Aún se conserva la fe y dedicación
Por Julio Giraldo*
El departamento del Atlántico, en primera instancia, fue recorrido por varios expedicionarios como Pedro de Heredia, Jerónimo de Melo y un grupo de conquistadores al mando de Gonzalo Jiménez de Quezada; éste último fue quien, al navegar por el Río Magdalena en el año 1533 rumbo a Santa Fe de Bogotá, descubrió a la orilla del río unos árboles denominados Suán, conocidos en España con el mismo nombre y fue esta la razón que lo llevó a tomar la decisión de llamarlo como sitio de los Suán.
Quien inició la creación de esta población fue el español don Diego Martín de León, el 27 de junio de 1827, llevado más que todo por lo agradable del sitio; más tarde se encontraron en él razones para la creación del pueblo como la productividad de la tierra en cuanto a la agricultura y la ganadería. La población fue elevada a la categoría de municipio en concordancia con la Ley 17 del 11 de abril de 1905 y, por la ordenanza Nº. 40 de diciembre de 1964, se ratifican los linderos de los Municipios de Campo de la Cruz y el Departamento de Bolívar.
Suán, pequeño pero muy lindo lugar, fue en sus comienzos (y sigue siendo) un sitio agradable que vivió siempre en paz, sus pocos habitantes disfrutaban de la belleza del paisaje y se sentían orgullosos porque las pequeñas naves a vapor que navegaban por el río Magdalena tenían este corregimiento como puerto para cargar combustible; su gente muy honradas trabajaban en la agricultura sembrando yuca, ñame, maíz, ahuyama, patilla y otros productos más que debían trasladar a Soledad a lomo de burro en viajes que duraban hasta 3 días. Era un lugar con frescos pastizales que en aquella época nunca se inundaron, repleto de ganado que ordeñaban en la mitad de la plaza y repartían su leche entre todos los vecinos; otros habitantes se dedicaban a la pesca que siempre era abundante, sobre todo porque sacaban enormes bocachicos que servían para la alimentación de todos ya que practicaban el famoso trueque; intercambiaban sus productos entre las familias y nadie pasaba necesidades; siempre había abundante alimentación en todos los hogares.
En cuanto a su religiosidad, celebraban con mucho entusiasmo su fiesta patronal que era famosa ya que la Virgen era paseada por el río Magdalena en canoas especiales bellamente decoradas por los pescadores y sus esposas; diciembre y Semana Santa también tenían su atractivo especial; de la Semana Santa, cuenta el Señor Juan Narváez Santana adulto mayor de ese municipio, que el padre Sigilfredo Agudelo, el Jueves y Viernes santo recorría la plaza principal entrando a punta de zurriago o correa a aquellos parroquianos que no querían ir a la iglesia a los oficios religiosos. La visita del Obispo, como en todo pueblo de Colombia, era un acontecimiento que movía toda la comarca y sus alrededores, el prelado llegaba en burro hasta puerto Giraldo y de este puerto hasta el de Suán en canoa, en donde era recibido con todos los honores; muchas primeras comuniones, bautizos, confirmaciones y matrimonios, sin faltar las papayeras, el licor y las comidas típicas del pueblo.
Proceso de gestación de la Parroquia:
La parroquia de la Inmaculada Concepción de Suán en su origen pertenecía a la parroquia de Calamar-Bolívar; desde allí era atendido pastoralmente este municipio del Atlántico. Posteriormente, esta población era atendida desde Campo de la Cruz. A petición de la comunidad y el buen trabajo pastoral de los sacerdotes, se fueron dando todas las condiciones para que finalmente, en el año 1969 el 3 de marzo, fuera erigida como parroquia. En los archivos parroquiales reposan los nombres de los ilustres sacerdotes que han prestado sus servicios pastorales en Suán; el primero en la lista es el padre Pedro Pérez, siguen José Rufino Gutiérrez, Néstor Coronel, Luís Gabriel Galán, Manuel de la Victoria Coronel, Sigilfredo Agudelo, Pedro Pablo Cortés, Pedro Hernández, Luís Vargas Ripoll, Francisco Álvarez, Edgar Llanos, Samuel Granados, Andrés Rodríguez, Jaime Ortega, Carlos Quevedo, Néstor Anaya, Nelson Fernando Medina y José Luís Palencia.
†
La Parroquia hoy:
Del antiguo Suán ya es poco lo que queda. El pueblo creció. Hoy son 9.500 habitantes que viven, en su gran mayoría en casas de material modernas y con la tecnología del siglo; ya no se alumbran con lámparas de petróleo ni velas de cebo; la pesca, como en otros tiempos, hoy no da para que sus habitantes se alimenten y mucho menos para vivir de ella, los que aún insisten en salir de madrugada a pescar, regresan a sus hogares con las redes llenas de tristezas y amarguras y sin ningún bocachico; en cuanto a la agricultura, ésta se acaba lentamente, originando un gran numero de desempleados que hace que la gente tenga que emigrar a otras ciudades o países, causando también la desintegración familiar.
En la parte religiosa, gracias a Dios sus habitantes conservan la visión clara de que el sacerdote es un modelo a seguir, como aquel que se puede llegar para preguntarle, para pedirle una orientación, como aquel que realmente habla de parte de Dios; ya no se práctica una fe acomodada, distorsionada o amañada a las circunstancias; existe una feligresía con unos principios y una fe bien cimentada, es una comunidad comprometida, dinámica y alegre que trabaja por la evangelización de la mano de su actual párroco padre Humberto Majé Barrera, quien cumplió el 6 de diciembre 4 años de haber sido nombrado el encargado de dirigir pastoralmente este encantador municipio.
Son personas que a pesar de su pobreza material siempre están listos para sacar adelante las iniciativas de su párroco que siempre está con ellos de tiempo completo; son estudiosos de las sagradas escrituras y celebran los sacramentos con intenso amor y profunda convicción de esa unión entre Cristo, su Iglesia y toda la comunidad; opción preferencial tiene está feligresía por la Eucaristía, la cual viven no solo dominicalmente, sino que la consideran centro y culmen de su vida y por eso la tienen presente en los acontecimientos más importantes de su existencia; en cuanto a la religiosidad popular, muy común en pueblos y ciudades, en Suán se ha progresado bastante, las procesiones ya son vistas no como un mero desfile o un espectáculo en donde solo se contempla la imagen, aquí, como dice San Agustín, “se contempla al creador y no a la criatura”; indica entonces lo anterior un gran progreso ya que sus gentes saben perfectamente qué es lo que celebran y por qué lo celebran. Precisamente, el 29 de noviembre se iniciaron los preparativos para la celebración patronal, con rosario de aurora diariamente a las 5:00 a.m. que ha sido muy concurrido y fervoroso, en estos la imagen de la Virgen visita nueve sectores diferentes. El lunes 8 de diciembre, día patronal, a las 11:00 a.m., monseñor Víctor Tamayo Betancourt presidirá la solemne eucaristía patronal que culminará con la gran procesión de la Virgen Inmaculada.
El departamento del Atlántico, en primera instancia, fue recorrido por varios expedicionarios como Pedro de Heredia, Jerónimo de Melo y un grupo de conquistadores al mando de Gonzalo Jiménez de Quezada; éste último fue quien, al navegar por el Río Magdalena en el año 1533 rumbo a Santa Fe de Bogotá, descubrió a la orilla del río unos árboles denominados Suán, conocidos en España con el mismo nombre y fue esta la razón que lo llevó a tomar la decisión de llamarlo como sitio de los Suán.
Quien inició la creación de esta población fue el español don Diego Martín de León, el 27 de junio de 1827, llevado más que todo por lo agradable del sitio; más tarde se encontraron en él razones para la creación del pueblo como la productividad de la tierra en cuanto a la agricultura y la ganadería. La población fue elevada a la categoría de municipio en concordancia con la Ley 17 del 11 de abril de 1905 y, por la ordenanza Nº. 40 de diciembre de 1964, se ratifican los linderos de los Municipios de Campo de la Cruz y el Departamento de Bolívar.
Suán, pequeño pero muy lindo lugar, fue en sus comienzos (y sigue siendo) un sitio agradable que vivió siempre en paz, sus pocos habitantes disfrutaban de la belleza del paisaje y se sentían orgullosos porque las pequeñas naves a vapor que navegaban por el río Magdalena tenían este corregimiento como puerto para cargar combustible; su gente muy honradas trabajaban en la agricultura sembrando yuca, ñame, maíz, ahuyama, patilla y otros productos más que debían trasladar a Soledad a lomo de burro en viajes que duraban hasta 3 días. Era un lugar con frescos pastizales que en aquella época nunca se inundaron, repleto de ganado que ordeñaban en la mitad de la plaza y repartían su leche entre todos los vecinos; otros habitantes se dedicaban a la pesca que siempre era abundante, sobre todo porque sacaban enormes bocachicos que servían para la alimentación de todos ya que practicaban el famoso trueque; intercambiaban sus productos entre las familias y nadie pasaba necesidades; siempre había abundante alimentación en todos los hogares.
En cuanto a su religiosidad, celebraban con mucho entusiasmo su fiesta patronal que era famosa ya que la Virgen era paseada por el río Magdalena en canoas especiales bellamente decoradas por los pescadores y sus esposas; diciembre y Semana Santa también tenían su atractivo especial; de la Semana Santa, cuenta el Señor Juan Narváez Santana adulto mayor de ese municipio, que el padre Sigilfredo Agudelo, el Jueves y Viernes santo recorría la plaza principal entrando a punta de zurriago o correa a aquellos parroquianos que no querían ir a la iglesia a los oficios religiosos. La visita del Obispo, como en todo pueblo de Colombia, era un acontecimiento que movía toda la comarca y sus alrededores, el prelado llegaba en burro hasta puerto Giraldo y de este puerto hasta el de Suán en canoa, en donde era recibido con todos los honores; muchas primeras comuniones, bautizos, confirmaciones y matrimonios, sin faltar las papayeras, el licor y las comidas típicas del pueblo.
Proceso de gestación de la Parroquia:
La parroquia de la Inmaculada Concepción de Suán en su origen pertenecía a la parroquia de Calamar-Bolívar; desde allí era atendido pastoralmente este municipio del Atlántico. Posteriormente, esta población era atendida desde Campo de la Cruz. A petición de la comunidad y el buen trabajo pastoral de los sacerdotes, se fueron dando todas las condiciones para que finalmente, en el año 1969 el 3 de marzo, fuera erigida como parroquia. En los archivos parroquiales reposan los nombres de los ilustres sacerdotes que han prestado sus servicios pastorales en Suán; el primero en la lista es el padre Pedro Pérez, siguen José Rufino Gutiérrez, Néstor Coronel, Luís Gabriel Galán, Manuel de la Victoria Coronel, Sigilfredo Agudelo, Pedro Pablo Cortés, Pedro Hernández, Luís Vargas Ripoll, Francisco Álvarez, Edgar Llanos, Samuel Granados, Andrés Rodríguez, Jaime Ortega, Carlos Quevedo, Néstor Anaya, Nelson Fernando Medina y José Luís Palencia.
†
La Parroquia hoy:
Del antiguo Suán ya es poco lo que queda. El pueblo creció. Hoy son 9.500 habitantes que viven, en su gran mayoría en casas de material modernas y con la tecnología del siglo; ya no se alumbran con lámparas de petróleo ni velas de cebo; la pesca, como en otros tiempos, hoy no da para que sus habitantes se alimenten y mucho menos para vivir de ella, los que aún insisten en salir de madrugada a pescar, regresan a sus hogares con las redes llenas de tristezas y amarguras y sin ningún bocachico; en cuanto a la agricultura, ésta se acaba lentamente, originando un gran numero de desempleados que hace que la gente tenga que emigrar a otras ciudades o países, causando también la desintegración familiar.
En la parte religiosa, gracias a Dios sus habitantes conservan la visión clara de que el sacerdote es un modelo a seguir, como aquel que se puede llegar para preguntarle, para pedirle una orientación, como aquel que realmente habla de parte de Dios; ya no se práctica una fe acomodada, distorsionada o amañada a las circunstancias; existe una feligresía con unos principios y una fe bien cimentada, es una comunidad comprometida, dinámica y alegre que trabaja por la evangelización de la mano de su actual párroco padre Humberto Majé Barrera, quien cumplió el 6 de diciembre 4 años de haber sido nombrado el encargado de dirigir pastoralmente este encantador municipio.
Son personas que a pesar de su pobreza material siempre están listos para sacar adelante las iniciativas de su párroco que siempre está con ellos de tiempo completo; son estudiosos de las sagradas escrituras y celebran los sacramentos con intenso amor y profunda convicción de esa unión entre Cristo, su Iglesia y toda la comunidad; opción preferencial tiene está feligresía por la Eucaristía, la cual viven no solo dominicalmente, sino que la consideran centro y culmen de su vida y por eso la tienen presente en los acontecimientos más importantes de su existencia; en cuanto a la religiosidad popular, muy común en pueblos y ciudades, en Suán se ha progresado bastante, las procesiones ya son vistas no como un mero desfile o un espectáculo en donde solo se contempla la imagen, aquí, como dice San Agustín, “se contempla al creador y no a la criatura”; indica entonces lo anterior un gran progreso ya que sus gentes saben perfectamente qué es lo que celebran y por qué lo celebran. Precisamente, el 29 de noviembre se iniciaron los preparativos para la celebración patronal, con rosario de aurora diariamente a las 5:00 a.m. que ha sido muy concurrido y fervoroso, en estos la imagen de la Virgen visita nueve sectores diferentes. El lunes 8 de diciembre, día patronal, a las 11:00 a.m., monseñor Víctor Tamayo Betancourt presidirá la solemne eucaristía patronal que culminará con la gran procesión de la Virgen Inmaculada.
* Periodista historiador - Arquidiócesis de Barranquilla
No hay comentarios.:
Publicar un comentario