Por Laura Barros Vega*
Con la Pascua celebramos la Resurrección de Jesús, es su victoria sobre la muerte Para vivir en plenitud este momento, ya veníamos con una preparación desde la Cuaresma, donde buscábamos llegar resucitados a este día.
En este tiempo, Dios nos muestra una vez más, su amor hacia nosotros; hace más de dos mil años, entregó a su hijo para salvarnos del pecado y así poder conmemorar su aniversario cada año, de tal manera que los seres humanos comprendamos lo que es vivir en comunidad y estar siempre acompañados de su presencia.
Muchas personas están acostumbradas a entregarle poco a Dios, cuando Él nos entregó la vida de su hijo para salvarnos.
Busquemos ser mejores personas, superar nuestros defectos y resaltar nuestras virtudes, pero siempre teniendo en cuenta la verdadera humildad y sencillez; además es importante tener claro que no es suficiente decir que creemos en Dios, porque esas son sólo palabras, debemos por lo tanto, confiar en que Él está a nuestro lado, apoyándonos y aunque suene repetitivo: DIOS ES COMO EL AIRE, NO LO VEMOS, PERO SIEMPRE ESTA AHÍ.
Hoy, quiero invitarlos a que realicemos nuestras acciones de la mano de Dios, que le entreguemos mucho, no lo que nos sobra, así como Él fue capaz de entregar a su hijo y estar siempre ahí para nosotros, a partir de este momento empecemos una nueva vida de la mano con Él, porque: “Si Cristo ha resucitado, también nosotros hemos de resucitar hacia una nueva vida”. San Pablo.
*Comunicreativos. Estudiante Colegio Buen Consejo.
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