viernes, junio 09, 2006

EDITORIAL

¡NO QUEREMOS UN MEDIO AMBIENTE, LO QUEREMOS ENTERO!

Por nuestro proceso de fe sabemos que la actitud profética tiene el compromiso de entusiasmar al creyente en cuanto lo bueno, lo agradable y lo justo, con una visión optimista y positiva frente a la vida. Pero ello no descarta que también se tenga en cuenta aquello que entorpece la convivencia y la fraternidad.

No se trata, entonces, de crear irritación con estas líneas, sino generar análisis, crítica constructiva, reflexión y compromiso, frente aquello que nos hace daño y no nos deja avanzar como verdaderos cristianos.

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