jueves, febrero 08, 2007

CARNAVAL CON HONESTIDAD

Por VILMA ARRIETA
Integrante de la Comisión de Pastoral de Multitudes

El carnaval es una fiesta que en nuestra querida tierra se celebra cuatro días antes de la cuaresma. El origen de la palabra carnaval viene del latín “carnevale”, palabra compuesta de carne (carne) y vale (adiós), o sea el equivalente a la despedida de la carne por los ayunos y abstinencias de los próximos 40 días. Era una fiesta que se realizaba para quitar de la mente al cuerpo, para dedicarse en los 40 días siguientes a satisfacer las necesidades del espíritu. Con esto vemos que el carnaval tiene una connotación de origen pagano-religioso.

Si vivimos hoy esta fiesta sanamente, conociendo todo el sentido que encierra como manifestación cultural de nuestro pueblo, podemos disfrutarlo teniendo en cuenta los valores que el Evangelio nos enseña y nuestra Arquidiócesis de Barranquilla nos invita a vivir mes a mes. Dentro de estos valores está el propuesto para este febrero: la HONESTIDAD.

Por consiguiente, no practiquemos el viejo refrán que dice: “El que peca y reza, empata”. Tengamos en cuenta que es deshonesto quien actúa violando las normas éticas o morales.

Ahora, la costumbre de usar máscaras tuvo un origen religioso-espiritual derivado del culto a los muertos. Aquel personaje que personificaba a los espíritus se vestía de blanco y se cubría el rostro con una máscara. De esta manera se fue suscitando en el pueblo la costumbre de disfrazarse para esta celebración tradicional que hasta nuestros días tiene vigencia en el carnaval.

Es claro entonces que la máscara se utiliza para disfrazarse, para esconder nuestra identidad y no ser reconocidos. Cuando en nuestra vida real hacemos algo parecido, engañando y mintiendo ¿no estamos haciendo algo contrario a lo que Jesús nos enseña? No es esta la actitud correcta de un buen cristiano puesto que Jesús nos enseña a ser honestos con nosotros mismos y con los demás.

El hombre, imagen de Dios, es un ser libre, capaz de elegir y decidir por sí mismo. Junto con la inteligencia, la libertad es otro de los dones que el hombre ha recibido de Dios después de la vida pero, al mismo tiempo, es el mayor peligro que sobre él se cierne cuando no hace buen uso de ella. Cada persona va perfeccionando su vida y la va construyendo en la medida que se va liberando de sus esclavitudes y tendencias desordenadas. En el abuso de la libertad está el origen de todos los males: secuestros, crímenes, injusticias, destrucción del medio ambiente, abuso sexual, etc. Todo esto es abuso de la libertad que sólo busca el interés egoísta que lleva al hombre a ser esclavo del tener, el poder y el placer, por fuera de lo justo y lo permitido por la recta razón con perjuicio de los derechos de las demás personas.

Todos los seres humanos ocupamos un lugar de privilegio en el mundo. Estamos dotados de entendimiento; tenemos una conciencia que nos permite discernir entre lo bueno y lo malo; estamos dotados de libre voluntad que nos permite crear nuestro propio destino, por lo tanto: elijamos ser honestos para que los demás puedan confiar en nosotros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

CUANDO DEJEMOS LA AMISTAD CON EL MUNDO TODO SERA MEJOR.
?COMO ES POSIBLE QUE LA IGLESIA CATOLICA INVITE A LA GENTE A (VIVIR EL CARNAVAL HONESTAMENTE)
COMENCEMOS A LLAMAR A LAS COSAS POR SU NOMBRE.. EL CARNAVAL NO ES DE DIOS Y SI NO ES DE DIOS ES DEL DIABLO, O TIENE ALGUNA DUDA SEÑORA COLUMNISTA?.