jueves, diciembre 04, 2008

Amar al mundo apasionadamente




Por: Reinaldo Gómez Pérez*

La respuesta común, cuando le preguntan a los grandes líderes empresariales del mundo acerca de qué cualidad específica valoran en sus empleados, es: QUE TENGAN PASION!!!.

De hecho, si usted no posee conocimiento y pasión para un determinado negocio, mejor no lo inicie porque el fracaso estará garantizado.

AMAR AL MUNDO APASIONADAMENTE, este es el título de una magnífica homilía que pronunció San Josemaría Escrivá de Balaguer, en fundador del Opus Dei, el 08 de octubre de 1967, es decir; hace 41 años y su contenido tiene tanta vigencia como el evangelio. A continuación extraigo algunas ideas para que las analicemos:

“Es la vida ordinaria el verdadero lugar de vuestra existencia cristiana. Hijos míos, allí donde están vuestras aspiraciones, vuestro trabajo, vuestros amores, allí está el sitio de vuestro encuentro cotidiano con Cristo. Es, en medio de las cosas más materiales de la tierra, donde debemos santificarnos, sirviendo a Dios y a todos los hombres”

¿Ustedes se podrán imaginar cómo sería la calidad de nuestro trabajo si en cada segundo, en cada minuto, en cada hora de nuestra existencia, tengamos presente lo enunciado en el anterior párrafo?. Para nosotros los cristianos trabajar con PASIÓN debe ser un hábito, pues en cada persona con las que nos relacionemos debemos ver al mismo Cristo; sólo sirviendo con esta visión superamos las adversidades que puedan existir en el entorno y poder tolerar cualquier conducta en los demás que vaya en contravía a nuestros intereses o apreciaciones.

“Lo he enseñado constantemente con palabras de la Santa Escritura: El mundo no es malo, porque ha salido de las manos de DIOS, porque es criatura suya, porque YAVEH lo miró y vio que era bueno. … debéis comprender ahora que DIOS os llama a servirle EN y DESDE las tareas civiles, materiales, seculares de la vida humana: en un laboratorio, en el quirófano de un hospital, en el cuartel, en la cátedra universitaria, en la fábrica, en el taller, en el campo, en el hogar de familia y en todo el inmenso panorama del trabajo. Dios nos espera cada día. SABEDLO bien: Hay un algo SANTO, divino, escondido en las situaciones más comunes que toca a cada uno de vosotros descubrir”.

Apreciados lectores, no podemos llevar una doble vida; no podemos tener una relación con Dios sólo al levantarnos y al acostarnos; no hay otro camino, decía San Josemaría Escrivá de Balaguer. “O sabemos encontrar en nuestra vida ordinaria al señor, o no lo encontraremos nunca”.

Y termino citando estas palabras del santo de lo ordinario: “Os aseguro, hijos míos, que cuando un cristiano desempeña con amor lo más intrascendente de las acciones diarias, aquello rebosa de la trascendencia de Dios”.

Hay que preguntarle a los grandes líderes empresariales: ¿Eso que ustedes llaman PASIÓN, estará basada en el amor a Dios? ¿En encontrarlo a Él en cada tarea? Si la respuesta de ellos es SI, entonces nosotros los Cristianos no tenemos motivos para estar desempleados.

*Especialista en administración de recursos humanos
visiondeltrabajo@hotmail.com

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