a la vez, ellos se sintieron participes de la celebración de los 75 años de la Arquidiócesis de Barranquilla.
Al observar todas estas fotografías, hagamos nuestra la invitación que esa noche hiciera Monseñor Rubén: “Que el Señor haga de todos y cada uno de nosotros portadores de esa belleza maravillosa que es la que transformará al mundo, porque es la belleza misma del amor de Dios”.
“Yo no recuerdo haber soñado esta hora, pero la estoy viviendo, y creo que es lo más hermoso que me ha ocurrido en la vida”, fueron las palabras de la poetisa Meira Delmar al recibir de manos del Arzobispo la máxima distinción que se entregó en el Jubileo de los Artistas.
Desde las puertas de la Catedral se sentía el arte, pues la acogedora bienvenida estuvo a cargo de un grupo de mimos de la Unidad Pastoral Nuestra Señora de las Nieves.
Con uno de sus bellos poemas, Margarita Galindo tuvo a su cargo el ofrecimiento del acto a Dios.
El Ballet de Barranquilla, bajo la dirección de Jorge Arnedo, representó el momento de la creación.
Dos extraordinarias intervenciones tuvo la cantante Isadora en la obra “Con lo bello salvaremos el mundo”.
Cincuenta parejas, integradas por el Ballet de Gloria Peña y las cumbiambas El Gallo Giro, La Misma Vaina, La Arenosa y La Pollera Colorá, danzaron al son del “Gloria” que magistralmente interpretó Luis Gerardo Barrios con el acompañamiento del grupo Yambú.
El Pesebre en vivo de Usiacurí, dirigido por Tomás Urueta, tuvo la responsabilidad de escenificar el nacimiento de Jesús uno de los momentos más emocionantes de la obra pues llevaron a escena a un niño recién nacido.
La orquesta de cámara que acompañó al Ballet de Barranquilla estuvo dirigida por el maestro José Olivares.
Ángela Marín, directora del Coro Arquidiocesano, organizó una masa coral de ochenta personas. Intervinieron, además del coro de la Arquidiócesis, el Ensamble Vocal Arenas y los coros de la Universidad Autónoma del Caribe y la CUC.
La danza contemporánea de Rosanna Lignarolo, junto con Isadora interpretando el tema “Sólo el amor redime”, hicieron el cierre perfecto de la velada.
En medio de los 250 artistas que participaron en la obra, el Arzobispo entregó su mensaje.
La Viceministra de Cultura, la barranquillera María Cecilia Donado, junto con las autoridades eclesiásticas, civiles, militares, de policía e invitados especiales.
El salón parroquial de la Catedral se convirtió en una galería arte donde se pudo apreciar la colectiva organizada por el Museo de Arte Moderno de Barranquilla MAMB. Aquí, el Gobernador del Atlántico, doctor Carlos Rodado; la Secretaria de Cultura Departamental, Carla Celia; el pintor Enrique Lamas y el maestro Tomás Urueta.
La Secretaría de Cultura y Patrimonio del Atlántico y el Comité Mixto de Promoción del Atlántico, expusieron 21 maquetas de los templos de los municipios atlanticenses y la variedad de artesanías de nuestra región.
“Con este Jubileo, la Iglesia Arquidiocesana de Barranquilla quiere cantar la gloria de Dios, quiere reconocer cómo esa gloria de Dios se manifiesta de mil maneras diferentes en la vida y en la historia de cada uno de los seres humanos, y quiere también reconocer cómo el Señor ha manifestado su belleza, su gloria, a través de los artistas, que son aquellos a quienes Él ha dotado de un don especialísimo para descubrir y plasmar esa belleza entre los seres humanos”, manifestó emocionado el Arzobispo Rubén Salazar Gómez cuando se dirigió a los artistas y demás asistentes que llenaron la Catedral esa noche inolvidable.
Y la emoción fue colectiva, pues la obra “Con lo bello salvaremos el mundo”, acto central del Jubileo de los Artistas, sobrepasó todas las expectativas que se habían creado. Durante cincuenta minutos, el ballet clásico, la cumbia, la danza contemporánea, la poesía, el teatro y el canto, se unieron para alabar a Dios por la vida de todos y cada uno de los artistas que habitan en el Atlántico y, a la vez, ellos se sintieron participes de la celebración de los 75 años de la Arquidiócesis de Barranquilla.
Al observar todas estas fotografías, hagamos nuestra la invitación que esa noche hiciera Monseñor Rubén: “Que el Señor haga de todos y cada uno de nosotros portadores de esa belleza maravillosa que es la que transformará al mundo, porque es la belleza misma del amor de Dios”.
“Yo no recuerdo haber soñado esta hora, pero la estoy viviendo, y creo que es lo más hermoso que me ha ocurrido en la vida”, fueron las palabras de la poetisa Meira Delmar al recibir de manos del Arzobispo la máxima distinción que se entregó en el Jubileo de los Artistas.
Desde las puertas de la Catedral se sentía el arte, pues la acogedora bienvenida estuvo a cargo de un grupo de mimos de la Unidad Pastoral Nuestra Señora de las Nieves.
Con uno de sus bellos poemas, Margarita Galindo tuvo a su cargo el ofrecimiento del acto a Dios.
El Ballet de Barranquilla, bajo la dirección de Jorge Arnedo, representó el momento de la creación.
Dos extraordinarias intervenciones tuvo la cantante Isadora en la obra “Con lo bello salvaremos el mundo”.
Cincuenta parejas, integradas por el Ballet de Gloria Peña y las cumbiambas El Gallo Giro, La Misma Vaina, La Arenosa y La Pollera Colorá, danzaron al son del “Gloria” que magistralmente interpretó Luis Gerardo Barrios con el acompañamiento del grupo Yambú.
El Pesebre en vivo de Usiacurí, dirigido por Tomás Urueta, tuvo la responsabilidad de escenificar el nacimiento de Jesús uno de los momentos más emocionantes de la obra pues llevaron a escena a un niño recién nacido.
La orquesta de cámara que acompañó al Ballet de Barranquilla estuvo dirigida por el maestro José Olivares.
Ángela Marín, directora del Coro Arquidiocesano, organizó una masa coral de ochenta personas. Intervinieron, además del coro de la Arquidiócesis, el Ensamble Vocal Arenas y los coros de la Universidad Autónoma del Caribe y la CUC.
La danza contemporánea de Rosanna Lignarolo, junto con Isadora interpretando el tema “Sólo el amor redime”, hicieron el cierre perfecto de la velada.
En medio de los 250 artistas que participaron en la obra, el Arzobispo entregó su mensaje.
La Viceministra de Cultura, la barranquillera María Cecilia Donado, junto con las autoridades eclesiásticas, civiles, militares, de policía e invitados especiales.
El salón parroquial de la Catedral se convirtió en una galería arte donde se pudo apreciar la colectiva organizada por el Museo de Arte Moderno de Barranquilla MAMB. Aquí, el Gobernador del Atlántico, doctor Carlos Rodado; la Secretaria de Cultura Departamental, Carla Celia; el pintor Enrique Lamas y el maestro Tomás Urueta.
La Secretaría de Cultura y Patrimonio del Atlántico y el Comité Mixto de Promoción del Atlántico, expusieron 21 maquetas de los templos de los municipios atlanticenses y la variedad de artesanías de nuestra región.
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