viernes, diciembre 14, 2007

EL RINCÓN DE PABLITO


NOVENA EN EL ZOOLÓGICO

Una vez más el Zoológico de Barranquilla ha invitado a varias parroquias de nuestra Arquidiócesis para que niños de cada una de ellas visite ese maravilloso lugar y realice allí el rezo de la novena.

Las parroquias que resultaron favorecidas para vivir esta ‘aventura navideña’ en el zoológico son:
* Santo Tomás de Villanueva, el domingo 16 de diciembre.
* San Pío X, lunes 17.
* Santa María Goretti, martes 18.
* Nuestra Señora de Guadalupe (barrio Ripoll), miércoles 19.
* Nuestra Señora de la Esperanza (Conidec), jueves 20.
* Nuestra Señora de la Candelaria (Galapa), viernes 21.
* Nuestra Señora de las Nieves, sábado 22.
* Santa Rita de Cascia (Sabanagrande), domingo 23.

Los niños, después de rezar la novena, harán un recorrido por las instalaciones del zoológico y degustarán un delicioso refrigerio. Tenemos que decirle “muchas gracias” a la directora del Zoológico, doctora Rosamira Guillén, a sus colaboradoras Diana Rincón y Liliana De la Cruz, y en general a todo el personal del Zoológico de Barranquilla. ¡Dios los bendiga!

GUILLO, EL MONAGUILLO

LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
Al estudiar la liturgia de la Eucaristía es bueno que tengamos en cuenta unos verbos utilizados por Jesús en la Última Cena. Esos verbos son: “Tomar, dar gracias, partir y dar”. Esas acciones las realiza el sacerdote durante la celebración de la Eucaristía. Y las iremos conociendo al mirar cada uno de los momentos de la liturgia eucarística.

“Mientras comían, Jesús tomó en sus manos el pan y, habiendo dado gracias a Dios, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomen y coman, porque esto es mi cuerpo”.

Está muy pendiente, porque pronto conocerás más de la liturgia de la Eucaristía. Por el momento apréndete estos verbos que llamamos eucarísticos: Tomar, dar gracias, partir y dar.

domingo, diciembre 02, 2007

NUESTRA PORTADA

INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARIA
Fiesta de la vida y la solidaridad
SIN JUSTICIA LA EVANGELIZACIÓN ES UNA FARSA
La justicia es el motor esencial que mueve las relaciones entre los seres humanos.
ADVIENTO: PARA VIVIR LA ESPERANZA DE LA LLEGADA DE JESÚS
NOVENA DE NAVIDAD 2007
Con esta edición reclame la Novena de Navidad, diseñada exclusivamente teniendo en cuenta la realidad del Atlántico.

EDITORIAL

JUAN EL BAUTISTA, UN EJEMPLO QUE NOS ACERCA MÁS A DIOS
La experiencia cristiana nos mueve a la práctica de la justicia con una ramificación directa a la solidaridad. Ambas manifestaciones permanecen unidas, facilitando, de esta manera, la vivencia en fraternidad. Ser hermanos o amigos implica sentir el dolor del otro y movernos a una ayuda inmediata.
Termina el año de reflexión en torno al valor de la justicia y continuamos nuestro caminar hacia la práctica de la solidaridad con el inicio del año litúrgico. Se avecina, por lo tanto, el tiempo de Adviento, tiempo que nos privilegia al sugerirnos, entre uno de sus temas de reflexión, la vida de Juan Bautista, el Precursor.
Juan es esa voz que grita en el desierto; Él es quien se llena de gozo ante la presencia del Salvador, quien lo señala como el "Cordero de Dios que quita los pecados del mundo"; es Juan cuya humildad se hace manifiesta al expresar "no soy digno de desatar la correa de sus sandalias"; es quien no tuvo miedo de enfrentar con claridad y sinceridad el poder de ese momento, no con el afán de ser juez implacable, sino un amigo justo cuya labor es invitar a la conversión, a la justicia, a la solidaridad.
¡Qué figura tan admirable la de Juan, el Bautista! Jesús mismo lo reconoce al decir: "Les aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan". Es así como el testimonio de este gran profeta se convierte en eco para un mundo en semejantes desproporciones de injusticias, de riquezas concentradas en manos de unos pocos y de excesivo consumismo, especialmente es este tiempo donde la vanidad y los lujos se apoderan de nuestra mente y corazón. Juan, se convierte en modelo y punto de reflexión para acercarnos a la verdad de nuestro Dios y Salvador.

ADVIENTO: PARA VIVIR LA ESPERANZA DE LA LLEGADA DE JESÚS

Por ONIX NEDEL CORREA GARCÍA*
Ya estamos próximos a finalizar el año 2007. En él han sido muchos los momentos de gozo y gracia vividos con ocasión del Año Jubilar que Su Santidad el Papa Benedicto XVI autorizó para que la Arquidiócesis de Barranquilla celebrara sus 75 años de creación.
Durante estos dos últimos meses del año conmemoramos, los cristianos católicos, la llegada de Jesús para salvarnos. Este encuentro muy cercano que el Señor tuvo con el ser humano hace ya más de 2 mil años, partió en dos la historia de la humanidad.
Así, finalizando este 2007, y como es tradición en las últimas semanas de cada año, viviremos el tiempo de Adviento, un tiempo de preparación en el primer periodo del año litúrgico para recibir la Navidad. Son alrededor de 21 a 28 días, cuatro semanas. En este tiempo nos preparamos para esperar el nacimiento de Jesús y renovar la esperanza de la segunda venida de Cristo.
El Adviento inicia con la fiesta de Cristo Rey y durante los cuatro domingos antes de la Navidad cada hogar cristiano realiza varias acciones que son tradicionales para este tiempo de la espera al Señor. Una de ellas es la de colocar una corona de flores con cuatro velas, cada una hace alusión a los cuatro domingos que incluye el Adviento y significan amor, paz, tolerancia y fe; esta corona también es llamada la ‘Corona de Adviento’.Es importante destacar que durante el Adviento el color de la liturgia es el morado, significando el avivamiento en los creyentes a la espera de Jesús. También en esta misma época se viven dos momentos importantes. El primero, que comienza desde el primer domingo hasta el 16 de diciembre con un sentido escatológico, es decir, todas las creencias y esperanzas referentes a la llegada de Jesús al final de los tiempos. El segundo, que es inmediatamente del 16 de diciembre hasta la Noche Buena, comprende la llamada “Semana Santa” de la Navidad y es en estos días donde se invita a la preparación de la llegada de Hijo de Dios al mundo.
La Iglesia Católica para el Adviento exhorta a todos los fieles a que durante este tiempo estudien las lecturas bíblicas tomadas de Isaías y algunos pasajes proféticos del Antiguo Testamento en los que se habla precisamente de cuando Dios en su inmenso amor nos dio a su Hijo para que nos liberara del pecado.
El Adviento se convierte, entonces, en un tiempo de reflexión, para evaluar lo que hemos hecho en todo un año y comprometernos, en este nuevo que comienza con la conmemoración de cuando Jesús vino al mundo, para salir de la oscuridad del pecado y disfrutar de esa esperanza de salvación renovada constantemente por el inmenso amor que el Creador tiene a todas las personas. Es el momento de buscar una relación más estrecha con el Salvador Universal, vivir su justicia, su amor, sus bendiciones.
CÓMO VIVIR ESTE TIEMPO DE PREPARACIÓN
El periódico Kairós consultó con el padre Arquímedes González, Delegado Arquidiocesano de Liturgia, quien nos habló de cómo los fieles católicos comprometidos debemos vivir estos días de espera de la Navidad.
Kairós: ¿Qué es lo más importante que deben tener en cuenta los fieles para estos días?
Padre Arquímedes González: Hay que tener muy en cuenta una preparación espiritual para el encuentro con Cristo, que se hace a través de la oración y la práctica de las buenas obras de misericordia.
K. ¿Cómo podemos enmarcar el valor que termina (justicia) y el que comienza (solidaridad) en la Arquidiócesis de Barranquilla?
P.A.G. A través de la revisión de vida en el aspecto de vivencia de la justicia y en un propósito firme por vivir el próximo año la solidaridad con los hermanos, sabiendo que al asistir al prójimo lo estamos haciendo como el mismo Señor Jesús nos enseña en su Palabra: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento (…) El Rey les responderá: "Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí” (Mt. 25, 35)
* Asistente de redacción Kairós – onix2502@hotmail.com

VILLANCICOS: ALEGRÍA, ESPERANZA Y REFLEXIÓN EN ADVIENTO Y NAVIDAD

Por ÁNGELA MARÍN NIEBLES *
Los Villancicos han estado con nosotros desde la más tierna infancia, nos han acompañado durante muchas navidades y, generalmente, nos traen gratos recuerdos. La historia de estas canciones es muy antigua y se encuentran sus primeros vestigios a finales del Medioevo y a principios del Renacimiento.

No siempre los villancicos han tenido temática religiosa. En sus inicios estas canciones designaban las músicas que entonaban los “villanos”, es decir, los habitantes de una villa; ellos cantaban villancicos con temáticas cotidianas y se acompañaban con algún instrumento de cuerda. Este tipo de canción fue muy popular en Europa durante los siglos XV y XVI.

Ahora bien, ¿en qué momento se convirtió el villancico en una canción religiosa? No se sabe con claridad cuando y por qué se empezaron a escribir textos religiosos a estas tonadas populares; algunos investigadores mencionan que los villancicos religiosos tuvieron su nacimiento en las representaciones medievales de los misterios cristianos y, poco a poco, éstos se fueron utilizando para la celebración de la Navidad.

En el siglo XVII, el villancico adquirió un carácter netamente religioso; razón por la cual, muchos compositores escribieron piezas musicales para cantarlas en las misas y oficios. Una de las autoras más famosas de villancicos religiosos es santa Teresa de Jesús, de quien se dice que organizaba alegres fiestas en sus conventos alrededor del pesebre. Una de sus frases célebres es: "Parezcámonos en algo a nuestro Rey, que no tuvo casa, sino el portal de Belén adonde nació y la cruz adonde murió".

En la actualidad, los villancicos se han organizado en dos clases bien diferenciadas: los de Adviento y los de Navidad.

VILLANCICOS DE ADVIENTO
Son aquellos cuya temática hace referencia a la preparación para la llegada del Divino Infante; son aquellas canciones que nos invitan a reflexionar y a esperar con ansia la manifestación de Dios a los hombres en la noche de Navidad. La temática de los villancicos de Adviento se sitúa en la espera del Salvador, nos motivan a mantenernos despiertos y vigilantes a la llegada del Señor, y acrecientan las súplicas de todo el pueblo cristiano para que el Redentor descienda pronto de los cielos.

VILLANCICOS DE NAVIDAD
Son aquellos cuya temática rebosa de alegría y gozo por el cumplimiento de la profecía hecha desde antiguo, es decir, la manifestación plena, gloriosa del Emmanuel. El canto por tanto debe introducir a la asamblea en la experiencia sublime del nacimiento del Mesías. El Himno del Gloria es el gran canto de este periodo.

Si revisamos con atención los villancicos que entonamos en el tiempo de Adviento, ya sea en la novena de Navidad o en la celebración litúrgica, encontraremos que la temática, la mayoría de las veces, es mal seleccionada. Se entonan canciones para arrullar al Niño recién nacido, pero, como escribía en un artículo anterior de este periódico, el Niño aún no ha nacido; se interpretan canciones para llevarle ofrendas al pequeño Rey, pero todavía no ha llegado el momento.

Como se ha mencionado, el tiempo de Adviento es un tiempo de preparación para recibir al anhelado Redentor. Sucede con frecuencia que hacemos todo lo necesario para preparar la fiesta de bienvenida del Niño Jesús y no vamos a la fiesta. Pues sí, aunque parezca paradójico, esto es lo que sucede cuando hacemos la novena, hacemos compromisos, repartimos regalos, pero dejamos todo hasta ahí. Muchos se van de vacaciones y regresan a la Iglesia al año siguiente; otros continúan asistiendo los domingos como es su costumbre, pero no se nota cambio alguno al tener presente al Mesías prometido.

El tiempo de Navidad es un periodo fuerte que la Iglesia Católica propone para acoger al Enmanuel, a Aquel que se hizo hombre para salvarnos. Por eso, es el momento de llenar los templos, nuestros grupos de oración y nuestros hogares con la oración, con el canto de villancicos, pero bien seleccionados. Si los niños y adultos van a la Iglesia todos los días durante la novena, con mucha más razón debemos asistir para honrar y ofrecer nuestro canto al Divino Infante después de su Natividad.

Los villancicos poseen letras hermosas; sin embargo, muchos de ellos no han sido compuestos para la celebración litúrgica sino para serenatas al Niño Dios y/o para la novena de Navidad. Otros han sido compuestos con un contenido de fondo serio y rico en la expresión de nuestra fe? éstos últimos podrían servir para uno u otro momento de la Eucaristía.

EN NUESTRA NOVENA DE NAVIDAD
Teniendo conocimiento de la problemática anterior, en la novena de Navidad que presenta este año la Arquidiócesis de Barranquilla, se proponen nuevas letras para entonar durante la preparación. Son villancicos tradicionales que han sido ajustados en texto para ser cantados en Adviento. Les invitamos a revisarlos y a cantarlos durante la novena. Es una pequeña solución mientras nos aprendemos nuevos cantos y mientras se finaliza el cantoral diocesano.

Para finalizar, es importante entender que el tiempo de Navidad encierra varios aspectos de la vida del Redentor. No todo el tiempo Jesús está recostado en el pesebre, sino que rápidamente va creciendo hasta ser bautizado en el Jordán. Por lo tanto la temática de los cantos debe tener presente esta situación; en este sentido, no es lógico cantar canciones de arrullo durante todo el tiempo Litúrgico. Les invitamos a todos a programar las actividades navideñas en el tiempo que les corresponde y a aprovechar al máximo el ya próximo tiempo de Navidad.

INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA: FIESTA DE LA VIDA Y LA SOLIDARIDAD

“Ese misterio de la inmaculada concepción es un misterio maravilloso. Es la anticipación de la salvación de Cristo en su Madre, la que fue escogida para ser la Madre del Salvador”.

Con estas palabras monseñor Reinaldo Iriarte Ríos, párroco de la unidad pastoral Inmaculada Concepción en Barranquilla, se refirió a esa gran bendición que recibió la Madre de Jesús, Madre de todos los cristianos, y que nos da la lección más clara para que hagamos todo lo necesario, diariamente, por entregar un corazón comprometido, sosegado y transparente a Dios. Son pertinentes estas palabras si consideramos que ya se acerca la popular fiesta de la Inmaculada Concepción de María y, desde ya en la Arquidiócesis de Barranquilla, específicamente en la parroquia que lleva su nombre, se organizan distintas celebraciones para recordar y vivir, con mucho gozo invadido de convicción, el milagro que recibió María al ser la Madre de Cristo, el Hijo de Dios que vino para ser nuestro Salvador.

El Dogma de la InmaculadaAlgunas veces, por el amor mismo que le tenemos a Jesús, tendemos a confundir el Dogma de la Inmaculada con la concepción sin pecado de Jesús en María; pero este dogma va más allá de la pureza misma del Hombre más grande la historia. Esta creencia se refiere a la preservación que hizo el Todopoderoso de toda carencia de gracia santificante de María, desde el primer momento en que ella fue concebida en el vientre de su madre santa Ana. Es decir, la hizo pura, santa y apta para que fuera la Madre de Jesús.

María fue exaltada por Dios a la gracia santificante y limpia que el ser humano perdió al momento de pecar en el Jardín de Edén. Ella es la “llena de gracia”, expresión donde se aduce claramente la abundancia y singular grandeza por no haber mancha alguna de pecado, un estado maravilloso del alma de un humano en unión con Dios; la Madre del Redentor demostró, durante toda su vida, esta gracia reflejándola en la obediencia a las leyes de Dios y en que nunca ofendió al Señor con sus acciones o estilo de vida.

El 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX, en su Bula Ineffabilis Deus, proclamó el Dogma de la Inmaculada como doctrina de origen apostólico “…declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles…”

Desde la solidaridad: ¡Todos a celebrar la Inmaculada Concepción!En este año 2007, Año Jubilar en la Arquidiócesis de Barranquilla, para festejar la Inmaculada Concepción de María se ha querido que tenga una relevancia importante en el marco de todo este tiempo de gracia que se ha declarado para nuestra Iglesia particular. “Con RCN hemos pensado un programa muy bonito, muy especial; se va a invitar a las autoridades -las salientes y las entrantes-; además, de manera muy especial, a la Legión de María, por ser un movimiento que tiene a María como bandera, y, lógicamente, a toda la feligresía barranquillera para que vivan esta jornada de amor, piedad a la Virgen, de acción de gracias al Padre por la profesión de María”, afirmó con emoción monseñor Iriarte.

Para comenzar con esta gran celebración local, departamental e, incluso, nacional, el 7 de diciembre en las afueras de la parroquia de la Inmaculada Concepción se ha programado, con RCN Radio y otros medios informativos, una jornada de ayuda y aportes caritativos con el nombre de ‘Radiotón 2007’; todos los recursos obtenidos serán destinados para ayudar a las necesidades de los damnificados en esta temporada de invierno. “Es un tinte social que queremos dar a la fiesta de la Inmaculada, para que al acercarnos a María nos lleve al servicio, como lo hizo la Virgen después de la anunciación visitando a su prima santa Isabel. Entonces, la convocatoria es para que todas las personas participen y lleven ropa usada en buen estado, víveres, alimentos no perecederos, todo lo que se pueda llevar en pro de los hermanos que ahora lo necesitan”, expuso monseñor Iriarte y, agregó, que la Radiotón se transmitirá en vivo a partir las 6:00 de la mañana desde las afueras del templo parroquial.Este mismo día, a las 7:00 de la noche, comenzará el acto religioso con la procesión en honor a la Santísima Virgen María por las calles cercanas al templo hasta las 8:00 p.m., hora en que regresarán a la parroquia para iniciar la eucaristía que presidirá el Obispo Víctor Tamayo. También se contará con varias presentaciones de tipo evangelizador y cultural.

Como lo expresó monseñor Reinaldo Iriarte, refiriéndose a los distintos momentos que tendrá la conmemoración, “en este año, a la celebración de la Inmaculada, se le ha dado el nombre de la fiesta de la vida y la solidaridad; se quiere que todos los asistentes lleven antorchas, faroles, como fiesta de la luz; va a ser un momento de piedad y luego de oración, a través de la liturgia, para pedir por Colombia, por Barranquilla, por ese cambio que anhelamos todos”, sostuvo monseñor Iriarte.

EDILES EN LA COMUNIDAD: LLEGANDO MÁS ALLÁ POR EL TRABAJO PASTORAL

Siempre les he enseñado que así se debe trabajar y ayudar a los que están en necesidad, recordando aquellas palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir”. Hechos 20, 35.

Por ONIX NEDEL CORREA GARCÍA *

Con estas palabras el apóstol Pablo se dirigió a algunos ancianos de Éfeso, recordándoles la importancia de ayudar a la comunidad y conseguir con sus propias manos lo necesario para sí mismos y para asistir a quien lo necesite.

Este mandato que Pablo dio en aquel tiempo y que podría parecer obsoleto para muchos servidores de Dios, en la actualidad, es lo primordial. Ayudar desde la Iglesia y para la Iglesia es la consigna que la mayoría de los fieles y católicos comprometidos ponen en práctica cada día que pasa.

En un caso más puntual tenemos el ejemplo de Isa María Cuello y Libardo Quintero, que quisieron ampliar ese trabajo que venían desarrollando desde su servicio pastoral en la Arquidiócesis de Barranquilla para hacerlo ahora desde un cargo público en la ciudad.

Ellos dos quedaron elegidos como ediles de la localidad Norte-Centro Histórico de Barranquilla en las pasadas elecciones del 28 de octubre, y le atribuyeron su éxito en los comicios, en gran parte, a su labor cristiana, siempre llena de amor, dedicación, humildad y esfuerzo.

En Isa María, por ejemplo, la música ha sido el puente que ha usado para ser un miembro activo de la Iglesia, ayudando así al proceso de evangelización que nuestra Arquidiócesis lleva a cabo. “Los conciertos católicos, las eucaristía, la predicación y todos aquellos eventos en los cuales participé eran los que mostraban mi compromiso y mi dedicación en el trabajo pastoral”, afirma con orgullo Isa María, quien está felizmente casado y es padre un niño.

Cuando le pregunté qué era lo más satisfactorio del trabajo no dudó en decirme que sentirse útil para Dios. “El momento más feliz de mi vida fue cuando sentí que podía servirle a Dios, que puedo hacer de mis manos también las manos del Señor aquí en la tierra, que puedo cantarle al Dios de la vida y puedo transmitir un mensaje de Él; sin duda eso es lo más importante”, agregó.
En el caso de Libardo Quintero, casado y con 3 hijos, desde el año 1984 viene trabajando con la Comunidad Carismática Católica Formando el Cuerpo de Cristo. Ahí, en los diferentes procesos de formación, sirve capacitando en la fe a todos los hermanos que van a la comunidad, desarrollando actividades orientadas a la familia y, también, colabora junto a otras personas con cursillos prematrimoniales en otras parroquias de la ciudad.

Refiriéndose al trabajo que debe hacer un católico comprometido por la comunidad, Libardo Quintero habló del servicio en el sentido de la formación de las personas, destacando la ayuda que se les da redireccionando sus vidas a favor de una mejor sociedad. “Lo más importante como edil es buscar la forma de presentar proyectos ante los alcaldes menor y mayor para mejorar la seguridad y el fomento de la recreación en toda la ciudad”, afirmó Libardo, destacando la importancia del trabajo por la comunidades más necesitadas como complemento en este oficio.

Es de saber que los principios cristianos se deben reflejar en todos los trabajos que ejercen las personas. En el caso de los trabajadores públicos, estos principios serán los más importantes y la clave para hacer un buen desarrollo de la representación de alguna comunidad, además de la buena imagen que esta proyecte. Para Isa María, el servicio como edil le dará una gran oportunidad para servir, paralelamente con la Iglesia, a mucha gente que lo necesita, aquellos que tienen muchos deseos para que se respeten sus derechos fundamentales. “Los ediles vamos a ser no solamente un puente sino un ente de soluciones desde el fortalecimiento de los valores. En mi caso, los proyectos giran alrededor del fortalecimiento de las familias de las comunas, tratar de hacerle entender a las familias que no ganamos nada con tener una ciudad metrópolis, pero con las familias destruidas”.

Otra de las características que debe tener un edil es el acercamiento con la comunidad, así, viviendo sus propias problemáticas, tendrá una visión clara de la trascendencia que pueda tener una dificultad comunitaria para que a la hora de tratar de solucionarla pueda dar excelentes resultados. “Lo que hacemos es conocer todas las necesidades para cristalizarlas ante el alcalde menor y presentarlas junto con un proyecto de mejoramiento de las mismas”, aseguró Libardo Quintero.

Toda esta participación que Isa y Libardo tienen ahora como ediles de la comunidad expone claramente el compromiso al cual Dios nos invita todos los días como cristianos que somos: ayudar y darle la mano a nuestro hermano, nuestro prójimo, a buscar soluciones que apunten a un bien común y una sociedad más solidaria, más hermana, una sociedad más próspera.

SIN JUSTICIA LA EVANGELIZACIÓN ES UNA FARSA

Desde hace ocho años atrás, nuestra Iglesia Arquidiocesana ha venido trabajando con gran tesón y alegría en un proceso de ‘nueva evangelización’ que tiene como objetivo llevar a todos los fieles del Atlántico a una experiencia vital con la persona de Jesús. Ella, como madre y maestra, ha demarcado un camino pedagógico para lograr tal fin. Entre los distintos tópicos que hallamos tenemos el de trabajar con valores para cada año como medio para alcanzar fines bien concretos de fraternidad y conversión, entre otros.

Este año 2007 ha estado marcado por el trabajo en torno a la virtud de la ‘justicia’ y mes a mes cada uno de los valores propuestos ha pretendido hacernos tomar conciencia que sin fundamentos esenciales de convivencia no hay justicia y sin justicia no hay evangelización posible.

Es interesante descubrir que el proceso de evangelización que la Iglesia Católica realiza pretende permear de manera integral cada uno de los aspectos vitales de nuestra existencia. Hoy no se puede entender un Evangelio encerrado en los templos y vivido de una manera eminentemente piadosa atendiendo, exclusivamente, nuestra relación emotiva con Dios y desconociendo las realidades del mundo en que vivimos y nuestra dimensión social y fraterna.

No en pocas oportunidades han existido personas que, enemigos de la evangelización, quieren negarnos la posibilidad de iluminar desde la Palabra de Dios todos los acontecimientos de nuestro entorno pensando, erróneamente, que el único amor que pide Dios es a Él y al cielo que nos promete. Pero cuando leemos sesudamente la Sagrada Escritura nos percatamos que toda ella está invitándonos a vivir de modo pleno la virtud de la justicia como anticipo de la caridad y la misericordia.

A veces, como cristianos, pensamos que la Justicia es el valor más sublime de una persona; sin embargo, ella nos lleva a entender que con Justicia apenas alcanzamos a dar a los demás aquello que merecen, mientras que la caridad nos permite ir más allá de lo reglamentario otorgando incluso lo que no merecen. Pero para poder llegar al la virtud teologal del amor es necesario haber asimilado la Justicia como principio antecedente que le da vida y sustento. Pensémoslo de esta manera: la Sagrada Escritura en el Antiguo Testamento nos enseña: “Ojo por ojo y diente por diente”. Esta regla es eminentemente regla de Justicia; se pretendía impedir que la venganza excediera el daño que se padeció. La comunidad judía deseaba por medio de ella evitar abusos y desmanes entre sus miembros y darle un límite a todas las acciones humanas. Claro está que dicha ley fue abolida por Jesús en virtud de una nueva ley que es la del perdón, fruto del amor.

Es inconcebible entonces querer poseer la caridad cuando, a veces, ni siquiera la justicia es para nosotros importante pues a todas luces la venganza del hombre siempre quiere ir a la delantera del que lo violentó.

EL CAMINO RECORRIDO

Reflexionemos un poco sobre los distintos valores que desde enero nos propuso la Iglesia Arquidiocesana de Barranquilla para alcanzar la Justicia: amor a la verdad, honestidad, reparación de las ofensas, cumplimiento del deber, responsabilidad, cuidado de lo público, promoción de los derechos, cuidado de lo nuestro, fidelidad, construcción de la paz y defensa de la vida. Cada uno de estos valores trabajados pueden ,aunados, llevarnos a que si aún no hemos sido capaces de tener la virtud de la Caridad como eje fundamental de la vida, por lo menos la justicia sea una virtud que nos permita construir unas relaciones con la sociedad y con la naturaleza más sólidas y respetuosas.

Justicia no es sólo honradez, ni sólo verdad; es eso y más. Ella es el motor esencial que mueve las relaciones entre los seres humanos. Aquella que en medio de las diferencias de raza, de lengua o de cultura nos permiten reconocer que si no hay amor por lo menos hay un principio de igualdad que nos permite tratarnos como pares y no como esclavos unos de otros.

Pero esta virtud cardinal se cultiva desde los inicios de nuestra vida humana, cuando desde niños empezamos a entender la diferencia entre el bien y el mal y somos capaces de salvaguardar los derechos de los demás y defender los propios. Cuando hablamos de derechos y deberes, estamos hablando de justicia; ella nos impele a dar lo propio y recibir lo nuestro. Ella no pide más de lo que realmente merecemos pero no acepta menos de lo que hemos conquistado. La justicia es pues la virtud del equilibrio, distinto a igualdad, pues lo justo es que quien más estudia mejor gane pero jamás acepta que el mejor posicionado acapare aquello que le pertenece a los otros.

Si queremos que la palabra de Dios, en la que creemos como Palabra revelada, deje de ser tenida por muchos como un narcótico que produce somnolencia e indiferencia ante las injusticias humanas, so pretexto de aguardar una vida feliz para los que aguantan y sufren pasivamente, necesitamos blandirla como la principal defensora de los derechos del hombre y la Carta Magna de las relaciones personales y sociales que pregona en cada una de sus líneas que no puede ser el hombre un verdadero hijo de Dios si no está dispuesto a darle a su corazón un toque de auténtica justicia.

Creemos, desde el Evangelio, que la respuesta a los grandes problemas del mundo no estan en un Dios que lo hace todo por nosotros sino en un Dios que ha dado los lineamientos fundamentales para que no nos devoremos los unos a los otros como depredadores y aprendamos, desde la justicia, a marcar los límites de la avaricia.

Son muchos los males que atentan contra la virtud teologal de la justicia: el acaparamiento, el despilfarro, el engaño, el nepotismo, etc. Muchas son las leyes que se establecen en los países como fórmulas para logar el equilibrio de la justicia; entre nosotros, tal vez la última consiste en la ley de la meritocracia que pide escoger para un puesto público a aquel que haya hecho mérito propio para obtenerlo, no por simpatía política sino por capacidad y preparación para el cargo ofrecido.

Creo que es un buen ejercicio llevar a todos los miembros de nuestras comunidades, creyentes y no creyentes, a iniciar un proceso de renovación humana cultivando la justicia como virtud fundante de las buenas relaciones. Si no somos capaces de amarnos, por lo menos que seamos capaces de respetarnos en la justicia y no traspasar los límites que exige la convivencia entre humanos.

Creo que el mundo lo mínimo que necesita hoy es una gran dosis de esta virtud para que la guerra deje de ser nuestra espada de Damocles, pendiendo siempre sobre nuestro cuello y temiendo en qué momento se va romper la cuerda para degollarnos. No exigen nuestros pueblos que se les regalen las cosas, simplemente pide que se obre con suficiente justicia con cada uno de ellos para que sus desgracias no los obliguen a defender su existencia amenazando la existencia de los demás. Quien pisotea la justicia se amarra sí mismo una soga al cuello y se vuelve verdugo de su propia vida, puesto que la justicia se equilibra a sí misma yéndose en contra de quien la maltrató. La justicia no aguanta por mucho tiempo que se le dañe, no espera interminablemente de manera pasiva su restauración, ella tiene en sí misma la fuerza interior para restablecerse aún a costa de los que la perjudican. Quien es injusto no asegura su permanencia en el mundo pues la injusticia desata con ella muchos otros vicios y males en el mundo incapaz de soportar para siempre el caos. ¿Recuerdan a Zaqueo? Su avaricia y deshonestidad le granjeó un gran número de enemigos. Cuando devolvió lo robado equilibró las diferencias y cuando compartió sus bienes con los demás se ganó ser llamado hijo de Abrahám. Lo primero le trajo el respeto, lo segundo, la salvación.

Termina el año de la Justicia, pero no por ello podemos creer que todo está hecho. Apenas hemos dado los primero pincelazos para darle forma a toda esta obra de la Nueva Evangelización. Nunca olvide, sin justicia la evangelización es una farsa.

*P. Juan Avila Estrada
Párroco de San Carlos Borromeo y Padre Nuestro.

PARROQUIAS: AYER Y HOY DE LA FE

UNIDAD PASTORAL SAN ANTONIO DE PADUA DE SABANALARGA (Atl.)
En pleno corazón del departamento del Atlántico y considerado como el eje central de la región, encontramos el próspero municipio de Sabanalarga rodeado de grandes fincas y haciendas ganaderas, y con cultivos de una variedad de productos agrícolas, que hace que el municipio se convierta en despensa para toda la región; sus gentes son cálidas y acogedoras y de un profundo ancestro cultural y religioso; se preocupan por la lectura, el arte y el estudio, son cientos de profesionales en todos los campos que este municipio ha aportado para el progreso del Atlántico y de Colombia. Con mucha razón un filósofo callejero, noctámbulo bohemio, una noche cualquiera al fragor de las copas, en uno de los estaderos del pueblo, pronunció la siguiente lapidaria frase: “En Sabanalarga, la inteligencia es peste y hasta los burros son doctores”. En parte, menos lo referente a los burros, es una gran verdad, y es verdad también, su cultura religiosa, no olvidemos que por siglos fue centro religioso de la región ya que poseía el titulo de Vicaría Foránea.
Es un pueblo tradicionalista que conserva y vive las costumbres religiosas de sus antepasados, llevan a sus hijos al templo, les enseñan las verdades de la fe y les inculcan los valores cristianos, hasta el punto de que Sabanalarga es considerado el pueblo Levítico del Atlántico, son 14 sacerdotes que de este municipio han sido ordenados. Y son numerosos los jóvenes que hoy se encuentran en el seminario en proceso de formación sacerdotal.
Celebran los domingos y fiestas de guardar, e igualmente conmemoran las fiestas de los santos, viven intensamente sus fiestas patronales, guardan profundo respeto por sus muertos, a quienes no sepultan, sin antes haberlos llevado a la iglesia para que el párroco celebre la eucaristía, y los despida con la bendición de Dios en el mismo templo donde fueron bautizados; Navidad y semana Santa, son momentos especiales en donde se desbordan en religiosidad y alegría, en tradición y folclor. Lo anterior, no es para menos ya que podemos hablar de aproximadamente 263 años de historia religiosa, teniendo en cuenta que la parroquia empezó a formarse en la época de la colonia en el año de 1620, pero la fundación definitiva la hizo Francisco Pérez Vargas el 26 de enero de 1744, cuando con una perentoria orden oficial, se notificó a los vecinos para que en determinado día y a determinada hora, se presentaran provistos de sus herramientas para despejar el campo en que se levantaría las viviendas, la iglesia, y probablemente la cárcel. El número de padres de familia o vecinos con que se hizo la definitiva fundación fue de ciento ochenta y seis (186), en 1.777, según el censo de Juan García Turín, en la cabecera de la parroquia de Sabanalarga había 1.635 personas viviendo en 241 casas. La primitiva capillita construida en bahareque y con techo de palma, tuvo su asentamiento sobre la acera occidental de la plaza principal, quedando de frente al lugar donde está hoy ubicada. Allí funcionó hasta el año1856 cuando en plena festividad de nuestra Señora de las Mercedes, un volador cayó sobre el techo de palma, produciendo un incendio de grandes proporciones que consumió por completo la pequeña capilla, sus reliquias y sus archivos. Queda entonces la población sin templo y se empieza ya a gestar el proyecto para construirlo nuevamente, se sabe a ciencia cierta que el 23 de agosto de 1870 asume como nuevo párroco el padre Hilarión Gallardo a quien le corresponde tramitar los debidos permisos con el Obispo de Cartagena para poder trasladar la antigua capilla y bendecir la primera piedra en el solar que habían podido adquirir en el año 1856, los vecinos católicos del municipio con este fin. Luego del cruce de muchas comunicaciones y de bastantes recomendaciones por parte del Obispo, se autoriza al padre Hilarión para que sea el personalmente quien disponga todo lo necesario y de acuerdo al ritual romano, proceda al traslado y bendición de los cimientos del nuevo templo parroquial, esto ocurrió el 3 de mayo de 1875.
Once años después, en el año 1886, se inició formalmente la construcción, con los adelantos que permitía la ciencia en ésa época (ladrillos de arcilla, barro cocido y cemento), le correspondió liderar esta parte al padre Javeriano, Manuel Jacinto Villanueva quien se encargo de traer los planos desde Mompox. Pasaron 24 años para poder ver cristalizados los esfuerzos de la comunidad y lograr completar la edificación como existe actualmente. A lo largo de toda la historia eclesial de la parroquia, han sido Párrocos contando al actual, 22 sacerdotes, cada uno de ellos fue completando la obra, cada cual hizo lo que debía hacer para dejar una comunidad creyente, fiel a Dios y su iglesia, y conservar el templo en las condiciones que hoy lo tenemos.
LA PARROQUIA HOY
Son muchos siglos de historia y hoy año 2007, la parroquia de San Antonio de Padua se presenta pujante, con una fuerza espiritual arrolladora, que ha producido la necesidad de crear dos nuevas parroquias: Cristo Redentor y San Agustín, la asistencia a las eucaristías es numerosa, no solamente de adultos mayores, si no también de jóvenes que por la formación que recibieron en sus hogares, siempre buscan a Dios. Un signo muy lindo que demuestra la tradición religiosa de los sabanalargueros, es que algunos de los colegios llevan sus alumnos a misa los domingos con sus respectivos uniformes; la misma historia, la fe, el amor y la esperanza de la feligresía, ha hecho que se congregue alrededor de su párroco, para construir esa nueva iglesia en comunión, en participación y misión.
Al frente de tan especial feligresía, se encuentra desde el 6 de enero del año 2000, el padre Lucas Peña Buendía, un sacerdote con un carisma extraordinario para las relaciones humanas, muy necesario en este tipo de comunidades que por ser tradicionalistas requiere de un guía que fácilmente pueda fusionar lo antiguo y lo moderno, y darle el valor necesario que cada práctica cristiana, tiene ante los ojos de Dios.
El padre Lucas, es consciente perfectamente, de cual es el barco del cual es capitán, trabaja de tiempo completo en su parroquia, conoce muy bien sus necesidades, dialoga con la gente y siempre está disponible para todo aquel que requiera de sus servicios; tiene organizada su parroquia en 19 sectores con un promedio de cincuenta asambleas, en la parte litúrgica, la participación es masiva y organizada, se tienen comités para todos los ministerios, ministros de la palabra, de la eucaristía, de la acogida, ministros para los enfermos, un comité especial para atender la parte caritativa, acólitos bien preparados y dignamente revestidos para las ceremonias, y un nutrido numero de grupos musicales que en cada eucaristía dan alegría, honor y gloria al Señor; Especial trabajo realiza con los establecimientos educativos del municipio que son 19, los cuales están unidos a la parroquia gracias al perfil cristiano que poseen los profesores de esas instituciones. Con los niños, muy numerosos por cierto, hay una pastoral especializada ya que estos son el presente y futuro de la iglesia, Igualmente son los adultos mayores el tesoro de la parroquia y son ellos los que más colaboran y están presentes en todas las actividades.
En la parte material, el templo se encuentra en muy buenas condiciones, es amplio, ventilado y conserva su estilo original que nadie le podrá quitar por ser patrimonio histórico, cultural, arquitectónico y religioso del Departamento del Atlántico.

TAMBIÉN SE VALE PERDER

Por FREDDY CANTILLO NORIEGA*



Por estos días escuché una canción que repetía esta frase reiteradamente: “Se vale todo, se vale todo”. Aunque no les puedo transmitir la música de esta particular canción, creo que es pertinente hacer una reflexión sobre el aprender a perder o, más bien, como lo dice el título de este escrito: ‘también se vale perder’.


Desde el punto de vista de esta sociedad consumista no se vale perder. Nos han metido en la cabeza que eso es solamente para las personas débiles, para quienes no tienen aspiraciones en la vida, llegando rápidamente a la conclusión que sólo es feliz quien puede ganarlo todo y tenerlo todo. Esta sociedad nos ha enseñado a alcanzar la felicidad de cualquier modo y a cualquier costo, tan es así que muchas veces pasamos por encima del otro para alcanzar nuestros objetivos. Hemos llegado a pensar que el que lo tiene todo y lo gana todo es la persona verdaderamente feliz, ya que ha logrado ganar un título profesional, carro, casa, trabajo, dinero, ropa...


Hasta a nosotros los cristianos se nos ha vendido este tipo de felicidad y, por ello, en el inconciente colectivo existe la creencia que el mundo sólo es de aquellos ganadores y que el resto del mundo no vale. Con esta visión nos llegan muchas enfermedades psicológicas, porque aquel que no gana simplemente es un perdedor, un fracasado, y cada vez más los perdedores rechazan su vida pues consideran que no han logrado lo que la sociedad espera de ellos, ya que su vida solamente llega a tener sentido en la medida que logren obtener prestigio ante su familia y su entorno. Vivimos en una sociedad del reconocimiento, por lo que mucha gente que no lo ha alcanzado siente que su vida no vale, que su vida es una miseria y, lo que es peor, se siente derrotado, cree que no le puede dar nada más a la vida, y la vida no le puede dar más nada a él. Muchos no aguantan la presión social y piensan hasta en quitarse la vida.


A partir de esto, lo más sano para nosotros es saber que no somos tan competitivos, ni tan comparativos, es decir, tenemos que asumir una actitud diferente ante esta sociedad que cada día más nos deshumaniza y esclaviza. Aprendamos a entender y comprender, de una vez por todas, que no somos tan perfectos, que no en todas las situaciones de nuestra vida tenemos que ganar. La imperfección y la derrota también hacen parte de nuestra vida. Creo que cuando entendamos esto sabremos que se es feliz no sólo por el éxito y el triunfo que tengamos ante la sociedad; que no sólo porque tenga casa, carro y dinero soy feliz, sino que tengo que aprender a ser feliz con lo que soy, con lo que hago, conmigo mismo, con mi familia, con mi historia; se trata de buscarle sentido a mi existencia día tras día.


Ser feliz es realizarme como persona. Ser feliz es comprender que no siempre tengo que ganar, pero que tampoco siempre tengo que perder; aprender que en la vida también cometo errores y que tengo la capacidad de aprender de ellos. Ser feliz es saber que puedo caer todos los días, pero también saber que Dios me da la fuerza para levantarme y no quedarme llorando tirado sobre el piso.


Hoy creo que es sano aprender a perder con respecto a esta sociedad industrial-consumista, pero ¿y qué pasa con el ideal de ganadores?, ¿el ideal de felicidad impuesta por esta sociedad? Creo que tal ideal no existe, es una quimera; el placer y la alegría eterna no existen, esa ilusión no hace más que volvernos esclavos de esa felicidad del tener inalcanzable. Por lo tanto, hoy te invito a que tengas presente que en la vida no solamente se gana, que no solamente se ríe, que no todo en la vida es placer, sino que la vida está entretejida de errores, de caídas, de tristezas y de perdidas.


Todos creían que Jesús fue un perdedor porque pensaban que su proyecto había terminado en la Cruz, que después de muerto nadie se iba a acordar de Él. Pero, fue todo lo contrario; el Padre lo resucitó para que en Jesús todos fuéramos victoriosos, nosotros en Jesús somos más que vencedores y nadie, ni la derrota, ni la tristeza, ni la muerte nos podrá separar de Él. Así que aunque los demás crean que tú eres un perdedor no olvides que hay uno que venció y en Él tú también eres vencedor. Pídele al Señor que te regale la fuerza para seguir luchando, dile que te dé su Espíritu Santo para que comprendas que perder también es ganar, y que morir también es vivir, aunque nosotros en nuestra lógica humana no lo entendamos. Recuerda que este mundo no es perfecto, en este mundo “también se vale perder”.


* Filósofo. Programador Emisora Minuto de Dios freddycant@hotmail.com