sábado, febrero 09, 2008

EN LA ARQUIDIÓCESIS DE BARRANQUILLA TODOS COMUNICAMOS

Al iniciar 2008, vale la pena reflexionar sobre la importancia de la comunicación en el proceso pastoral de nuestra Arquidiócesis, porque lo que no se comunica con acierto, difícilmente se conoce, y lo que no se conoce, escasamente se ama. Así, la comunicación deja de ser una responsabilidad de pocos y pasa a ser un compromiso de todos.

Por JAIME ALBERTO MARENCO MARTÍNEZ *

Al igual que el ser humano, las organizaciones necesitan comunicarse para compartir con su entorno y con ellas mismas su razón de ser y, asimismo, insertarse de manera proactiva en el desarrollo de la sociedad. Carecer de canales efectivos de comunicación con sus públicos o audiencias, acarrea pérdidas invaluables de todo orden para cualquier organización.

Así, la Iglesia, frente a la revolución tecnológica y los procesos de globalización que presenta el mundo actual, necesita abrirse a nuevos lenguajes y formas de expresión que le permitan ayudar con efectividad a la humanización del mundo. Es más, la Iglesia debe comunicar su mensaje de evangelización con códigos atractivos en forma y contenido. Sólo así se podrá avanzar en la misión de llegar con el mensaje de vida de Jesucristo a ‘todos’ los bautizados (católicos) y personas de buena voluntad (no católicos) que habitan el planeta.

Bien nos exhortan los obispos latinoamericanos en el Documento de Aparecida, en su numeral 497, cuando afirman: “Es necesario comunicar los valores evangélicos de manera positiva y propositiva. Son muchos los que se dicen descontentos, no tanto con el contenido de la doctrina de la Iglesia, sino con la forma como ésta es presentada.” Este postulado nos invita a reflexionar sobre la manera como los católicos estamos comunicando nuestra fe, y nos lleva a considerar seriamente que ‘todos’ en la Iglesia somos ‘comunicadores de Cristo’. Está totalmente revaluada la creencia de que obispos, sacerdotes, religiosas, seminaristas y catequistas, son los únicos responsables de la evangelización. No. ¡El compromiso es de ‘todos’ los bautizados!

Cada día, con mayor fuerza, las organizaciones empresariales aprenden que ‘todos’ sus miembros comunican; de igual manera toda gestión y acción de ésta genera mensajes que permiten conocer su clima organizacional y la percepción que sus públicos tienen de ella, así como sus estados financiero y productivo, entre otros indicadores. Si bien es cierto los comunicadores sociales, junto con la alta gerencia, se convierten en gestores de los procesos comunicacionales de la organización, también lo es que ‘todos’ los miembros de ésta son ‘agentes de comunicación’ de la misma, ya sea positiva o negativamente, dentro o fuera de ella. Es decir, ‘todos’ comunicamos en todo momento.

Un sacerdote –por ejemplo- no sólo comunica a través de su homilía en cada misa, sino también con su forma de expresarse en ambientes distintos a la parroquia o con su manera de vestir, de conducir su carro o de asumir sus compromisos económicos. Igualmente, un laico comunica su fe católica con su comportamiento en la casa, en la oficina, en el supermercado o, también, por su manera de vestir, de enfrentar las situaciones de conflicto o responder a las necesidades de su parroquia. En fin, todo lo que se diga o se deje de expresar en determinado momento, así como todo aquello que se haga o se deje de hacer, comunica.

Por todo esto, desde la Delegación de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la Arquidiócesis de Barranquilla se ha venido apoyando con estrategias comunicacionales planificadas, presupuestadas, cuidadosamente ejecutadas y evaluadas, el desarrollo del Plan Global Arquidiocesano de nueva evangelización, enmarcado en el Proceso Diocesano de Renovación y Evangelización –PDRE-.

COMPROMISO COLECTIVO

La comunicación en la Arquidiócesis de Barranquilla no puede limitarse, entonces, a la gestión que logre adelantar una delegación, comisión u oficina, pues esta sería una actitud mezquina de quienes así lo consideren e impulsen. En nuestra Arquidiócesis, la comunicación debe convertirse en un compromiso colectivo, es decir, que obispos, presbíteros, religiosos, religiosas, seminaristas y agentes de pastoral en general, debemos esforzarnos para que la comunicación sea ‘transversal’ al plan pastoral y de esta manera pueda estar presente en todos los niveles de evangelización (pastoral comunitaria, pastoral específica, servicios pastorales, pastoral ministerial y estructuras), lo cual permitirá aumentar nuestra efectividad en la entrega del mensaje de salvación de Cristo a los habitantes del Departamento del Atlántico. Recordemos que aquello que no se comunica con acierto, difícilmente se conoce, y lo que no se conoce, escasamente se ama.

Nuestra insistente invitación es, entonces, que todos juntos y organizadamente -obispos, presbíteros, religiosos, religiosas, seminaristas y agentes de pastoral en general-, asumamos la comunicación como una herramienta altamente efectiva para lograr una evangelización que responda a las exigencias y los vacíos del mundo de hoy.

* Delegado de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la Arquidiócesis de Barranquilla – Especialista en Desarrollo Organizacional y Procesos Humanos – marencomar@hotmail.com

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