lunes, agosto 28, 2006

CATEDRATON 2006

En las instalaciones del más importante centro cultural del Atlántico, el Teatro Municipal Amira de la Rosa, se realizará este domingo 27 de agosto la versión 2006 de la Catedratón. La jornada iniciará a las 10:00 de la mañana y se extenderá hasta las 8:00 de la noche. La entrada es libre.
La Catedratón de este año será un gran festival de alegría y fraternidad. Alegría por estar unidos y poder compartir lo que tenemos con los que más lo necesitan; y fraternidad, por el hecho de congregarnos como hermanos sin importar ningún tipo de distingos sociales. Todos con una misma finalidad: construir Iglesia.
Tres serán los escenarios desde los que se realizará, en simultaneo, la Catedratón 2006: La sala principal del teatro, con capacidad para 900 personas; la sala múltiple, en la planta baja y con capacidad para 100 personas; y el kiosco ubicado en los jardines, en la parte externa del teatro Amira de la Rosa.
El teatro abrirá sus puertas a las 10:00 de la mañana, y en él se presentarán grupos folclóricos, orquestas, agrupaciones y solistas católicos. En la Sala Múltiple se podrá apreciar –en pantalla gigante- la transmisión desde el auditorio principal. En las afueras del teatro, en las zonas de los jardines y en el kiosco, se realizará el Festival de la Fraternidad. Éste incluirá presentaciones musicales y folclóricas, la final del concurso Cante y Gane con la Catedratón, patrocinado por Ferretería Metrópolis; atracciones mecánicas y recreativas para niños; y el gran Festival Gastronómico en el que participarán los mejores restaurantes de la ciudad.
Los canales, Telecaribe, Tv3 y Canal 23, de la Universidad Autónoma del Caribe; trasmitirán la Catedratón a partir de las 00 de la mañana, para todos los que no puedan o no deseen llegar hasta el Auditorio.
¿POR QUÉ PARTICIPAR DE LA CATEDRATÓN?
Las razones son muchas, pero si hubiera que señalar una sola razón por la que debiéramos participar y colaborar con esta iniciativa, sin temor a equivocaciones sería “por que lo necesitamos”. Por extraño que suene, los más necesitados no son realmente los que viven en los sectores pobres, lo más urgidos somos nosotros. Necesitamos volver a compartir, volver a extender la mano al que nada tiene, recordar lo que se siente dar sin esperar nada a cambio, dejar –aunque sea por un día- las previsiones sobre lo que no es rentable o no y simplemente dar, entregar, sembrar. Volver a pensar con el corazón y no con el bolsillo.
De muchas maneras podemos hacer esto realidad: participando de la Catedratón 2006: asistiendo al Teatro, consumiendo la comida de los restaurantes que participarán en el Festival gastronómico, realizando donaciones o motivando a otras personas a que lo hagan a través de las cuentas bancarias 0000000000000000000, en las urnas ubicadas especialmente para la Catedratón en las distintas unidades pastorales o llamando a los teléfonos:370 29 65 – 370 48 93 – 370 86 30.
¿VALE LA PENA SOÑAR?
La respuesta es sí, y más una cuando es un sueño que refleja una necesidad compartida. Cuando hace tres años surgió la idea de realizar un gran evento que congregara a todos los católicos y a hombres y mujeres de buena voluntad en torno a un objetivo común: apoyar las obras de refacción de la Catedral Metropolitana María Reina, nadie hubiera imaginado tanta generosidad y amor en los corazones de la gente. Así nació la iniciativa que hoy conocemos como Catedratón, un evento cultural y pastoral, que siguiendo los mismos lineamientos de las campañas realizadas para la Catedral en años anteriores, vino a reforzar el proceso de preservación y refacción del templo catedral.
Como toda obra buena, sus objetivos iniciales se ampliaron notablemente poco tiempo después de realizada la primera versión en el año 2004. Fue así como, a partir de la Catedratón 2005, el dinero recaudado no se destinó exclusivamente a las obras de la Catedral. Cuatro nuevos templos empezaron a construirse en zonas de particular necesidad ese mismo año.
Esta es, a grandes rasgos, la historia que juntos vivimos, y de la que todos somos protagonistas. Una historia de la que hemos escrito ampliamente en las dos últimas ediciones de Kairós, y que todos ya conocemos, al menos la gran mayoría de católicos y gentes de buena voluntad que desde el principio creyeron en este proyecto y apoyaron generosamente su realización. Gracias a este apoyo hoy tenemos mucho que mostrar; igualmente mucho por lo cual agradecer.
NUESTROS PRIMEROS FRUTOS
En primer lugar, la Arquidiócesis de Barranquilla hoy comparte la alegría de la culminación de una primera etapa que -aunque pequeña- es motivo de gozo para todos los que hacemos parte del Pueblo de Dios que avanza, en su peregrinación de fe, en este Departamento del Atlántico. Se trata de la entrega oficial de los templos Santa Eduviges, en el barrio La Pradera; Ave María, en los Olivos II etapa; La Presentación del Señor, en el barrio la Chinita y Nuestra Señora de la Luz, en el barrio La Luz. (Este importante acontecimiento ha sido reseñado en la página 9 de la presente edición).
Pero el trabajo apenas comienza. Aún son necesarios muchos templos, y no podremos seguir tejiendo esta “Cinturón de esperanza”, sin el apoyo de todos. Todavía faltan más espacios para que las comunidades con mayor necesidad puedan celebrar su fe y para que en los sectores vulnerables en los que viven, se inicien verdaderos procesos de restauración del «Tejido Social» como consecuencia directa de la acción pastoral de la Iglesia en cada una de estas nuevas parroquias.
CATEDRATÓN 2006, ¡UNA GRAN OPORTUNIDAD!
La Catedratón es esencialmente una valiosa oportunidad para compartir. No se trata únicamente de donar dinero, sino de descubrir el sentido profundo detrás del gesto concreto de la donación: participar activamente en la gestación de comunidades de fe y la construcción de lugares de esperanza y desarrollo para todos.
Es esa la oportunidad que la versión 2006 de la Catedratón nos ofrecerá el próximo 27 de agosto. Será una cita con la fraternidad, la alegría y los deseos de paz. Una cita a la que no podemos faltar y en la que apoyaremos decididamente la obra de evangelización en la que se ha comprometido nuestra Arquidiócesis.
Este año la meta es de 700 millones de pesos, y para alcanzarla se necesitará del compromiso y el esfuerzo de todos. Independientemente de lo poco o lo mucho que cada uno pueda aportar, el «Sí» de cada persona, familia o empresa, será decisivo para llegar a la meta propuesta. No se trata de grandes cantidades de dinero, sino de grandes “cantidades” de gente dispuesta a ayudar.
Por otro lado, es importante que tengamos muy claro a quienes se beneficia realmente con la Catedratón. A propósito de esto, no es exacto afirmar que serán nuestros hermanos más pobres los únicos favorecidos; ciertamente, ellos reciben la ayuda directa con la construcción de los templos; sin embargo, en poco tiempo podremos advertir que los beneficios también son para nosotros.
El Atlántico y la Barranquilla que queremos no se conseguirán únicamente con la gestión pública; será su gente la que hará posible el ideal que ahora compartimos. Pero para que esto pueda darse, para que de verdad sean muchos más lo que se decidan a trabajar por un departamento mejor, es fundamental la acción evangelizadora de la Iglesia; y esta última va ligada a la existencia de templos físicos en los que nazcan verdaderas comunidades cristianas. Comunidades en las que a su vez, se formen cristianos coherentes, y por ende, mejores ciudadanos.

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