viernes, julio 01, 2011

Arzobispo de Barranquilla recibe el Palio Arzobispal

Por Keneth Ramírez Pacheco*

El 29 de junio, en la solemnidad de San Pedro y de San Pablo, el Arzobispo de Barranquilla, Monseñor Jairo Jaramillo, recibirá en manos del Papa Benedicto XVI, el Palio Arzobispal, que lo acredita como Obispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Barranquilla.

Y, ¿Qué es el Palio Arzobispal?

Es una banda estrecha de lana blanca cosida en forma circular y adornada con cruces, de la cual caen dos tiras cortas en sentido vertical, sobre el pecho y espalda. Lo usan los arzobispos y algunos obispos como signo de autoridad y jurisdicción.

El origen es ciertamente romano y fue considerado siempre como insignia propia del Papa, por lo menos en Occidente. El primer dato sobre el Palio es del siglo IV. Lentamente se concede a obispos más ilustres. La costumbre de enviarlo a los obispos metropolitanos, como más destacados, hizo que, con el tiempo, se dispensaran de pedirlo a Roma y lo usaran sin más. Juan VIII, en el siglo IX, reconoció el Palio como insignia de la jurisdicción de los arzobispos y, al mismo tiempo, estableció las normas de súplica de concesión que debían hacerse a la Sede Apostólica bajo severísimas penas. En esta época el Palio sufre algunas modificaciones en su aspecto: con alfileres preciosos se le da una forma circular más simétrica y centrada, procurando que los dos extremos caigan en el centro del pecho y de las espaldas respectivamente.

El paso siguiente, suprime los alfileres dejándolos como elementos decorativos (siglo XIII)) y convierte al Palio en una banda circular con los dos extremos centrados, sobre el pecho y la espalda, y que, por lo menos hasta el siglo XV, son de considerable longitud. Además de los arzobispos (Código de Derecho Canónico, canon 275 y siguientes), el Papa puede concederlo a otros obispos ilustres, a título personal o bien a las sedes episcopales.

¿Cómo es el palio?

El Palio lleva seis cruces negras, cuatro de ellas en la banda circular y las otras dos en los extremos. Se lleva sobre la casulla, por encima, colgado de los hombros. El Palio posee un significado espiritual profundo, algunos Padres de la Iglesia han visto en las cruces el recuerdo de la Cruz del Señor que el prelado debe llevar con mayor diligencia y amor.

Entrando ya en la función de los que lo reciben, el Papa Benedicto XVI, en la celebración de comienzo de su ministerio apostólico petrino, el 24 de abril de 2005, fijándose en la lana de ovejas en que está confeccionado, lo señaló como imagen de la oveja perdida que el Buen Pastor buscó y encontró para devolver al redil.

La concesión romana, la expresiva ceremonia de confección del Palio y, sobre todo, de su permanencia durante un tiempo junto al sepulcro vaticano de San Pedro, más su bendición, hablan clarísimamente de él como la expresión del poder pastoral trasmitido y como exigencia, y signo de fidelidad y unidad con la Sede del Príncipe de los Apóstoles.

El Palio es tejido en lana virgen, esquilada de unos corderillos que el Papa bendice el día de Santa Inés cada año (21 enero). El Palio simboliza el cordero que el buen pastor ponía sobre sus hombros y que tanto los salmos (22, 1-6) como el evangelio de Juan (10, 1-18), han descrito como actitud del Buen Pastor por excelencia que es Dios. Ese Palio representa el pueblo que el Señor pone sobre los hombros del Pastor de la arquidiócesis que debe conocer, amar y dar la vida de tantos modos, como enseña el ejemplo de Jesús, nuestro Buen Pastor y de tantos santos pastores de la Iglesia.

Significado del Palio Arzobispal

Banda de lana blanca en forma de collarín, adornada con seis cruces de seda negra. Es la insignia exclusiva de los arzobispos residenciales o metropolitanos.

Es semejante a una estola y se utiliza a modo de escapulario. Es de tela blanca salpicada de cruces, que les envía el Papa como distintivo de su especial dignidad. La lana significa la aspereza de la reprensión a los rebeldes; el color blanco, la benevolencia hacia los humildes y penitentes. La forma circular que encierra los hombros es el temor del Señor, por quien las obras se cierran a fin de que su perfume cubierto no se vaya desvaneciendo, como sucede si se descuidan las pequeñas cosas que, poco a poco, se cae en las grandes.

Tiene cuatro cruces situadas delante y detrás, a la derecha y a la izquierda. Así el obispo debe poseer vida, ciencia, doctrina y poder. Se relaciona también con las cuatro virtudes cardinales, teñidas de púrpura por la fe en la Pasión del Cristo. En la parte anterior se representa la justicia: el prelado debe velar para dar a cada cual lo suyo. En la parte posterior, la prudencia: el prelado debe cuidarse de dudas y pensamientos nocivos. A la izquierda, el coraje, para no sucumbir en la adversidad. A la derecha, la templanza, para no descontrolarse en la prosperidad.

*Delegado Arquidiocesano Pastoral de Liturgia. kentzamir@hotmail.com

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