jueves, febrero 08, 2007

LOS PRIMEROS JUBILEOS

El Jubileo Arquidiocesano, que generosamente el Papa Benedicto XVI ha permitido realizar en la Arquidiócesis de Barranquilla para celebrar los 75 años de vida eclesial de esta iglesia particular, iniciará con tres jubileos específicos: el de la vida consagrada, el de los artistas y el de la pastoral litúrgica.

Continuamos así la gran celebración que iniciamos el 2 de diciembre del año pasado y que se prolongará durante este 2007 hasta el 25 de noviembre, fiesta de Cristo Rey. Todos estamos llamados a participar no sólo desde la posición o misión específica que ocupamos en la Iglesia, sino también como parte de un pueblo -el atlanticense- que necesita del consenso de todos para alcanzar una “vida digna” fundamentada en los valores del reino de Dios.

En este orden de ideas, el Jubileo Arquidiocesano nos convoca a todos –bautizados y personas de buena voluntad-; de todos, sin distingo alguno, debe ser el anhelo de construir una sociedad más justa, solidaria y fraterna.

JUBILEO DE LA VIDA CONSAGRADA
Al cierre de esta edición todo estaba listo para el gran encuentro de religiosos y religiosas el viernes 2 de febrero, a las 4:00 de la tarde, en la Catedral Metropolitana María Reina.

El Arzobispo, monseñor Rubén Salazar, y sus Obispos Auxiliares, monseñor Luis Antonio Nova y monseñor Víctor Tamayo, enviaron una carta de invitación a las 13 comunidades religiosas masculinas y 33 femeninas, para que participaran gozosos en la gran celebración jubilar preparada para ellos.

“En la fiesta de la Presentación del Señor, la Iglesia ha venido celebrando la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Para la Arquidiócesis de Barranquilla esta jornada es una excelente oportunidad para vivir la ‘espiritualidad de comunión’ que debe animar toda su actividad pastoral y que debe expresarse de una manera muy especial en el contexto y espíritu del Año Jubilar que está celebrando esta iglesia particular”, anotan los obispos en su comunicación.

Sobre los orígenes de la vida consagrada en la Iglesia, vale la pena girar nuestra mirada al Vaticano II, específicamente al Decreto <> sobre la renovación de la vida religiosa, en el cual se lee: “Desde los principios de la Iglesia hubo hombres y mujeres que se propusieron seguir a Cristo con mayor libertad en la práctica de los consejos evangélicos, e imitarlo más de cerca, y cada uno a su manera llevaron una vida consagrada a Dios, muchos de los cuales, por inspiración del Espíritu Santo, o vivieron en la soledad, o fundaron familias religiosas, que la Iglesia recibió y aprobó gustosa con autoridad. De aquí, por disposición divina, surgió una admirable variedad de grupos religiosos, que contribuyó mucho a que la Iglesia no sólo esté dispuesta para toda obra buena (Cfr. 2Tim 3, 17) y preparada por la obra del ministerio para la edificación del Cuerpo de Cristo (Cfr. Ef 4, 12), sino que también aparezca adornada con la variedad de los dones de sus hijos, como una esposa ataviada para su esposo (Cfr. Ap 21, 2), y por ella se conozca la multiforme sabiduría de Dios (Cfr. Ef 3, 10)”

JUBILEO DE LOS ARTISTAS
Inicialmente, se había programado este jubileo para la semana que antecede el Carnaval; pero por sugerencia de la recién conformada comisión arquidiocesana de artistas, la fecha se trasladó para la primera semana de marzo, del 3 al 6.

La organización de este jubileo ha permitido el inicio de un interesante proceso de evangelización que permitirá a los artistas del Atlántico descubrir el espacio que la Iglesia desea brindarles por el bien de la sociedad. Se comprende así el especial interés de la Arquidiócesis por el diálogo con el arte y su deseo de que en nuestro tiempo se realice una nueva alianza con los artistas del Atlántico, para que surjan respuestas adecuadas a las exigencias propias de la comunidad cristiana.

Bien lo anotó Juan Pablo II en su carta a los artistas para la celebración del Jubileo del año 2000, cuando afirmó con preocupación, pero a la vez con esperanza, “que junto a este humanismo cristiano que ha seguido produciendo significativas obras de cultura y arte, se ha ido también afirmando progresivamente una forma de humanismo caracterizado por la ausencia de Dios y, con frecuencia, por la oposición a Él.” (Numeral 10, mensaje a los artistas de SS Juan Pablo II para el Jubileo de los Artistas)

Y complementa el Papa en el mismo numeral: “...la Iglesia ha seguido alimentando un gran aprecio por el valor del arte como tal. En efecto, el arte, incluso más allá de sus expresiones más típicamente religiosas, cuando es auténtico, tiene una íntima afinidad con el mundo de la fe, de modo que, hasta en las condiciones de mayor desapego de la cultura respecto a la Iglesia, precisamente el arte continúa siendo una especie de puente tendido hacia la experiencia religiosa.”

De hecho, el Jubileo de los Artistas en nuestra Arquidiócesis convocará a todas las expresiones del arte: danza, teatro, plástica, música, literatura, artesanía, entre otras, así como a los gestores culturales que desarrollan una extraordinaria labor en el Atlántico.

Este jubileo tendrá dos momentos: uno en el nivel parroquial los días 3 y 4 de marzo, cuando todas las parroquias del Atlántico se vean engalanadas con las obras artísticas de aquellos feligreses que, quizás en el anonimato, tienen un talento artístico digno de mostrar para enriquecimiento del espíritu comunitario. La idea es que en los salones parroquiales se puedan organizar exposiciones con todos estos trabajos para que toda la comunidad los aprecie. Asimismo, en todas las unidades pastorales de nuestras Arquidiócesis, se orará por los artistas en la eucaristía dominical del 4 de marzo.

Luego, el martes 6 de marzo, la Catedral Metropolitana abrirá sus puertas al arte con un acto de profundo sentido espiritual en el que nuestro Arzobispo, monseñor Rubén Salazar Gómez, entregará su mensaje a los artistas en el marco de una obra que narrará la historia de salvación, incluyendo en el desarrollo de la misma distintas expresiones de danza contemporánea y folclórica, ballet clásico, música, poesía y teatro.

JUBILEO DE LA PASTORAL LITÚRGICA
Con el fin de lograr una vivencia plena, a nivel de los equipos de pastoral litúrgica, se organiza este jubileo programando del 16 al 21 de abril.

Este jubileo se dirigirá a los distintos equipos litúrgico que enriquecen esta pastoral en las parroquias: cantores, proclamadores, sacristanes ornato y aseo, acomodadores, monaguillos y agentes extraordinarios de la comunión.

La importancia de este jubileo radica en la trascendencia que tiene la Liturgia en el misterio de la Iglesia. Reza en la constitución <>: “La Liturgia, por cuyo medio se ejerce la obra de nuestra redención, sobre todo en el divino sacrificio de la Eucaristía, contribuye en sumo grado a que los fieles expresen en su vida, y manifiesten a los demás, el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia. Es característico de la Iglesia ser, a la vez, humana y divina, visible y dotada de elementos invisibles, entregada a la acción y dada a la contemplación, presente en el mundo y, sin embargo, peregrina; y todo esto de suerte que en ella lo humano esté ordenado y subordinado a lo divino, lo visible a lo invisible, la acción a la contemplación y lo presente a la ciudad futura que buscamos (Cfr. Hebreos 13, 14). Por eso, al edificar día a día a los que están dentro para ser templo santo del Señor y morada de Dios en el Espíritu (Cfr. Efesios 2, 21-22), hasta llegar a la medida de la plenitud de la edad de Cristo (Cfr. Efesio 4, 13), la Liturgia robustece también admirablemente sus fuerzas para predicar a Cristo y presenta así la Iglesia, a los que están fuera, como signo levantado en medio de las naciones (Cfr. Isaías 11, 12) para que bajo su amparo se congreguen en la unidad los hijos de Dios que están dispersos (Cfr. Juan 11, 52), hasta que haya un solo rebaño y un solo pastor (Cfr. Juan 10,16)”.

De esta manera, nuestro Jubileo apunta a la revitalización de las estructuras básicas tanto parroquiales como arquidiocesanas con la renovación y consolidación de los equipos que animan la misión evangelizadora. Además, a lo largo del año, iremos celebrando los jubileos de los niños, los jóvenes, los adultos mayores, los transportadores, los comunicadores, los profesionales de la salud, y de todos aquellos grupos que juegan un papel importante en la sociedad.

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