jueves, marzo 26, 2009

Un llamado al amor sin límites
Ordenaciones de Diáconos y Presbíteros de la Arquidiócesis de Barranquilla

La Arquidiócesis de Barranquilla se regocija con la gran bendición que ha recibido, la ordenación de dos presbíteros y ocho diáconos. Este es un momento de mucha alegría, crecimiento y fortalecer de la Iglesia Católica en nuestro departamento del Atlántico; Dios sigue llamando y acercándose a hombres de la Iglesia para que lo sigan, dejen todo, compartan plenamente su vida y así ser testigos de su muerte y resurrección. Esta es una ocasión, para glorificar a Dios, pues nuestra Arquidiócesis tiene sed de vocaciones sacerdotales y congregaciones religiosas para seguir con la consolidación de una Iglesia viva que llene los corazones de los feligreses.

Esta solemne celebración, se llevó a cabo el 28 de febrero en la Catedral Metropolitana Maria Reina, en una Eucaristía presidida por el Arzobispo de Barranquilla Monseñor Rubén Salazar Gómez, junto a sus Obispos Auxiliares y todo el clero de esta Iglesia particular. Su Excelencia, en su mensaje se refirió al significado de consagrar estos 10 hombres su vida al servicio de la Iglesia en el sacerdocio “El Señor quiere que estos elegidos por el sacramento del orden sean transformados, sean transfigurados, sean cambiados profundamente en su ser y sean hechos imágenes Suya, imágenes sacramentales Suyas, de tal manera que a partir de ahora los diáconos en su servicio específico y los presbíteros en su condición de pastores del pueblo de Dios, van a ser otros Cristos, van a poder hacer presencia de Cristo en medio de su pueblo; predicar de tal manera que su palabra, ya no va a ser la palabra humana, sino que será la palabra de Dios; santificar al pueblo de Dios, de tal manera que el pueblo va a poder reconciliarse con Dios por medio de su oración salvadora. Por medio de ellos van a nacer los nuevos hijos de Dios, van a ser reconciliados con Dios cuando estos hijos se aparten del camino del amor; por medio de ellos, las familias cristianas se van a constituir como santuario de la vida, del amor. Todos los que sufren van a ser consolados, van a recibir el testimonio claro del amor misericordioso de Dios”.

La respuesta de estos 10 hombres reafirma la misericordia de Dios, pues ha tomado por medio de Cristo a seres humanos para ser parte del sacerdocio. “Dios continua amando al pueblo, salvándolo y congregándonos para que la Iglesia siga siendo luz y sal del mundo en medio de una sociedad angustiada, deprimida, desorientada, confusa y que cada día anhela más la luz de la verdad y la felicidad", expresó Monseñor Rubén Salazar Gómez.

Los nuevos ocho diáconos y dos presbíteros han respondido al llamado de Dios han entregado sus vidas y es por lo tanto una respuesta de amor universal, de dejarlo todo para seguir al Señor y continuar la misión evangelizadora.

Por lo tanto, este regalo maravilloso que Dios nos ha brindado a la comunidad atlanticense, nos debe motivar para orar por la vida de los nuevos ordenados y de todos nuestros presbíteros, diáconos, comunidades religiosas, seminaristas, para que permanezcan siempre fieles, que sean capaces de escuchar todos los días el llamado que el Señor les hace a seguirlo y abrir su corazón a la acción del Espíritu Santo para así amar sin límites y que sean Cristo en medio de nosotros.

Luego de las ordenaciones sacerdotales y diaconales, KAIRÓS quiso conocer el significado del llamado para cada uno de los nuevos ordenados.

Johan Acendra De Oro (Presbítero)
“La Iglesia nos enseña que el sacerdote es el que se configura con Cristo, es decir, otro Cristo, y para mí ser sacerdote es no ser otro, sino el mismo Cristo que sonríe, visita, ríe, canta y también que llora, pasa necesidades. Pero es eso, es la presencia de Dios en medio del mundo y un mundo que necesita de mucho amor”.

Emis del Cristo Contreras Narváez (Presbítero)
“Una gran alegría primero, agradecimiento a Dios por su amor, su misericordia, por haberme elegido a mí, para configurarme con Él en el servicio del sacerdocio”.

Roberto Rafael Tarra Payares (Diácono)
“Una manifestación más de Dios, de su amor, su misericordia, que sigue confiando en los hombres; y especialmente en este tiempo de Cuaresma es un llamado a todos, no solamente ministros, diáconos, presbiterios, obispos, sino que todo el pueblo de Dios llegue a un verdadero proceso de conversión que cada día nos acerque más a la casa de Dios.

Daniel Antonio Cantillo Cabrera (Diácono)
Significa estar llamado por el amor, para amar, es la misericordia de Dios que elige a hombres y sigue confiando en hombres para llevar a cabo la historia de la salvación. Sentimientos encontrados de alegría, miedo pero un miedo que es vencido por la gracia del Señor y esperando que sea Dios que lleve a fin la obra que ha comenzado.

Juan Carlos Sermeño Martínez (Diácono)
El significado que tiene este momento para mí, es el mismo que una vez el Señor paseando por las tierras de Galileas llamó a doce apóstoles y luego los envió para que siguieran extendiendo Su Reino y el mandato de Dios a todas las naciones, este acontecimiento es el mismo, sólo que hoy el Señor lo sigue haciendo a través de la Santa Madre Iglesia, y ella con la ayuda de Dios y el Espíritu Santo se ha fijado en nosotros y hemos sido enviados para seguir extendiendo el Reino de Dios en este mundo de hoy, en este continente americano, el continente de la esperanza, pero sobre todo en nuestro departamento del Atlántico.

Geovanny Enrique Mercado Sarmiento (Diácono)
Es la manifestación de Dios en la historia de los hombres, Dios va haciendo historia de salvación, va haciendo que los hombres vuelvan a Él y regresen a su seno; hoy el Señor se manifiesta y nos hace santo en medio de la comunidad llamados a la santidad, igual que a todos, unos en el ministerio, otros desde el bautismo. Hoy el Señor se ha mostrado con grandeza y hace que la Iglesia se alegre, se regocije y se llene de paz por la felicidad de todos nosotros. Damos gracias a Dios por este momento y por todo lo que nos viene para servicio de la Iglesia.

Jair Alfonso Panza De La Hoz (Diácono)
La presencia de Cristo en mi vida, significa que me convierto en un instrumento para Cristo, para servirle a Él y a todo el que lo necesite, es un momento de gracia, de bendición, en el cual mis manos y todo mi ser le pertenece a Él, por tanto, entrego toda mi vida para el servicio de la Iglesia.

Luis Alfonso De La Rosa Mercado (Diácono)
Es el sentido de servicio de nosotros los que vamos a ser diaconados a la vida de la Iglesia, es la gracia que Dios otorga a aquellas personas que ha llamado en el seno de la familia, en el seno de la sociedad para el servicio específico, en el cual uno primero se configura con Cristo y después al servicio de Dios.

Ázael Elías Gutiérrez Pérez (Diácono)
El verdadero y auténtico significado de la ordenación diaconal es el servicio y la entrega a una comunidad, a una Iglesia que necesita de sacerdotes santos que estén dispuestos a darlo todo por el anuncio del Evangelio y por la persona de Cristo resucitado.

Miguel Samuel Gómez Pestana (Diácono)
Es una muestra sencilla y clara de la misericordia del Señor que tiene con este siervo, con este muchacho que el llamó, con esta vasija de barro que Él ha escogido para dar su gracia a toda la Iglesia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pura basura de curas culeones, pervertidos, que se acuestan con mujeres casadas, madres solteras y con niños. Luego la misma estupidez: "bla bla bla, sacerdotes santos...bla bla bla...."

HIPÓCRITAS.
Dio no necesita de ustedes: ESTAFADORES.

Anónimo dijo...

los sacerdotes son guias espirituales que pena que hayan personas tan ignorantes de catalogar mal a los pastores de Dios att<mm<