La tarea es más allá de lo escuchado
Más que vernos y sentirnos jóvenes, estamos llamados a vivir a la manera de Cristo, según el Evangelio. El ser joven es vivir con alegría, con esperanza y plena convicción que los actos que realicemos en el hoy, repercutirán en el mañana, por tal motivo, estamos llamados a “Hacer lo que Él nos diga”. Dar un Sí a su voluntad. Ejemplo de esta confianza plena en Dios, la dieron los dos mil jóvenes que asistieron al Veintiochoavo Congreso Nacional de Jóvenes de la Renovación Carismática.
El objetivo central de este encuentro según lo expresó el padre Jaime , Asesor Nacional Juvenil de la RCC “respuesta de los jóvenes en el fervor y la esperanza que nos han dado, los jóvenes en Barranquilla nos han dado una lección de entrega a Dios, un testimonio que debe cuestionarnos a todos, jóvenes de todo el país que le abren su corazón a Dios, que quieren vivir de una manera distinta”.
Celebraciones Eucarísticas, talleres, jornadas integración, reflexión y alabanza para que los jóvenes se encuentren con Dios y se formen para ser mejores personas al servicio de la Iglesia, construyendo así una sociedad más fraterna, siendo rostro de Dios para la humanidad. Empiezan esta labor llevando el mensaje del congreso a sus parroquias.
Barranquilla, sede del congreso 2010 de la Renovación Carismática fue una verdadera anfitriona, durante cuatro días recibieron a jóvenes llegados de diferentes rincones de nuestra patria.
La invitación por parte del padre Jaime a aquellos jóvenes que no se han atrevida a amar a Dios y a dar testimonio de Él es: “Atrévanse a ser felices, cuando uno hace una opción de buscar la felicidad verdadera, encuentra a Dios en el camino porque Él es la felicidad verdadera, juéguense por la felicidad”.
Juan Francisco Rodríguez, Coordinador Nacional de Jóvenes de la Renovación Carismática Católica
La idea es que el conocimiento recibido en el Congreso y especialmente en las escuelas de líderes no se quede en una teoría, sino que se puede ir haciendo praxis, acciones, cosas concretas en las comunidades. Debemos ser multiplicadores primero de la formación que recibieron, este año la formación estuvo centrada en la espiritualidad de la Palabra. Lo segundo es que puedan iluminar las problemáticas, sueños y fortalezas de sus comunidades a partir del contenido y experiencia formativa. Y lo tercero es que eso conocimiento de ahí pueda generar nuevas propuesta para sus comunidades, las comunidades que envían a sus lideres están en condiciones y en necesidad de exigirle a ellos que elaboren nuevas propuesta que iluminen nuevos caminos para su comunidades y su realidades.
Edinson Pérez, Arquidiócesis de Barranquilla
“Cuando tienes un compromiso con Dios y lo rompes, sabes que las cosas van mal, pero cuando uno conoce la Palabra y sabe lo que le quiere decir encontrará una luz al equivocarse. Muchas veces nos queremos entregar a la voluntad de Dios, pero es un proceso largo y sólo en Dios encontramos esa respuesta”.
Carmen Polo, Arquidiócesis de Cartagena
“Esta ha sido una experiencia de gran valor, un momento en el que Dios ha sanado mi corazón, ha llenado mi vida de mucho amor, me ha hecho sentir todo el amor que el tiene a todos sus hijos a pesar de que muchos jóvenes no le conocen y esta experiencia me lleva a ir donde están ellos, empezando por mi hogar y mi entorno. Dios me dice que no me rinda, porque él me necesita no sólo para hacer cosas sencillas sino cosas grandes, todos estamos llamados a hacer cosas en su nombre”.
Carmen Polo, Arquidiócesis de Cartagena
“Esta ha sido una experiencia de gran valor, un momento en el que Dios ha sanado mi corazón, ha llenado mi vida de mucho amor, me ha hecho sentir todo el amor que el tiene a todos sus hijos a pesar de que muchos jóvenes no le conocen y esta experiencia me lleva a ir donde están ellos, empezando por mi hogar y mi entorno. Dios me dice que no me rinda, porque él me necesita no sólo para hacer cosas sencillas sino cosas grandes, todos estamos llamados a hacer cosas en su nombre”.
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