miércoles, febrero 27, 2008

MÁS UNIÓN... MÁS SOLIDARIDAD


Por Onix Nedel Correa García *

No sólo dando bienes materiales se puede hacer visible la solidaridad entre las personas. Este valor se complementa con otros como el amor, el respeto, la sinceridad... Junto con la solidaridad, estos valores logran una mayor disposición de las personas al momento de ayudar al prójimo.

Sin lugar a dudas, ver al hermano desprotegido o angustiado es razón suficiente para que alguien deje aflorar su espíritu solidario. Muchas veces, gracias al buen corazón de quien es solidario, se llega en el momento preciso para aquellas personas que quizás han perdido todo tipo de esperanza y fe.

Quizás el mayor gesto de solidaridad que se ha vivido en Colombia en los últimos años, fue la ‘marcha internacional’ del pasado 4 de febrero cuando varias ciudades, casi doscientas, en el país y en el mundo, se volcaron a las calles para manifestar su solidaridad con los que aún siguen secuestrados en Colombia y que, lo más probable, ahora más que antes están necesitando respaldo, compañía, amor... sobre todo por los delicados sucesos que ha tenido que afrontar el proceso de paz con las FARC.

Como un acto muy significativo a favor de la paz de Colombia, a favor de las peticiones por la liberación de los secuestrados y de la defensa de todos los que han sufrido el flagelo de la guerra, se puede definir esta gran iniciativa que el mundo aceptó, apoyó y desarrolló. Sólo basta ver la gran acogida que tuvo a nivel internacional, mayoritariamente de quines nada tienen que ver con el conflicto armado en nuestro territorio nacional y con las víctimas de la guerra. Es un acto puro de solidaridad y del amor de Dios por medio de los corazones de los hombres.

“Las verdaderas estrellas de la vida son las personas que han sabido vivir rectamente”, fueron las palabras en la Plaza de la Paz de Monseñor Víctor Tamayo, Obispo Auxiliar de Barranquilla, quien refiriéndose a la última encíclica del Santo Padre Benedicto XVI –Spe Salvi-, invitó a la multitud reunida en la Plaza de la Paz a dejarse iluminar por Cristo para avanzar con seguridad en el camino hacia la búsqueda de la paz colombina. El Obispo Tamayo, con vehemencia, insistió que todos “niños, ancianos, jóvenes, autoridades, todas las mujeres y hombres del mundo, somos estrellas que por la noche debemos mirar al cielo para que la gran estrella que es Jesucristo nos muestre esos senderitos de amor que necesitamos para encontrar la paz.”

* Asistente de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Barranquilla - onix2502@hotmail.com

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