La Consagración Secular
Vocación específica de los Institutos Seculares
Por Lucía Alvear*
El Sínodo de los Obispos, celebrado en Roma en Octubre de 1994, fue un momento de gracia para toda la Iglesia, pero de especial significado para todos los hombres y mujeres que hemos sido llamados al seguimiento de Cristo, porque se preocupó de mostrar al Pueblo de Dios la existencia de diversas formas de vida consagrada. Y esta fue la gran novedad del Sínodo.
La Exhortación Postsinodal Vita Consecrata es el más valioso documento, pues recogió magistralmente la experiencia del Sínodo y se constituyó en la carta magna para todos los Institutos de Vida Consagrada.
No ha sido fácil asumir la terminología "Vida Consagrada " y muchos continúan utilizando indiscriminadamente el término "vida religiosa". Desde la convocatoria del Sínodo se abrió la posibilidad de dar espacio a todas las formas de vida consagrada: "son objeto del Sínodo las diversas formas de Vida Consagrada a las cuales se añaden las sociedades de vida apostólica". (Cfr.I. L.6)
En el Misterio de la Iglesia-Comunión, Cuerpo Místico de Cristo, "hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo; diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo; diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra todo en todos". (I Co.12,4-6) Para comprender mejor la riqueza de los Carismas, es necesario también conocer la variedad de formas de Vida Consagrada reconocidas por la Iglesia; han ido creciendo, a la manera de árbol que se ramifica espléndido y pujante en el campo del Señor, a partir de la semilla puesta por Dios.
Los Institutos Seculares
Son Institutos de Vida Consagrada, tienen su propia y genuina identidad. La consagración y la secularidad constituyen su unidad propia, distinta, esencial. Hay que partir de esta realidad identificadora, para demostrar el verdadero significado y la peculiar forma de evangelizar: en el mundo y desde el mundo, a manera de levadura en la masa.
Su base doctrinal
La identidad y misión de los Institutos Seculares está claramente definida en los documentos de la Iglesia, desde la Próvida Mater Ecclesia y Primo felicitir de Pío XII (1947) y el Derecho Canónico de 1983 (Cánones 710 a 730). El magisterio del Papa Pablo VI, el Papa Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI. Reconocemos su validez permanente y valoramos su profundidad.
Su vocación específica
La Secularidad y la Consagración se unen para crear una síntesis nueva de presencia del Evangelio y de la Iglesia en el mundo, con gran facilidad de adaptación a las exigencias de hoy, más exactamente a la Nueva Evangelización.
La Secularidad
Por la consagración no se modifica nuestra condición canónica laical o clerical (cf CIC, c.711). En nuestra vida exterior, ni los clérigos se distinguen de los clérigos, ni los laicos de los otros laicos. El estilo de vida depende de cada Instituto. No llevamos vida en común. Nos corresponde vivir en las circunstancias ordinarias del mundo, solos, en la propia familia, o bien en grupos de vida fraterna. (cf CIC, c.714; IL 57).
La Consagración
Profesamos, como todos los Consagrados, los Consejos Evangélicos de Castidad, Pobreza y Obediencia, pero los vivimos en medio del mundo. Nos preparamos con seriedad y seguimos, a este respecto, las normas comunes de la Iglesia.
Manifestamos y ejercemos nuestra consagración Secular en la actividad apostólica, y a manera de levadura nos esforzamos por impregnar todas las cosas en el espíritu evangélico. (cf CIC, C.713).
La Formación
Nos preocupamos seriamente por la formación integral en sus dimensiones humana, cultural, espiritual, doctrinal y apostólica, tanto en las etapas iniciales como en la formación permanente. En general, impartimos la formación con las características de la "educación a distancia".
En la práctica constatamos que hay poco conocimiento de toda la novedad que expresa el carisma de nuestra vocación de Consagrados Seculares. Es necesario hacer tomar conciencia del valor de esta consagración y de su misión evangelizadora basada en el "ser" más que en el "hacer".
Los consagrados seculares confiamos...
· Se valore nuestra vocación secular, tan en consonancia con la situación social de hoy.
· Se comprenda su característica propia, aquello que la diferencia de los religiosos y los laicos.
· Se mire nuestra manera de participar en la función evangelizadora de la Iglesia: según el carisma propio del Instituto y en la mayoría de los casos, a título personal. Como seglares consagrados, nos comprometemos con nuestras Diócesis, parroquias, obras sociales, según nuestras capacidades y circunstancias personales, con mucho amor por nuestra Iglesia.
· Se entienda que, en su gran mayoría, los Institutos Seculares no poseen obras
propias, y por esto no se hace visible una representación institucional.
* Responsable General Instituto Secular Fieles Siervas de Jesús. lucialvear@une.net.co
El Sínodo de los Obispos, celebrado en Roma en Octubre de 1994, fue un momento de gracia para toda la Iglesia, pero de especial significado para todos los hombres y mujeres que hemos sido llamados al seguimiento de Cristo, porque se preocupó de mostrar al Pueblo de Dios la existencia de diversas formas de vida consagrada. Y esta fue la gran novedad del Sínodo.
La Exhortación Postsinodal Vita Consecrata es el más valioso documento, pues recogió magistralmente la experiencia del Sínodo y se constituyó en la carta magna para todos los Institutos de Vida Consagrada.
No ha sido fácil asumir la terminología "Vida Consagrada " y muchos continúan utilizando indiscriminadamente el término "vida religiosa". Desde la convocatoria del Sínodo se abrió la posibilidad de dar espacio a todas las formas de vida consagrada: "son objeto del Sínodo las diversas formas de Vida Consagrada a las cuales se añaden las sociedades de vida apostólica". (Cfr.I. L.6)
En el Misterio de la Iglesia-Comunión, Cuerpo Místico de Cristo, "hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo; diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo; diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra todo en todos". (I Co.12,4-6) Para comprender mejor la riqueza de los Carismas, es necesario también conocer la variedad de formas de Vida Consagrada reconocidas por la Iglesia; han ido creciendo, a la manera de árbol que se ramifica espléndido y pujante en el campo del Señor, a partir de la semilla puesta por Dios.
Los Institutos Seculares
Son Institutos de Vida Consagrada, tienen su propia y genuina identidad. La consagración y la secularidad constituyen su unidad propia, distinta, esencial. Hay que partir de esta realidad identificadora, para demostrar el verdadero significado y la peculiar forma de evangelizar: en el mundo y desde el mundo, a manera de levadura en la masa.
Su base doctrinal
La identidad y misión de los Institutos Seculares está claramente definida en los documentos de la Iglesia, desde la Próvida Mater Ecclesia y Primo felicitir de Pío XII (1947) y el Derecho Canónico de 1983 (Cánones 710 a 730). El magisterio del Papa Pablo VI, el Papa Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI. Reconocemos su validez permanente y valoramos su profundidad.
Su vocación específica
La Secularidad y la Consagración se unen para crear una síntesis nueva de presencia del Evangelio y de la Iglesia en el mundo, con gran facilidad de adaptación a las exigencias de hoy, más exactamente a la Nueva Evangelización.
La Secularidad
Por la consagración no se modifica nuestra condición canónica laical o clerical (cf CIC, c.711). En nuestra vida exterior, ni los clérigos se distinguen de los clérigos, ni los laicos de los otros laicos. El estilo de vida depende de cada Instituto. No llevamos vida en común. Nos corresponde vivir en las circunstancias ordinarias del mundo, solos, en la propia familia, o bien en grupos de vida fraterna. (cf CIC, c.714; IL 57).
La Consagración
Profesamos, como todos los Consagrados, los Consejos Evangélicos de Castidad, Pobreza y Obediencia, pero los vivimos en medio del mundo. Nos preparamos con seriedad y seguimos, a este respecto, las normas comunes de la Iglesia.
Manifestamos y ejercemos nuestra consagración Secular en la actividad apostólica, y a manera de levadura nos esforzamos por impregnar todas las cosas en el espíritu evangélico. (cf CIC, C.713).
La Formación
Nos preocupamos seriamente por la formación integral en sus dimensiones humana, cultural, espiritual, doctrinal y apostólica, tanto en las etapas iniciales como en la formación permanente. En general, impartimos la formación con las características de la "educación a distancia".
En la práctica constatamos que hay poco conocimiento de toda la novedad que expresa el carisma de nuestra vocación de Consagrados Seculares. Es necesario hacer tomar conciencia del valor de esta consagración y de su misión evangelizadora basada en el "ser" más que en el "hacer".
Los consagrados seculares confiamos...
· Se valore nuestra vocación secular, tan en consonancia con la situación social de hoy.
· Se comprenda su característica propia, aquello que la diferencia de los religiosos y los laicos.
· Se mire nuestra manera de participar en la función evangelizadora de la Iglesia: según el carisma propio del Instituto y en la mayoría de los casos, a título personal. Como seglares consagrados, nos comprometemos con nuestras Diócesis, parroquias, obras sociales, según nuestras capacidades y circunstancias personales, con mucho amor por nuestra Iglesia.
· Se entienda que, en su gran mayoría, los Institutos Seculares no poseen obras
propias, y por esto no se hace visible una representación institucional.
* Responsable General Instituto Secular Fieles Siervas de Jesús. lucialvear@une.net.co
1 comentario:
Reciban muchisimas bendiciones desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
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