miércoles, agosto 26, 2009

Parroquias Ayer y Hoy

Catedral Metropolitana María Reina
La iglesia Madre
Por Julio Giraldo*

Es extensa y muy bella la historia de nuestra majestuosa Catedral, convertida hoy en el símbolo religioso, cultural y arquitectónico de la ciudad; pero en esta crónica más que contar su historia, queremos dar a conocer cuál es la realidad de este bello templo veintisiete años después de su bendición e inauguración solemne. Hoy agosto de 2009, se encuentra como párroco el Padre Rafael Ahumada quien nos cuenta cómo se desarrolla la vida pastoral en la Iglesia madre de todas las iglesias de la Arquidiócesis, y cuales son las necesidades materiales de un templo que por su tamaño y especificaciones especiales, requiere de grandes inversiones y de mucha sabiduría de quien lo dirige, para mantenerlo acorde a su realidad arquitectónica. Nos dice el Padre Rafael, que la Catedral como toda parroquia, también tiene una comunidad con una vida pastoral activa, igualmente como lo plantea el nuevo plan de pastoral, se tienen ocho sectores con sus respectivos núcleos y asambleas familiares; existe una pastoral familiar muy activa que se encarga de preparar las nuevas parejas que contraerán matrimonio y animan las eucaristías familiares; igualmente se trabaja con los grupos juveniles y existe un maravilloso grupo que se encarga de la pastoral litúrgica que en la Catedral debe ser especial y con mucha preparación teniendo en cuenta que es aquí en donde se celebran los acontecimientos religiosos más relevantes de nuestra arquidiócesis. En pocas palabras, la parroquia “María Reina”, camina bajo los parámetros de la nueva evangelización.

En cuanto a la parte material, se tiene desde el inició de la Catedral, un grupo de distinguidas personas encabezado por Cielo Támara quienes se encargan de la difícil misión de liderar campañas que permitan el mantenimiento de la monumental obra, considerada la Catedral más grande de Colombia, y que por su tamaño y características, requiere de grandes inversiones anualmente; no es un pecado decir, que nuestra Catedral aún se encuentra sin terminar ya que faltan muchas cosas a pesar de todo el esfuerzo que se ha hecho, una de las necesidades más urgentes en la actualidad, es la reparación de los vitrales que por acción de los vándalos han sido destruidos y porque no decir también. la acción del tiempo los ha deteriorado. Cuando se acerca una nueva fiesta patronal, como católicos debemos recordar que nos corresponde ser solidarios y generosos con la Catedral que es la madre de todas las iglesias de la Arquidiócesis y es también la joya más preciosa de la Ciudad. Para ilustración de nuestros lectores, esta es la Catedral en cifras: El área total del lote es de 12.261 mts2., el área de construcción es de 4.274 mts2. El área del templo es de 3.302 mts2. El área de la placa paraboloide (techo) es de 3.094 mts2.

Datos Interesantes
En la obra de la Catedral, se han empleado: 286 toneladas de hierro redondo. 127.800 sacos de cemento gris. 36.850 sacos de cemento blanco. 49.200 ladrillos corrientes. 40 toneladas de Revestiplast mármol. La Catedral tiene: 92 metros de largo, 38 metros en la parte más ancha ya que la Catedral tiene una forma acampanada que se va estrechando en el ábside del presbiterio. Tiene 38 metros de altura en la parte más alta y caben 4.000 personas cómodamente sentadas.
Vitral Superior.

Vitral Superior
En los altos del frontis hay un vitral de la Santísima Virgen bajo la advocación de María Reina, que nos recuerda que la Catedral está dedicada a ella, A sus lados están los símbolos e los cuatro evangelistas en las figuras de los cuatro animales: San Juan, el águila, San Marcos, el león; San Mateo, el toro; y San Lucas, el ángel.

Decoración Interna
Se destacan dos grandes mosaicos: Entrando al lado derecho: San José, patrono de la Arquidiócesis de Barranquilla. Entrando al lado izquierdo, María Reina, titular de la Catedral Metropolitana. Estos mosaicos tienen 16 metros de alto por cinco metros de ancho en su medida total y cada una de las figuras mide nueve metros de alto. Todo lo anterior, sin hablar del gran Cristo liberador y el significado de todos sus vitrales, nos llevan a pensar en la magnitud de nuestra Catedral en la que debemos poner nuestros ojos y colaborar en forma permanente para su sostenimiento.

* Periodista - Historiador/julioetica@yahoo.com

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