viernes, mayo 26, 2006

ROSTROS DE LA MISION

VIVIR LA FE, CUESTION DE FAMILIA
Larrañaga escribió alguna vez que el hombre es hijo de un ambiente, de una realidad compleja a la que se le conoce como contexto vital; un terreno sobre el que se construye todo lo que es el ser humano.
Este contexto vital se compone principalmente de la familia en que se nace, pero también de los amigos, de la educación, en fin, de todos esos elementos que rodean el crecimiento y el desarrollo de una persona. Nuestras invitadas en esta ocasión si que podrían hablarnos mucho de este tema. Su experiencia de fe y de familia está muy ligada a ese contexto vital en el que ha transcurrido su vida.
Quienes hoy comparten su experiencia de vida y de fe, son tres mujeres: una madre: Ofelia de Macías, y sus dos hijas: Ofelia y Patricia Macías de NN. Tres mujeres que han recibido la gracia de vivir su fe en y desde la familia.
Ofelia de Macías, madre de nuestras otras dos invitadas, comparte lo que para ella ha significado vivir su fe con sus familiares: “Siempre me sentido muy contenta por dos gracias que el Señor me ha concedido: primero, el haber crecido en una familia en la que fe siempre fue fundamental; y segundo, la gracia de que mi familia: mi esposo, mis hijos, también vivieran junto conmigo eso que yo había recibido en la familia en la que crecí”, concluyó.
Por su parte Patricia y Ofelia, sus dos hijas, coinciden en afirmar que el ejemplo y la dedicación de sus padres fueron dos elementos decisivos para que ellas pudieran recibir la fe. Al respecto Patricia añade: “cuando veo lo que ha sido mi vida, siempre veo en ella esa presencia de Dios que me ha acompañado en cada paso y en cada etapa. En mi familia no me enseñaron únicamente conceptos sobre Dios, sino que me demostraron cómo amarle, cómo verle en el día a día”.
Ofelia (hija) añade que, más que un ejemplo, lo que su experiencia de familia transmite es algo muy concreto: “cuando Dios está en medio de un hogar, todo adquiere un sentido diferente, puede haber comunión y sobre felicidad; y eso, inevitablemente se transmite a los demás, aun sin que uno se lo proponga”.
Sobre su participación en la Misión Arquidiocesana, las tres comentan que esta ha sido muy particular en cada una de ellas. Ofelia (madre) participa y colabora en los eventos que se programan. Patricia, desde la cofradía del Santísimo Sacramento, ha tratado de mantener esa unidad con lo que la Arquidiócesis viene impulsando a nivel pastoral. Por su parte Ofelia (hija) es miembro de la Comisión Arquidiocesana de Liturgia. Las tres representan en cierto modo, las distintas formas en que todos podemos participar de este proceso de renovación y evangelización.

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