Por Fulbio Labastidas Charris*
Un ambiente político se vive en estos días y es que, el domingo 30 de mayo, escogeremos a quien conducirá el país por los siguientes cuatro u ocho años.
Sin duda, esta es una decisión muy seria, ya que de ello depende no sólo el futuro del país, sino lo que heredarán los colombianos del mañana. Se hace necesario hacer presente a Jesús Resucitado, de una manera activa y convincente, pues para los católicos vivir la presencia de Cristo, tiene que verse reflejado en las decisiones y acciones de cada día.
Es necesario que los jóvenes tomemos conciencia del papel fundamental que cumplimos como ciudadanos comprometidos y que nos lleva a tomar la decisión de acercarnos a las urnas para ejercer nuestro derecho al voto, debemos ser ejemplo para los adultos y para los demás jóvenes.
La realidad que afrontará el nuevo presidente
A continuación, presentamos un análisis de la realidad, la cual, quien sea elegido Presidente de la República, tendrá que afrontar y tratar de mejorar:
- La cultura de la corrupción ha invadido todos los campos de la sociedad haciendo cada vez más débiles los límites morales, lo que lleva a la evasión de impuestos, incumplimiento de horarios, irrespeto a los demás.
- Culto desmesurado a la cultura del cuerpo y alto consumismo, sin importar la propia dignidad.
Sin duda, quien dirija el país en los próximos años, deberá tener en cuenta la gran transformación cultural que tendrá que emprender, y, con ello, garantizar que bajo ningún pretexto se irrespete la vida y se respeten los recursos públicos como lo que son, un bien para el servicio de los otros, especialmente de los más pobres y necesitados.
Por otro lado, vale resaltar, que otra de las tareas que esperan al nuevo mandatario, es la de lograr la unidad entre cultura, ley y moral, pues hasta hoy, la falta de justicia a llevado a que se piense que: “Hecha la ley, hecha la trampa. Lo que no prohíbe la ley nadie ha dicho que no se puede hacer” o decir: “Mientras nadie me vea, puedo hacer lo que sea”.
Nuestro compromiso católico
Algunos elementos consignados en el Documento de Aparecida reflejan el papel fundamental que corresponde a los discípulos y misioneros en la vida pública.
Encontramos este aparte: “La realidad actual de nuestro continente pone de manifiesto que hay una notable ausencia en el ámbito político, comunicativo y universitario de voces e iniciativas de líderes católicos de fuerte personalidad y de vocación abnegada que sean coherentes con sus convicciones éticas y religiosas”.
De igual forma, se manifiesta: “La vida cristiana no se expresa solamente en las virtudes personales, sino también en las virtudes sociales y políticas”.
Los jóvenes estamos llamados a tomar conciencia de nuestra responsabilidad cristiana y ciudadana con nuestro país.
*Comisión Arquidiocesana de Pastoral Juvenil. sagit0771@hotmail.com
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